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Ángeles Caídos: Campo de Rosas Azules - Carolina Gazzola (Cari Redbird)

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Mensaje por Katherine Jue Jul 28, 2011 12:06 pm

Bueno me demore un poco en armar el tema de mi novela, y capaz más tarde arme los temas correspondientes a los cuentos o poemas (acuerdense que antes de postear tienen que mandar el escrito a una moderadora). La cuestión es que aquí estoy para compartir con ustedes mi novela. Les dejo la sinopsis y el primer capitulo, espero que les guste, estoy intrigada de saber sus opiniones. Mi novela esta pensada para tener cuatro partes por ahora, la primera parte se llama "Campo de Rosas Azules"

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"En el mundo el mito que los ángeles caídos son ángeles que pierden sus alas y que caen del cielo son puras patrañas. Los ángeles caídos son ángeles elegidos desde hace mucho tiempo por Dios para salvar a los seres humanos del fin del mundo. Camille es una de esos ángeles elegidos para salvar al mundo…. pero ella no lo sabe y tampoco sabe que es una pieza elemental para la salvación del mundo. Desde pequeña siempre fue muy diferente a todos los niños de su edad, poseía poderes que no podían explicarse. Con la ayuda de su padre James emprende viajes a lo largo de toda su vida para encontrar una explicación a lo que le sucede pero luego de tantos años de búsqueda a Camille le diagnostican una enfermedad terminal que poco a poco iba a ir afectando todos los órganos de su cuerpo hasta morir…. y tan solo con dieciocho años de edad Camille muere en el hospital de nueva york y comienza su nueva vida como ángel divino y su misión simplemente será salvar a todos del fin del mundo… ¿Podrá Camille salvar al mundo? "

Capitulo 1: Volver a nacer.


El medico entro al cuarto todavía atónito por el milagro que había ocurrido. Ya hace dos días que estaba en coma y no tenia ningún órgano del cuerpo sano, mi cuerpo estaba totalmente enfermo y no había ninguna esperanza, iba a morir en pocas horas. Pero por una ilógica razón mi cuerpo empezó a funcionar bien, mis órganos comenzaron a funcionar nuevamente y mis músculos se hicieron mas fuertes. A las pocas horas estaba caminando por los pasillos del hospital y ya no necesitaba la ayuda de un respirador artificial. Estaba como nueva como si hubiera vuelto a nacer. Y en parte fue así.

En las manos de mi medico había dos sobres eran los resultados de los análisis de mis órganos y a juzgar por su cara eran buenas noticias. Me tomo la presión y verifico si los latidos de mi corazón eran normales.
-Camille todos en el hospital no pueden creer esta recuperación milagrosa que tuviste, me alegra decirte que estas sana y no tienes que seguir estando aquí. Me dijo sonriente y saco de mi muñeca el suero.

Mi padre James entro al cuarto del hospital con mis maletas vacías listo para llenarlas e irnos de ese lugar de una vez por todas. Hace tres meses exactos que había entrado a ese hospital en una silla de ruedas sin poder mover las piernas, y me iba caminando y con las articulaciones más fuertes que nunca. Empecé a meter la ropa en las maletas lo mas rápido posible quería irme y ver la luz del día. Mi padre firmo mi alta y a los pocos minutos abandone esa habitación que había sido mi refugio durante 3 largos meses.
Por los pasillos todos los médicos me saludaban, algunos lloraban de emoción. Salí del hospital y pude observar el sol radiante, a lo lejos el central park tan bonito como lo recordaba. El auto de mi padre estaba estacionado en el frente del hospital, cargue mis maletas al baúl y me subí al auto. Todo parecía tal cual lo recordaba, las calles desiertas, basura esparcida por todos lados, autos abandonados, y personas sin techo pidiendo por las calles. La situación de la ciudad seguía decadente, las guerras continuaban y la gente cada vez tenía más miedo de salir a la calle. El mundo estaba en guerra hace ya 10 años y este año no iba a ser la excepción.
Llegamos a nuestra pequeña casa en el barrio de Manhattan, todo estaba tal cual lo había dejado hace tres meses. Los muebles en el mismo lugar, los libros de mi padre por toda la casa, y los platos sucios en el fregadero eran señal de que hace mucho tiempo nadie había vivido allí. Era lo lógico ya que mi padre vivió prácticamente conmigo en el hospital.

Mi padre me dio las valijas y me retire para mi cuarto. El cual estaba muy limpio y ordenado tal cual lo había dejado tres meses atrás. Abrí las valijas y comencé a ordenar mi ropa en el armario. Revolví el bolso para ver si no me olvidaba de algo y para mi sorpresa salió una pequeña nota con un manuscrito muy raro en dorado. Era un idioma o clave desconocida por mí, las letras eran doradas y muy legibles, y al final de la nota había una dirección en ingles que era lo único que entendía. Con la misma legibilidad que los demás signos decía Yonti Street 20567 New Jersey, una pequeña ciudad a unos kilómetros de Nueva York. No le di mucha importancia a la nota, y la deje sobre el escritorio y fui a la cocina a prepararme un café.
Mi padre estaba sentado en la mesa de la cocina leyendo uno de sus libros con una nota al lado con los mismos signos dorados que la mía, lo cual me llamo mucho la atención.

-¿Que es esa nota que tienes ahí? Le pregunte inquieta
-La verdad no lo se Camille, apareció en mi bolsillo y lo único que entiendo es la dirección que esta anotada abajo, me estaba fijando que clase de signos puede ser en este libro pero no hay nada parecido a estos signos. Dijo preocupado
-¿Qué dirección dice ahí abajo? Pregunte horrorizada
-Yonti Street 20567 New Jersey, ¿porque preguntas hija? Me miro dubitativo
Corrí hacia mi habitación agarre la nota y volví hacia la cocina. Mi padre abrió sus enormes ojos celestes y me dijo
-Donde encontraste eso Camille?
-Estaba en mi bolso, cuando saque la ropa lo encontré, no entiendo que son estos signos raros tampoco.
Mi padre se paro y me saco la nota de las manos, y verifico si las dos notas eran iguales. Y luego sorprendido me dijo
-Los signos no son los mismos pero la dirección si, habrá que averiguar que es lo que nos quisieron decir hija.
-No creo que sea algo muy importante papa, y no creo que sea seguro viajar a un lugar desconocido con los problemas que hay afuera. Le saque la nota de la mano y me retire para mi cuarto. Me siguió sorprendido y luego agrego
-Pero hija ¿si es alguna clave para descifrar lo que te pasa desde que sos una niña?
-No lo se papa pero no tengo ganas de seguir viajando por todos lados, me pase toda mi vida averiguando estas cosas raras que me pasan, no tuve infancia ni tampoco adolescencia no tengo amigos, quiero ser una persona normal y estudiar algo ya no tengo ganas de seguir averiguando tendré que aprender a convivir con esto. Agarre la nota y la rompí en pedazos y me acosté en la cama dándole la espalda a mi padre.
-Hija te estabas muriendo y de una hora a la otra estabas sana otra vez, por el amor de dios no es normal Camille!. Me dijo enojado.
-Ya se que no es normal NO SOY NORMAL PERO QUIERO TRATAR DE SER NORMAL UNA VEZ EN MI VIDA PAPA!. Me pare lo eche del cuarto y cerré la puerta con llave.

Toda mi vida me la había pasado viajando, nunca había tenido un amigo verdadero, ya que cada vez que me hacia uno al mes me iba de la ciudad hacia otra en otro lugar del continente. Nunca fui a una escuela, ya que mi padre era profesor el cual se encargo de que mi educación fuera buena. A medida que pasaba el tiempo iba conociendo más lugares y gente extraña en el mundo y ninguno de los sanadores o brujos pudo descifrar las extrañas cosas que me sucedían. Hasta que me diagnosticaron esta enfermedad terminal, pero mi vida siguió siendo la misma hasta que mis piernas dejaron de funcionar y termine en el hospital de Nueva York, pasaron los meses y mi estado emporo y estuve al borde de la muerte. Pero por una extraña razón mi corazón volvió a latir y acá estoy de nuevo tratando de que mi vida sea un poco más normal. A decir verdad desde que Salí del coma no me habían sucedido cosas extrañas ni sucesos similares a los que había vivido. Eso me extrañaba enormemente, mi madre aparecía todos los días deambulando por la casa mirándome, y ahora no había ni rastros de ella. ¿Sera que había perdido esos dones? ¿Sera que ya estaba curada?. Realmente no lo sé, lo único de lo que estoy segura es que quiero una vida normal a partir de ahora. No quiero descifrar lo que significaban esas notas, ni tampoco ir a averiguarlo, solo quiero ser una chica normal.
Me tire en la cama a dormir un rato, mi padre seguía tocando la puerta para que le abriera. Pero me puse los auriculares y puse la música a todo volumen. Al cabo de un rato me quede completamente dormida.
“Estaba en un viejo callejón de la ciudad de Nueva York, era de noche y llovía mucho, en mi mano tenía un anillo plateado que tenia inscriptas mis iniciales CS de Camille Smith. Caminé hacia el fondo del callejón y de pronto una luz muy fuerte me encegueció, no podía ver nada pero escuche la vos de mi madre que decía -Corre Camille! Corre con todas tus fuerzas! Quieren matarte!. Pude sentir como alguien se apresuraba por salir de esa luz enceguecedora, y seguía escuchando la vos de mi madre que me pedía que corriera CORRE CAMILLE NO ESTAS SEGURA NI EN TUS SUEÑOS, CORRE Y DESPIERTATE HIJA!. Corrí con todas mis fuerzas, para salir del callejón, pude sentir que alguien me seguía y no pare hasta llegar al central park, en la ciudad seguía lloviendo el cielo estaba negro y no había ni un alma que pasara por allí. Lo único que escuchaba era mi respiración agitada, y la respiración de otra persona que estaba detrás mío, quien me toco la espalda y dijo -debes seguir es tu misión sálvanos a todos… “ un trueno me hizo levantarme de un salto, mire mi reloj pulsera y marcaba la una de la mañana, en la ciudad llovía mucho y las luces de la calle estaban todas apagadas. A pesar del frio que hacía en Nueva York yo podía sentir un gran calor en mi cuerpo, prendí la luz de mi velador, y pude observar que en mi dedo poseía el anillo de mis sueños. El anillo radiaba un enorme calor, y hacia que me cortara la circulación, trate de sacármelo pero fue en vano, estaba como pegado a mi piel. Al parecer estas cosas extrañas no me iban a dejar de pasar lo cual me angustio mucho. Me levante y fui hacia a cocina a buscar un vaso de leche caliente. Mi padre yacía dormido en la mesa junto a una gran pila de libros. Quise pasar desapercibida pero mi padre noto mi presencia y se levanto.

-Camille que haces despierta es muy tarde ¿paso algo? Dijo y se froto los ojos
-No papa me levante por un trueno, no te preocupes te aconsejaría que te vayas a dormir y si es posible en una cama.
-Si tienes razón, me voy a mi cuarto Buenas Noches. Se levanto de la silla me dio un beso en la frente y se retiro a su cuarto.
Abrí la heladera saque la leche y me serví un poco en un tasa, la puse en el microondas y me senté en la mesa a esperar. Tuve curiosidad y vi las anotaciones que había hecho mi padre en un cuaderno. No le entendía muy bien la letra pero seguía tratando de descifrar el mensaje con letras doradas, lo cual no me importo. El microondas sonó y saque mi leche, agarre unas galletitas y me senté de nuevo en la mesa. En cuanto termine deje la tasa en el fregadero y me encamine hacia mi cuarto, mi padre me esperaba de espaldas en la puerta de mi cuarto
-¿Está todo bien papa? Le pregunte y le toque la espalda se dio vuelta y con sus ojos bien abiertos me estudio de arriba abajo
-No hija las cosas no están bien, mira esto. Me extendió un anillo dorado con una M y un G inscriptas en el –Este anillo era de tu madre y siempre lo tuvo pero fui capaz de prestarle atención antes de que te tuviera a ti.. porque sabes lo que paso luego de tenerte a ti.
-¿Y eso que tiene de malo papa? Lo mire dubitativa
-Que cuando naciste, ella murió sin ninguna explicación, ningún médico pudo descifrar que fue lo que la mato Camille y ahora te aparece un anillo igual, esto es síntoma de que tenemos que averiguar que es. Me tomo de la mano y observo mi anillo
-Pero este anillo es plateado papa no es igual. Quise ponerle fin al asunto pero no pude
-Es exactamente igual pero en plateado, mira observa hay unas alas en ambos anillos rodeando las iniciales. Mi padre me entrego el anillo para que lo observara mejor
Y si era el mismo anillo salvo que el de mi madre era dorado y tenía sus iniciales, el mío tenía mis iniciales y era plateado pero era totalmente igual. De pronto sentí un gran calor en mi interior y una vocecita que decía “averígualo Camille, debes hacerlo”. Pero no quería que mi padre siguiera cargando con mis problemas ya era demasiado mayor para arreglármelas sola entonces dije:
-Papa no me importa, y tampoco quiero que sigas toda tu vida averiguando que me pasa y que fue lo que mato a mama, por favor papá vive sin preocuparte. Le acaricie la mejilla y le di un beso – Creo que deberías ir a dormir mañana hablaremos sobre esto mañana ahora estas muy cansado.
Mi padre asintió, me dejo el anillo y se fue para su cuarto. Al juzgar por su silencio supe que ya sabía lo que tenia tramado, pero como siempre se hizo el misterioso y lo dejo en mis manos. Mi padre siempre había tenido una gran intuición para las cosas, y esta vez dejo en mis manos descifrar la incógnita, el estaba seguro que lo haría. Mire el anillo dorado detenidamente, era igual al mío salvo por sus iniciales y por unos pequeños detalles que había en las alas que no estaban en mi anillo plateado. Fui para mi cuarto y arme una mochila dispuesta a ir a la dirección que mostraba la nota pero antes tenía que descifrar que decía su contenido, hubiera podido hacerlo si no la hubiera roto en mil pedazos, pero para mi sorpresa vi que en mi escritorio yacía la nota intacta con sus letras doradas y la dirección. Fue realmente muy raro pero no me sorprendí tanto porque para decir verdad ya estaba acostumbrada a ese tipo de sucesos extraños en mi vida. Mire el reloj marcaba las tres de la mañana la lluvia había parado y las nubes empezaban a desaparecer, agarre la nota la metí en la mochila y salí del cuarto. Fui hasta al garaje, y me subí en mi mini Cooper blanco. Afortunadamente mi auto arranco, después de tres meses es posible que no quisiera andar, pero por suerte no me trajo ningún problema. Abrí la puerta del garaje y salí de casa andando. Tenía pensado pasar por la biblioteca para consultar algún tipo de libro acerca de signos pero eran las tres de la mañana no estaría abierta y gastaría nafta sin sentido mientras que tenía un largo viaje por delante. Mientras andaba vi las calles de Nueva York desiertas y me entro una gran angustia. La ciudad de Nueva York había cambiado muchísimo, Nueva York era la ciudad que nunca dormía y ahora parecía inmersa en un largo sueño. Pero era de suponer, estábamos en el 2030 hace 10 años ya que estábamos en guerra y las cosas habían cambiado muchísimo y la gente vivía con miedo. Me encamine hacia la autopista que iba hasta New Jersey cuando vi que un chico de ojos verdes y cabellos rizados se interponía en mi camino. Su cara demostraba pánico y horror al mismo tiempo, hubiera apretado el acelerador e irme a toda velocidad pero eso hubiera implicado que lo matara. Pare el auto baje la ventanilla y saque la cabeza por la ventana.

-Ei! ¿Estás bien? ¿Necesitas que te lleve a alguna parte?. Estupida Camille! Porque se te ocurrió decirle eso, lo único que falta es que lleves a un desconocido en tu auto en estos tiempos de guerra! El chico sonrió y se fue acercando hacia al auto, dude en apretar el acelerador e irme a toda velocidad pero su cara me dio tranquilidad y me quede en donde estaba. El chico estaba a casi 10 centímetros mío y seguía sonriéndome. Cuando estuvimos cara a cara me miro y rio.
-Al fin nos conocemos Camille, te estaba esperando hace mucho tiempo. Dijo el chico sin dejar de sonreír.


TODA COPIA SERA CONSIDERADA PLAGIO, ESTA NOVELA PERTENECE A CAROLINA GAZZOLA.

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Ángeles Caídos: Campo de Rosas Azules - Carolina Gazzola (Cari Redbird) Empty Re: Ángeles Caídos: Campo de Rosas Azules - Carolina Gazzola (Cari Redbird)

Mensaje por Katherine Jue Ago 04, 2011 5:50 pm

Capitulo 2: “El bello Aaron”

Me quede como una tonta viendo sus perfectos ojos verdes. Estaba atónita era el chico más bello que había visto en mi vida y encima sabia mi nombre ¿Cómo demonios sabia mi nombre si jamás lo había visto en mi vida?. El seguía allí observándome con sus hermosos ojos y su sonrisa perfecta. Hasta que por fin pude articular unas palabras
-¿Coo..mo.. sabes mi nombre? Tartamudee. El seguía mirándome sonriente
-Porque te soñé Camille. Volvió a sonreírme y me mostro su mano, en su mano había un anillo plateado con dos letras una A y una B puse los ojos en blanco
-Es el mismo anillo que tengo yo.. Volví a tartamudear
-Si así es, y creo que necesitas que te respondan varias preguntas pero primero me presento Soy Aaron Bennett y tengo 19 años. Volvió a sonreírme – ¿Y vos sos Camille Smith si no me equivoco no?
-Eee no, estas en lo cierto, pero sigo sin entender ¿solo por un sueño me conoces? Lo mire dubitativa
-Sí y vos también me conoces Camille, pensa bien.
¡Tenía razón! Él era el chico de mi sueño el que me había dicho que mi misión era salvar a todos, pero salvar a todos ¿de qué? . Estaba confundida y su sonrisa me inquietaba cada vez más.
-Si ya se estuviste en mis sueños también pero ¿cómo puede ser?. De pronto me sentí mareada y mi vista se nublo. Por suerte estaba sentada en el auto y me choque contra el volante. Cuando recupere el conocimiento Aaron estaba sentado a mi lado sosteniéndome de la cintura y su sonrisa había desaparecido, al juzgar por su cara estaba realmente muy preocupado.
-Necesitamos ir ya mismo para New Jersey y vos en este estado no podes manejar, tienes que dormir un poco Camille, déjame manejar a mí. Lo mire dudosa y observo mi cara de preocupación y agrego – No tienes porque desconfiar de mi Camille te voy a llevar a un lugar donde van a responder todas tus preguntas.
-Está bien, puedes manejar pero ten cuidado que amo este auto más que a mi vida. Reí abrí la puerta del auto y salí, al pararme me maree y me caí de boca al piso, al segundo tenia a mi lado a Aaron levantándome.
-Enserio esto me preocupa debemos marcharnos ya!. Le sonreí débilmente y volví a desmayarme.
Cuando me levante Aaron estaba en la parte del conductor manejando cuidadosamente por la autopista con una mano en el volante y otra sobre mi frente. Su mano se sentía cálida y me hacía sentir bien al verme despierta me sonrió.
-¿Estas mejor? Me hiciste pegar un susto Camille. Asentí y volví a cerrar los ojos. Su mano radiaba un calor por todo mi cuerpo que me hacía sentir muy bien, parecía como si me sanara por dentro, y toda preocupación que tenía desaparecía poco a poco. Aaron siguió atento a la carretera y de vez en cuando me miraba para ver como estaba, su mano seguía en mi frente y manejaba sin ninguna complicación. Al cabo de una hora entramos en una pequeña ciudad que a mi parecer era Nueva Jersey, no se me había hecho tan largo el viaje, pero convengamos que había estado durmiendo la mayor parte del tiempo. Aaron estaciono el auto frente a una gran mansión blanca. Saco su mano de mi frente y me miro sonriente. Ya me sentía como nueva estaba con muchas fuerzas y no sentía deseos de vomitar o desmayarme.
-Bueno llegamos, tu cara ya tiene más color creo que ya estás un poco mejor. Me acaricio la mejilla.
-Muu..chas Gracias. Tartamudee, y me puse roja como un tomate. Aaron sonrió bajo del auto y me abrió la puerta para que pudiera bajar. Me tomo de la mano y me llevo hasta la entrada de la gran mansión. Se giro para verme y dijo:
-Primero te voy avisando que estas por cruzar la puerta de un mundo totalmente diferente al que conoces, lo que veas y aprendas aquí te va a servir muchísimo en tu misión, así que te pido que no te vayas corriendo y nos digas que somos unos locos de atar, vamos a responder todas las incógnitas que tenes desde que naciste. Lo mire atónita. Ja! Ojala supiera de que maldita misión me estaba hablando, no entendía nada y tenía ganas de salir corriendo de allí, ¿y si Aaron era un violador serial que me había estado investigando toda mi vida para violarme y matarme? O quizás… ¿era realmente una buena persona? Bueno al menos si me violaba no iba a ser tan malo con un chico tan bello. Sonreí como una tonta al pensar eso.
-¿Camille me estas escuchando? Aaron me zamarreo
-Perdón… no te escuche estaba inmersa en mis pensamientos. Aaron me miro con recelo
-Te dije… ¿estás preparada para conocer toda la verdad Camille?
-Si… Dude, pero la verdad tenía ganas de sacarme todas esas dudas que había tenido desde chica.
Aaron abrió la puerta y entramos. A nuestro alrededor se expandía una gran sala con una araña de cristal colgando del techo y enormes cuadros en las paredes, de seres raros con alas y tatuajes dorados. Había una gran biblioteca llena de libros y un par de sillones con lámparas. En uno de esos sillones se encontraba un chico leyendo un libro que al vernos se sorprendió mucho. Se paro y vino hacia donde estábamos nosotros. El chico era alto corpulento de pelo corto y de unos ojos marrón oscuro era tan guapo como Aaron, pero parecía mucho mayor. Me miro de arriba abajo y me extendió una mano.
-Hola soy Paul, te estábamos esperando Camille.
¿Qué demonios?¿Porque todo el mundo sabía mi nombre?. Le estreche la mano
-Hoo..la. Fue lo único que pude articular.
-¿Es de tan de pocas palabras Aaron? Dijo Paul riendo
-Y no fue un gran copiloto, durmió todo el viaje, pero porque estaba muy cansada se desmayo cuando la encontré, tengo miedo de que haya cogido algún mal. Me miro y sonrió
Ja! ¿De qué mal hablaba? Me hizo ponerme mucho más nerviosa de lo que estaba
-Hey para no vez que la estas asustando tontín, no te preocupes Camille, Aaron siempre fue así de preocupon, solo estas atravesando por el cambio vas a estar bien en unos días, es normal que te sientas un poco mareada.
-¿De qué cambio me hablas? ¿Hay alguien en esta casa que me diga qué demonios me está sucediendo?. Dije levantando la vos
Aaron y Paul me miraron atónitos no sabían que decir. Aaron me tomo de la mano y me solté bruscamente.
-Ya! Alguien me va a explicar algo!!. Proteste me había puesto furiosa
-Yo te voy a explicar todo lo que quieras saber Camille. Escuche una voz que provenía de un cuarto cerca de la sala. Apareció un hombre de unos cincuentipico de años canoso y de ojos azules. Paul y Aaron hicieron una pequeña reverencia y lo miraron con respeto.
El hombre se acerco hasta donde estábamos y me miro con gran curiosidad.
-Sos igual a tu madre, cuánto tiempo espere a este momento Camille. Me dio una señal para que lo siguiera.
Se sentó en uno de los sillones e hizo un gesto para que me sentara a su lado. Aaron y Paul se sentaron en uno de los sillones de al lado y lo miraron atentamente.
-Camille, ya cumpliste tus 18 años no es verdad?. Dijo el hombre rascándose la barbilla
-Si, así es hace dos días el 12 de enero, pero la verdad para ese día seguía en el hospital en coma. Me miro y continúo
-Si lo sé, y dos días después despertaste como si nada te hubiera pasado ¿no es así?
-Si… así es y sigo sin entender el porqué.. Lo mire pidiéndole una explicación
-Es porque completaste el cambio, va empezaste el cambio. Me miro y sonrió
-Otra vez con el cambio, ¿de qué cambio me hablan todos?. Bufe
-Tiempo al tiempo Camille ya te voy a aclarar todas las dudas, ¿vez los cuadros a tu alrededor? ¿Que ves en esos cuadros?.
-Veo figuras humanas con alas blancas y tatuajes raros. Mire a Aaron el me dio una sonrisa de aprobación.
-Si así es, y ¿cómo se llama los hombres que tienen alas blancas?
-Eee… ¿Ángeles?, pero los ángeles no tienen tatuajes. Pregunte inquieta
-Pero los Ángeles Caídos sí. Me contesto Aaron
-Muy bien Aaron ¿quieres seguir hablando tu o me vas a dejar a mí? Dijo el hombre sonriendo
-No… perdón Arnold. Dijo afligido
-¿Y que es un Ángel Caído Arnold? Ya estaba empezando a ponerme nerviosa, estaban haciendo todo demasiado largo ¿Qué demonios me tenían que decir? Que lo digan de una maldita vez!
-Un ángel caído es un ángel protector del mundo, es decir son elegidos por nuestro Dios para proteger al mundo. Dijo Arnold muy tranquilo
-Pero son simples humanos a los que elije? Pregunte
-No, los elegidos ya fueron elegidos hace mucho tiempo por nuestro Dios, al cumplir los 18 años empiezan a realizar el cambio.
-En…tonses… ¿yo soy un Ángel Caído? Puse los ojos en blanco, no podía creer lo que estaba escuchando, tanto tiempo había estado buscando la verdad y ahora me venían con esta burrada. No sabía si reírme a carcajadas o asustarme, ¿me estarían cargando? Y en cualquier momento ¿me violaban entre los tres hasta que muriera? Qué demonios estaba pasando no entendía nada, y estaba muy asustada. Me pare y corrí hasta la puerta, quise salir y Aaron ya estaba enfrente mío sonriendo.
-Yo actué de la misma forma Camille pero todo tiene una explicación, no intentes huir te puedo asegurar que todo está bien. Intente sacarlo de mi camino pero fue en vano estaba como pegado a el piso y no había forma de moverlo. Quiso abrazarme y me solté asustada, perdí el equilibrio y me caí, pero Paul me agarro por detrás y me volvió a estabilizar. Los movimientos que hicieron Aaron y Paul realmente habían sido sobrenaturales, así que estaba empezando a creer que todo aquello no era ninguna broma, pero ¿Por qué no tenia esos poderes yo?.
-Camille, sos un ángel caído Nivel C. dijo Arnold
-Nivel C es que todavía no tengo ningún poder, o ¿estoy equivocada? Pregunte inquieta
-Así es, Nivel C es el primer nivel que pasamos todos, es hasta que aprendemos a transformarnos y las técnicas necesarias de combate. Dijo Aaron con una sonrisa –Pero yo se que vas a ser el mejor Ángel Caído de todos lo llevas en la sangre Camille.
-No entiendo… ¿Por qué lo llevo en la sangre? Si mi padre es un humano normal, y mi madre… me quede sin habla, ahora entendía todo mi madre fue un ángel caído también, yo era hija de un ángel caído… - y mi madre era un ángel caído también. Concluí
Arnold me miro y me tomo de la cara, y sonrió –Sabia que lo entenderías, Bienvenida a tu nuevo Hogar, creo que ya no es necesario que descifras lo que dice la nota que te deje en el hospital, creo que ya la vas a poder leer sin problemas. Me dio una palmadita en los hombros se dio vuelta y se perdió por la otra sala.
Agarre la nota que había guardado en la mochila y de la nada podía entender lo que significaban esos manuscritos dorados, decía “Espero que encuentres el camino que te lleve a ser el mejor Ángel Caído, hoy empieza tu misión mucha suerte Camille”


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Mensaje por andreazoey14 Dom Ago 21, 2011 7:47 pm

Tu novela me parece muy interesante y bueno WOW! que tengas pensado hacer cuatro secuelas es bastante bueno .
La verdad la trama me gustó bastante , no había leido un libro que se asemeje eso es algo nuevo y creo que por eso atrae más.
Bueno entonces prometo leer todos los jueves los capis de tu novela .. Razz
Felicitaciones porque escribes muy bien . Very Happy
saludos!
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Mensaje por Katherine Dom Ago 21, 2011 7:52 pm

Gracias Andrea, la verdad es que me re olvide de seguir subiendo la novela así que en un ratito subo dos capitulos al menos jjaja.

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Ángeles Caídos: Campo de Rosas Azules - Carolina Gazzola (Cari Redbird) Empty Re: Ángeles Caídos: Campo de Rosas Azules - Carolina Gazzola (Cari Redbird)

Mensaje por Katherine Dom Ago 21, 2011 7:59 pm

Capitulo 3: “El pasado de Marie Gonzalez”

Ya estaba casi amaneciendo y no había dormido casi nada. De todas formas no tenía nada de sueño estaba fascinada viendo todos los recovecos de la mansión con Aaron. Ya había conocido los comedores, la sala de juegos, la de lectura y todavía me faltaba conocer mi nueva habitación. Subí las escaleras con Aaron cuando se quedo inmóvil en un escalón mirándome.

-Pasa algo Aaron? Le sonreí
-Ven Camille, me tendió una mano. Le tome la mano y volvimos a bajar las escaleras salimos de la gran mansión y me señalo el horizonte. El sol se asomaba radiante en el horizonte, era una cosa increíblemente hermosa. No me acordaba lo lindo que era un amanecer después de tres meses internada.
-Es hermoso ¿verdad? Me dijo Aaron sonriendo.
-Si realmente hermoso me había olvidado lo maravilloso que era. Reí
-Cuando amanece quiere decir que todos están por llegar. Me señalo al horizonte
-Todos son ¿los demás ángeles caídos?. Pregunte sonriente, y vislumbre en el horizonte unas figuras hermosas con alas que se encaminaban para donde estábamos nosotros.
-Ya están llegando será mejor que esperemos adentro, ya deben saber que llegaste Camille, los ángeles caídos tenemos una intuición increíble. Me tomo de la mano y volvimos a entrar.-Sera mejor que te muestre tu cuarto y descanses un rato antes de que una banda de ángeles te estallen a preguntas. Rio
Volvimos a subir las escaleras y nos encontramos con un pasillo que tenía varias puertas en los costados, caminamos unos 20 metros y nos paramos en una puerta, la cual tenía una placa en dorado que decía Camille Smith. Aaron abrió la puerta y entramos. Mi cuarto era precioso había una cama de dos plazas maso menos en el centro de la habitación acondicionada con hermosas sabanas y un acolchado blanco de plumas espectacular, con unos hermosos almohadones haciendo juego. Había un ropero a su lado y una gran biblioteca llena de libros. También había un ventanal a un costado que tenía una vista espectacular al parque de la mansión.
-¿Te gusta no? . Aaron se acerco a mí y me sonrió
-Me encanta es precioso. Le devolví la sonrisa y me acaricio la mejilla.
-Tanto te esperamos Camille. Me tomo de la cara
-¿Tan importante soy? Me sonroje y me solté de Aaron
-Con el tiempo te vas a dar cuenta. Rio
-Espero aprender bien, y ayudarlos. De pronto me volví a marear, lo veía a Aaron todo nublado perdí el equilibrio y me caí.
Aaron corrió a mi lado y me tomo la cabeza, no lo escuchaba ni lo veía solo sabía que estaba a mi lado. Me dieron unas tremendas ganas de vomitar, y efectivamente vomite. Y le vomite a Aaron eso fue lo más vergonzoso de todo. Sentí que alguien me agarraba y me acostaba en la cama. Y de a poco todo fue volviéndose nítido otra vez, Aaron estaba junto a mí apoyando su mano en mi frente como hace unas horas. A su lado estaba una bella chica de cabellos rojizos con cara de preocupación. Les sonreí a ambos y volví a cerrar los ojos, me sentía cansada. Esto del cambio me estaba matando, y aparte no había dormido nada así que se me hacia todo mucho más denso.
- Es mejor que te quedes con ella hasta que se duerma. Escuche que le decía la chica a Aaron.
-Si, no pienso dejarla, tengo miedo que se desmaye durmiendo necesita de mis poderes hasta que se duerma. Le contesto Aaron
-Igual voy a llamar a Cameron para que la revise, los poderes curativos de Cameron son muchos más fuertes que los tuyos Aaron. Contesto la chica
-Ya se pero se va a sentir más segura si estoy yo a su lado.
Abrí los ojos y le sonreí débilmente a los dos. Aaron me miro dulcemente y me hizo un gesto para que me durmiera. Le hice caso y deje que mi cabeza se relajara, al cabo de un rato me quede totalmente dormida.

Me levante con el ruido de una corneta que sonaba por el pasillo. Salte de la cama y vi que Aaron al minuto estaba a mi lado.
-¿Estás bien? ¿Soñaste algo? Me pregunto preocupado
-Estoy bien Aaron relájate. Le sonreí –Me asuste con la corneta esa, ¿eso es signo de que nos tenemos que levantar?
-Me temo que si, y me temo a que si me ven en tu cuarto me voy a llevar un gran castigo. Se alejo de mi abrió la ventana y me sonrió –Nos vemos abajo Camille. Me saludo con la mano y salto por la ventana. Corrí hasta la ventana asustada y pude ver que Aaron me saludaba sonriente desde abajo y al tiempo gritaba –Ya vas a aprender a hacer esto. Reí aliviada y me di cuenta que llevaba un camisón blanco. ¿Cuándo me había cambiado? Seguramente la chica que estaba a la madrugada con Aaron se había encargado de cambiarme, y Aaron no quiso dejarme sola mientras dormía. La verdad es que era un chico demasiado dulce y demasiado guapo, me había caído súper bien y estaba empezando a sentir gran cariño hacia él. Fui hasta el armario y pude observar que estaba toda mi ropa, fue rarísimo. Tome unos jeans y una camisa blanca, me cambie y fui al baño a lavarme la cara, al verme en el espejo no me reconocí, la niña de tez mestiza con ojos celestes que se reflejaba en el espejo ahora era una mujer con muchas ojeras, me lave la cara y trate de arreglar un poco mi cara y peinar mi largo cabello castaño que estaba todo enredado.
Antes de salir a desayunar agarre el celular y le mande un mensaje a mi padre, debería estar buscándome súper preocupado, pero para mi sorpresa el ya me había ganado de mano. “Camille ya estoy informado de donde estas hija, se que no puedo intervenir, pero sabes que puedes venir a visitarme cuando quieras hija, te ama papa” , le conteste “yo también te amo papa, voy a ir todos los días a saludarte no te preocupes por eso”, apreté enviar y apague el celular. Lo deje en la mesita de noche cargando y salí a desayunar.
En el pasillo había unas tres chicas charlando y riendo una era la pelirroja que había estado en mi habitación hace unas horas. Al verme se acerco sonriente
-Ya te despertaste dormilona! Hola soy Carol.
-Hola Carol, soy Camille aunque creo que ya lo sabes. Reí –Gracias por ayudarme anoche
-No de nada, fue un placer Camille. Las otras dos chicas se acercaron a saludarme. Una era una morocha altísima de tez mestiza con unos enormes ojos negros, y la otra era una rubia de ojos celestes. Las dos parecían ser buenas personas.
-Hola Camille, soy Charity un gusto conocerte. Dijo la rubia con una sonrisa
-Y yo soy Cameron, un gusto conocerte también. Dijo la morocha con una gran sonrisa.
Cameron era la chica a la que querían llamar a la madrugada cuando estaba descompensada, que por lo escuchado tenía más poder que Aaron.
-Es un gusto conocerlas también. Les hice un gesto de aprobación a las dos.
-Bueno creo que es hora de ir a desayunar, siguenos Camille. Dijo Carol
Bajamos las escaleras, y fuimos hasta el comedor, donde había unos tres o cuatro chicos, que al entrar depositaron sus miradas en mí. Los salude con la mano y me senté en la mesa que se habían sentado las chicas.
-Es evidente que todos están intrigados contigo Camille. Dijo Cameron entusiasmada
-Es-o-o creo. Tartamudee avergonzada.
-No tengas vergüenza, ya de apoco vas a ir entendiendo todo. Me animo Charity
Aaron cruzo la puerta del comedor sonriente junto a Paul. Paul me dio unos golpecitos en la espalda y sonrió.
-¿Cómo está la iniciada? Dijo Paul riendo
-Supongo que bien. Sonreí –Es todo un poco nuevo para mí pero me voy a ir acostumbrando con el tiempo
-Si no te preocupes, mientras no se te haga costumbre vomitarle a Aaron encima está todo bien. Rio
En ese momento quise que me trague la tierra por completo. Me puse toda colorada, y por el color de mi piel creo que todos se dieron cuenta.
-Hey no la hagas sentirse mal papanatas!. Soltó Carol
-Déjala ya Paul se sentía mal, yo no la culpo por haberme vomitado encima. Dijo Aaron sonriéndome
-Era un pequeño chiste, discúlpame Camille. Me animo Paul
-Tienes que saber que Paul es así siempre. Comento Cameron pasándome un bol con cereales –Y tienes que alimentarte bien porque hoy empieza tu entrenamiento.
Agarre el bol de cereales y lo entre a deglutir desaforadamente. No me había dado cuenta que no comía nada desde que había salido de casa, tenía un hambre que me moría, cuando termine el bol de cereales pude observar como todos me miraban sorprendidos. Me había olvidado completamente de su presencia y ahora mismo quería que me trague la tierra otra vez, no tuve tiempo de hablar porque entro Arnold y todos se callaron.
-Estoy tan feliz de comentarles que tenemos una nueva iniciada, y no cualquier iniciada si no que nada más ni nada menos que la hija de nuestra querida Marie Gonzalez.
Todos se pararon y me aplaudieron como si fuera un milagro del mundo. ¿Acaso era la única que no tenía ni idea de cuál era mi misión? . En fin todos se pararon y siguieron con lo suyo. Arnold vino hasta donde estaba yo y me dio un abrazo.
-Hija mía hoy empieza tu práctica. Me susurro al oído, me soltó y siguió mirándome. –Comienzas clases de lucha conmigo, te espero en cinco minutos en el patio, Aaron te hago cargo de que le enseñes cada parte del lugar aunque ya estoy al tanto de que ya le has mostrado parte del lugar.
-Si señor ya le mostré gran parte del lugar pero estoy encantado de encargarme.
-También dale el traje que tiene que usar. Le sonrió y se alejo por la puerta
-Camille sígueme. Me dijo Aaron sonriente
Salude a todos con la mano y lo seguí a Aaron. Fuimos hasta un cuartito que se encontraba muy cerca del comedor, donde había unos trajes blancos y tenían pinta de ser muy calurosos. Aaron me arrojo uno.
-Creo que esta es tu talla, sos bien chiquita y esto es lo más chico que hay. Me señalo un vestidor a mi lado y me metí para ponerle el traje. El traje me calzaba muy bien y como había pensado era demasiado caluroso pero era bien acolchonadito, ¿acaso me iban a matar a golpes hoy?.
-¿Te va bien?. Grito Aaron desde afuera. Salí del vestidor tentada porque la verdad el traje me hacía ver muy estúpida. Aaron contuvo la risa, y le pegue un golpe en el brazo.
-Perdón, es que te ves muy chistosa con eso. Me sonrió
-Bueno ¿no era que los ángeles como nosotros tenemos poderes divinos? Me burle
-Si los tenemos pero hay que aprender a usarlos, y vos todavía no sabes ni como transformarte, así que primero hay que usar estos trajes ridículos. Dijo Aaron
-¿Y cómo me transformo? Pregunte inquieta
-Eso requiere concentración y practica ya verás. Me tomo de la mano
-¿A vos te costó mucho? Lo mire a los ojos
-No cuesta solo tienes que ponerle todo tu esfuerzo Camille, yo al tercer día de práctica ya podía volar, no me transformaba por completo, pero va todo con el tiempo y vos vas a poder al igual que todos nosotros. Me animo
-Es que tengo miedo de no lograrlo. Dije tristemente
Aaron me tomo de la cara y me dijo –Todo va a estar bien y si no te apuras vas a llegar tarde. Me tomo de la mano y corrimos y llegamos hasta el patio. Arnold nos estaba esperando con una gran sonrisa.
-Llegan tarde pero por ser el primer día se los perdono
-Mil disculpas Arnold, estoy todavía muy confundida y le estuve preguntando unas cosas a Aaron no fue culpa de el. Baje la cabeza
Arnold se acerco y me levanto la cabeza – Nunca sientas culpa enfrente de nadie, es lo primero que debes saber.
-Muchas Gracias. Respondí
-Ahora en guardia. Arnold me miro y en instantes todo el piso a mi alrededor se empezó a mover y a elevarse cuando me quise dar cuenta estaba a 10 metros de altura en una gran roca. Aaron estaba a mi lado sonriente dándome animo, Arnold estaba a unos dos metros enfrente mío con cara de divertido.
-Lo primero que tienes que saber es como esquivar ataques de tu adversario, Aaron solo la vas a ayudar cuando yo te lo pida eres su ángel de apoyo ¿entendido? El chico asintió y me miro dándome animo.
Tenía los nervios de punta ¿Qué era lo que iba a hacerme este hombre? Me inquietaba la idea, solo quería transfórmame de una maldita vez y terminar con la práctica rápido. Arnold con tan solo un movimiento de manos formo una especie de roca la cual lanzo a toda velocidad hacia donde estaba yo. Por instinto la esquive nose como pero fue a una velocidad fuera de la normal. Aaron me miro sorprendido y me dio un gesto de aprobación. Arnold siguió formando rocas con sus manos y lanzándomelas. Ya se me hacía difícil esquivarlas cuando por una mala pisada termine en el medio de la nada cayendo al suelo. No había forma de que pudiera parar la caída no sin transformarme ni saber volar. Entre en pánico cuando oí que Arnold le decía a Aaron que le tocaba ayudarme. Una luz blanca me encegueció y pude ver como el hermoso Aaron se convertía en un ángel. Sus hermosos ojos verdes cambiaron a un color miel mas parecido al dorado que al marrón y unos hermosos tatuajes dorados aparecieron en su pecho y en sus brazos. Aaron me atajo minutos antes de que cayera al piso. Me llevo a la roca nuevamente y me soltó allí. Lo mire atontada era mucho más bello transformado en ángel. Me guiño un ojo y miro de nuevo a Arnold.
-Muy bien Camille lo estás haciendo bien, pero siempre que esquives un ataque mira bien donde estas pisando. Concéntrate y puedes formar tus propias plataformas y hasta poder sacar tus alas a la luz.
-Voy a intentarlo! Empecemos de nuevo!. Solté entusiasmada
-Muy bien así será. Arnold volvió a formar piedras con sus manos y me las tiro con más velocidad que antes. Las esquive todas a mi manera, utilizando una vieja danza que había aprendido en uno de mis viajes, se me hizo bien usarla como defensa personal. Volví a caerme pero pude concentrarme y crear una plataforma por mi cuenta. Arnold tiraba cada vez mas piedras que esquivaba sin problemas, hasta que una muy grande me tomo por sorpresa y me pego en la cara. Caí inconsciente al vacio. Al abrir los ojos Aaron me miraba preocupado.
-Estoy bien. Falso movimiento. Solté
-Estuviste muy bien hoy Camille. Se acerco Arnold-Disculpa por haberte pegado en la cara no era la intención. Sonrió
-No, está bien estoy aprendiendo, algunos golpes voy a sufrir. Reí
-Cuando te veas la nariz me vas a correr por toda la casa. Rio Arnold
Automáticamente me lleve las manos a la nariz, vi sangre mucha sangre. Evidentemente me había golpeado feo demasiado feo.
-Aaron encárgate de sanarla y que descanse un rato es todo por hoy Camille, mañana seguiremos. Me sonrió y se alejo por el patio
Seguía con las manos en la nariz me daba vergüenza que Aaron me viera así. Aparte seguía con el traje que me hacía ver tan estúpida estaba impresentable. Aun así Aaron me seguía sonriendo.
-A ver déjame ver no seas tonta. Me quito las manos de la cara y me puso la suya en la nariz. Sentí como mi nariz se aliviaba y dejaba de sangrar.
-¿Mejor? . Me miro dubitativo
-Si muchísimo mejor ¿Cómo es que haces eso Aaron?
-Son poderes que uno va adquiriendo a medida que se incrementa la fuerza, pero no todos los poderes de los ángeles son los mismos, algunos poseen poderes curativos como yo y Cameron, algunos poseen más fuerza como Paul y Charity, y otros tienen más afinidad con las emociones como Carol. Me sonrió
-¿Cómo con las emociones? No entiendo. Pregunte inquieta
-Claro que sus poderes se basan en las emociones, poseen más fuerza cuando están animados, poseen menos fuerza cuando están tristes, sienten también las emociones de los que están alrededor, su misión es mantener la llama de la felicidad encendida en la gente en estos tiempos de guerra, poseen gran habilidad en el canto también. Su voz es sanadora y reconfortarte para el corazón.
-¿Y cuáles son los poderes de Arnold? ¿Posee más fuerza que los demás?
-No, Arnold es un Angel Completo, es decir posee todas esas habilidades. Pero no muchos la tienen hay profesores que no son ángeles completos como otros que sí. Respondió sonriente
-Y.. tienes idea de si mi madre… no pude seguir hablando sentía curiosidad por saber de mi madre y a la vez sabía que había algo que no cerraba en todo este mundo nuevo para mí.
-Tu madre era un ángel completo Camille. Su sonrisa se desvaneció -… pero murió al tenerte a ti… su cara se puso muy triste al instante y no pude entender el porque
-Murió en el parto lo sé, pero no sé por qué no llegue a conocerla tampoco y sé que tu por tu edad tampoco y nose como sabes mucho más de lo que se yo, te pido por favor que me cuentes Aaron necesito saber que fue de ella. Le suplique
-No es algo que debería contarte yo Camille, perdóname. Se transformo en humano de nuevo y me miro con sus ojos verdes otra vez pidiéndome disculpas.
-NO! NECESITO QUE ME CUENTES AHORA. Le suplique, lagrimas comenzaron a caer de mis ojos y no pude contenerme.
-No llores Camille por favor, no puedo verte así, te voy a contar pero por favor no lo hables con nadie. Me abrazo y me sentó en uno de los bancos que había en el patio.
-Camille, los ángeles caídos no pueden enamorarse de ningún humano. Dijo tristemente
-¿Por qué? Mi padre es humano y mi madre se caso con él. Seguía llorando
-Tu madre se enamoro perdidamente de James cuando lo salvo de un ser negro, comenzó a verlo a escondidas y armo un romance, al cabo de un tiempo se casaron a escondidas y tu madre quedo embarazada de ti. Hasta ese momento Marie Gonzalez no sabía el precio que implicaba eso, ella pensaba que solo era una regla estúpida que habían impuesto para que cortáramos toda relación con cualquier humano aferrado a nosotros. En ese momento estaba al mando Bruce el padre de Arnold, cuando Bruce se entero que Marie estaba embarazada se enojo muchísimo. El niño nacería e enfermaría de una rara causa y moriría a los 18 años. Marie no quiso abortar quiso seguir el destino y aceptar las consecuencias, pero cuando naciste por una extraña causa tu madre murió. Tu naciste y enfermaste a los 5 años pero Bruce te seguía desde pequeña y sabia que tenias poderes sobrenaturales y podías ver a tu madre. Marie fue muy sabia y sacrifico su vida por ti, era un ángel completo y transfirió sus poderes en ti. De todos modos enfermaste, y si el catorce de enero moriste como humana y naciste como ángel caído y tu misión es proteger al mundo y seguir el legado de tu madre.
Puse los ojos en blanco. Tanta información de golpe me tomo por sorpresa. Ese niño era yo, ese niño que enfermo efectivamente era yo, yo nací para morir pero mi madre no quiso que ese fuera mi destino y transfirió sus poderes en mí para que pudiera vivir. Mi madre tenía un legado desde antes de conocer a mi padre y no lo cumplió a causa mía. No pude evitar sentirme triste. Las lágrimas comenzaron a caer en mis mejillas. Me levante, Aaron me miro tristemente.

-Yo sabía que no debía contártelo. Me agarro de los brazos
-Tu hiciste lo correcto, quiero estar sola ¿puede ser? . Aaron asintió y se alejo hacia la gran mansión blanca.

De repente el cielo se volvió totalmente negro, Aaron se dio vuelta repentinamente y me miro con pánico. Se transformo en apenas 5 segundos y voló hasta mí. Una ráfaga de viento negra me hizo volar y me tiro hacia un agujero negro. Lo último que vi fue la cara de Aaron tratando de salvarme. Todo se volvió negro a mí alrededor dejándome totalmente sola.

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Ángeles Caídos: Campo de Rosas Azules - Carolina Gazzola (Cari Redbird) Empty Re: Ángeles Caídos: Campo de Rosas Azules - Carolina Gazzola (Cari Redbird)

Mensaje por andreazoey14 Dom Ago 21, 2011 8:26 pm

Ah con razón que veia yo pocos capítulos .. Razz .
Me alegra haberte hecho recordar de subir los capis , bueno creo que la novela ya me atrapó A Aaron ya me lo imagino todo guapo.. Cool
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Mensaje por Calixta Stark Lun Ago 22, 2011 12:31 pm

Tenes razón Andrea, la novela de Cari es muy buena Smile yo ya leí algunos capítulos más y debo decir que me quedé con muchísima intriga! Así que no veo la hora de que siga con la historia y lo pueda postear acá.

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Mensaje por andreazoey14 Lun Ago 22, 2011 8:15 pm

Si es lo que digo yo deberia seguir subiendo los capis de la novela , ah que envidia .. Razz de haber leido ya quisiera yo seguir leyendo. Very Happy
Si es una muy buena novela.
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Mensaje por Katherine Jue Ago 25, 2011 8:24 pm

Capitulo 4: “Los seres negros”

A mí alrededor todo estaba muy oscuro, lo último que recordaba era que una especie de manta negra me había absorbido y llevado a un gran agujero negro, y que el bello Aaron quiso ayudarme y no lo logro. Y allí estaba yo en un espacio totalmente oscuro y para hacer más bella la situación estaba encadenada de manos y pies. No veía nada a mí alrededor, solo el lugar apestaba a pis de gato y de vez en cuando se escuchaba como las ratas corrían por los charcos de agua del lugar. ¿Dónde demonios estaba? Forcejee un rato para poder soltarme de las cadenas pero fue en vano, estaban hechas de un metal muy poderoso e irrompible y a decir verdad con la poca fuerza que tenia iba a ser imposible romperlas incluso aunque estuvieran podridas. De pronto escuche unas risas que no estaban no muy lejos mío. Una puerta se abrió y tres figuras encapuchadas entraron al lugar. Con lo poco de luz que entro pude observar que estaba en un galpón abandonado. Las figuras encapuchadas seguían riendo y acercándose hasta donde estaba. Supe que mi fin había llegado, hubiera querido que Aaron fuera el que me violara y no tres hombres encapuchados, pero la verdad no estaba para ponerme a bromear sobre el asunto así que cerré los ojos y me hice la dormida. Los hombres estaban a maso menos dos metros de donde estaba yo, y desprendían un olor desagradable, como si por tres meses no se hubieran bañado.
-Ei Carl sigue dormida, ¿no estará muerta? Dijo una figura con una vos muy chistosa
- Como va a estar muerta idiota! No ves que respira. Dijo otra figura con una vos ronca y que daba miedo
-Déjense de burradas ustedes dos, tenemos el tesorito que buscaba el jefe. Comento la otra figura, parecía que era el que estaba al mando en ese momento, y hablaban de mí como si fuera una cosa muy preciada que tenían que llevarle a otra persona de más autoridad. De pronto sentí como una de las figuras se acercaba a mi cara y pude oler su aliento a moho. Realmente ¿no conocían la ducha estos hombres?.
-Despierta Angelito. Grito una de las figuras a mi oído
Automáticamente abrí los ojos y me hice la despistada como si recién me hubiera levantado. Al verlos el horror entro en mi cuerpo. Eran unas figuras amorfas, muy poco parecidas a un hombre. Parecía que en un tiempo lejano habían sido humanos pero ahora sus caras estaban llenas de marcas como de mordeduras o rasguños, eran tantas las cicatrices que tenían que se hacía imposible reconocer sus caras. También lo que me llamo la atención es que tenían grandes colmillos como lobos o vampiros que salían de su boca y daban la impresión de que iban a atacar en cualquier momento. Los hombres (o figuras amorfas como quieran llamarlas) notaron mi horror y comenzaron a reír (realmente no le veía lo gracioso a la situación estaba cagada de miedo).
-El angelito se asusto. Comento una de las figuras la que tenía la vos graciosa
-Déjala Hit! No queremos que se nos muera antes de entregarla. Dijo irónicamente otra de las figuras.
-Pero cállense estúpidos! No ven que capaz nos equivocamos como puede ser que no se halla transformado. Dijo la figura a cargo
-Si tú no lo sabes Carl. Soltó el hombre deforme con vos graciosa
-Entonces vamos a divertirnos un rato con ella así la hacemos enojar y nos muestra su identidad, a ver angelita… vas a contestar todas las preguntas que te voy a hacer ¿está claro?. Carl se acerco a mí y pude oler su aliento a rata el cual me dio una arcada increíble. Lo mire con odio y le dije –Ni lo pienses monstruo.
-Ja-ja por fin hablo la señorita, a ver si entiendes una cosa el que manda acá soy yo y vas a responderme todo lo que te pregunte ¿estamos?. Me agarro del cuello a tal punto que no pasaba aire a mis pulmones. – ¿y si no que? Respondí como pude
-Y si no mi amiga te las vas a ver conmigo y mis amigos. Dijo soltándome la garganta y mostrándome los dientes como un lobo hambriento.
-No te tengo miedo. Mentí, me cagaba de miedo pero como me había dicho Arnold nunca le muestres a tu adversario miedo o culpa.
-Como todos tus otros amiguitos ángeles, que murieron por hacerse los valientes. La figura con vos graciosa fue hasta el fondo y prendió una luz, la luz encegueció un poco a los tres hombres amorfos. Ahora con una luz prendida pude observar que el olor pestilente que largaba el lugar era nada más y nada menos que de miles de cadáveres que se encontraban a poco mas de unos tres metros de mi. Por sus trajes blancos y sus alas supe que eran ángeles caídos. No pude evitar sentirme triste, lagrimas comenzaron a caer por mejillas. Los tres comenzaron a reír a carcajadas. Yo empezaba a sentir una furia en mi corazón, y un deseo enorme de acabar con los tres.
-Ai mira como llora el angelito. Soltó el amorfo con la vos graciosa
-¿Quieres que llame a tu mami? Soltó la otra figura
-A ver angelito sabes que este es el precio que pagan por pasarse de la raya, ahora ¿me vas a contestar todo lo que te pregunte? . dijo Carl con una sonrisa burlona - ¿Tu eres Marie González no?
-No te diré nada monstruo! Le grite a Carl. El hombre se abalanzo hacia a mi me tomo del cuello y empezó a ahogarme, de pronto sentí como sus colmillos atravesaban la carne de mi brazo y como las otras dos figuras se volvían locas por devorarme. Carl los ahuyento con un gruñido y dejo de lastimarme. Al verme comenzó a reír –Creo que no nos estamos comprendiendo angelito, ¿eres o no Marie? .
-N-o lo so…y .dije con pocas fuerzas
-¿Y quién eres que eres tan parecida a ella? Dijo Carl agarrándome la mano donde poseía el anillo.
-S-u hij…a . Conteste
-Miente! Marie nunca se caso!. Dijo Carl tomándome del cuello nuevamente –¿Por qué tu anillo tiene una C y una S? Dime Marie ¿reencarnaste en una niña de 18 años?
De repente se escucho un tremendo estruendo, y tres figuras blancas entraron al galpón desde un agujero hecho en el techo. Aaron, Paul, y Carol bajaron transformados en ángeles. Aaron estaba furioso y se notaba en su cara que había estado llorando. Al verme se puso más furioso aun y se abalanzo sobre Carl. Las tres figuras negras se movieron como lobos mostrando los dientes todo el tiempo, y los ángeles estaban en posición de combate. La pelea iba a ser una gran catástrofe y yo no podía hacer nada más que mirar como mis amigos arriesgaban su vida por mí. Aaron peleaba a muerte con Carl, intentaba acercarse a mí pero Carl lo derrotaba segundos antes de alcanzarme. Carol se movía con gracia y no tenía ningún problema al esquivar los golpes del hombrecillo gracioso, y Paul con su súper fuerza peleaba a la par con la figura amorfa y sus grandes dientes. Se veía en la cara de Aaron mucho cansancio y tenía miedo de que no lograra vencerlo, los movimientos de Aaron se iban haciendo más lentos, y Carl llevaba mucha más ventaja, ni Paul ni Carol podían ayudarlo porque eso implicaba que los vencieran también. Aaron llego a mí como pudo y trato de sacarme las cadenas cuando Carl lo sorprendió por detrás y le mordió la espalda. Aaron chillo como un niño chiquito y cayó al piso, pude ver como se retorcía del dolor mientras Carl le succionaba la sangre. Aaron me miraba tristemente y en sus ojos se veía dolor por no haber podido salvarme. Lloraba desconsoladamente seguía atada y Aaron estaba muriendo por mi culpa, no podía hacer nada al respecto y no quería presenciar su muerte, Aaron seguía chillando y Carl chupaba su sangre fascinado. La furia en mi cuerpo comenzó a crecer, pude sentir como mi anillo emanaba un calor por todo mi cuerpo y me hacía cada vez más fuerte. Trate de soltarme de las cadenas y no lo logre, lo intente una vez mas y las cadenas se rompieron, una luz me encegueció, mi anillo brillaba sorprendentemente en mi mano. Una manta de luz me envolvió, y pude sentir como las heridas que Carl me había hecho sanaban. Estaba realmente furiosa, Aaron seguía tirado en el piso chillando del dolor, agarre una de las cadenas que me habían tenido presa, y le pegue en la cabeza a Carl. Carl cayo inconsciente a mi lado, y vi como las otras dos figuras se abalanzaban hacia mí, inexplicablemente de mis manos salió una luz que los encegueció y los hizo chillar del dolor, agarraron a Carl y se desvanecieron como fantasmas en el aire. Todo había acabado, pero Aaron estaba herido, corrí hacia donde estaba el. Lo tome en mis brazos y me sonrió, lo abrace con todas mis fuerzas y me largue a llorar
-Estoy bien, lo lograste Camille, te felicito. Me dijo y sonrió débilmente
-¿Qué hice qué? Pregunte sin entender nada. Paul y Carol se acercaron hacia donde estábamos lo dos radiantes de felicidad
-Te transformaste Camille que no te has dado cuenta. Me contesto Paul entregándome un pedazo de espejo roto para que me viera. Efectivamente me había transformado, mis ojos color celeste se habían transformado en unos hermosos ojos dorados, de mi cabello lacio salían unas pequeñas evillas doradas que hacían juego con mis ojos, de mis brazos se desprendían unos tatuajes dorados hermosos en forma de espirales. Y mis alas, mis alas eran increíblemente hermosas, tenía un vestido blanco y de mi cuello colgaba una bella cadena plateada con un dije con mis iniciales.
-Es increíble. Dije sorprendida
-Sos increíblemente hermosa como ángel. Aaron me sonrió
-Y a ti deberíamos llevarte con Cameron. dije sonriéndole
-Sera mejor que lo cargue yo. Se ofreció Paul
Aaron se transformo en humano y Paul lo agarro como si fuera un niño pequeño. Carol me hizo una señal de que la siguiera por los aires. Realmente me parecía todo muy raro hasta que volé por primera vez, fue una sensación tan satisfactoria. La noche ya había caído en Nueva York y desde arriba todo parecía tan hermoso. Volamos un largo rato, y Carol me mostraba los diferentes cuarteles que había de ángeles en la ciudad, cada uno con una misión diferente. Llegamos al cuartel de Nueva Jersey y nos esperaba Arnold y Cameron en la puerta, al verme transformada derramaron lágrimas de felicidad.
-Lo lograste! Bravo!. Dijo Arnold dándome un abrazo.
Cameron me dio un abrazo también e inmediatamente se fue para adentro a asistir a Aaron que estaba muy herido. Arnold seguía a mi lado contemplándome como si fuera una cosa rara. Después de un largo rato de silencio me miro y sonrió
-Y entonces ¿cómo fue que lo lograste Camille?
-Me puse furiosa cuando lastimaron a Aaron. Dije y me sonroje
-Gran prueba de amor. Dijo Arnold con una sonrisa y entro con todos los demás.
¿De qué prueba de amor me hablaba? ¿Sera verdad lo que me dijo Arnold? ¿Me enamore de Aaron? ¿Y su amor fue lo que me hizo transformarme?. Estaba muy confundida, me mire el anillo con curiosidad y le susurre “gracias”, por haberme dado las fuerzas para salvar a mi bello Aaron.

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Mensaje por andreazoey14 Sáb Ago 27, 2011 12:59 am

Por lo visto la historia se pone bastante romántica con eso de la pareja de Camille y Aaron .
Pero me gusta al parecer ya hay una chispa entre ellos y sobre todo porque eso impulzó a Camille para convertirse en angel .
Y a quiero leer el capi 5 . Tenia razón Calixta esto se pone interesante.
saludos Razz
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Mensaje por Katherine Jue Sep 01, 2011 6:25 pm

Capitulo 5: “Brandon”

Eran las diez de la noche hace aproximadamente dos horas que había logrado transformarme. En la casa reinaba un silencio muy tranquilizador. Cameron había sanado a Aaron el cual dormía plácidamente en su cuarto para recuperar las fuerzas y poder salir a la noche a patrullar. Charity y Carol jugaban al ajedrez, y yo miraba por la ventana la bella noche en la ciudad de Nueva Jersey. Arnold entro a la sala de juegos y se sentó a mi lado
-Aaron me conto, que ya sabes la historia de tu madre.
-No lo rete a él, yo le suplique que me contara. Le dije
-No lo rete, pero ya tarde o temprano te iba a contar. Sonrió –De todos modos Aaron no te conto un par de cosas, ¿Tienes ganas de oírlas?
-Si, por supuesto. Dije entusiasmada
-Camille, tu madre fue una persona excepcional, yo aprendí junto a ella, entro a los 18 años a esta misma casa con los mismos aires que vos y sin entender nada, pero Bruce fue un gran padre para ella. Me miro y continuo –tu madre aprendió muy rápido, se convirtió al segundo día de práctica y día a día demostró que estaba destinada a esto, y que daría su vida por salvar a todas las personas. En esas épocas todavía el mundo estaba en paz y no había ninguna guerra pero todos sabíamos que iba a estallar en cualquier momento, los seres negros habían roto el pacto con los humanos y los ángeles caídos y solo era cuestión de unos años hasta que estallara la guerra. Me miro tristemente
-Pero si la guerra empezó hace unos diez años, ¿Cómo puede ser? Le pregunte inquieta
-No querida la guerra empezó mucho antes, para los ojos humanos empezó hace diez años para nosotros empezó unos 10 años antes. Tu madre tenía 28 años cuando murió. Y para ese entonces la guerra entre ángeles y seres negros había empezado hace dos años. Muchos ángeles murieron en batallas y no fuimos capaces de proteger a los humanos y termino siendo una gran catástrofe, los seres negros conspiraron para que entre hombres hubiera guerras también y así empezó todo para ellos también. Y aquí estamos tratando de sobrevivir y proteger a los humanos que es nuestra misión. Me sonrió
-Arnold… ¿Quiénes son los seres negros? Le pregunte avergonzada, porque a decir verdad hasta ese momento no tenía ni idea de que existían seres negros que querían destruir el mundo y apoderarse de el.
-Los seres negros son los elegidos del diablo, como nosotros somos elegidos de Dios. Me dijo y acaricio mi cabeza –Estoy muy sorprendido de tu transformación temprana y también muy contento.
-Yo también estoy feliz, pero todavía no entiendo cómo fue que me transforme y porque fue tan rápido.
-Lo llevas en la sangre Camille, pronto serás tan buena como tu madre. Me sonrió y se paro
–Pero ahora creo que es mejor que vayas para el salón Aaron se levanto y te está buscando. Lo mire atónita como podía saber que Aaron estaba despierto y encima me estaba buscando. Se percato de mi sorpresa y agrego –Tienes que saber que los ángeles completos tenemos una gran capacidad para percibir las cosas, no solo es fuerza y curación. Me dio una palmadita en los hombros y se retiro.
Corrí hasta el salón y Aaron se encontraba sentado en un sillón mirándome con una gran sonrisa. Estaba muchísimo mejor después de la última vez que lo vi cuando Cameron lo curaba y lloraba del dolor. Me senté a su lado y le devolví la sonrisa
-¿Estas mejor? Le acaricie la mejilla
-Muchísimo mejor y gracias a ti. Me tomo de la mano
-No hay de que, supongo que te la debía, te vomite encima. Reímos juntos
-Ya te dije que no me molesto Camille, por cierto estoy muy sorprendido, aprendes muy rápido. Dijo Aaron acariciándome la mano
-Todavía me falta mucho para superarte Aaron, no soy una digna adversaria para ti. Volví a reír
-Vas a ser mucho más fuerte que yo ni lo dudes. Me sonrió y siguió acariciándome la mano
Paul entro y se sentó justo en medio de los dos, con una sonrisa burlona
-Lamento molestarlos tortolitos, pero tenemos que ir a patrullar. Rio
-Discúlpame, Camille no está en condiciones de patrullar no sabe ninguna técnica de combate. Lo fulmino a Paul con la mirada.
-Camille ya se transformo y tubo mucho más poder que nosotros tres juntos, hizo un conjuro de luz sin la ayuda de nadie yo creo que esta en mas condiciones de patrullar que tu. Dijo Paul con recelo
-Igual no tuvo un buen día hoy. Bufo Aaron
Entraron a la sala Charity, Cameron y Carol y se sentaron con nosotros.
-Y tú tampoco tuviste un buen día hoy. Soltó Cameron –Supongo que debes quedarte esta noche a descansar para que tus heridas sanen bien, y tu Camille te vas a quedar cuidándolo.
-Está bien, yo no tengo ningún problema. Solté y le sonreí a Aaron el cual me devolvió la sonrisa. Paul miro a Cameron con recelo y luego bajo la cabeza, era evidente que Cameron tenía más autoridad que Paul. Los cuatro chicos se levantaron y justo antes de salir, Arnold los llamo. Y los hizo sentarse a todos de nuevo en los sillones.
-Me temo que esta noche nadie se va a poder quedar descansando, salimos todos a patrullar me llego un llamado del cuartel de Nueva York, el padre de Camille desapareció se lo llevaron los seres negros. Concluyo tristemente.
Al oír las palabras de Arnold todo mi mundo feliz junto a Aaron se vino abajo. Habían secuestrado a mi padre, porque seguramente fueron por mí. Evite largarme a llorar aunque la garganta me ardía y las lagrimas querían salir a toda costa. No tenía miedo ahora, lo único que me importaba era encontrar a mi padre y acabar con esas tres figuras amorfas. Me pare del sillón y los mire a todos fijamente.
-Yo voy a rescatar a mi padre, ¿Me van a ayudar? Dije firmemente.
Aaron se paro y me rodeo con los brazos.
-Yo voy. Dijo serio
Todos los demás me miraron y con sus miradas me dieron un sí, no iban a dejarme sola, iban a ayudarme a buscar a mi padre y acabar con esas malditas mierdas.
Arnold reunió a todos los alumnos y profesores en el patio. Está bien llevaba un día en el lugar y conocía solo a unas cinco personas nada más. Toda la demás gente no la conocía, solo la había visto en los pasillos o en la sala de juegos. Éramos aproximadamente unos veinte ángeles en el patio. Arnold ordeno a un profesor por grupo de cinco personas, para mi sorpresa mi grupo lo mandaba Paul, hasta ese momento no me había dado cuenta que era un profesor. A decir verdad era un profesor bastante joven. Otra profesora era Cameron, pero de Cameron si me lo habia imaginado. En mi grupo éramos Aaron, Carol, dos chicos que no conocía, yo, y obviamente Paul. Iríamos en autos al encuentro del grupo de ángeles en nueva york. Si ¿Por qué en autos? Simplemente por el hecho de pasar desapercibidos, Aaron me había explicado que cuando un ángel caído se convertía, a los seres negros se les hacía muy fácil detectar su presencia, manteniendo nuestra identidad como humanos, les era muy difícil detectarnos u olernos.
Paul nos hizo subir a una camioneta blanca, media destartalada pero por suerte andaba. Yo estaba demasiado preocupada por mi padre para andar hablando y riendo en el camino. Aaron se dio cuenta de mi inquietud y me tomo de la mano dándome ánimo. Cada hora que pasaba me daba cuenta que Aaron me hacia bien, y hace solo dos días que lo conocía y ya le había vomitado encima y le había salvado la vida. Lo que me inquietaba era el poco tiempo que había transcurrido como para empezar a sentir cosas por él. La noche estaba silenciosa y no había ni un alma por las calles, solo se escuchaba el viento que soplaba contra los arboles y el ruido del motor de la camioneta que parecía como si se hubiera estancado una rata en el. Luego de una hora de viaje llegamos a un descampado con una casa enorme similar a la mansión de Nueva Jersey. Paul estaciono y al cabo de unos minutos las demás camionetas que no seguían hicieron lo mismo.
-Quédense acá, porque solo vamos a avisar que llegamos y cada uno sigue su rumbo. Dijo Paul, que bajo de la camioneta y se encamino hacia un hombre que se encontraba parado en la entrada de la enorme casa. Paul y el hombre se saludaron y al cabo de unos minutos un puñado de chicos salieron de la enorme casa y se metieron a unas camionetas que estaban estacionadas allí. Paul volvió con una sonrisa y un papel en las manos, se metió en la camioneta y me lo extendió para que lo tomara.
-Creo que esto nos va a ayudar Camille, léelo. Agarre el papel y al abrirlo pude observar unos manuscritos en dorado similares a los de la nota que me había dado Arnold. Claro era la nota que le había llegado a mi padre el mismo día que llego la mía. Pude entender perfectamente lo que decía, “James, nuestra niña tiene un pacto con los ángeles, te pido por favor que la dejes seguir su rumbo, y tu escóndete donde puedas, con amor Marie” . ¿Cómo podía ser que mi madre le haya mandado una nota a mi padre si estaba muerta?, todo era muy raro y no entendía, mi padre podía estar escondido o podría estar secuestrado, realmente eso no lo sabía pero tenía que ir a buscarlo para asegurarme de que estuviera bien. Cuando me quise dar cuenta todos a mí alrededor me estaban mirando. Aaron inquieto me saco la nota de las manos, me miro y sonrió
-¿Qué es lo que dice Camille? Al juzgar por tu cara es algo bueno. Me devolvió la nota
-Pero… ¿es que tú no lo entiendes? Lo mire confundida
-No, Camille el idioma de signos solo lo entienden los ángeles completos o los hijos de ángeles completos, como tú. Sonrío
-Aa, ¿es que nunca me lo ibas a decir? Bufe
-No tenemos tiempo para reclamos Camille, ¿podrías decirnos que dice la nota? Comento Paul
-La nota es de mi madre para mi padre, dice que yo tengo un pacto con los ángeles que me deje seguir mi camino y que él se esconda, ¿Pero cómo puede ser que mi madre pudo comunicarse con mi padre?. Pregunte inquieta
-Me suponía que la nota era de Marie, entonces lo más probable es que James este escondido, pero según Nolan el jefe de este cuartel cuando fueron a la casa estaba todo revuelto y solo encontraron esto, por eso dieron alerta a Arnold, pero Nolan no es un ángel completo y no pudo descifrar que decía, por eso me lo dio a mí para que lo descifres tu. Y Camille ya te vamos a explicar cómo puede ser que Marie se comunique con James, pero ahora tienes que concentrarte y pensar donde puede estar tu padre. Puse los ojos en blanco y trate de pensar donde podría estar mi padre pero no se me ocurría ningún lugar donde podría estar. Desilusionada mire a Aaron que esperaba que le dijera algo útil para poder partir.
-No se me ocurre donde puede estar. Dije casi llorando
-Tienes que concentrarte y pensar en el Camille, tú tienes un lazo muy fuerte con él, puedes identificarlo en cualquier lugar, solo concéntrate. Me animo Aaron
-¿Podríamos pasar por mi casa? Creo que podría concentrarme mejor allí viendo sus cosas, y podría llegar a descifrar donde está. Lo mire a Paul
-Es una buena idea esa, dime sabes ¿cómo llegar desde el central parck?. Sonrió
-Sí. Conteste
Paul prendió el motor del auto y comenzamos a andar otra vez. Al cabo de unos diez minutos estábamos en la puerta de mi casa. La puerta estaba abierta y se cerraba y abría a causa del viento que soplaba, nos bajamos todos. Paul reconoció el terreno antes asegurándose de que no había ninguna trampa en la casa y al estar todo bien, nos dio la orden para que entráramos en la casa. Efectivamente alguien había pasado por allí buscando algo, la casa estaba toda revuelta, los libros de mi padre yacían todos en el piso y la vajilla estaba toda rota en la cocina. Todos estábamos buscando alguna pista que nos ayudara a encontrar a mi padre. Me dio curiosidad entrar a mi cuarto, y me lleve una gran sorpresa cuando vi que mi cuarto estaba totalmente intacto, no habían revuelto nada de nada. Llame a Aaron y automáticamente llego a mi lado y se quedo atónito mirando mi cuarto.
-¿No te parece raro que no hallan revuelto ni un libro de mi cuarto? Le comente a Aaron.
-Si la verdad que si es raro, pero no es ninguna pista Camille, ven encontré esto en uno de los libros de tu padre. Aaron me extendió una nota blanca con unos manuscritos en dorado como los de la nota de mi madre y los de la nota de Arnold, pude entender perfectamente lo que decía “Hija, estoy bien me he escondido, sabía que iban a venir a buscarme, piensa bien tu sabes dónde estoy, con amor James”
-Es de mi padre! Pero como puede ser! Mi padre está escondido! Grite
Paul y los demás vinieron a nuestro lado, y me arrancaron la nota de las manos.
-Es auténtica. Dijo Paul
-Sí lo es. Dijo Carol.
-No me extraña que Marie le haya enseñado a hacerlo. Comento Paul –Y que es lo que dice la nota Camille?
-Que se escondió porque sabía que venían a por él, y que pensara bien que yo sabía dónde estaba. Una sonrisa se dibujo en mi cara, efectivamente sabia donde estaba! En la biblioteca donde más iba a estar mi padre es profesor era obvio que iba a refugiarse en la biblioteca. Mire a Aaron y dije
-Está en la biblioteca de Nueva York! Vamos por él, antes de que lo rastreen!. Grite.
Automáticamente todos corrieron a la camioneta. Paul la puso en marcha en segundos y voló hacia la biblioteca. Al llegar vimos que las luces de la biblioteca estaban prendidas, y nos separamos en dos grupos, Aaron, Carol y yo, y Paul y los otros dos chicos. Entramos con Aaron y Carol por la puerta principal, todo parecía normal, la bibliotecaria nos miro sorprendida, era muy tarde para que unos tres chicos fueran a la biblioteca a leer. Pero no nos dio mucha importancia y siguió leyendo su libro. Nos metimos por una de las secciones de la biblioteca la de historia que era en la que casi siempre andaba mi padre. No había ni rastros de él. Vimos como Paul caminaba en un piso más arriba con los otros dos chicos, y nos hacia una seña de que no había nadie. Pensé bien donde podía estar, la biblioteca era grande y tenía varias salas secretas que mi padre conocía bien, pero no recordaba donde se encontraban. Me senté sobre una gran pila de libros a meditar, tratando de identificar a mi padre cuando uno de los grandes vidrios de la biblioteca estallo en mil pedazos. Aaron, Carol y Paul se transformaron al instante y yo al estallar el gran vidrio caí de boca al piso. Los mismos seres amorfos que me habían secuestrado entraron en la biblioteca riendo a carcajadas, junto a otra docena de seres amorfos, pude observar como uno de ellos tenía a mi padre por la espalda. Carl al verme se abalanzo sobre mí, no fui capaz de transformarme por el miedo pero Aaron logro atajarme justo antes que Carl. Aaron me sostenía de la cintura, y Carl lo miraba con odio.
-Ja! Sobreviviste muñequito. Dijo Carl burlándose
-Te pensaste que me habías matado, monstruo!. Dijo Aaron furioso
-Como chillabas muñequito, y tu sangre sabia tan bien, ¿sabes que incrementaste mi fuerza? Carl rio a carcajadas –Pero igual no vengo por ti, vengo por ella
-Ni lo sueñes monstruo! . Grito Aaron, me dejo a mí sobre una mesa y se abalanzo sobre Carl.
Aaron con sus manos hizo aparecer una espada de hierro, con un mango color dorado y de ella hizo aparecer un gran rayo blanco el cual fue directo a Carl. Carl cayó en el piso chillando de dolor, pero al segundo se volvió a levantar y empezó a reír carcajadas.
-Eres la mitad de fuerte que yo muñequito ni te gastes en combatir conmigo. Volvió a reír
-Deja ir a mi padre y me iré contigo! . le grite a Carl
Fui caminando hasta donde estaba el ser amorfo con mi padre y entregue mis manos. Mi padre me miro con tristeza él no quería que me sacrificara por él, cuando Paul se abalanzo sobre el ser amorfo tomándolo del cuello, haciendo que suelte a mi padre. Mi padre corrió hasta donde estaba yo y me empujo, Carl lo tomo por la espalda y le clavo los colmillos, mi padre soltó un chillido horrible y cayo inconsciente al piso. Fui corriendo hacia el cuándo una luz me encegueció y me obligo a retroceder. Aaron había lanzado un conjuro hacia Carl que estaba dispuesto a atacarme. El ser se revolcó por el piso agarrándose la cabeza, y la pelea estallo al fin. Miles de seres amorfos se abalanzaron sobre mí y sobre mis amigos. Tome a mi padre y corrí con todas mis fuerzas hacia la salida de la biblioteca pero un puñado de seres amorfos hambrientos me acorralaron entre dos estanterías llenas de libros. No entendía el porqué no podía transformarme, y tenía a mi padre inconsciente en mis brazos, era raro podía sostenerlo sin ningún problema pero no llegaba transformarme. El hombrecillo gracioso me sonreía malévolamente, tenía los colmillos afuera listos para atacarme a mí y a mi padre. Cuando de la nada una figura salto desde una de las estanterías era un chico de cabellos marrones y ojos color miel y tenía una espada en la mano, no parecía ser un ángel porque no tenía alas ni tampoco las características de uno. Me sonrió y empezó a luchar con los seres amorfos, sus movimientos eran normales no tenían nada de sobrenatural. Pero eran muchos seres contra un simple chico y tarde o temprano lo acabarían venciendo así que deje a mi padre a un costado y me dispuse a ayudarlo como pude. Agarre un par de libros y se los tire con fuerza a un par de seres amorfos, me puse a luchar como pude y como una humana. A mi lado estaba el chico con su espada ayudándome pero de a poco iba perdiendo las fuerzas, hasta que el hombrecillo gracioso le clavo los colmillos en la mano que poseía la espada, el chico chillo del dolor y cayó al piso totalmente inconsciente. Corrí a el pero antes de alcanzarlo Carl salto desde una de las estanterías tomo al chico y empezó a chupar su sangre. Trate de empujarlo pero era en vano Carl estaba poseído por su sangre y no iba a parar hasta matarlo. Mi incapacidad de no poder hacer nada como humana me enfureció y mi anillo comenzó a quemar y sentí como una manta de luz blanca me abrazo y de mis manos salieron chispas blancas ahuyentando a Carl y a los demás seres del chico los cuales chillaron de dolor al ver la luz y se desvanecieron como fantasmas el en aire tan como había pasado en el galpón. Mire a mi alrededor y los seres que combatían con mis compañeros también habían desaparecido. Todo a mi alrededor se nublo, lo último que vi fue la sonrisa de Aaron.

Cuando abrí los ojos Aaron estaba a mi lado con su mano en mi frente. Al verme despertar suspiro y sonrió de alivio.
-Camille! ¿Estás bien?. Pregunto Aaron inquieto
-Eh, supongo me duele la cabeza ¿Qué fue lo que paso?
-Te desmayaste luego de la batalla por cierto estuviste genial! Te convertiste de una manera espectacular!. Me animo
-¿Cómo que me convertí? Lo último que recuerdo es que Carl estaba devorando al chico que intento ayudarme. Dije y automáticamente me levante y corrí hacia mi padre y el chico que yacían todavía inconscientes en el piso.
-Estarán bien. Dijo Carol que estaba junto a ellos
-¿Cómo que no te acordas cuando te convertiste? Dijo Paul que apareció de atrás de una de las estanterías.
-Juro que lo último que recuerdo fue como Carl se hacia un festín con este chico. Observe al chico era alto de pelo marrón y bastante corpulento. Era guapo pero pobrecito había sido atacado por un ser negro. -¿Despertara pronto? Pregunte inquieta
-Va a estar bien, los humanos cuando sufren una mordedura de un ser negro quedan inconscientes. Me explico Aaron
-¿No sería mejor llevarlos a la mansión? Sugerí
-No estaría bien, pero como ya conocen nuestra identidad no creo que este mal ayudarlos. Dijo Carol
-Arnold nos va a matar pero no podemos dejarlos así, con James no va a haber ningún problema, pero este chico ¿Quién es? . Me pregunto Paul.
El chico abrió los ojos, se levanto y se agarro la cabeza parecía estar muy mareado. Me miro y sonrió. Aaron automáticamente me tomo de la mano marcando territorio. Paul lo observo detenidamente.
-¿Quién eres? Dijo Paul. El chico lo miro y luego volvió a mirarme a mí.
-Soy Brandon, alumno del profesor James. Sonrió
-A ver Brandon y como sabes de nuestra existencia. Dijo Aaron con recelo
-El profesor James siempre estudio a los ángeles caídos, todo humano piensa que es un mito pero James siempre estuvo convencido de que eran reales, y ahora lo puedo entender bien. Me miro y luego agrego -¿y tú eres su hija Camille? ¿No es cierto? Sonrió
-Si lo soy, ¿cómo supiste que James estaba en peligro? Pregunte inquieta
-James me dijo que me esperaría hoy en la biblioteca a la 1 am me pareció raro, por eso traje mi espada conmigo cuando llegue me encontré con un gran combate y pude comprobar mi teoría al fin, vi que Camille y James necesitaban ayuda y ninguno de ustedes la podía ayudar así que acudí a su ayuda, pero luego uno de esos seres me mordió y caí inconsciente. Me miro pidiendo disculpas y se acerco hacia donde estaba.-Pero veo que tu estas bien. Sonrió
-Si, ella te ha salvado la vida Brandon. Dijo Aaron sarcásticamente
-Y creo que vas a tener que acompañarnos. Concluyo Paul
-Con gusto los acompañare. Dijo Brandon sin despegar un ojo de mí.

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Mensaje por Katherine Jue Sep 08, 2011 7:44 pm

Capitulo 6: “Nuevos Huéspedes”

Llegamos a la gran mansión, y Arnold nos esperaba en la puerta con cara de preocupado. Paul estaciono la camioneta y entre Aaron y Brandon bajaron a mi padre que todavía seguía inconsciente. Arnold corrió hacia Aaron y tomo a mi padre y se lo llevo rápidamente adentro. Automáticamente corrí hacia la mansión pero Carol me impidió entrar.
-Ei, ¿Qué pasa? Déjame pasar. Dije desesperada
-Arnold lo va a curar y necesita que estemos todos afuera. Dijo Carol agarrándome de los brazos –Tranquila va a estar bien. Lo mire a Aaron pidiéndole una explicación
-Va a estar bien Camille, tu padre necesita de la curación de Arnold para despertar. Me sonrió y luego miro la herida que tenia Brandon en su mano.
-¿Los ángeles también pueden curar a los humanos? Pregunte inquieta.
-Si pueden, pero es un trabajo que lleva más tiempo. Comento Paul que se había acercado a nosotros. Mire la herida de Brandon, al igual que Aaron que seguía observándolo como si fuera algo raro.
-No deberíamos curar a Brandon. Solté y mire a Aaron. Aaron me miro con recelo y luego agrego
-Sí, deberíamos, a ver Brandon ven dame tu mano. Brandon le extendió la mano con miedo, y Aaron apoyo su mano bruscamente, el chico soltó un chillido y luego exclamo –Ai! Ten cuidado por favor!. Aaron lo miro enojado y luego su mano soltó una luz muy tenue, que curaron las heridas del chico en apenas dos segundos.
-Impresionante! Dijo Brandon mirándose la mano con entusiasmo.
-De nada. Bufo Aaron
Lo mire a Aaron con recelo y bajo la cabeza avergonzado.
-¿Por qué tardan tanto? ¿Y porque debe curarlo Arnold y no Aaron? . Pregunte inquieta
-Porque los poderes de Arnold son más fuertes, tu padre recibió una herida muy grave en la espalda, y porque también puede llegar a perder la conexión con tu madre. Comento Carol que se había acercado de nuevo a mí.
-¿De qué conexiones me hablas? La mire atónita
-James tu padre tiene una gran conexión con tu madre Marie. Dijo Paul
-¿Pero qué tipo de conexiones? Si mi madre está muerta no entiendo!. Ahora me acordaba lo que me había dicho Paul unas horas antes sobre que mi madre se podía comunicar con mi padre sin ningún problema mediante las notas esas raras. ¿Pero si mi padre podía contactarse con ella porque demonios no me lo dijo después de tantos años de búsqueda? Mire inquieta a Aaron suplicando una respuesta.
-Camille, ahora tu madre es un ángel vive en el cielo, siendo un ángel. Cuando un ángel caído muere va al cielo y tiene como legado a un humano. Marie es el ángel de la guarda de James. Concluyo Paul
-El ángel de la guarda! Dije sorprendida –Pero si mi padre sabia todo esto ¿Por qué demonios viajamos toda mi vida averiguando que me pasaba?
-Para protegerte Camille. Dijo tristemente Carol
Puse los ojos en blanco, claro ahora me cerraba todo, viajamos toda mi vida huyendo de los seres negros. James sabía que me buscaban, que parte de la esencia de mi madre estaba en mí y no iban a descansar hasta encontrarla, sentí bronca porque mi padre me había mentido toda mi vida, el siempre supo que iba a ser de mi pero lo hizo solo para protegerme. Lo mire a Aaron que estaba esperando que dijera algo, y lo único que salió de mi fueron lagrimas de bronca. Todos me miraron tristemente pero me fui corriendo hacia el patio. Me senté bajo un gran árbol a llorar desconsoladamente. No podía entender como todo el mundo sabía de mí, y yo hasta hace dos días no tenía la más pálida idea de que era un ángel caído. Ni siquiera se molestaban en contarme como era todo, ni siquiera sabía cuál era mi misión y porque los seres negros me querían a mí. No solo estaba enojada con mi padre, sino que también con todos los demás. Seguían sin contarme la verdad y eso me ponía realmente muy furiosa. Seguía llorando desconsoladamente cuando escuche que alguien se acercaba por detrás de mí. Alguien me toco un hombro, se me pusieron los pelos de punta salte y me transforme. Brandon me miraba atónito desde abajo, sin poder creer lo que estaba viendo. Woow me había convertido en ángel en segundos. Me convertí en humana otra vez y me acerque a Brandon avergonzada.
-Dis...culpame, me asustaste. Tartamudee y me puse roja como un tomate
-No, discúlpame vos a mí no debí presentarme tan misterioso. Rio –Te venia a avisar que ya todos entraron y que James está despertando, y seguramente va a querer verte
-Muchas gracias Brandon. Sonreí me pare y empecé a caminar hacia la mansión
-Espera! Grito Brandon -¿Puedo hacerte una pregunta? Dijo con tono preocupado. Me di vuelta y me sonreía. Brandon era un chico realmente muy bello, sus ojos eran de un miel espectacular y sus cabellos se volaban con el viento. Y su sonrisa era tan perfecta que hasta se le formaban hoyuelos en las mejillas al sonreír.
-Si dime qué quieres que te responda. Le devolví la sonrisa
-Deberás… no te acuerdas quien soy Camille. Me miro tristemente. Lo mire tratando de ver si lo conocía de algún lado pero no logre acordarme de donde, nunca había visto a un hombre tan bello. Y realmente nunca había tenido tiempo para tener un novio o un amigo así que no recordaba quien podría ser.
-Discúlpame Brandon, pero no recuerdo… dije tristemente
Aaron salió por la puerta trasera, y vino hacia nosotros.
-Camille tu padre despertó, va a ser mejor que entres a verlo. Dijo mirando con odio a Brandon.
Lo mire a Brandon que seguía mirándome con tristeza y le sonreí.
-Luego hablaremos del tema. Lo anime. Brandon sonrió y entro a la casa conmigo y Aaron.
Entramos y mi padre estaba acostado en un sillón, al verme me sonrió. Fui corriendo hacia donde estaba y lo abrace con fuerza.
-Estoy bien hija, y gracias a vos. Me miro y me dio un beso en la frente
-De nada papa, pero creo que tienes muchas cosas para contarme. Le dije, no podía enojarme con él, solo necesitaba que me dijera la verdad de una vez por todas.
-Si lo sé, debo contarte muchas cosas hija. Trato de pararse y se quejo del dolor, volví a acostarlo y le sonreí.
-Ya vamos a tener tiempo para que me cuentes todo, ahora tenes que seguir descansando. Le di un beso en la mejilla y le acaricie la cara. Arnold estaba sentado en el sillón de al lado observando la situación con un gran cariño.
-Gracias por curarlo Arnold, de corazón. Le sonreí
-No hay de que Camille. Me devolvió la sonrisa –Se van a quedar el tiempo que sea necesario hasta que encontremos un lugar seguro para que vivan. Comento mirando a mi padre y a Brandon.
-¿Brandon también se va a quedar? Pregunto Aaron inquieto que estaba unos pasos cerca de mí.
-Brandon debe quedarse, los seres negros lo buscarían y lo matarían, ya se involucro con los ángeles. Dijo Paul que había entrado hace unos minutos a la sala -¿Debes avisarle a alguien que vas a estar ausente un tiempo? Comento Paul mirando a Brandon
-Vivo solo señor, no habrá ningún problema. Me miro y sonrió
Pude ver como Aaron apretaba los puños, era signo de que no le agradaba ni un poquito la idea de que Brandon se quedara aquí. Por otro lado a mi no me molestaba, Brandon me parecía un buen chico, me había ayudado cuando estuve en problemas, y no solo eso le tenía un gran cariño a mi padre. Arnold se levanto del sillón y llamo a todos los ángeles a la sala. Todo el puñado de jóvenes ángeles que había visto hace unas horas estaba ahora en la sala mirando sorprendidos a los dos humanos.
-Como verán todos tenemos compañía y se van a quedar un tiempo en nuestra casa, quiero que todos sean buenos con ellos, y los traten con respeto. Bienvenidos James y Brandon a nuestro hogar. Exclamo Arnold con una sonrisa de oreja a oreja –Ahora todos pueden ir a descansar en paz mañana será un gran día. Concluyo. Todos los chicos menos Aaron, Paul, Carol, Charity y Cameron nos quedamos en el salón junto a Brandon, Arnold y mi padre. Mi padre todavía estaba muy débil para levantarse, así que Paul se ofreció para cargarlo hasta una habitación. Las chicas se fueron a sus cuartos a descansar y Arnold recibió un llamado del cuartel del Nueva York y se retiro del salón. Nos quedamos Aaron, Brandon y yo en la gran sala solos. Aaron no tenía intenciones de separarse de mí y Brandon estaba esperando la oportunidad de poder hablarme a solas. Como ninguno de los dos iba a dar el brazo a torcer me levante dispuesta a irme a dormir. Aaron me miro y me agarro del brazo.
-¿A dónde vas? Pregunto inquieto
-A dormir a donde quieres que valla. Reí
-Ee... nose perdón. Se sonrojo y me soltó
-Estaría bueno que le enseñes un cuarto a Brandon, yo nose que cuartos están vacios y tampoco puedo andar paseando por el pasillo de los hombres. Sonreí, Aaron me miro enojado como si fuera un niño chiquito que se negaba a hacer algo, lo tome de las manos y le susurre –Me harías un gran favor estoy muy cansada. Le di un beso en la mejilla luego mire a Brandon lo salude con la mano y me retire del gran salón.
Eran las cinco y media de la madrugada, cuando por fin me acosté en la cama a poder dormir un rato. Al menos hasta la una o dos de la tarde. Ya estaba amaneciendo cuando oí unos sucesivos golpes que venían de la ventana. Me pare asustada y pude ver como Brandon estaba colgado de mi ventana sonriéndome. Automáticamente me pare y le abrí la ventana. Brandon entro todo agitado y con una gran sonrisa.
-¿Qué demonios estabas haciendo? ¿Estás loco? Exclame
-No loco no, no me puedo dormir y me di cuenta que esta era tu habitación y vine a terminar nuestra conversación. Sonrió. Menudo impaciente resulto Brandon, realmente ¿no podía esperar hasta mañana? Estaba muerta de sueño y ahora no se iría hasta que termináramos “nuestra conversación” como si fuera tan importante.
-¿No podías esperar unas horas para hablar Brandon? lo mire con recelo.
-No, porque todavía no puedo creer que no te acuerdes de mi Camille, y como veras no soy un chico que se conforma con tan poco. Sonrió burlón aunque debajo de su sonrisa me di cuenta que albergaba una tristeza enorme, y que su corazón pedía a gritos cariño. Se me puso la piel de gallina al ver lo que sentía estaba sintiendo las emociones del chico. Brandon parecía tan fuerte por fuera pero por dentro se notaba que era realmente muy infeliz. Fui hasta donde estaba él y lo mire a los ojos, era un chico realmente muy guapo y me daba curiosidad saber más de el, y no entendía porque me decía que no me acordaba de él. Trate de pensar bien si a lo largo de mi vida me lo había cruzado pero no se me vino nada a la mente, para mí era la primera vez que establecía contacto con él. Lo tome de las manos me miro y volvió a sonreír con esa sonrisa tan perfecta que hacía que se le marcaran los hoyuelos en las mejillas.
-Discúlpame, no me acuerdo de ti, capaz te confundiste de persona. Solté tristemente
-No me equivoque de persona Camille, soy Brandon Collins el hijo de Arthur Collins el sanador de Nueva York, nos conocimos hace diez años, tu ya estabas enferma pero te seguían ocurriendo cosas extrañas, estuvimos un día juntos paseando por Nueva York y perseguimos ardillas por el central park ¿ahora lo recuerdas? . Sonrió
Claro ahora me acordaba era el pequeño niño Brandon el único “amigo” que pude haber tenido en mi vida. Aunque fue un día que estuvimos juntos, no me olvido de lo lindo que fue. En esa época era una niña y me acuerdo que anduvimos corriendo por el central park todo el día persiguiendo a las ardillas. Al acordarme mi corazón de inundo de felicidad, y pude sentir como el corazón de Brandon también.
-Si me acuerdo Brandon! Mil disculpas con tantas cosas nuevas me había olvidado por completo. Volví a sonreír y le abrace –Cuanto tiempo Brandon! ¿Qué fue de ti? ¿Y tu padre como esta? Lo solté y pude ver que su cara se llenaba de angustia.
-Mi padre murió, hace un mes Camille. Bajo la cabeza entristecido
-L-o siento. Tartamudee y me senté en la cama. Brandon me miro y se sentó a mi lado
-No pasa nada Camille, no te pongas mal. Me agarro una mano –A mi padre lo mataron los seres negros, pensaron que era un ángel, mi padre llevaba años buscándolos hasta que un día se topo con uno y acabo con él. Comento Brandon llevándose una mano a la cara, unas lágrimas cayeron de sus ojos y no quiso demostrarme debilidad. Pero me di cuenta al instante porque su corazón volvió a llenarse de tristeza. Lo tome de la cara y le limpie las lagrimas, el se soltó de mi y se paró de un soplo de la cama y fue hasta la ventana.
-Brandon, sabes que puedes contar conmigo y puedo ayudarte a vengar la muerte de tu padre si es lo que tú tienes en mente. Fui hasta donde estaba él y lo tome de las manos –No tengas vergüenza de llorar enfrente mío. Brandon me miro con los ojos llenos de lagrimas y me dio un abrazo fuerte, luego abrió la ventana y susurro un “Gracias” y se fue para su cuarto. Observe que no se cayera mientras subía, cerré la ventana y me tire en la cama. No podía creer que me había olvidado de Brandon mi único amigo, aunque solo habíamos pasado un día juntos, ese día lo había disfrutado como ningún otro en mi complicada vida. Solo estaba segura de una cosa, que no iba a parar hasta encontrar a los culpables que habían matado al padre de Brandon. Después de todo era un ángel caído ¿no?.

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Mensaje por lali_f Mar Sep 13, 2011 1:46 pm

Pero que linda historia! hoy empecé a leer el primer capitulo aprovechando mi tiempo libre Cari, lo mismo que le dije a Cali, que lindo escribis Smile ya dese el argumento de la historia me gusto cómo está redactado, siempre nos guiamos al pricnipio por los argumentos de las historias para saber si leer un libro o no y este es muy interesante.
Así que lo leere de a poco, te felcito también por cómo escribis y por la idea de la novela.
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Mensaje por Katherine Mar Sep 13, 2011 2:05 pm

Muchas Gracias Laly!! la verdad te soy sincera yo no ando con tiempo para leer tu novela pero cuando tenga un tiempito la leere!! La de Calixta la tengo leida de antes por eso!! pero prometo que la voy a leer jaja. Me encanta que me digas eso me pone re contenta!

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Mensaje por Katherine Vie Sep 16, 2011 9:26 pm

Capitulo 7: “Afinidad con las emociones”

Me levante de la cama de un salto, debido a la corneta ensordecedora que sonaba todas las mañanas para que los ángeles se levantaran. Salí de la cama y fui hasta el baño a lavarme la cara. Había dormido tanto que todavía no podía abrir los ojos. Fui hasta la ventana y pude observar un sol radiante al horizonte, y como unos ángeles practicaban técnicas de lucha en el patio. Pude observar que Paul los estaba instruyendo. Me cambie con unos jeans y un saco morado y salí de la habitación dispuesta a encontrar a Carol y contarle mi experiencia sobre las emociones con Brandon por la madrugada. Por suerte Carol me esperaba afuera de mi habitación con una sonrisa.
-Note que querías hablar conmigo. Dijo con una sonrisa
-Eh, si ¿Cómo supiste? La mire atónita
-Creo que ya te explicaron que los ángeles tenemos la habilidad para percibir las cosas, y más los que tenemos afinidad con las emociones. Siguió sonriéndome y luego agrego –Pero primero desayunemos, debes estar fuerte.
Bajamos las escaleras y Aaron nos esperaba sonriente en el último escalón. Se notaba que esta mañana estaba un poco más animado después de lo ocurrido la noche anterior. Cuando pase enfrente de él me tomo una mano y me la beso, como un gran caballero. Me puse roja como un tomate le sonreí y me fui con Carol hasta la cocina. Aaron por supuesto nos siguió. Nos sentamos en una de las mesas y Cameron nos dio unos platos llenos de cereales de chocolate con leche.
-Gracias. Dije sonriéndole
-De nada Camille. Me devolvió la sonrisa y se fue hasta la cocina.
Aaron seguía mirándome con mucha atención, y realmente me estaba poniendo muy nerviosa. Cuando termine mi plato de cereales, Aaron por fin se digno a hablar.
-Hoy es día de Edifer. Dijo mirándome a mí y a Carol ¿Qué demonios era el día Edifer?, Carol sonrió animada y me miro.
-El día Edifer se da cada mes, es un día en que los ángeles hombres salen a patrullar de día, mientras los ángeles mujeres preparan un gran banquete para los ángeles hombres. Dijo Carol sonriéndome
-Medio machista el día. Reí. Aaron me miro con recelo y Carol rio conmigo –Es chiste Aaron. Agregue
-Está bien, no hay problema. Dijo Aaron desviando la vista de mí
-De todos modos, hare el mejor banquete para ti. Dije tomándolo de una mano. Aaron se puso sonrojo y sonrió.
-Gracias… pero de todos modos mientras no esté quiero que te cuides Camille. Dijo Aaron apretándome la mano con fuerza.
-Descuida, se cuidarme sola. Dije dándole un golpecito en la cabeza.
Brandon entro por la puerta del comedor refregándose los ojos y mirándome. De pronto Aaron se puso tenso como una piedra. Me causaba gracia lo loco que se ponía Aaron al ver a Brandon, pero no entendía el porqué. Brandon era un buen chico, me había ayudado con los seres negros cuando no podía transformarme. Se sentó al lado de Carol, enfrente de mí y me dedico una sonrisa.
-Escuche lo del día Edifer por los pasillos cuando venía para aquí ¿Puedo ir con ustedes?. Dijo Brandon mirando a Aaron
-De ninguna manera! Eres humano no puedes venir con nosotros. Soltó Aaron casi gritando
-Se pelear desde los 5 años Aaron, por que no sea un ángel puedo defenderme contra esos engendros. Dijo Brandon con total naturalidad. Yo sabía lo que tenía en mente Brandon, quería encontrar al culpable de la muerte de su padre. Paul entro por la puerta trasera del comedor con una espada en su espalda. Se notaba que había estado entrenando duro. Aaron miro a Paul pidiéndole ayuda.
-¿Qué es lo que pasa acá? Dijo Paul mirando a Carol que seguía jugando con su plato de cereales
-Lo que pasa es que Brandon quiere ir de patrulla con ustedes, pero Aaron no lo deja. Dijo con una sonrisa y siguió jugando con el plato de cereales.
-No debería venir. Bufo Aaron
-Pero sabe pelear y nos puede ser útil, salvo que lo quieras dejar acá con Camille y Carol. Comento Paul con una sonrisa. Automáticamente Aaron se paro le dio un golpe a la mesa con el puño lo miro a Brandon y dijo.
-Tú! Vienes con nosotros, seguidme debo mostrarte unas armas. Brandon le dedico una sonrisa media burlona, y luego me miro a mí, me guiño un ojo y se fue con Aaron. Paul seguía allí observando cómo Carol jugaba con sus cereales, se sentó a su lado agarro la cuchara que tenía en su mano, tomo un par de cereales y se los dio a Carol en la boca. Carol se puso roja como un tomate y luego le sonrió.
-Tienes que comer Carol, no me hagas enojar. Dijo Paul dulcemente.
-Lo har-e . Carol tartamudeo y se levanto de la mesa. Me miro con sus hermosos ojos celestes pidiendo ayuda.
-Tenemos cosas que hacer Paul. Sonreí y me levante. Tome de la mano a Carol y salimos del comedor.
En la sala estaban todos los ángeles hombres, ya preparados para irse de patrulla. Aaron tenía a Brandon del brazo como si fuera un muñequito, Brandon parecía divertido y sonreía todo el tiempo, pero Aaron no la estaba pasando nada bien. Los mire y les sonreí a ambos, los dos eran muy importantes para mí, y quería que se lleven bien. Carol que estaba detrás de mí todavía seguía atónita por lo que había sucedido hace unos minutos con Paul en el comedor. Pude sentir la esencia de su corazón, estaba muy feliz, su corazón gritaba de felicidad y me hacía sentir muy bien. Carol se dio cuenta que podía sentirla, y volvió de nuevo a ser ella, me miro me dedico una sonrisa y me arrastro hacia una habitación que estaba no a pocos metros de la gran sala. La habitación era hermosa, estaba decorada con decenas de rosas rojas, sillones blancos con almohadones morados, y unas cortinas blancas con detalles en rojo en todas las ventanas. Al final de la habitación reposaba un gran piano de cola blanco, y una maravillosa arpa blanca. Carol se sentó en uno de los sillones y me hizo una seña para que me sentara junto a ella.
-Bueno, primero gracias por sacarme de allí. Dijo con una sonrisa radiante.
-No, de nada supe que necesitabas un cachetazo pero no era prudente. Reí
-Si de verdad lo necesitaba. Dijo riendo también –Soy muy obvia ¿no? Se sonrojo
-La verdad, no me había dado cuenta hasta hoy. Dije animándola, lo cual era verdad nunca me hubiera imaginado que Carol estaba enamorada de Paul.
-No es reciente, y tampoco lo demuestro muy a menudo, Paul me gusto desde el prime día que lo vi, hará unos cuatro meses atrás. Comento jugando con su hermoso pelo rojizo –Pero soy muy menor para el… y es algo que me atormenta todos los días. Concluyo tristemente.
-La edad no importa Carol, no tienes por qué avergonzarte por gustar de un chico mayor que tu, aparte ¿Qué edad tiene Paul? Trate de animarla.
-Paul tiene 24 años y yo tan solo tengo 18, y no soy más que una alumna para él, no es como tú con Aaron. Dijo sonriéndome. Me puse toda colorada, no sabía que decirle ¿tanto se notaba que me gustaba Aaron? Carol noto mi inquietud y me tomo una mano y luego agrego –Sabes que tengo afinidad con las emociones y lo puedo notar, aparte se nota por como lo miras, no te avergüences sabes que puedes confiar en mi Camille.
-¿Pero es tan obvio? Dije poniéndome aun mas colorada.
-No es obvio, pero yo lo noto. Dijo animándome. –No tengas miedo de contarme estas cosas, quiero ser tu amiga Camille.
-Yo también quiero serlo Carol, por eso te digo que no bajes los brazos con Paul. Reí
-Voy a pensar en ello luego, pero ahora te traje aquí por otra cosa más importante, bienvenida a la sala de los ángeles con afinidad por las emociones, no pudiste entrar aquí antes simplemente porque solo tienes que tener afinidad con ellas, y por lo que veo ya la tienes. Dijo sonriéndome.
-Eh… si es un poco raro ya que estoy en esta casa hace unos tres días nada más. Comente
-Todas las cosas que te van a pasar a partir de ahora van a ser raras para ti, pero luego te acostumbraras. Se paro y fue hasta el piano. La seguí, se sentó en la banqueta abrió el piano y empezó a tocar. Cada tecla que tocaba era como sentirse en el cielo. La música llego a cada parte de mi cuerpo hasta a mi corazón y me hizo sentirme muy bien conmigo misma. También pude sentir los sentimientos de Carol a flor de piel. Era maravilloso el amor que Carol poseía en sí misma, era inexplicable. Carol termino de tocar el piano y me miro sonriente.
-¿Lo sentiste verdad? Cerro el piano y volvió hacia a mí.
-Fue increíble. Todavía seguía atónita
-Vas a poder hacer esto tu también Camille, la música es nuestra arma para curar un corazón herido. Comento agarrándome de la mano de nuevo. –Y ahora quiero saber ¿Cómo fue que te diste cuenta? Siguió sonriéndome.
-Fue… anoche… con Brandon en mi habitación. Tartamudee y me puse toda roja.
-Entiendo, sentiste su corazón ¿no es así? Seguía sonriéndome, no se había sorprendido por lo que le había contado en absoluto.
-Si… y fue raro vi soledad y tristeza y por momentos sentí felicidad, y luego de nuevo soledad y tristeza, me sentí como se sentía él, ¿es normal? Pregunte inquieta.
-Es normal, cuando uno tiene cierta afinidad con una persona, y veo que tú la tienes con Brandon. Cerró los ojos y luego agrego –Pero, en eso no debo meterme, te tienes que dar cuenta tu sola. Abrió los ojos y me sonrió de nuevo
Me quede sin habla, ¿de qué me estaba hablando? ¿Afinidad con Brandon?, podría ser ya que Brandon había sido importante para mí en mi vida pasada y ahora me había hecho una promesa a mi misma de ayudarlo. Pero aun así todo esto me confundía demasiado. Carol seguía mirándome con gran admiración, pude sentir que su corazón estaba lleno de felicidad y mi corazón también estaba lleno de felicidad, estar con ella me hacia bien. Ella era una gran persona y me puso muy feliz tenerla conmigo en estos momentos complicados.
-Gracias por todo Carol, ¿me vas ayudar con esta nueva habilidad? Concluí
-Te voy ayudar, no dudes de eso Camille. Dijo apretándome la mano con cariño – Y ahora deberíamos ir a ayudar a las demás con el banquete, Charity debe estar poniéndose furiosa ya. Rio.
Tiró de mí y salimos de la habitación. Efectivamente estaban todas como locas preparando todo para el gran banquete de esta noche. Debería ser un gran acontecimiento ya que estaban decorando toda la gran sala con telas blancas con bordados dorados un estilo a los tatuajes que teníamos cuando nos convertíamos en ángeles. Una gran mesa decorada con un mantel blanco estaba en el fondo a medio armar. Charity corría de acá para allá con telas y velas blancas en las manos, y todas las demás la seguían. Al vernos nos fulmino con la mirada y vino directo a donde estábamos.
-Acá estaban! ¿Dónde demonios estaban? . Dijo medio enojada.
-En la habitación de nuestra afinidad. Contesto Carol con una sonrisa. Charity me miro atónita al darse cuenta de que yo había descubierto mi afinidad. Casi con lágrimas en los ojos me abrazo.
-Yo sabía, tal como le paso a tu madre, Te felicito Camille. Me soltó y me siguió mirando con gran emoción. –Aunque tenía una pequeña esperanza de que tu afinidad fuera la fuerza así podría ayudarte. Rio
-Muchas Gracias Charity, y puedes ayudarme en lo que quieras pero ahora ¿En qué podemos ayudar? Dije sonriéndole.
-Bueno, sabes que eso me pone muy feliz! Y mira por haber descubierto tu afinidad te dejo tranquila, y aparte tu padre despertó y quiere hablar contigo. Dijo guiándome un ojo.
-Está bien pero luego de hablar con mi padre quiero ayudar, se lo prometí a Aaron. Reí
-Ve a hablar con tu padre, que yo me encargo de dejarte un par de cositas para hacer después. Comento Carol riendo. Charity la miro con recelo y agrego.
-No dudes de eso, de seguro te deja algo esta haragana. Rio
-Hey no hagas que me enoje. Soltó Carol con una sonrisa
-Nunca haría algo así amiga. Dijo y la abrazo -Ven aquí tu también. Agrego y las abrace a las dos como si fueran mis amigas de toda la vida, y en parte lo sentía así. Por fin podía decir que tenía amigas, y no cualquier amiga, si no dos de las cuales nunca me dejarían sola.

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Mensaje por Katherine Vie Nov 18, 2011 7:50 pm

Les dejo 2 capitulos nuevos Very Happy

Capitulo 8: “James Smith y Marie González”


Entré al cuarto de mi padre y estaba esperándome acostado en una gran cama con un libro en las manos. Al verme dejo y el libro y me extendió los brazos. Fui corriendo hacia él y lo abrace.
-Mi niña! Estas bien! Como te quiero hija! Perdóname! Dijo y unas lágrimas cayeron de sus ojos
-No tienes porque pedirme perdón papa, yo no estoy enojada, yo también te quiero a ti. Dije limpiándole las lágrimas de la cara y dándole un beso en la frente.
-Hija debo contarte muchas cosas. Dijo bajando la cabeza afligido
-Si lo sé papa por eso estoy aquí. Sonreí
-Yo supe todo desde que naciste, a mi manera obviamente pero no podía arriesgarme a perderte. Dijo con vos triste -¿Me dejas explicarte? Asentí y comenzó a hablar –Todo empezó aquella noche que unos seres negros me capturaron, a decir verdad yo no supe que eran seres negros, porque simplemente tenía vendado los ojos. Sabía que era gente malvada pero nunca me hubiera imaginado que eran seres mandados por el diablo. No era el único capturado éramos aproximadamente unas diez personas secuestradas. Nos maltrataron y golpearon durante un tiempo, nos pedían información, todos parecían ser gentes sabias sanadores, brujos, profesores por eso me capturaron a mí. Tú sabes Camille que siempre me interese por estudiar todo este tipo de cosas desde antes de que tú nacieras. Estuvimos una noche encerrados allí sufriendo los maltratos de esas personas, sin saber un porque, pero todos sabíamos que se venía nuestra hora en cualquier momento. Hasta que de un momento a otro se empezaron a escuchar gritos, fuimos liberados pero una lucha sin fin había estallado, y ahí es cuando vi quienes me habían tenido preso y quienes me estaban salvando, y ahí es cuando la vi a tu madre. Estaba acorralada por varios de esos seres, yo pensé que sola no iba a poder y fui a su ayuda, realmente nunca logre ayudarla ya que uno de esos seres me mordió dejándome inconsciente. Desperté al otro día en una casita en Nueva York, y allí estaba tu madre sonriéndome y cuidándome. No me preguntes porque pero no recordaba nada de lo que me había sucedido, tu madre se encargo de borrarme la memoria y que no recordara nada de lo que había visto. Respiro profundo me miro y lagrimas de sus ojos volvieron a salir. –Tu madre me invento que me había salvado de un ataque con un mal viviente, se había encargado de borrar las marcas de los colmillos de esos seres en mi espalda, nunca me dijo la verdad solo por protegerme siempre dijo que era un policía de la ciudad de Nueva York, con el tiempo Camille me enamore de ella y ella de mi, solo la veía unas pocas horas por la tarde porque ella decía que estaba muy atareada con el trabajo pero eso fue suficiente para enamorarme perdidamente de ella. Nos casamos fue una ceremonia simple y sin familiares, solo con dos testigos Arnold por parte de tu madre y el papa de Brandon por mi parte. Al poco tiempo tu madre quedo embarazada de ti, y después de nueve meses te tuvo y murió en el parto. Dijo llorando, me tomo de la cara y me dio un beso en la frente –Sabes hija, lo que sufrí cuando ella murió, pero tú me mantuviste vivo Camille. Pocos meses después de su muerte, empecé a tener sueños raros con ella, la veía en todos mis sueños hija, me hablaba me decía que te cuide mucho. Pero siempre que la veía la veía como un ángel. Llegue a pensar que estaba volviendo loco, hasta que una noche después de soñarla me apareció una nota con los signos dorados. Me volví loco buscando de qué signos trataban, hasta que llegó a mis manos un libro sobre los ángeles caídos de su misión en el mundo y contra quienes combatían, los seres negros. Tú crecías y te empezaron a suceder cosas extrañas sin sentido, hasta que decidí viajar por el mundo buscando una cura para todas esas cosas extrañas que te sucedían. Hasta que volví a soñar a tu madre y me explicó todo lo que debía saber, me conto como había sido todo, y como me había salvado a mí y como se había sacrificado por ti, y lo que debía cuidarte para que no te encontraran. Siempre pensé que solo eran imaginaciones mías, pero una parte de mi me decía que te cuide y que siguiera viaje. Luego enfermaste y me convencí más de lo que me había dicho tu madre en el sueño. Pero no fue hasta hace mucho que lo termine de comprender, cuando apareció en tu mano el mismo anillo que tu madre poseía. Supe que tu sola ibas a encontrar la verdad y así fue mientras tú te enterabas de toda la verdad, yo volví a soñar con Marie ella me toco con sus manos y cuando me levante pude descifrar lo que decía la nota dorada y como escribir una para ti, para que me buscaras. Se llevo las manos a la cara y volvió a llorar. Nunca había visto a mi padre así, a decir verdad nunca lo había visto llorar. Sentí su corazón estaba triste realmente muy triste, y no quería que se sintiera así. Recordé lo que me había dicho Carol hace unas horas, nuestra misión es curar el corazón triste de las personas. Tome la cara de mi padre y le sonreí.
-No tienes que llorar papa, yo estoy aquí contigo y mama siempre estará en tu corazón. Le dije y le di un beso en la mejilla. –No te culpes por no haberme contado lo que sabias, ni tu sabias si era la verdad, ahora quiero que dejes de llorar y sonrías, yo estoy aquí contigo siempre y siempre te voy a cuidar. Mi padre me miro y sonrió, luego me dio otro beso en la frente. Pude sentir que su corazón se llenaba de alegría de nuevo, y no paraba de sonreír. El tenía miedo de que no lo perdone, pero no le podía hacer algo así a la persona que más quería en el mundo. Mi padre era una persona excepcional nunca me había quejado de él, y hoy no era el momento tampoco.
-Gracias hija por perdonarme, es muy importante para mí. Dijo con una sonrisa
-Como no voy a perdonar a la persona que me cuido estos dieciocho años. Dije
-Te quiero hija, y deberías ir a ayudar a las demás. Dijo y me dio otro beso en la frente
-Sí, tienes razón. Me pare y fui hasta la puerta –Por cierto ¿Cómo está tu espalda? Pregunte inquieta
-Bien, bastante bien pero Cameron no me deja levantarme. Sonrió
-Está bien tienes que hacer reposo, mas tarde vuelvo papa, te quiero. Dije y salí del cuarto.
Baje las escaleras y pude observar que ya casi estaba todo listo, Carol y Charity estaban acomodando la vajilla en las grandes mesas adornadas con manteles blancos y candelabros con velas blancas y doradas. Al verme sonrieron y vinieron hasta mí.
-¿y cómo estuvo eso? Pregunto Carol inquieta.
-La verdad bastante bien, me conto toda la historia, ahora se un poco mas de mi madre. Sonreí
-Tu madre tuvo un gran corazón Camille. Dijo Charity mirando la sala con gran entusiasmo.
-Si lo sé, y por eso estoy muy feliz pero ahora ¿En qué puedo ayudar? Comente
-¿Tienes buen gusto para la comida? Dijo Carol tomándome de las manos
-Siempre fui la que cocine en mi casa, y mi padre nunca se quejo de ello, puedo ayudar en la cocina si quieren. Dije mirando a Charity que todavía seguía observando el gran salón decorado.
-Ve a la cocina con Carol, y ayuden a Cameron y las demás chicas, nuestros angelitos están por llegar. Dijo y nos miro a las dos.
-Como tu digas capitana!. Dijo Carol, que tiro de mi hasta la cocina. Dejamos a Charity y a otras chicas ordenando la sala, y entramos en la cocina. En la cocina estaba Cameron lidiando con un gran pavo crudo. Al vernos nos sonrió y nos hizo un gesto para que nos acercáramos.
-Ei! Ustedes saben ¿Cómo demonios se cocina un pavo? Dijo soltando el pavo en la fuente derrotada
-No es muy difícil. Dije acercándome al pavo. –¿Ves este botón? Bueno cuando este botón se sube en el horno es porque el pavo ya está listo. Dije sonriéndole
-Ah… tan fácil era, bueno ya esta relleno, solo hace falta cocinarlo y va a estar unas dos horas aproximadamente, así que para que nuestros compañeros hombres no se quejen cuando lleguen lleven estos bocaditos a la mesa. Nos entrego unas bandejas llenas de unos bocaditos salados que por el aspecto debían estar bastante buenos. Con Carol agarramos las bandejas y las llevamos para las mesas, unas chicas que también estaban en la cocina hicieron lo mismo. Cuando entramos en la gran sala, los chicos ya habían llegado, y a juzgar por su aspecto había sido un día muy duro. No vi ni a Aaron ni a Brandon en la sala, pero si a Paul que miraba a Carol sonriéndole. Mi amiga al verlo se puso toda colorada dejo rápidamente la bandeja en la mesa y volvió hasta la cocina. Paul se acerco y tomo uno de los bocaditos que todavía llevaba en mi mano.
-Hey eso es para más tarde. Exclame
-Bueno tengo hambre, estuvimos todo el día patrullando a la luz del sol. Comento devorando otro bocadito
-Está bien, pero es el último eh, ¿Dónde están Aaron y Brandon? Dije sonrojándome
-Apenas llegaron fueron a darse un baño. Dijo Paul indiferente.
-Muchas gracias Paul, creo que deberías hacer lo mismo. Reí
-Hey! Ya voy ya voy. Dijo despeinándome –Creo que tienes que ir a prepararte tu también Camille. Comento y se fue hasta la escalera.
Fui hasta la cocina a encontrarme con Carol, pero Charity se interpuso en mi camino con una sonrisa picarona.
-¿Qué pasa? ¿Paso algo gracioso? Reí
-Sí, cuando estaban en la cocina, los chicos llegaron, Aaron y Brandon no paraban de discutir como dos nenes chiquitos, se ve que los pusieron juntos a patrullar. Rio
-No se llevan muy esos dos, y no se cual es la razón. Comente
-Ai! Camille, que no lo ves, es muy obvio, los dos gustan de ti. Dijo sonriéndome. Me puse roja como un tomate y sonreí como una estúpida ¿de verdad pensaba eso? Yo no lo creía tan así, podría ser como no. Pero si los dos gustaban de mi ¿Qué demonios tenía que hacer yo?.
-No creo que sea así. Comente en voz baja
-Puff! Para mi si, y si tienes a dos chicos así como quieres debes vestirte como una diosa esta noche. Dijo tomándome de una mano y arrastrándome escaleras arriba. Llegamos al pasillo de las chicas, y Charity entro en la segunda puerta y me empujo dentro con ella. El cuarto de Charity era hermoso, estaba decorado a su manera con hermosas cortinas rosa clarito y rosas rojas en cada rincón de la habitación. Su cama estaba decorada con telas blancas y almohadones rosas que hacían juego con las cortinas y las paredes. Me sentó en su cama y empezó a revolver todo su armario. Me tiro unos cinco vestidos y me metió en el baño para que me los probara. El primer vestido era de color negro, ajustado a todo el cuerpo y con lentejuelas negras en todo el vestido, salí del baño y Charity me observo con gran concentración.
-Mmmm, no te queda con tu color de piel y tú cabello largo lacio, ve y pruébate otro. Comento y me volvió a meter en el baño.
Después de haberme probado aproximadamente diez vestidos, el último fue el que me convenció a mí y a Charity. Era un vestido blanco de seda hasta las rodillas con un escote bastante pronunciado que hacía que mis senos se lucieran. A mi parecer el escote era demasiado pronunciado pero Charity me convenció de que si tenía un lindo cuerpo tenía que aprender a mostrarlo, lo cual tenía razón, y el vestido no me quedaba mal. Me prestó unos zapatos de tacón blanco que hacían juego con mi vestido. Luego peino mi largo cabello lacio con unas evillas color dorado. También me maquillo, puso un poco de color en mis mejillas, ojos y labios. Al terminar conmigo ella se cambio y maquillo en unos segundos. Eran las ocho y media de la noche y las dos estábamos listas para salir al gran banquete. Al verme en el espejo me desconocí, realmente Charity había hecho un gran trabajo conmigo, estaba hecha una diosa, y de seguro impresionaba a Aaron y a Brandon.
-Charity de verdad Muchísimas Gracias, me siento una diosa. Exclame y la abrace fuerte.
-No de nada Camille, dijiste que te podía ayudar cuando quisiera y bueno a decir verdad me puse un poco celosa de Carol. Rio
-No tienes porque ponerte celosa, tú también eres mi amiga. Dije sonriéndole
Charity me sonrió radiante, y escuchamos que alguien tocaba la puerta. Charity fue contenta a abrir y Carol entro corriendo con un hermoso vestido azul marino.
-Sabía que estaban aquí, fui a buscar a Camille a su cuarto y no estaba supongo que Charity está involucrada en tu producción. Comento Carol mirándome sorprendida.
-Si está involucrada. Comente riendo
-Sera mejor que bajemos, por lo que dijo Cameron ya están todos abajo esperando que las chicas bajen. Dijo Carol arreglándose el pelo con una evilla.
-Ya estamos listas, salgamos. Dijo Charity abriendo la puerta.
Carol fue detrás de ella y las seguí, empezamos a bajar las escaleras, y temía pegarme un porrazo con los zapatos de tacón. Sonaba una música espectacular, muy parecida a la que había tocado Carol hoy al medio día. Aaron me esperaba sonriente al final de la escalera vestido con traje negro y una corbata azul. Estaba realmente muy guapo y no pude evitar sonrojarme. A su lado apareció Brandon mirándome impresionado en traje y corbata roja. Los dos me esperaban al final de la escalera sonrientes. Aaron fulmino con la mirada a Brandon, pero Brandon no le hizo caso y siguió mirándome con gran admiración. Charity que estaba a mi lado, observo la situación se rio por debajo y me dio un golpecito en el brazo. Charity estaba en lo cierto, Aaron y Brandon gustaban de mí, pero el problema era yo, a los dos les tenía un gran aprecio, y me parecían guapísimos. ¿Pero con cual estaba dispuesta a quedarme?

Capitulo 9: “Fiesta y desastre”

Al llegar al final de la escalera, Aaron y Brandon me esperaban. Era obvio que se iban a pelear por quien tomaba mi mano para llevarme a la mesa. Y yo no podía hacer nada al respecto, no podía herir a ninguno de los dos, así que estaba metida en un gran problema. Para mi salvación apareció mi padre sonriente y me tomo de la mano. Había sido muy inteligente mi padre, y me había salvado de una gran discusión. Aaron y Brandon se quedaron atónitos mirando como mi padre me llevaba hasta la mesa. Pude ver que Charity y Carol se reían por lo bajo por la situación que acaban de ver. Mi padre corrió mi silla como todo buen caballero y me senté en ella y él se sentó a mi lado sonriendo como siempre. Carol se sentó a mi otro lado evitando que Aaron y Brandon se peliaran por el lugar. Charity se sentó enfrente mío y los chicos también. Pude ver en sus caras que estaban realmente muy desilusionados. Todos los chicos estaban realmente muy emocionados. Se notaba en el ambiente paz y felicidad y eso me hizo sentirme muy bien. Paul apareció con un traje color blanco y una corbata azul, y se sentó al lado de Carol la cual se sonrojo. La mire y le sonreí dándole animo. Paul nos miraba a todos como si fuéramos cosas raras cuando al fin se digno a romper el silencio.
-Che, está todo muy silencioso en esta mesa ya sé que mi belleza los impresiona. Dijo riendo y acomodándose la gran melena de pelo simulando ser una estrella de Hollywood.
-Tu belleza no impresiona Paul, nuestra belleza impresiona. Dijo Charity bromeando
-Mmmm, si es por ti no lo creo. Soltó Paul riendo
-Pues a mí me parece que el traje blanco te hace ver más estúpido de lo que eres Paul. Dijo Charity enojada
-Amiga solo estaba bromeando. Dijo Carol guiñándole un ojo –y Paul, el traje te queda re mono. Dijo Carol riendo como tonta.
-Y a vos ese color también. Dijo Paul tocándole el pelo cariñosamente
Mi amiga se puso más roja de lo que estaba y soltó una risita graciosa.
-Pues a mí me parece que Camille nos dio una gran sorpresa con ese vestido. Dijo Charity mirando a Aaron y a Brandon –ustedes que creen chicos? Agrego mirándolos impaciente. Me puse tan colorada, que me dio vergüenza mirarlos y baje la cabeza. Luego tendría que matar a Charity.
-Ee… le sienta muy bien. Tartamudeo Brandon, me miro y sonrió.
-Y yo creo que ese vestido se lo diste tu Charity, pero le queda muy bien, espero que me sorprenda con la comida. Dijo Aaron riendo
-Te vas a sorprender. Dije levantando la cabeza y sonriéndole.
No pudimos seguir hablando porque Arnold entro a la gran sala en traje, y todos los chicos se callaron y lo miraron con respeto. Arnold se veía muy guapo con ese traje negro con corbata roja. A pesar de que Arnold tenía unos cuarenta años, se veía tan bien y cuidado como si todavía tuviera veinte años.
-Bienvenidos queridos alumnos, y huéspedes invitados a nuestro banquete mensual de Edifer. Como todos sabrán Edifer fue el primer ángel caído en el mundo, y en homenaje a él hacemos este banquete todos los meses del año. Dijo señalando un cuadro con un ángel muy guapo-Este es el primer banquete del año 2030, y me enorgullece darle la bienvenida a nuestro primer ángel caído del año, bienvenida Camille al grupo. Concluyo dedicándome una sonrisa y empezando a aplaudir, todos hicieron lo mismo y por un momento quise que me trague la tierra por completo. –Y ahora que el banquete comience agrego.
Entraron un par de chicas seguidas por Cameron con bandejas con trozos de pavo. Nos sirvieron a todos y comenzamos a cenar, todos estábamos muy callados se notaba que estábamos muy hambrientos. Al finalizar muchos de los chicos que estaban sentados en las mesas se pararon y fueron a bailar. Sonaba un vals muy lindo, y a decir verdad todos bailaban perfectamente, lo cual me dio un poco de envidia ya que no era muy buena bailando. Paul se levanto de la mesa y le extendió la mano a Carol invitándola a bailar. Mi amiga me miro toda colorada y le di una sonrisa de aprobación. Carol y Paul comenzaron a bailar junto a los demás, y juro que parecían bailarines profesionales, cada paso que daban era hermoso. Charity los miraba sonriente, hasta que un chico muy guapo se le acerco y le pidió de bailar. Mis dos amigas bailaban perfectamente con una gran sonrisa en sus caras. Hasta ese momento no me había percatado que Aaron me miraba ansioso. Lo mire con una sonrisa y me extendió su mano, invitándome a bailar. Pude observar como Brandon se inquietaba por eso, pero no le di mucha importancia y tome la mano de Aaron. Aaron me llevo a la pista junto a todos los demás, me agarro de la cintura y comenzamos a bailar. A pesar de que no sabía bailar bien Aaron no se preocupo y supo adaptarse a mi ritmo. Me miraba con gran admiración con esos hermosos ojos verdes. No me había dado cuenta pero estaba más roja que un tomate lo cual hizo que Aaron soltara una risita picarona.
-No tengas vergüenza, vas bien Camille. Dijo animándome
-Eh… Gracias. Fue lo único que pude articular.
Lo miraba a Aaron con gran admiración, era el hombre más perfecto que había visto en mi vida y estaba bailando con él. Sabía que Aaron sentía un gran afecto por mí, ya que lo demostraba cada día. Pero yo no estaba segura de lo que quería, sentía que quería mucho a Aaron, pero también Brandon me había generado confusión. Me iba a mantener neutral hasta que decidiera que hacer, no quería lastimar a ninguno de los dos, efectivamente los dos eran muy importantes para mí. El vals concluyo, y comenzó otro, pero antes de empezar a bailar otra vez, Aaron tiro de mí y me llevo hasta el patio. En el patio había otros chicos y chicas charlando, era obvio que habían salido para tener más intimidad. El amor en esta escuela se veía muy presente en todos los alumnos. Muchos de ellos se adentraron en el pequeño bosque que rodeaba la casa para tener aun mas intimidad. Aaron me llevo hasta una parte del jardín muy apartada de la casa, pero aun así se podía ver a los demás alumnos y a la gran casa iluminada. Se sentó en un banco en donde detrás crecía un gran rosedal de rosas de todo tipo, ahora entendía de donde sacaban tantas rosas. Me hizo un gesto para que me sentara a su lado. Me senté a su lado sin dejar de sonreír. Aaron seguía mirándome embobado, con una gran sonrisa.
-Qué lindo lugar este! . Exclame sonriéndole aun más
-Viste es mi lugar favorito de toda la casa, siempre vengo a meditar aquí. Dijo tomándome de una mano.
-Es realmente hermoso! Y ahora entiendo de dónde sacan tantas rosas. Reí y me puse toda roja.
-Cameron se encarga de cuidar este rosedal como si fuera su hijo, aparte las rosas ayudan mucho para curar heridas y para incrementar la fuerza, cada color de rosa tiene un significado para cada afinidad. Comento sonriente y acariciando mi mano
-Mira vos, no sabía eso cada vez voy a aprendiendo un poco más. Volví a sonreírle como una boba
-Ya vas a aprender mucho mas, y me encantaría que tu don sea la curación así pasaríamos mucho más tiempo juntos. Siguió acariciándome la mano. Claro Aaron todavía no sabía nada sobre mi don, ya había descubierto mi don y no era la curación. Lo mire tristemente y se inquieto. -¿Dije algo que te molesto Camille? Pregunto inquieto
-No, nada de eso Aaron, es que ya descubrí mi afinidad. Dije como pude, y comencé a sentir los sentimientos y emociones que Aaron desprendía en ese momento. Se sentía demasiado contento, su corazón gritaba de emoción, y estaba segura de que era por lo que le acaba de decir. Me miro sorprendido y me dio un abrazo que me dejo sin aire.
-Enserio! No sabes lo feliz que me pone esta noticia Camille, ¿Cuál es tu afinidad? Dijo inquieto
-Puedo sentir que estas feliz. Comente sonriéndole
Sus ojos verdes se abrieron de par en par y volvió a sonreír con más ganas, pude sentir con más fuerza su felicidad.
-Es increíble Camille! Tienes afinidad con las emociones es realmente increíble! Como tu madre!. Comento muy eufórico
-Como mi madre cuando era un ángel no completo. Dije
-Así es, luego tu madre logro ser un ángel completo, pero es increíble Camille muy pocos iniciados logran esa afinidad no es tan común, Carol descubrió su afinidad y también nos sorprendió a todos ya que hace años que un iniciado no tenía esa afinidad. Tú y Carol, son las únicas iniciadas con ese don en este cuartel, junto con dos profesoras.
-¿Enserio me dices? Pregunte sorprendida. La noticia me había tomado por sorpresa.
-Sí, enserio Camille, me re alegra. Dijo tomándome de la mano de nuevo
-Igual no tengo en claro cuál es mi misión todavía. Dije bajando la cabeza
-Ya la vas a descubrir, ninguno sabe su misión Camille, mañana comienzan las clases para todos y ya vas a aprender mucho sobre nuestra historia y vas a entender mejor para que estamos destinados. Vas a tener clases normales como todos, y las clases referidas a tu don, que son las más importantes. Dijo sonriente y me tomo de la cara luego agrego –Y se que vas a ser la mejor de todas. Acerco su cara a la mía y nuestros labios estaban a centímetros. Me puse terriblemente nerviosa, Aaron seguía sonriéndome. Pude sentir que su corazón latía con fuerza y con un gran cariño, estaba muy feliz. Pude sentir que mi corazón bombeaba muy fuerte, y estaba roja como un tomate. Aaron apoyo sus labios suavemente en los míos, pero una fuerte explosión nos hizo separarnos de inmediato. Nos paramos y vimos que se desataba un gran incendio en el pequeño bosque cercano a la casa. Aaron se transformo de inmediato. Todos los que estaban dentro salieron a observar, incluso mi padre y Brandon. Paul salió corriendo y se transformo inmediatamente en ángel. Seguido de él salieron Carol y Charity que se transformaron también. De pronto pude sentir pánico y horror, sentía el pánico de todos los que estaban presentes, y un gran miedo. Aaron me tomo de la mano y corrimos hacia donde estaban Paul y las chicas.
-¿Qué está pasando? Dijo Aaron casi gritando
-Esto es obra de los seres negros, tenemos que ir a inspeccionar. Comento Paul
-Se oyen gritos de horror chicos, y siento un gran dolor en el corazón. Comento Carol
-Yo también siento lo mismo. Dije mirando a Carol
Se escucho un grito de dolor que provenía desde el bosque donde el incendio se agrandaba aun más. Me inquiete empecé a sentir cada vez mas pánico y dolor.
-Tenemos que actuar ya! Alguien está sufriendo puedo sentirlo a flor de piel. Dije y lagrimas comenzaron a caer de mis ojos. Carol me tomo de la mano dándome ánimo.
-Debes controlarte, si no, no podrás pelear. Carol apretó mi mano
-Aaron, Nick y Tor vengan conmigo, chicas ustedes se quedan acá hasta nuevo aviso. Dijo Paul muy serio.
Aaron y otros chicos más siguieron a Paul. Antes de adentrarse en el bosque Aaron me dedico una sonrisa dándome ánimo. Brandon apareció corriendo con su espada en mano, siguiendo a los chicos. Pero justo antes de adentrarse en el bosque Arnold apareció transformado en ángel, y lo obligo a retroceder. Arnold se adentro en el bosque a ayudar a los chicos. Cameron apareció también tratando de calmar a todos los allí presentes. La gran mayoría eran mujeres. Yo seguía sintiendo el gran horror y pánico en mi corazón, lo sentía tan fuerte que hacía que se me aflojaran las piernas y que mas lagrimas salieran con más fuerza de mis ojos. Carol me abrazaba con fuerza sabía lo que estaba sintiendo y que no podía controlarlo. Oí otro grito de horror y se me erizo toda la piel. No podía soportar ese sentimiento.
-Debemos hacer algo! No podemos quedarnos aquí hay gente que está sufriendo! Grite y mas lagrimas caían de mis ojos.
-Debemos obedecer la orden de los hombres. Dijo Carol que seguía abrazándome
-Me importa un comino, tenemos poder nosotras también! . Dije soltándome de ella
-Yo opino igual que Camille. Dijo Charity que se notaba que estaba tensa desde que Paul había ordenado que nos quedáramos allí.
Volví a escuchar un grito de dolor, y esta vez pude sentir que provenía de Aaron. Sin hacerle caso a las chicas me transforme y volé hasta el bosque. Pero justo antes de entrar Cameron me corto el camino. Volví a escuchar que Aaron que sufría, más lágrimas cayeron de mis ojos.
-Déjame pasar! Aaron está sufriendo puedo sentirlo! Dije gritando
-No puedo ordenes son ordenes Camille, tienes que respetarlas. Dijo Cameron agarrándome de los hombros.- Ven volvamos con todos.
-Es que no entiendes, déjame pasar! Grite con más fuerza y me solté de ella. –No me obligues a lastimarte. Dije
-No voy a pelear contigo Camille, y tú tampoco te atreverías a lastimar a un profesor. Dijo
Volví a escuchar los gemidos de dolor de Aaron, y la furia invadió todo mi cuerpo. Mi anillo emanaba un calor impresionante por todo mi cuerpo, y pude sentir que todo mi cuerpo brillaba. Inexplicablemente sentí más fuerza y con mis manos produci una luz que hizo que Cameron se apartara de mi camino. Me adentre en el bosque, y no veía absolutamente nada, había mucho humo y sentía mucho pánico y miedo. Volví a escuchar los gemidos de dolor de Aaron y los gritos de Arnold enojadísimo. Una luz me encegueció y pude ver como Paul peleaba cuerpo a cuerpo con un ser negro. Aaron estaba peleando con su espada contra Carl, pero estaba realmente muy lastimado, tenía por todo su cuerpo marcas de mordeduras, y sangraba muchísimo, pero aun así seguía peleando. Al verme se invadió de furia y soltó un conjuro contra mí para que me fuera de allí. Al hacer eso quedo indefenso por unos segundos y eso fue necesario para que Carl volviera a morderle. El conjuro solo me encegueció por un minuto, y pude volar hasta donde estaba Aaron retorcido del dolor. Carl me dedico una sonrisa burlona y comenzó a reír.
-Aquí estas angelito, a ti te buscábamos. Dijo y se abalanzo sobre mí. Pude esquivarlo y comencé a volar lejos de allí, no quería que siguiera lastimando a Aaron y me aleje lo más que pude. Si él me quería a mi era obvio que iba a seguirme. Y así fue, el ser amorfo me siguió con sus horrendas alas negras y una sonrisa maléfica.
-Ven y pelea angelito! No huyas! Grito
-¿Qué quieres de mi? Le grite lanzando un conjuro de luz, a decir verdad no tenía ni idea de cómo hacia eso, solo sentía enojo y salían. Carl grito de dolor, le había quemado un ala, el ser amorfo cayo al bosque fui hasta donde estaba para seguir peleando. Pero aparecieron miles de seres negros que me acorralaron, estaba totalmente indefensa, trataba de hacer el mismo conjuro y no podía. No salía nada, estaba en problemas. Carl se recompuso y se abalanzo sobre mí, esta vez no pude esquivarlo, y me mordió un hombro y comenzó a saborear mi sangre. Grite de dolor, podía sentir como mi sangre fluía en su boca y veía como a los demás seres se le iluminaban los ojos rojos de sed. Trate de separarlo de mi pero no podía, el dolor que tenía en el hombro era insoportable. Aaron apareció desde el cielo y lanzo un conjuro que hizo que los demás seres negros se apartaran de mí. Carl seguía succionando mi sangre, y Aaron estaba realmente furioso. Carl no iba a dejar que se acercara a mi tan fácil, así que mando a los demás seres a atacarlo. Dejo de succionarme la sangre y pude ver sus ojos al rojo vivo y su sonrisa malévola me dio mucho miedo, sentí furia porque estaba disfrutando de mi dolor, y los gritos de dolor de Aaron volvieron a despertarme y pude pelear. Junte mis manos y una luz blanca salió de ellas formando un báculo con un cristal blanco en la punta que desprendía una gran luz, tal como Aaron había sacado su espada aquella vez. Carl chillo de dolor y cayo inconsciente a mi lado. Aaron seguía peleando cuerpo a cuerpo contra los seres, pero estaba muy lastimado ya su cuerpo no daba mas, volé hacia a él y trate de separar unos cuantos seres que se abalanzaban contra él. Pero empujo de mí dejándome fuera de combate. El chico ya no podía más, y ya eran cada vez más las mordeduras que sufría, cada grito me hacia sufrir mas, podía sentir el dolor de el desde su corazón. Hasta que no pude contener más mi furia, solté un grito ensordecedor y de mi báculo salió una gran luz blanca que hizo que todos los seres se desvanecieran en el aire. Aaron cayo inconsciente a mis pies. Se escuchaba que la batalla continuaba, en otras partes del bosque. Pero al menos ahora iba a tener tiempo para llevar a Aaron a salvo a la casa y volver a pelear. Aaron respiraba entre cortado, y sangraba mucho. Tenía que llevarlo ya con Cameron o no sobreviviría. Me miro tristemente con sus ojos dorados pidiéndome una explicación de por qué había desobedecido las órdenes.
-Chist, ahora te voy a llevar para que te curen. Dije acariciándole la mejilla
-N-oo creo que sobreviva. Dijo dedicándome una sonrisa débil
-NO! Eso nunca! Te vas a salvar. Grite y lagrimas cayeron de mis ojos
-Necesito… ya que me curen… no llegar-e vi-vo. Dijo y la sonrisa se borro de su rostro y cerró los ojos.
-Aaron NO! Despierta Aaron, no me puedes dejar ahora NO Aaron no!. Llore con más fuerza- Por favor Aaron no me dejes! Yo te quiero!. Más lágrimas cayeron de mis ojos, y abrace a Aaron con todas mis fuerzas. Mis manos tocaron una de sus heridas al abrazarlo y de ellas salió una luz blanca, haciendo que las heridas dejaran de sangrar. Puse los ojos en blanco, estaba curándolo, Aaron entreabrió los ojos y me sonrió
-Yo también te quiero Camille. Dijo débilmente –Me estas curando preciosa. Y lagrimas de emoción salieron de sus ojos. Lo tome dulcemente de la cara y le di un suave beso en los labios, de mis labios también salió una luz que sano las heridas de Aaron, haciendo que no tuviera más dolor en su cuerpo. Aaron me tomo de la cara y me beso. De repente todo a mi alrededor de esfumo, podía sentir a flor de piel los sentimientos de Aaron y podía sentir mi propia felicidad solo éramos el yo, y sus besos me hacían creer que estaba en el cielo. Estábamos tan compenetrados en el beso que no nos percatamos de que Carol nos estaba mirando con una sonrisa burlona. Inmediatamente Aaron y yo nos separamos como si fuéramos dos desconocidos. Carol echó a reír.
-Vamos a hacer como que no he visto nada. Dijo bajando hacia donde estábamos
-¿Qué viste? No estábamos haciendo nada. Dijo Aaron guiñándole un ojo
-No yo no vi nada, lo único que vi es que la pelea ya finalizo, de la nada una luz hizo desvanecer a todos los seres negros, ahora díganme ¿Cuál de los dos hizo el conjuro? . Me miro inquieta, y al ver mi báculo abrió los ojos de par en par. –No lo puedo creer! Lograste aparecer tu báculo! ¿Fuiste tú Camille? ¿La del conjuro? Pregunto inquieta
-Sí, eso creo, todavía no tengo ni idea de cómo lo hago. Reí
-Ni nosotros, es impresionante! Dijo mirando mi báculo con atención.
-Y no solo eso… dijo Aaron y se cayó porque lo mire con odio
-¿Qué mas paso? Dijo Carol mirándome inquieta
-Camille curo a Aaron. Dijo Arnold que apareció de entre unos árboles. Me di vuelta sorprendida como sabia eso Arnold, significaba que nos había estado mirando, incluso cuando nos estábamos besando. Sentí vergüenza y quise que me tragara la tierra.
-Pero ¿Cómo puede ser? Si ya había encontrado su afinidad. Dijo Carol sorprendida –A menos que… se quedo sin habla y me miro sorprendida
-Que sea un ángel completo. Concluyo Aaron
Automáticamente me mire el anillo que tenía en mi dedo índice, seguía exactamente igual. Era plateado y tenía mis iniciales tal como había llegado a mi mano. Pero si era un ángel completo debería tener las tres afinidades, y ahí me acorde que había podido derrotar a Cameron sin ningún problema, sabiendo que Cameron es un ángel mucho más fuerte que yo. ¿Pero cómo podía ser? Si mi anillo seguía igual. Lo mire a Arnold inquieta necesitaba una respuesta ya!
-Camille no es un ángel completo, ella es hija de un ángel completo, por lo tanto a veces hijos de ángeles caídos pueden tener sus mismos poderes, pero hay otra cosa, Marie transfirió sus poderes en ti, sacrifico su vida por ti, por lo tanto parte de ella vive en ti Camille, y es posible que a veces realices conjuros sin saber cómo, es porque ella esta ayudándote a ser un ángel. Podrás dominar tus propios poderes cuando sepas como usarlos, y después de aprender todo lo necesario puede ser que te conviertas en un ángel completo. Pero requiere mucho esfuerzo Camille. Por eso vas a tener clases de todas las afinidades.
-Pero no va a dar abasto! Dijo Aaron mirándolo
-Va a aprender a manejar los tiempos, pero necesita saber de todas las afinidades. Dijo sonriéndome
-Estoy dispuesta a aprender todo. Dije y comenzó a dolerme el hombro que me había mordido Carl, me lleve las manos al hombro que no paraba de sangrar. Aaron corrió a mi lado y me tomo de la cintura
-¿Estás bien? Dijo preocupado
-S-i. Dije débilmente y me desmaye en sus brazos.


Katherine
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