La Casa de la Noche
Bienvenido invitado a La Casa de la Noche Argentina. Si estás registrado, identificate. Y si no estás registrado, estás invitado por todos los usuarios a registrarte!!!
Asi que, REGISTRATE y empeza a vivir tu propia historia en LA CASA DE LA NOCHE!!!

Unirse al foro, es rápido y fácil

La Casa de la Noche
Bienvenido invitado a La Casa de la Noche Argentina. Si estás registrado, identificate. Y si no estás registrado, estás invitado por todos los usuarios a registrarte!!!
Asi que, REGISTRATE y empeza a vivir tu propia historia en LA CASA DE LA NOCHE!!!
La Casa de la Noche
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Fase Lunar
CURRENT MOON
Staff de HON Argentina
Conectarse

Recuperar mi contraseña

Tu panel de control
TU PERFIL
Información
Preferencias
Firma
Avatar
RED SOCIAL
Lista de amigos e ignorados
Miembros del foro
Grupos de usuarios
MENSAJES PRIVADOS
Mensajes recibidos
Mensajes enviados
TEMAS SUPERVISADOS
Suscripciones
Últimos temas
» Actualidad
UNA NOCHE ( una historia corta ) Icon_minitimeLun Ene 18, 2016 3:11 am por LEONELG88

» cual es su personaje preferido???
UNA NOCHE ( una historia corta ) Icon_minitimeMar Ago 26, 2014 3:09 am por *Adriane*

» Fifty Shades of Grey!
UNA NOCHE ( una historia corta ) Icon_minitimeSáb Jun 07, 2014 11:39 pm por **April Lubally**

» TRILOGÍA PÍDEME LO QUE QUIERAS
UNA NOCHE ( una historia corta ) Icon_minitimeSáb Jun 07, 2014 11:38 pm por **April Lubally**

» Que series ves actualmente ?
UNA NOCHE ( una historia corta ) Icon_minitimeSáb Jun 07, 2014 11:34 pm por **April Lubally**

» Saga Rachel Morgan
UNA NOCHE ( una historia corta ) Icon_minitimeJue Mayo 08, 2014 4:39 pm por faryela

» Plans For The Future~
UNA NOCHE ( una historia corta ) Icon_minitimeMar Mayo 06, 2014 12:12 am por LEONELG88

» Video juegos :)
UNA NOCHE ( una historia corta ) Icon_minitimeMiér Abr 16, 2014 1:14 pm por DIANE L.

» Usuarios Nuevos
UNA NOCHE ( una historia corta ) Icon_minitimeVie Ene 31, 2014 8:02 pm por **April Lubally**

Foros hermanos
UNA NOCHE ( una historia corta ) 2qu18k6
Los posteadores más activos del mes
No hay usuarios

¿Quién está en línea?
En total hay 1 usuario en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 1 Invitado

Ninguno

[ Ver toda la lista ]


El record de usuarios en línea fue de 54 durante el Lun Nov 13, 2023 9:40 am

UNA NOCHE ( una historia corta )

2 participantes

Ir abajo

UNA NOCHE ( una historia corta ) Empty UNA NOCHE ( una historia corta )

Mensaje por LEONELG88 Miér Dic 14, 2011 12:51 am



La noche era fresca pero no tardaría en ponerse más fría aun, y aquello constituía la norma en plena época invernal. La ciudad era un congelador con temperaturas bajo cero y la gente en su mayoría rogaba que toda la urbe se convirtiera en una casa en la que todos pudieran guarecerse de la helada. Aquella podía ser cualquier noche, en cualquier ciudad, a cualquier hora de la noche. Y esta historia ser cualquier historia como también sus protagonistas anónimos.
Los ojos pardos de Armando miraban la bola de cristal de tipo navideña que el sacudía pausadamente para ver el maravilloso efecto de nevada que producía el agua y las partículas alojadas adentro de la bola. Aun sin tener la capacidad de asombro que tenía en su niñez, él seguía siendo perfectamente capaz de valorar la belleza de un objeto tan simple y austero. Tal vez gozaba de escuchar algo de música también pero también necesitaba ejercitar su visión con cosas simples de modo de no perder del todo su noción del mundo que lo rodeaba al igual que también podría decirse que lo que él simplemente quería era disfrutar de las cosas simples: una bola de cristal, un aparador peculiar, un paisaje pintoresco o cualquier otra cosa.
Aquella conducta no respondía sencillamente a su mera naturaleza nostálgica sino también a su necesario deseo de buscar algo más que le permitiera encontrar un poco de belleza en un mundo que a su juicio se presentaba mas y mas convulsionado ante sus ojos, los cuales ya no veían sino caos. Ignoro la bola un segundo para dirigir su mirada hacia Jaime, quien estaba revisando unos mensajes en su Blackberry recién comprado aquella mañana. Su respetable estatura contrastaba con su cara de tipo bonachón aunque un poco feroz por su parecido con Carlos Tevés. Vestía con pantalones, camisa y mocasines color blanco como la mayoría de los muchachos gustaba vestir y él no era una excepción en cuanto al gusto general, salvo por el hecho de que el gustaba de bóxers de colores excesivamente chillones.
- ¿Le mandaste mensaje a Ramiro?- Pregunto Armando.
- Ya le mando.- Aviso Jaime.
Armando pensó que lo mejor era ser paciente en cuanto a Ramiro y la verdad es que no le quedaba otra opción. Si había tipos de los que no se podía esperar sino desprolijidad, Ramiro era el caso por excelencia. No importaba la edad, si fueran de 20 o 40, si fueran morochas o rubias o coloradas, si les gustara tal o cual cosa en la cama, no había nada que Ramiro no aprovechara en cuanto a mujeres. Armando alguna vez sintió envidia hacia ese éxito de Ramiro hacia el sexo opuesto, pero con el tiempo llego a la conclusión de que sea cual fuere el talento solo había que saber explotarlo a su favor. Todos hacían su parte y no había razón para considerar que alguien fuera mejor que el otro. En una sociedad como aquella solo cabe respetar lo que dentro de los límites aceptables de lo que aun en estos tiempos puede ser llamado amistad. Fue esta la conclusión que Armando siempre uso para tolerar las faltas de consideración de sus compañeros y ciertamente servían hasta cierto punto en calmar sus deseos de violencia contenida.
Orlando se rasco un poco la nuca mientras veía como Jaime mandaba el mensaje a Ramiro. Orlando tenía un aspecto francamente miserable y eso no tenía relación con su aspecto tan pulcro y elegante como el de Jaime. Orlando siempre exhibía una mirada maliciosa que de varias formas daba a entender su pobreza espiritual y moral. A él no le interesaba nada excepto lo que fuera a corto plazo y aquello significaba placeres mundanos simplemente. A Ramiro y Jaime les encantaba aparecer por los discos y pubs engalanados y buscando mujeres por doquier, pero Orlando solo buscaba sacarse las ganas así que él recurría más al comercio caro de los cabarets. El fue un muchacho muy humillado en su juventud por su aspecto físico y timidez aunque no confesada. Armando se encontraba sintiendo pena por él en algunas ocasiones puesto que de algún modo entendía cómo fue su vida. Sin embargo no olvidaba que era un sujeto peligroso y extremadamente violento. El respeto que Orlando nunca pudo conseguir lo reemplazo con el miedo en base a la amenaza y la violencia. Su primera vez fue contra un cumbiero a quien le desfiguro la cara a la salida de un boliche, ya desde entonces se hizo fama de tipo serio y pocas pulgas.
Armando confiaba en él un poco más que en Jaime o Ramiro, pero era consciente que tampoco era un tipo para darle la espalda seguido. Armando mantenía un liderazgo virtual del grupo y su propio carácter se chocaba con el de Orlando, aunque si mantenía ese liderazgo era porque Orlando era consciente de que Armando era el más fuerte pese a todo. La desconfianza de Armando se fundamentaba en la poca honra que Orlando mostraba en ocasiones ya que era extremadamente traicionero y no dudaba en atacar por la espalda.
Ramiro dejo sus pensamientos y agradeció que Jaime pusiera algo de música mientras Orlando también sacaba su celular y se ponía a mandar mensajes a otros conocidos. Volvió su atención de vuelta a la bola de cristal; era tan simple y hermosa. Aquella noche seria larga y lo mejor que quedaba por hacer era esperar a Ramiro para poder salir y aprovechar el considerable movimiento que seguramente se estaba gestando en las calles. La ciudad había cambiado mucho en los últimos diez años y cada vez se notaba más. En cada local de comida rápida, en cada nuevo hipermercado, en cada centro nocturno ya fuera disco, pub o lo que fuera. Ya nada era lo que solía ser. Las calles se veían tremendamente atestadas de gente en una medida espantosa, nuevas formas de delincuencia urbana se gestaban constantemente y por más que la represión se reforzaba el fenómeno de la violencia seguía en aumento, apoyada en la corrupción tanto de las fuerzas de seguridad como de la burocracia del gobierno liberal. Todo constituía un entramado que diseñaba el tejido de la miseria liberada en toda su capacidad de exposición y en todos los rubros posibles de manifestación en la vida del común de la gente. La violencia, el desprecio, la especulación y todo lo que tuviera que ver con tener la peor relación posible que con prójimo parecía ser el mandamiento infaltable en el transcurso de una vida que parecía estar hecha para ser miserable en su totalidad.
Pero los muchachos no pensaban en eso. La verdad era que lo único en que pensaban era en lo mucho que podían disfrutar la noche. Todos, a excepción de Armando, venían de familias acomodadas y no tenían muchos reparos morales respecto de lo que solían hacer noches como aquella. Si alguien les preguntara que pensaban ellos mismos sobre lo que hacían, lo único que ellos pensarían era que simplemente estaban pasando el rato como mejor podían. Seguramente el mundo en el que vivían no les daba muchas razones para pensar en que hubiera algo malo en lo que hacían. Solo era así y nada más.
El mundo posee una naturaleza muy cambiante y difícil de comprender la mayoría de las veces. No todo se vislumbra desde la tragedia, ni todo se goza desde la alegría y quizás es por eso que el general de los habitantes de este mundo no se entregan demasiado al análisis de lo que pasa a su alrededor.
Ramiro llego 2 horas más tarde de lo que se esperaba que apareciera. No era agradable para los muchachos. Faltas así era algo que el grupo no toleraba de ninguno, a acepción de Ramiro por supuesto. Era inevitable que el sujeto se comportara con la más descarada irresponsabilidad, y él no tenía reparo en demostrarlo.
- Como están los locos, vieja- dijo saludando.
Ramiro vestía ropa de mesero. Ese era su trabajo en él bar de su tía, en donde trabajaba los fines de semana para no levantar sospechas en cuanto a los lujosos gastos que hacía. Recientemente se había comprado un saco de gala que mostraba cada fin de semana y en cada situación oportuna para engalanarse.
- Si no fueras tan fantoche – dijo Orlando – no estarías teniéndonos esperando tanto. Nos queda media hora para salir.
- Menos mal que la Irina no me tuvo muy ocupado hoy – contesto travieso Ramiro.
A Orlando le tenía sin cuidado lo que Ramiro hiciera con sus proyectos de turno aunque también le gustaba la idea de verse un rato con la Irina también. Peo en ese momento había cosas más importantes en las que ocuparse por el momento aquella noche. Y fue Jaime el que le recordó a Armando el nuevo truco que tenían pensado implementar aquella noche, y no era para menos ciertamente. Había mucho que poner en práctica aquella noche, y el tiempo justo para hacerlo era un elemento a considerar, al igual que el sujeto o sujetos justos para implementar el plan que Jaime había desarrollado. En los tiempos actuales la gente ya no era tan fácil de engañar y lo mejor siempre es tener un plan mejor la próxima vez. El mundo cambia y hasta la maldad tiene que adaptarse correctamente para seguir teniendo éxito en la modernidad, venga lo que venga, pase lo que pase. No es que a Armando le gustara tanto la reinterpretación de la violencia en el mundo pero era más seguro fortalecer ciertos puntos para no quedar expuesto a los peligros que están latentes aun para aquellos que también tienen puesto el cartel de “peligrosos”.
- Bueno, Ramiro tiene como veinte minutos para bañarse y los demás ya estamos listos, ¿no? – interrogo Armando a sus compañeros.
- Si claro – contesto Jaime.
- Obvio – dijo Orlando.
- No me tardo – dijo Ramiro finalmente.
Armando continuo observando la bola de cristal mientras Ramiro se preparaba y los demás ponían en orden las cosas en el auto de Jaime. Todo estaba listo para aquello que inevitablemente iban a hacer. A Armando le pasaban varias cosas por la cabeza y a la vez nada. Podía estar pensando en lo insignificantes pero fascinantes que eran esas partículas suspendidas en el agua que hacia bien su trabajo de simular la acción del viento que revoloteaba aquellos falsos copos de nieve, que él nunca había visto en su vida y probablemente no vería nunca en su vida. Muchas cosas pasarían aquella noche, cosas aberrantes, hechos condenables, eventos que serian tildados por la prensa como “barbaros actos de crueldad sin sentido”. Pasarían toda clase de faltas contra lo que se denominan Derechos Humanos. Actos cuya única explicación posible seria el horror que vive el mundo de la humanidad. Pero Armando no pensaba en ninguna de esas cosas de las cuales él ya estaba sobre aviso sobre su inminencia aquella noche. A Armando lo único que le interesaba era imaginarse cómo se verían aquellos copos de nieve en la realidad.
Ramiro termino de ducharse y prepararse cuarenta minutos más tarde de lo planeado. Lo raro hubiese sido que se tardara menos puesto que estaba en su naturaleza tomarse un buen rato para engalanarse, y cualquier cosa aparte de eso difícilmente podría formar parte de su peculiar personalidad, por lo general tan narcisista como despreocupada. Armando no tenía problemas con las particularidades de sus amigos, pese a que estas solían sacarlo de sus cabales más de una ocasión, pero aquello no importaba en aquel momento. Los muchachos tenían cosas por hacer esa noche y no podían distraerse mucho. Jaime y Orlando ya habían avisado a sus novias de turno que los chicos tenían salida de hombres y que volverían tarde, así que no había razón para intercambiar mucho mensaje. Cuando todo estuvo listo, se pusieron en marcha. Subieron al wolsbagen de Jaime y se adentraron a la noche y sus pecaminosas ofertas.
A medida que dejaban las zonas más viejas del vecindario se apreciaba a simple vista los severos cambios que la ciudad había experimentado a lo largo de los años de modernización implacable y despiadada, la cual no toleraba más sentimentalismos respecto sobre cómo debe vivir la gente. Ser nostálgico en una época como esta es un pecado imperdonable y Armando sabía de antemano que sería el juicio de muchos hacia él y hacia los suyos. Su padre padeció el asedio de muchos que lo perjudicaron económica y laboralmente por sus ideas. Hablar de equidad e igualdad en el mundo de liberalismo absoluto siempre fue una herejía que los autoritarios y corruptos de turno se encargaban de castigar con rigor. Armando apenas recordaba a su padre. Ya había pasado mucho tiempo desde que enfermó y murió, dejando a su madre en una angustia que nunca termino. Ya no tenía tiempo para pensar en aquellas cosas que no le dejaban sino dolor y amargura. Era más fácil ser corrupto como los demás que ponían las reglas del juego y desligarse de toda emoción que recordara la propia humanidad.
Los muchachos recorrieron varios bulevares y plazas adyacentes a los pubs y locales de encuentro nocturno que tanto fascinan siempre a los trasnochadores casuales. Buscaban algo fácil: una pareja enamorada, dos o tres tipos borrachos, algún desprevenido solo por ahí (máxime si fuere una mujer). En definitiva, lo que buscaban era alguien débil y confiado. Sería una suerte ansiada si se encontraban con algún extranjero. Esos eran los más fáciles de “procesar” como le gustaba decir a Ramiro. A esos infelices era sencillo desaparecerlos. Si bien las autoridades le daban prioridad a los desaparecidos foráneos, era mucho más difícil hallarlos pues los conocidos que pudieran dar datos viables en una investigación no abundaban. Era casi una cuestión de fe conseguir datos de alguien cuyos restos difícilmente llegarían a ser hallados.
Los muchachos se fueron alejando de las zonas con mucho público. No querían llamar mucho la atención y tenían sus buenas razones. Poco a poco se internaron en los suburbios, donde la mayoría de la gente casi nunca transitaba pues se sabía que no era un buen lugar para transitar, en especial de noche. Pero los muchachos sabían que cabía la posibilidad de encontrar a algún cordero desprevenido por aquellos lados. Solo necesitaban un golpe de suerte y efectivamente lo iban a hallar.
Después de recorrer algunas callejuelas desiertas durante aproximadamente dos horas, los muchachos pudieron ver a lo lejos a una pareja caminando. Los vieron justo desde la vuelta de la esquina y desde atrás. Su vestimenta se veía un tanto estrafalaria por lo cual dedujeron que podía tratarse de una pareja de extranjeros y eso podía ser muy bueno. Armando se hallaba sentado siempre en la parte de atrás del vehículo junto con Orlando puesto que a ninguno de los dos les gustaba la forma de manejar de Jaime, así que se deslizo para ver más de cerca quedando entre Jaime y Ramiro.
- No nos acerquemos todavía – dijo él – esperemos que se alejen un poco, así no van a sospechar.
- Dale – dijo Jaime.
Orlando preparo la picana eléctrica que tenía en el bolsillo mientras Armando se sacaba del suyo una manopla de acero que se acomodo en la mano de modo que sus nudillos quedaran cubiertos por la dura superficie metálica. La severidad de los métodos de los muchachos era más una reacción a su ansiedad antes de un asalto que una metodología planeada con anterioridad. En situaciones como las que le arañaban a él, Armando sostenía una posición que podría considerarse casi hasta filosófica, su lema era: “Si vas a hacer el mal, hacedlo bien”, aunque la parte de “hacedlo” era una pura fantochada a los ojos de sus amigos, quienes no reflexionaban demasiado respecto de lo que hacían.
Cuando la pareja ya se había alejado otros cien metros, y cuando los muchachos estuvieron listos, Jaime acelero bruscamente y la camioneta se precipito a gran velocidad hacia la esquina dando una vuelta violenta. Jaime, quien era muy bueno al volante pese a su locura, freno el vehículo de tal forma que se detuvieron unos veinte metros de donde estaba la pareja y dejando la camioneta casi de costado en la calle. La violencia del movimiento de aquella enorme carrocería sorprendió enormemente a la pareja, la cual se hallaba inmersa en la quietud de la noche momentos atrás. Eran un hombre y una mujer, rubios los dos y vestidos de un modo muy turístico. Al principio ambos quedaron absortos ante el trasto que quedo como si algo le hubiese ocurrido y no sabían que pensar de la situación. Justo en el momento en que la mujer miro hacia su compañero la puerta delantera del conductor se abrió repentinamente. Jaime salió lentamente y apeándose en el piso y luego reincorporándose lentamente a la vez que profería sonoros gemidos de dolor. La pareja se acerco y el sujeto con delicadeza a Jaime por el hombro a la vez que decía:
- Oiga, ¿está bien Ud.?
El sujeto hablaba con un marcado acento foráneo. Era lo que Armando había esperado para aquella noche.
Orlando se escabullo por detrás de la pareja y saco un pañuelo con un intenso olor, el cual por cierto la mujer sintió con fuerza cuando Orlando la tomo por el cuello de atrás al tiempo que le tapaba la boca con el pañuelo. El sujeto, sorprendido de sobremanera, no tuvo tiempo de reaccionar antes de ver a Armando junto que Ramiro mientras ambos se abalanzaban hacia él. Armando le profirió un fuerte puñetazo con su mano armada con la manopla, hiriéndolo y desorientándolo. El sujeto cayo redondo, casi sin poder responder, ante lo cual los muchachos no tuvieron problemas llevándolo a la camioneta junto con su inconsciente compañera.
- Vamos – dijo armando.
Jaime se puso en marcha y, rápidamente, se alejaron del lugar sin demasiada prisa, cosa de no levantar sospechas. Por lo general la gente no suele darse cuenta cuando ocurre un hecho criminal, quizás por desatención o más probablemente por temor de la gente. Los criminales usualmente no tienen por qué preocuparse de que algún civil intente una heroica acción de rescate, no por cobardía sino porque la gente por lo general no quiere morir, ni siquiera para salvar al prójimo.
Ramiro rasgaba las ropas de la mujer, inconsciente por formol que se le había hecho respirar, y se excitaba más a medida que la camioneta se dirigía por la ruta en dirección a una lejana represa. El lugar quedaba a gran distancia de la ciudad y de la estación de servicio más cercana, así que no se preocuparon demasiado por la tardanza pese a que iban a gran velocidad. Ya habían recorrido el camino varias veces. Armando le había recomendado a Ramiro que lo que quisiera hacer con la mujer lo hiciera manteniéndola inconsciente. Lo que menos necesitaban era a alguien pataleando y forcejeando dentro de una camioneta que se desplazaba a más da 150 km por hora.
Mientras escuchaban los jadeos de Ramiro, los muchachos consideraban como terminar con los extranjeros antes de deshacerse de ellos. Ya tenían preparadas varias pesas soldadas en casa de Armando para hundir los cadáveres y asegurarse que no volverían flotando. Una vez que llegaron a la represa, Jaime estaciono debajo de un árbol y apago el motor. Armando y Orlando bajaron primero y abrieron el compartimiento de la camioneta para encargarse del sujeto, quien todavía se encontraba atontado por el golpe. Llevaban guantes de goma para acabar con el tipo de la manera más clásica, estrangulándolo. La primera vez que lo hizo, a Armando le tomo un buen rato terminar con el sujeto, pero con algo de practica ya no le tomaba sino unos minutos apenas. A su vez, Ramiro y Jaime realizaban la misma operación con la mujer dentro de la camioneta. Después de que ambas víctimas expiraron, los muchachos se dispusieron a saquear y desnudar ambos cuerpos. Era una tarea rutinaria.
Armados con unas pinzas sacadas del taller del difunto padre de Armando, los muchachos cortaron los dedos de las manos y los dientes de ambos cadáveres. Metieron todos lo que no se llevarían y los pasaportes correspondientes a Lucy Bleickert y Alex McLoon; ambos de nacionalidad británica, dentro de una bolsa plástica y la ataron al cuello del hombre. Los muchachos procedieron a encadenar los cadáveres con las viejas cadenas que habían encontrado en un depósito de fierros. Armando le agrego más peso soldando otros fierros a las cadenas con la soldadura eléctrica que su padre le dejo al morir. Armando no pudo evitar pensar en el viejo un momento mientras ataba las gruesas cadenas a los cuerpos desnudos. Una vez atados, los cargaron hasta un acantilado que caía hacia una parte profunda de la represa. Arrojaron los cadáveres, los cuales dieron un fuerte salpicón en el agua fría. Luego, se fueron hundiendo hasta que ya no eran visibles bajo las oscuras aguas.
Mientras la camioneta se dirigía de vuelta a la ciudad, Armando contemplaba la noche desde la ventana de la camioneta. Jaime prendió la radio y se escuchaba “Bailando con tu sombra” de Víctor Heredia, aunque la que estaban pasando era la versión hecha por Abel Pintos. A Armando le gustaba esa canción, tanto que dejo que sus notas lo adormecieran mientras observaba la noche con sus infinitas estrellas y sus sombrías nubes las cuales surcaban lentamente aquel frio y misteriosos cielo oscuro.


Era 24 de diciembre a la noche. El mundo se preparaba para pasar una clásica noche buena. Las calles habían estado muy pobladas a la mañana y el frenesí urbano resulto de lo más destructivo. En la ciudad, solo en el mes de diciembre, hubo más de 150 personas menores de 20 años muertas en accidentes viales, sobredosis de alcohol y drogas, suicidios y algunos asesinatos. Eso sin contar a un creciente número de desaparecidos entre los cuales llamaba la atención un par de extranjeros de los cuales no se sabía nada. Probablemente no se volvería a saber. Demasiados muertos quedarían sin vengar ese fin de año. La realidad se volvería un tema oportuno para arrear audiencia en los medios noticiarios. Los temas festivos se turnaban cada instante con la inacabable lista de necrologías y sus respectivos agravantes, los cuales entretienen bien al morbo de la plebe. Por supuesto que no faltarían los clásicos mensajes de paz, fraternidad y amor los cuales se olvidarían ni bien todos terminaran de brindar. Muy pocos se tomarían el trabajo de pensar en la esclavización del hombre por el hombre, del imperialismo y de la larga noche de los 500 años. Un buen marketing podía tapar todo eso.
Los muchachos se enfrascaron cada uno en sus respectivos festejos. Orlando y dos de sus hermanos, la pasaron en casa de Jaime y su familia. Ramiro la paso con familia, amigos y novia. Armando estuvo aquella noche en el asilo “Gracia divina” para acompañar a su anciana madre, la cual padecía desde hace varios años el mal de Alzheimer. No hablaron mucho. Desde hacía mucho tiempo que Armando no recordaba escuchar hablar normalmente a su madre desde que él tenía 8 años. No solo desde los efectos de su enfermedad, sino desde que un accidente en moto le quito la vida a su marido cuando este iba a cazar a los montes.
Un viejo reloj marco la medianoche y Armando despidió a su anciana madre con un beso. El la miro esperando ver que lo reconociera. Los ojos de la mujer no dieron signos de reconocer a su único hijo. Armando abandono el lugar y camino por las calles sin buscar nada más que el espíritu nocturno entre el sonido de cohetes, deseando que no hubiese nada más que aquello que lo rodeaba. Su celular vibro en su bolsillo y lo saco para leer el mensaje de Jaime: “loko, venite a lo de Ramiro, esta noche salimos”.
Armando siguió caminando y procuro, aunque fuese por un instante, de olvidar al mundo, a los humanos, y por sobre todo a sí mismo. Precisamente era en aquel lugar y en aquel momento que él podía entender el corazón del hombre. Ya no era un misterio.
En aquel instante de oscuridad e iluminación simultanea, Armando recibió la navidad, festejo que según la tradición cristiana marca la llegada del Dios hecho hombre, hombre que exigirá la libertad de los pobres y desahuciados, hombre que será torturado y martirizado para que todos los impíos apartados de la luz puedan hallar la salvación.
LEONELG88
LEONELG88
Prefecto
Prefecto

Mensajes : 395
Puntos de experiencia : 529
Reputación : 10
Fecha de inscripción : 26/06/2011
Edad : 35
Localización : argentina

Hoja de personaje
Nombre: Santiago Bladez
Pareja: -
Don: Fortaleza

http://www.myspace.com/leonelg88

Volver arriba Ir abajo

UNA NOCHE ( una historia corta ) Empty Re: UNA NOCHE ( una historia corta )

Mensaje por Katherine Jue Dic 15, 2011 5:11 pm

¿Qué se supone que es esto? Si es un escrito propio tiene que ir en la sección de literatura en el foro "Literatura" donde se suben los escritos propios de los foreros. Así que te muevo el tema allí Leonel. Si no es un escrito tuyo, avisame o especifica de donde viene y veo donde lo ubico.

Katherine
Sacerdotisa Roja Afinidad: Viento
Sacerdotisa Roja Afinidad: Viento

Mensajes : 455
Puntos de experiencia : 835
Reputación : 19
Fecha de inscripción : 03/01/2011
Edad : 33
Localización : Olivos

Hoja de personaje
Nombre: Cari Redbird
Pareja: James Stark
Don: Dar en el blanco y Viento

http://carigazzola.blogspot.com/

Volver arriba Ir abajo

UNA NOCHE ( una historia corta ) Empty Re: UNA NOCHE ( una historia corta )

Mensaje por LEONELG88 Dom Dic 18, 2011 1:15 pm

Efectivamente, el escrito es mio, y no lo puse aca por que quize. Sucede que como camiaron de lugar tantas cosas no encontraba el espacio de escritos propios. Disculpa el inconveniente en todo caso.

Salud
LEONELG88
LEONELG88
Prefecto
Prefecto

Mensajes : 395
Puntos de experiencia : 529
Reputación : 10
Fecha de inscripción : 26/06/2011
Edad : 35
Localización : argentina

Hoja de personaje
Nombre: Santiago Bladez
Pareja: -
Don: Fortaleza

http://www.myspace.com/leonelg88

Volver arriba Ir abajo

UNA NOCHE ( una historia corta ) Empty Re: UNA NOCHE ( una historia corta )

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.