Almuerzos en la casa de la noche

Luego de la conversación que tuve con Ángeles en la habitación donde pudimos conocernos un poco mejor ya que compartiríamos mucho tiempo en este lugar, nos dirigimos al comedor. Ella acababa de llegar y de seguro tenía hambre, me lo había dicho, quería que se sintiera cómoda así que lo mejor que podía hacer a parte de mostrarle el lugar más tarde para que fuese adaptandose, era llevarla al comedor para que comieramos algo, yo tambiñen moría de hambre.

No bien salimos de la habitación, Vainilla me siguió, era un poco extraño, a ella le gustaba pasearse por todos lados y poco tiempo estaba conmigo, solamente cuando llegaba la hora de dormir porque le gustaba acomodarse a mis pies y no se movía hasta que yo abría los ojos, pero ahora parecía más pegadiza, quién sabe...quizá le estaba gustando más tenerme cerca o al menos eso esperaba y que no fuera nada malo, ya que no era un comportamiento habitual.

-Espero que encuentres alguna comida de tu agrado, particularmente me gustan lso refrescos o jugos de naranja y algunas papitas, es lo que como casi siempre- le dije mientras caminábamos para hablar de algo ya que parecía aún un poco perdida, no era para menos, el lugar era enorme y a mi también me había costado acostumbrarme.
-Gracias, ya veremos que hay para comer- respondió con una sonrisa, me alegraba que ya nos cnocieramos mejor, seguro seríamos amigas.

Llegamos al comedor, varias personas estaba ahi, la mayoría comiendo algo y conversando alegremente, si uno lo veía desde afuera parecía un lugar corriente en un colegio normal o al menos parecía que todo estaba en orde, pero no era así...las cosas seguían complicadas, aunque en mi caso prefería mantener la clama y tratar de actuar normal y no como una loca desquiciada.
Agarre mi habitual refresco y papas con Vainilla pisandome los talones, de verdad...me preocupaba, la miré unos segundos pero todo parecía normal, la había alimentado asi que hambre no tenía...ya, bueno. Esperé a que Ángeles eligiara qué comería y le hice séña de que la esperaría en una de les mesas.

Entro a la cafeteria disimuladamente. Generalmente me era facil entrar a ciertos lugares sin ser notado pero ahora es distinto: una cosa era la jungla y la guerra, otra es un colegio. Me sinento y rezo por no llamar la atencion en lo mas minimo. Por lo general los iniciados son buscados para charlar y relacionarse pero no es mi caso. No son pocos los que saben de mi origen, y no son pocos los que hasta me consideran un terrorista. No pretendo ganar su atencion, tampoco pretendo su comprencion. Vivi gran parte de mi corta vida acediado por enemigos. ellos no me imprecionan. Como Gabino me dijo una vez: " Te temen por que no te controlan".
Sin embargo no todo es malo, Cari ; otra estudiante, suele hablar conmigo un poco. Supongo que se compadece de mi al ver que algunos me excluyen. Supongo que le inspira lastima verme solo, claro que no es mas que una amistas nada mas. Le tengo respeto. Puedo ver que hay algunas riñas por celos entre algunas chicas, y eso me divierte como espectados. Tal vez a largo plazo no la pase tan mal aqui.

Estaba concentrada en mis papas y mi refresco, pocas cosas eran tan buenas como comer (si, parezco una glotona, pero no es así, solo sé disfrutar de la buena comida) o en este caso...comida chatarra, aunque no me alimentara ni un poco, nadie podía nergarse a las papas y el refresco, ¿a quién no le gustaría? en fin, a veces solía ingerir otras cosas quizá con un poco más de vitaminas, pero a decir verdad desde el último episodio en mi antigua Casa de la Noche, sencillamente había perdido el apetito...pasé varios días sin probar bocado, tal vez se debiera a la parte del duelo que estaba relalizando y que esperaba terminarade una vez o de lo contrario me convertiría en un zombi...no quería pensar en él ,no quería pensar en nada de lo que había sucedido porque se me formaba un nudo en la graganta y la comida directamente no pasaba, me daba la ensación de estar comiendo arena (o alfajores de maicena, son ricos pero dificiles de digerir)

Por suerte Ángeles habló, sacandome de mi burbuja de pensamientos que no contribuían a mejorar mi ánimo sino todo lo contrario, a dejarlo por el piso. Me acomodé el cabello mientras la escuchaba y luego dirigí mi mirada hacia el chico del cuál hablaba ella.
-No todos están en grupo, suongo que con todo lo que ha sucedido estos últimos tiempos las cosas son diferentes en la Casa de la Noche- dije pensativa mirando al chico, no era bueno estar solo, a nadie le gustaba eso, y tampoco era una chica que permitiera que esas cosas sucedieran sin más.

Miré a Ángeles con una media sorisa. -¿Qué te parece si lo llamamos? hay lugar en nuestra mesa, quizá sea nuevo- dije y a cotinuaciónle hice seña al chico para que se acercara ycompartiera el almuerzo con nosotras.

Estaba por sentarme en algun lado cuando otra estudiante en un mesa me hizo una seña. No sabia bien quien era ella, pero parecia que solo queria ofrecerme un lugar en la mesa que ocupaba junto a una amiga suya. Al principio dude un poco pero luego me dije " no pierdo nada, tal vez hasta conosca gente nueva".
Me acerque un poco avergonzada de encarar mi primera interaccion social real desde que entre en territorio enemigo y oviamente lo mejor que se me ocurrio decir fue
- hola - asi de tonto.
La chica que me llamo a acercarme me sonrio, quiza al darse cuenta de mi tonto comportamiento
- como te llamas?- fue su pregunta.
- Santiago Ulianov es mi nombre - le respondi.

El chico se presentó, parecía algo tímido, yo también lo era pero ultimamente había comenzado a hablar más con las personas de ahí, creo que era na forma de conocer un poco más a los iniciados y también una forma de ser algo más extrovertida y no como solía ser, ya que eso me había traído muchos problemas.
Así que me esforzaba por ser un poco más sociable con quienes se me acercaran, una vez que tenía confianza con las personas no habían problemas y simplemente era yo.
-Mucho gusto Santiago, soy Sasha, siéntate con nosotras- lo invité ya de paso podríamos hablar los 3 y conocernos mejor.

Ángeles parecía muy incómoda, me preguntaba cuál sería el motivo, ¿sería por Santiago? no quería que se sitiera así, de modo que decidí que sería buena idea hablar de algo para que ella también pudiese participar.
-¿De dónde vienes?- le pregunté al chico. -Yo hace poco estoy aquí, me han trasladado de otra Casa de la Noche, es un lugar bonitos y las chicas que he conocidoson agradables, espero te guste- le dije con una sonrisa.
Miré a Ángeles quién parecía sumida en sus pensamientos mientras comía, ¿habría dicho algo que le molestara? pensé, pero no creía que fuera así, solo había llamado a Santiago para que no se sintiera solo, a nadie le gustaba almorzar solo en una mesa, mehabía sucedido mucho antes y trataba de que nadie pasara por eso.
-¿Estás bien?, ¿Necesitas algo?- le pregunté sacandola de sus pensamientos, ella me miró.
-Estoy bien...- fue lo unico que me respondió. La observé durante unos segundos, algo me decía que debía hacer que no solo ella sino que ambos se sintieran cómodos, era una pequeña vocesita interna que muchas veces me guiaba para hacer las cosas y ala cual solía escuchar, había comenzado luego de la muerte de...no! no iba a pensar en eso ahora!

Tomé aire y los miré a mabos. -Bueno, los tres somos más o menos nuevos, aunque ustedes llegaron luego que yo, pero por qué no me cuentan qué les parece el lugar...- dije tratando de mostrar el mejor humor posible.

No sabia que pensar sobre la incomodidad de la segunda chica. Esa Sasha parecia buena persona, por un momento me maldeje por cometer el inperdonable error de darle mi verdadero apellido, pero tambien sabia que si llegaba a querer corregir ese errror seria evidente que estaria ocultando mi verdadera identidad. Decidi cambiar de tema y responder a la pregunta que me habia hecho la Sasha
- Bueno, yo soy de Colombia, mas precisamente de Cartagena de Indias.
_ De ahi vienes?- pregunto Sasha.
_ bueno, ahi naci aunque desde algunos años mi familia se instalo en un pueblo remoto en Antioquia, y uds de donde vienen?- pregunte.

Por suerte ambos parecieron entusiasmados con la conversación, o al menos intentaban hablar, de modo que me sentí más tranquila y también mucho más cómoda, no me quedaría hablando sola y era bueno hacer nuevos amigos en este lugar tan grande, sonreí a ambos cuando hablaron de dónde provenían, jamás huiese pensado que sus culturas serían tan diferentes a lamía y por esa razón también resultaba muy interesantes.

-Bueno, luego de la muerte de mis padres, mis abuelos se hicieron cargo de mi durante un tiempo aunque a decir verdad, solo me dieron alojamiento porque eran...bueno ellos solían ser muy solitarios y supongo nunca se acostumbraron a tener otra persona viviendo en su casa, creo que fue un alivio cuando me marcaron- dije con na sonrisa forzada, siempre me había afectado eso pero trataba de ver el lado positivo de las cosas, podrían haberme dejado sola y sin embargo decidieron hacerse cargo de mi...a la fuerza pero lo hicieron, de lo contrario vaya uno a saer dónde me hubieran mandado.

-Vivía en un pequeño pueblo de Europa, un lugar demasiado frío para mi gusto y luego de maracada me enviaron a la Casa de la Noche de ahi, durante un tiempo fue mi hogar hasta que tuve un sueño, donde Nyx me decía que aquí podrían necesitar mucho más mi don que dónde me encontraba...y aquí estoy- dije para finalizar. -¿Qué hay de ustedes?- les regunté mientras Vainilla se subía en mi regazo...definitivamente esto me preocupaba, solo esperaba que nada malo fuera a pasarme como para que mi antisocial gata estuviese tan pegajosa conmigo.

Si, aquellas dos me parecian bastante simpaticas. Me puse a pensar con que gracias las gentes de aqui se hacen a la idea que ahora sus vidas ya no seran iguales. Cuando descubri mi condicion sencillamente me supe condenado. Mi vision de la vida y la muerte se habia formado segun los parametros de la lucha armada; para el govierno y buena parte de la opinion publica yo era un bandido que debia morir, aunque la realidad no fuera esa exatamente. Yo ya me hacia a la idea de morir y sin embargo ahora encaraba la posible inmortalidad, pero tambien la condenacion. El enemigo al que combato tiene virtuales posibilidades de usar mis poderes para volverme en contra de mis colegas de armas que resisten alla en las espesas selvas amazonicas los embates del goviernos y sus acesores militares angloyankees.
Estas dos chicas logran hacerme olvidar un poco mis penas sin embargo, parecen tener tantos secretos y virtudes, asimilan la eternidad con naturalidad. Pobres, no se imaginan que hablan con un sujeto a quien el govierno de su pais quiere capturar contra su voluntad y comvertir en un arma de destruccion masiva. Mejor que no sepan. Por ahora solo busco refugio aqui.
- Oye Sasha en que pais de Europa vivias?- le pregunto yo para seguir diciendo algo

Santiago me preguntó por mi país, bueno...nunca lo había considerado mi pais a decir verdad, cuando uno está acostumbrado a viajar (y no de vacaciones) se hace dificil poder clasificar a un país como propio, nunca lo había hecho y tampoco me interesaba demasiado pertenecer a algo, era como si mi antigua vida fuera diluyéndose poco a poco, pero supongo que era normal luego de ser marcada, era empezar una nueva vida y yo no estaba arrepentida en lo más mínimo.

Me gustaba ser lo que era, sentía que formaba parte de mi propia esencia, que no estaba en el mundo solamente de pasada sino para hacer algo, si bien se marcada había cambiado muchas cosas en mi suponía que era para bien y lo aceptaba de la mejor manera.
Miré a Santiago recordando que me había preguntado y le respondí. -Vengo de Austria, viví en un pequeño pueblo de clima frío la mayor parte del año, con mis abuelos, el sitio era lindo por sus paisajes pero no me gusta tanto como aquí- dije

Luego miré a Ángeles para que le contara a Santiago de dónde venía ella y de paso poder continuar con esta agradable conversación entre todos. Era bueno poder conocer a las personas de ahi, me hacía sentir menos sola, y resultaba increíble los distintos tipos de cultura y de intereses que podían existir. Acaricié a Vainilla que no se había movido ni un milímetro de mi regazo y esperé.

- Si es verdad hay muchos bosques- respondi yo
Antioquia es un de varios Estados llenos de espesa jungla amazonica, suelen haber abundantes lluvias casi todo el año. Algunas veces dichas lluvias producen muchos desprendimientos de lodo y muchas aldeas son arrasadas. Mucha gente pierde sus hogares y parcelas de tierra que tratan de aprovechar. En paises vecinos como Venezuela o Nicaragua habria ayuda economica a los damnificados, pero el Estado Colombiano no tiene esa delicadeza con los campesinos.
Por las noches hay mucha vida silvestre produciendo toda clase de sonidos hermosos, a eccepcion del sonido de lanchas o helicopteros del ejercito merondeando por ahi.
Mi familia solia ocupar una hectarea por la zona del bosque cerca de una planta energetica que pertenecia a un empresario Inglés, al cabo de unos años la empresa compro los terrenos aledaños al fisco y muchas familias incluida la mia fueron desalojadas de sus terrenos.- me encontre diciendo.
Cuando me di cuenta les habia contado a dos personas a quienes recien conocia una cuestion sensible de mi vida y mi historia parecia haberlas sorprendido.

Escuché con atención a ambos mientras hablaban de sus vidas, cada uno de nosotros había vivido cosas diferentes, cada uno tenía diferentes culturas y estilos de vida y creo que eso es lo que hacía a las personas especiales, particularmente me gustaba mucho conocer a cada uno en profundidad, poder entablar una relación de amistad que se basara en la confianza donde ninguno temiera las traiciones, era así como me llevaba con mis amigas en la otracasa de la noche, con quienes hablaba por celular porquenos encontrábamos muy lejos pero tratábamos de mantenernos unidas apesar de todo.
-Qué interesante todo lo que cuentan, supongo que todos tenemos estilos de vida diferentes y eso resulta muy interesante- dije sonriendo y metiendo una papita dentro de mi boca tratando de que Vainilla no me la quitara con su pequeña pata peluda.

De todas maneras sentía que algo no andaba demasiado bien, mie stómago estaba algo revuelto sin explicaciones y lo más extraño...mi gata estaba conmigo, eso si que no era buen augurio de nada, quizá quedaría como una loca pero debía saber qué pensaban los chicos al respecto, así que suspiré y los miré.
-Saben que las cosas en la Casa de la Noche no están demasiado bien...¿no sienten algo extraño el clima? y no me refiero al meteorológico, sino...no lo sé , hay algo raro- dije pensativa y esperando que no me miraran como si estuviese loca.

No le entendi al principio, que podia estar mal en ese lugar de locosm Mi instinto de condervacion me diria que como perdeguido no devia de importarme lo que pasara ahi, pero algo de lo que sijo me llamo la atencion.
- A que te refieres con que ahi algo raro? - pregunte - Tienes premoniciones sobre algo?

Santiago hablo y, yo pense "como no se habia dado cuenta" era algo que se sentia en el ambiente, como una carga pesada que no se puede ver.
Sasha vio al rededor, y paso la papita que estaba comiendo. Vainilla maullo, un maullido suabe. y se notaba inquieta. la bruma lleno mi cabeza y me senti desfallercer; pareciera que amedida que se ignoraba la sensacion, era mas potente su presencia.
Queria decirle a Sascha lo que me estaba ocurriendo, pero en ese momento ella comenzo a hablar y explicarle a Santiago el por que de lo que ella habia preguntado.

Mire a Sasha con mucha curiosidad.
- ¿ Que es lo que pasa? - pregunte
Entonces ella se dispuso a explicarme el asunto

Los chicos me miraron spectantes a la espera de mi respuesta sobre lo que sentía, ¿cómo explicarlo? era algo extraño, algo que sentía por dentro, sabía que algo no iba bien pero no podía verlo a simple vista...como la noche en la que él murio por mi. Pensarlo solo lograba dañarme más, ¿qué tal que estas sensaciones me avisaran que algo estaba por pasar y yo para no pensar en lo acontecido anteriormente trataba de negarlo?

Suspiré y acaricié las orejas de Vainilla mientras buscaba la manera de explicarles a los chicos lo que sucedía. Para que pudieran entenderme debería decirles un poco más y no simplemente que sentía que algo no andaba bien, a veces tenía problemas para explicarme era como si todo estuviese en mi mente pero no encontrara las palabras adecuadas para decirlo de manera sencilla...a veces simplemente yo era complicada y no me gustaba.

Miré a los chicos y me dispuse a explicarles de la mejor manera las cosas. -Verán...hace ya algún tiempo tuve una sensación parecida a la de ahora y terminó todo en tragedia, creí que solo estaba de mal humor ese día y no quería que nadie se me acercara, Vainilla estaba de la misma manera que yo...resumiendo, ocurrieron varias cosas esanoche que terminaron con la muerte de alguien demasiado importante para mi...y ahora tengo la misma sensación y nose por qué...espero que no sea nada grave-dije pensativa.