Habitación de Calixta y Cari

por **Katherine** Miér Mar 21, 2012 2:47 pm

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Ya hacía un mes y medio que mi novio y guerrero Stark se había ido a Chicago a una competencia de arco y flecha, al ser todavía una novata no había tenido la oportunidad de ir a la competencia, algo que sumamente me molestaba. Ahora que recordaba también hacia un mes que los vampiros del alto consejo se habían ido dejándonos a todas las guardianas de los elementos bien entrenadas por si Neferet volvía, pero todo había estado muy tranquilo luego de que una flecha de mi arco atravesara a la niña que era poseída por Neferet. Luego de eso la niña volvió a ser dueña de su cuerpo y nunca más se supo nada de Neferet o al menos eso creemos. Aunque mi sed de sangre sigue todavía atormentándome se podría decir que es un poco mas leve a lo que era cuando ataque a mi primer humano y Calixta tuvo que atacarme con su elemento, había estado entrenando muy duro con Damien y no había tenido tiempo de tomar un pequeño bocadillo en días por lo tanto paso lo que paso. Me redujeron de mi cargo como líder de hijas oscuras dos semanas, pero no me afecto tanto ya que el puesto fue tomado por Calixta momentáneamente y cuando vieron que ya podían volver a contar conmigo el cargo volvió y Stark pudo irse tranquilo, y aquí estoy tratando de organizar unos malditos papeles de street cats del tiempo en que Calixta estaba al mando y la verdad estoy muy perdida. Si tan solo mi amiga estuviera aquí para ayudarme, se a pasado la mitad del mes de vacaciones con Morgan yendo y viniendo por ahí, no es que no me ponga contenta que sean felices simplemente me hace extrañar muchísimo a mi adorado Stark. La puerta del cuarto se abrió y entro mi amiga Calixta parecía que había leído en mi mente que la necesitaba.

-¿Qué tal? al fin estas despierta Cari ¿Has desayunado algo? . Me miro inquieta, desde que había tenido mi ataque de sed de sangre se encargaba de preguntarme todos los días si había bebido o comido algo, se notaba en su cara que me quería mucho y quería verme bien.
-Si esa bolsa que vez ahí, me la he bajado hace unos momentos. Sonreí tratando de darle confianza a mi amiga de que estaba bien, aunque en parte no era verdad ya que con una bolsa no bastaba. -¿Tu a donde has ido esta noche?
-Estuve paseando con Hebe y Artemis, enserio tu gata ya me ama mas a mi que a ti. Bromeo y se sentó a mi lado y ojeo los papeles que tenía sobre la cama. -Mmmm veo que no archivaste nada ¿Necesitas ayuda?
-Si... sinceramente no entiendo tu forma de archivar y hacer papeles. Me mordí el labio
-Es que eres una desordenada Cari, me he tomado el trabajo esas dos semanas como líder de organizar el carancho de archivos que tenías, y siempre que quería explicarte huías por eso ahora no entiendes nada. Revoleo los ojos -¿Quieres ponerme atención ahora? Pregunto indignada
-Si soy toda oidos. Dije y alguien llamo a la puerta. -Quien quiera que sea pase y que sea breve, agregue

La puerta del cuarto se abrió y entró Crystal la alta sacerdotisa de la casa de la noche junto con un joven alto de ojos azules pelo corto con tatuajes azul zafiro en forma de espirales al rededor de la medialuna en el medio de su frente, muy parecidos a los que tengo yo aunque sin las flechas y el color escarlata. Con solo su presencia todo mi cuerpo se puso en alerta.

-Cari, Calixta que suerte que las encuentro juntas, quiero presentarles a Elias Donovan, viene de La Casa de la Noche de los Angeles esta en quinto año y descubrió su afinidad por el aire hace unos pocos días cuando Nyx se le presento en un sueño, como principales representantes de las hijas e hijos oscuros es su deber guiarlo estos días hasta que se acostumbre, los dejo para que se conozcan mejor. Dicho eso se retiro del cuarto y cerro la puerta tras ella.

El chico nos sonrió y se acerco a donde estábamos. -Calixta un gusto conocerte. Dijo tomando la mano de mi amiga y dándole un beso. -El gusto es mío tartamudeo. El chico sonrió de nuevo y me miro tomo mi mano y me dio un beso bastante largo a mi parecer -Cari un gusto en conocerte, eres mucho más bella en persona que en mis sueños. Dijo y no pude evitar sonrojarme, ¿Qué demonios había dicho? ¿Qué había estado en sus sueños? ¿Quien era este extraño chico con mi misma afinidad, y porque me ponía tan nerviosa?

El relato sigue en Habitaciones - Habitación de Tsuki.