La Casa de la Noche
Bienvenido invitado a La Casa de la Noche Argentina. Si estás registrado, identificate. Y si no estás registrado, estás invitado por todos los usuarios a registrarte!!!
Asi que, REGISTRATE y empeza a vivir tu propia historia en LA CASA DE LA NOCHE!!!

Unirse al foro, es rápido y fácil

La Casa de la Noche
Bienvenido invitado a La Casa de la Noche Argentina. Si estás registrado, identificate. Y si no estás registrado, estás invitado por todos los usuarios a registrarte!!!
Asi que, REGISTRATE y empeza a vivir tu propia historia en LA CASA DE LA NOCHE!!!
La Casa de la Noche
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Fase Lunar
CURRENT MOON
Staff de HON Argentina
Conectarse

Recuperar mi contraseña

Tu panel de control
TU PERFIL
Información
Preferencias
Firma
Avatar
RED SOCIAL
Lista de amigos e ignorados
Miembros del foro
Grupos de usuarios
MENSAJES PRIVADOS
Mensajes recibidos
Mensajes enviados
TEMAS SUPERVISADOS
Suscripciones
Últimos temas
» Actualidad
Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Icon_minitimeLun Ene 18, 2016 3:11 am por LEONELG88

» cual es su personaje preferido???
Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Icon_minitimeMar Ago 26, 2014 3:09 am por *Adriane*

» Fifty Shades of Grey!
Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Icon_minitimeSáb Jun 07, 2014 11:39 pm por **April Lubally**

» TRILOGÍA PÍDEME LO QUE QUIERAS
Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Icon_minitimeSáb Jun 07, 2014 11:38 pm por **April Lubally**

» Que series ves actualmente ?
Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Icon_minitimeSáb Jun 07, 2014 11:34 pm por **April Lubally**

» Saga Rachel Morgan
Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Icon_minitimeJue Mayo 08, 2014 4:39 pm por faryela

» Plans For The Future~
Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Icon_minitimeMar Mayo 06, 2014 12:12 am por LEONELG88

» Video juegos :)
Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Icon_minitimeMiér Abr 16, 2014 1:14 pm por DIANE L.

» Usuarios Nuevos
Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Icon_minitimeVie Ene 31, 2014 8:02 pm por **April Lubally**

Foros hermanos
Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) 2qu18k6
Los posteadores más activos del mes
No hay usuarios

¿Quién está en línea?
En total hay 1 usuario en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 1 Invitado

Ninguno

[ Ver toda la lista ]


El record de usuarios en línea fue de 54 durante el Lun Nov 13, 2023 9:40 am

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

3 participantes

Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Jue Jul 28, 2011 1:50 pm

Bueno, esta novela fue una de las primeras que escribí del género sobrebatural, para decirlo de alguna manera. Es la primer parte ya que la hice en dos escritos separados. Debo decir que me inspiré en escribirla luego de leer la saga Crepúsculo, sobre todo me ineteresó rescatar la esencia del amor de la misma; como no era mi idea aún escribir sobre vampiros, prefería hacerlo en un plano sobrebatural algo diferente aunque tomando ideas de la saga que me pareció podría enriquecer la misma, aquí dejo el primer capitulo, espero les interese.


“En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye
como tú lo desees y hacia dónde tú quieras.
Márcame mi camino en tu arco de esperanza
y soltaré en delirio mi bandada de flechas.”


(Pablo Neruda)


PRÓLOGO

Esa noche se hizo eterna, daba vueltas y vueltas en la cama sin poder dormir, solo quería que todo esto terminara rápido para tener a Dan a mi lado. Cuando por fin conseguí dormirme eran las cuatro de la mañana, tuve pesadillas horribles y me desperté sobresaltada.
-¿Llamaron?- pregunté.
-No, Rebecca piensa que hoy es el día- me senté en la cama y suspiré.
No hacía ni una hora que había salido y ya hacía más frío que antes, me prendí la campera y comencé a caminar. Sentí ruidos detrás de mi, me giré pero no vi nada…esto comenzaba a preocuparme, así que me apresuré, el hotel estaba a unas calles de ahí.
Una figura apareció delante de mi…luego otra a su lado…y otra mas.

Quizá era mejor que las cosas terminaran así, antes de poner a tantas personas que quería en peligro.


CAPITULO 1

A penas había cumplido dieciocho años cuando la situación en la casa comenzó a complicarse, y no era que antes fuera más sencillo, sino que esta vez se presentaba diferente…Mi madre, una mujer independiente había decidido continuar su vida con otro hombre y lejos de la ciudad dónde vivíamos desde que nací, con una pequeña excepción…su vida la continuaría sin mi.
Decidió que lo mejor era enviarme con mis abuelos, a una pequeña ciudad en el sur de California, perdida entre las montañas y los densos bosques.
Tenia pocos amigos en la ciudad en la que había pasado toda mi vida, era de carácter reprimido y demasiado tímida como para socializarme con los muchachos del colegio, y por esta razón pasaba desapercibida, era como si no existiera, sobre todo para los chicos del lugar…simplemente no existía. De ahí que nunca hubiera tenido novio, y las pocas amigas con las que contaba, Romina y Paula, eran tan reprimidas como yo.
Mi nombre es Lesslie Flesher, más conocida como “Less”, soy delgada, demasiado para mi gusto, tengo e cabello lacio color rubio y me llega hasta los hombros, decidí mantenerlo así porque era más cómodo en verano, y tengo los ojos color negro.
Pese a mi angustia por tener que abandonar el lugar dónde más o menos me sentía segura, traté de poner mi mejor cara y desearle a mi madre que fuera feliz. Me subí al autobús contra la ventanilla y deseé que todo esto terminara de una vez.
Pasada una hora lo único que podía verse alrededor eran grandes campos y montañas; el viaje duró tres horas, la ciudad era pequeña y se encontraba
rodeada por grandes y espesos bosques y enormes montañas, en cuanto al clima hacía mucho frío, aunque era mediodía.
Los abuelos, Romeo y Anna, a quienes no veía hacía por lo menos cinco años, me esperaban al costado de la estación con una enorme sonrisa. Ni bien los salude nos fuimos en una camioneta vieja color azul, una Ford que supuse tenía muchos años.
-Me alegra muchos que estés aquí- dijo la abuela con una sonrisa en el rostro.
-A mi también- dije no muy convencida.
-Logramos anotarte en el colegio, de modo que el lunes comienzas las clases- dijo el abuelo…colegio…ese tema iba a ser difícil, con suerte pasaría desapercibida.
-Gracias-
La casa quedaba a unos minutos de la estación, era pequeña tenía un hermoso jardín lleno de flores de todo tipo; me llevaron a una habitación que quedaba en la parte más interna de la casa, tenía un amplio ventanal cuya vista daba hacia el fondo de la casa, dónde podía observarse las hermosas montañas.
Las paredes estaban pintadas de blanco, contra una de ellas se encontraba la cama llena de almohadas bordadas con paisajes que seguramente había hecho la abuela; también había un ropero de madera antigua, un espejo enorme y una pequeña mesita de luz.
Afuera comenzaba a oscurecer, luego de cenar me apresuré a irme a la cama, estaba cansada y muy triste. Mañana sería otro día…y muy difícil por cierto, ya que debería ir al colegio. Me desperté varias veces en la noche, transpirada y nerviosa, me costaba mucho adaptarme a los nuevos lugares.
Ya por la mañana me despertó la abuela, me puse un jeans y una gran campera porque hacía mucho frío; luego de desayunar el abuelo me llevo en la vieja camioneta al colegio.
-Espero que te guste el lugar- me dijo.
-Si…-
-Lamento que hayas tenido que irte de la ciudad- no iba a hablar de ese tema, bastante me costaba superarlo.
-Me alegra estar aquí, abuelo- En verdad odiaba estar ahí, me sentía más sola que antes, pero trataría de acostumbrarme.
-Que tengas un lindo día, ¿te recojo a las 2?-
-No, prefiero caminar y dar un paseo, hasta luego abuelo-
Me baje; el colegio era enorme, con grandes parques a los costados donde se observaban chicos y chicas por todas partes. Me dirigí como pude a la primer clase, los salones eran amplios por suerte encontré un asiento vacío en el fondo, donde nadie me observaría cual bicho raro.
-Buenos días- dijo el profesor mientras se acomodaba en su escritorio, comenzó a buscar con su mirada hasta encontrarse con mi rostro y en ese momento deseé que me tragara la tierra.
-Srita. Lesslie Flesher…- me quería morir, todos voltearon a mirarme.
-Hola…- dije tímidamente.
-Chicos, ella es nuestra nueva compañera- El pueblo era chico, por lo cual todos se conocían y para mi eso sería un problema. El profesor indicó la lectura, ¡no tenía libro!; una muchacha que se sentaba a mi lado me miró unos segundos, era delgada, cabello rizado que le llegaba a la cintura.
-¿Quieres compartir?- me dijo finalmente.
-Gracias- dije acercándome para poder leer.
-De modo que eres nieta del señor Flesher- dijo sonriendo.
-Así es…-
-Mi nombre es Sara, mis padres tiene una librería cerca de aquí, por si alguna ves necesitas alguno-
-Bien, lo tendré en cuenta-
-¿Te gusta el pueblo?-
-Si…solo es un poco frío-
Al terminar la clase, Sara fue conmigo a la cafetería; nos ubicamos en una mesa con dos chicas y un chico llamado Ben; las muchachas dijeron llamarse Clara y Loreley quien me miraba extraño. Conversamos largo rato, me sentía asombrada al poder relacionarme con tanta facilidad, en el anterior colegio jamás se habrían acercado a hablarme, de modo que lo aproveché al máximo.
-Espero te guste el colegio- me dijo Ben.
-Si, es agradable- dije, un chico rubio con pecas en todo su rostro se acerco sonriente a la mesa.
-Hola, soy German- me dijo.
-Muchos gusto- dije.

Así pasó una larga semana, pero para mi suerte no estaba sola, todas las tardes me sentaba con ellos en la cafetería donde conversábamos largo rato y de esa forma todo era más soportable. Esa mañana me encontré con Sara cuando llegue al colegio, nos sentamos a conversar.
-¿Tienes novio en la otra ciudad?- me dijo.
-He…no. No he salido con muchos chicos- dije avergonzada.
-Yo muero de amor por Ben pero él ni se fija en mi- dijo frustrada, no entendía que veía en Ben, me parecía un chico que hablaba demasiado.
Las personas recién comenzaban a llegar, miré hacia el estacionamiento debido a que un auto captó mi atención, no era común ver un BMW 5 negro, menos en un pueblo tan pequeño. De su interior bajaron dos chicos y tres muchachas, demasiado hermosos para ser reales, nisiquera se asemejaban a los “populares” del anterior colegio.
-Less!- me llamó Sara debido a que había quedado boquiabierta mirándolos.
-¿Quiénes son?-
-Ho…ni los mires, se creen superiores s todos, hacen de cuenta que las personas de su alrededor no existen, viven todos con el Sr. Douball y su esposa, es un famosos médico-
-¿Son hermanos?-
-No…se dice que son adoptados, y bastante raros también-
En un momento crucé la mirada con uno de ellos y sentí que el mundo se detuvo. Era alto, cabello negro lacio, ojos…eran los ojos más hermosos que jamás había visto en mi vida...azules indescriptibles, me sentí cohibida y bajé la mirada de inmediato…no podía ser tan hermoso.
-El chico al que miraste es Daniel; el otro Jean y las chicas son Susan la de cabello rubio, Rebecca la de cabello negro, y las más delgada es Sandy; Jean y Susan son novios-
-¿Son los “populares” o algo así?- dije confusa, Sara rió.
-Son más que eso, solo están entre ellos, no le hablan a nadie-
Entramos a clase de literatura, lago en lo que no me iba tan mal; mi vista se dirigió de inmediato a la única persona que sobresalía en esa clase…él; se sentaba en el fondo y claramente no se percató de mi presencia.
El profesor me ubicó junto a la ventana del fondo a unos metros de él, traté de no ponerme nerviosa, sin éxito.
-Bien…hoy vamos a analizar uno de los capítulos de “Romeo y Julieta”- Por lo menos era mi libro favorito, de modo que si me preguntaba algo no iba a quedar en ridículo. German me saludó desde el otro extremo de la clase, le conteste con una sonrisa.
-Srta. Flesher- la temperatura comenzó a subime, tuve miedo de hacer combustión debido a los nervios.
-¿…Si?-
-¿Qué me puede decir de la última escena de la obra?- quedé en blanco, respiré hondo y traté de esforzarme.
-Bueno…creo que la muerte fue la única salida para soportar el amor que existía entre ellos, era necesario que pasara de ese modo, de lo contrario no hubieran soportado el dolor ninguno de los dos- sentía la mirada de Daniel clavada en mi y comencé a hiperventilar.
-Muy bien srita. Flesher- dijo y continuó hablando. No me animaba a mirar hacia el costado, pero tenía que hacerlo, así que tomé coraje, giré el rostro suavemente y me encontré con esos ojos…profundos como el océano, el miraba fijamente de una manera que me cohibía; cobarde como era bajé la mirada y traté de mantenerla en el libro hasta que sonó el timbre de salida.
Ni bien me levanté se me cayeron todos los libros, iba a recogerlos y una mano los tomó antes de que me agachara.
-Gra…gracias- dije avergonzada.
-No es nada- contesto con una voz que me llego a lo profundo del alma, luego se fue.
-¿Qué te dijo?- me pregunto Sara sorprendida.
-Solo…levantó mi libro- dije un poco confundida.
-Vamos a almorzar, chicas- dijo Ben.
Como la tarde estaba soleada…y eso era raro en la ciudad, nos sentamos a almorzar en el parque.
-Las clases me dan hambre- dijo Clara.
-El sábado es mi cumpleaños, voy a hacer una reunión en casa- dijo Ben.
-Genial- dijo Sara.
-¿vienes, Less? - me preguntó German.
-He, si claro-

Pasaron los días, cada vez que me cruzaba con él, el corazón me latía con más fuerza, nos mirábamos de vez en cuando, pero consideré que lo más seguro era que me mirara ya que yo era demasiado torpe y cuando lo veía tropezaba o se me caían las cosas, como pasó esa tarde de viernes cuando se me cayeron todas las cosas al suelo mientras iba saliendo de la clase.
-¡Demonios!- dije bajito; sentí unas risitas detrás de mi de algunos chicos que iban saliendo.
-Déjame ayudarte- dijo Daniel agachándose para juntar mis cosas.
-Gracias- no sabía cómo reaccionar cuando estaba frente a él.
-Ve con cuidado por favor-me dijo y casi me muero de la vergüenza, cuando me dio los libros nuestros dedos se rozaron…fue una sensación muy extraña, su piel era caliente mientras que mis dedos estaban congelados, sentí una especie de corriente en todo el cuerpo, retiró la mano con rapidez y se fue.
Esa noche no podía dormir, no entendía por qué en mi cabeza daba vueltas su rostro, sus ojos. Cuando por fin logré dormirme, fue la primer noche que soñé con él; en mi sueño, él estaba muy cerca de mi y en cuanto iba a besarlo me desperté de un salto. Miré por la ventana, el sol ya había salido aunque lo cubrían nubes color gris; ese día era el cumpleaños de Ben, al que había aceptado ir por compromiso. Miré el despertador, eran las 9 de la mañana, luego volví a mirar hacia la ventana, sobe el marco y del lado de adentro había una rosa enorme color rojo, la abuela la habría puesto mientras yo dormía.
Me dirigía a desayunar, la abuela leía un libro.
-Buenos días- dije sentándome con un vaso de leche-
-Buenos días pequeña-
-¿El abuelo?-
-Esta trabajando en la huerta-
-Ha…gracias por la rosa-
-¿Qué rosa, Less?-
-La que dejaste en la ventana mientras dormía-
-No dejé ninguna rosa, cariño- eso era muy extraño, quizás ya estaba ahí hacía unos días.
-Hoy tengo un cumpleaños-
-¿De quién?-
-Ben, un compañero del colegio-
-Bueno, espero te diviertas-
-Gracias, abuela-

Esa tarde me llevó el abuelo a la casa de Ben; era un grupo pequeño, comimos pizza y conversamos, me divertí mucho. Cuando ya eran las ocho de la noche y estaba oscureciendo decidí volver caminando; me despedí de los chicos y le deseé a Ben que terminara bien su cumpleaños.
Se me ocurrió cortar camino por el parque para llegar mas rápido a casa; pero cuando más caminaba, más me alejaba del camino; la oscuridad comenzó a envolverme, sentía solo el ruido de los búhos desde los árboles y empecé a sentir miedo, ¿qué tal si había algún asesino o algún oso que quisiera matarme?, en ese momento todas las películas de terror que había visto en mi vida vinieron a mi mente. Comencé a temblar por el frío, no sabía si ponerme a llorar o salir corriendo sin rumbo.
Pude ver una luz que me alumbraba, parecía una linterna.
-¿Hola?- dije
-¿Te has perdido?- dijo un hombre acercándose a mi, por suerte había encontrado a alguien.
-He…si-
-No tendrías que andar sola en el parque, es peligroso- me dijo, llevaba puesto un pantalón y una camisa de trabajo, tendría unos treinta años. –Tengo un campamento cerca de aquí, estoy con unos amigos, ¿por qué no nos acompañas?- dijo sonriendo asquerosamente.
-No lo creo…- dije asustada, no sabía que hacer, si salía corriendo lo mas probable es que tropezara y el hombre me hagarraría rápidamente.
-Vamos hermosa…-dijo acercándose más; de pronto y no se de dónde apareció alguien y lo empujó tan fuerte que el hombre cayó al suelo varios metros de ahí.
-Desaparece antes de que me enoje- dijo una voz que me resultó muy familiar; el hombre se alejó corriendo y asustado. Me di vuelta…no podía ser, era él, tenía puesto unos jeans negro y una campero de cuero negra que le quedaba perfecta.
-¿…Daniel?- pregunté confundida.
-Creí decirte que te cuidaras-
-Me perdí… ¿cómo…?- no sabía ni cómo formular la pregunta, ¿cómo había llegado hasta ahí?, ¿cómo era posible que tuviera tanta fuerza?, ¿qué…?
-Tengo el auto cerca, te llevo a tu casa- No fui capaz de decir nada, solo me limite a seguirlo a través del parque hasta su flamante auto. Me subí, el interior estaba cálido por la calefacción y había un olor riquísimo.
-¿Cómo llegaste a donde me encontraba?-
-Estaba cerca- dijo arrancando a toda velocidad.
-Pero…-
-Estas nerviosa todavía, mañana vas a sentirte mejor, Less-
-¿Cómo sabes mi nombre?-
- El pueblo es pequeño- Llegamos a casa.
-Gracias…por traerme-le dije.
-No es nada- Nos miramos, luego bajé del auto más confundida que antes.
Me bañé con agua caliente para sacarme el estado de estrés en el cual me encontraba sumergida a la vez que trataba de hacer fuerza para no pensar en lo que había pasado. Quizás del susto que tenía me había parecido que el hombre había volado metros, pero no entendía cómo demonios había llegado Daniel en ese preciso instante.





lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Vie Ago 05, 2011 11:27 am

CAPITULO 2

Me levanté pos la mañana, afuera llovía, miré hacia el marco de la ventana y nuevamente había una rosa, esta vez de color blanco, que extraño! ¿me estaría haciendo una broma la abuela?, eso se veía difícil, pero quizá quería que pensara que tenía una especie de admirador secreto ya que me veía muy sola.
Llegué al colegio, Daniel me ignoró todo el día, era como si lo de anoche no hubiera ocurrido jamás, eso me hizo sentir irritada y confusa. Durante el almuerzo me senté con los chicos en la cafetería, ellos hablaban alegremente pero no presté demasiada atención.
-Less… ¿el sábado vamos a la playa?- dijo Sara.
-He…si, claro.- Daniel se levantó y caminó hacia la maquina de café, no soporté más y me dirigí hacia él con todo el coraje del mundo aunque me temblaban las piernas. Me miró y tuve que hacer fuerza para que sus ojos no me reprimieran.
-He…hola- dije, pero no hubo respuesta alguna, solo siguió observándome. -¿Por qué…me ignoras después de lo que pasó anoche?- me sentí un poco idiota al decir eso, ¿quién era yo para que él tuviera que darme. explicaciones?
-Es mejor así…-
-¿Qué cosa es mejor así?- dije irritada.
-No puedo hablar contigo-
-¿Cómo…?- De pronto una de las chicas que estaba con él, Rebecca se acercó, era mucho más hermosa cuando estaba a poca distancia, esto resultaba frustrante.
-¿Vamos Dan?- le dijo, él la miró y se fueron, y ahí quedé, escuchando las risitas de varios chicos detrás de mi, que grosero había resultado ser, al final Sara tenía razón, ellos pensaban que eran superiores a todos.
Al terminar la tarde, los chicos decidieron quedarse un rato mas para organizar el paseo a la playa, preferí decir que estaba un poco cansada e irme a casa y que luego me telefonearan para avisarme.
Caminé por la acera, entre los árboles, un auto paró a mi lado, la ventanilla bajó y apareció su hermoso rostro.
-Sube que te alcanzo- dijo serio, pero esta vez no iba a tomarme por tonta.
-Prefiero no subir a conches de personas que después me ignoran- dije molesta por lo que había pasado, por primera vez lo vi sonreír y me sentí más chiquita que una piedra ante tanta belleza, su sonrisa hacía que mis pensamientos se mezclaran.
-Lo siento mucho… ¿podrías subir?- suspiré… ¿cómo iba a negarme si jamás en mi vida un chico como él iba a ofrecerse a llevarme a casa?, simplemente no podía oponerme, así que subí.
-Gracias- dijo.
-¿Por qué me estas llevando a casa?-
-Porque temo que te metas en problemas- lo miré sorprendida
-No soy tan tonta…de todas formas me debes muchas explicaciones- dije, me ponía nerviosa estar a su lado, las manos me transpiraban.
-¿A si?- dijo sonriendo.
-Si, en principio me gustaría saber cómo llegaste anoche a donde me encontraba-
-Te dije que estaba cerca-
-No te creo…es imposible-
-¿Coincidencia?-
-Veo que no estas dispuesto a colaborar-
-Estoy respondiendo a tus preguntas- dijo mirándome.
-OK… ¿por qué hoy me ignoraste?- su rostro se tensó, luego suspiró
-No había nada para decir-
-¿No?, anoche me salvaste y hay no tenías nada para decir-
-Se supone que no puedo hablar contigo- lo miré confundida.
-¿Por qué no?
-Es así y ya-
-Eso no es una respuesta… ¿te da vergüenza que puedan verte conmigo?- era la única respuesta razonable, ya que yo no era una Barbie y él…bueno él quedaría mejor acompañado de una modelo de revista.
-¿Por qué dices eso?-
-Bueno…no entró en la categoría de una “chica popular” exactamente…-
-Estás equivocada- llegamos a casa.
-Gracias por traerme-
-No es nada- dijo y sonrió- se me está dificultando hacer las cosas bien-
-¿Bien…?-
-No te preocupes, buenas noches Less, y por favor no te metas en problemas-
-No lo haré- dije un poco confundida y bajé.

Durante la cena me sentía un poco volátil por todos los acontecimientos que estaban ocurriendo.
-Querida, ¿te encuentras bien?- preguntó la abuela debido a mi estado ausente.
-Si…abuela… ¿qué sabes de la familia Douball?- ambos me miraron
-¿Te hicieron algo?- dijo el abuelo preocupado
-No…no, solo son un poco extraños-
-Bueno…hace un tiempo que viven en el pueblo, creo que los muchachos son adoptados, el Sr. Douball es un excelente médico y sus hijos nunca se metieron en problemas- dijo el abuelo
-Hay leyendas…cosas que algunas personas curiosas inventan…- dijo la abuela
-¡Solo tonterías!- dijo el abuelo enojado, parecía tenerle mucho aprecio
-Me gustaría saberlas igual- dije curiosa
-Solo dicen…bueno…que no son personas normales, muchos aseguran que tienen poderes especiales, que son capaces de leer mentes y que llevan tiempo practicando esos poderes…- Eso era extraño, no podía ser verdad, no creía que existiera algo así en el mundo, eso solo pasaba en las películas, me fui a dormir y traté de no pensar en nada.

A la mañana siguiente, que era sábado, había quedado en ir a la playa con los chicos, sentía una molestia en mi interior…traté de hurgar en me mente para ver de qué se trataba, entonces me di cuenta de por qué me sentía así, era porque hoy no había clases, por lo cual debería esperar hasta el próximo lunes para volver a verlo.
Durante el desayuno…
-¿Vas a salir hoy?- dijo la abuela
-Si, a la playa con amigos del colegio-
-Bueno, diviértete y cuídate mucho-
-Si abuela, lo haré-
A las dos de la tarde Ben pasó a buscarme en su camioneta con todos los chicos. Al llegar a la playa nos instalamos con sombrillas y todos los artefactos necesarios, no había casi personas alrededor.
-¿Necesitas bronceador?- me dijo Loreley
-No, gracias, necesito luz solar sin cremas- dije y ella sonrió
-¿Qué fue lo que te dijo el otro día Daniel Douball?- preguntó Sara curiosa
-He…solo le pregunté si el día que se me cayeron los libros, no se había quedado con uno por error- mentí
-Ha…-
-¿No quieren ir al agua? Parece estar agradable- dijo German
- ¡Yo si quiero!- dijo Clara entusiasmada, pero parecía que German esperaba que yo dijera que si, ya que no dejaba de mirarme esperando mi respuesta.
-He…le tengo un poco de miedo al agua, quizá en otra ocasión- dije tratando de no ofenderlo.
Así transcurrió la tarde, conversé mucho con los chicos y traté de mantener mi mente alejada de las sensaciones que tenia por Daniel. A las siete de la tarde regresamos. Ese fin de semana se volvió eterno, traté de mantener la mente ocupada en cualquier cosa, ayude a la abuela con el jardín, hice de todo para no pensar en lo que se estaba volviendo inevitable.

El lunes llegó, ni bien abrí los ojos salté de la cama a toda velocidad, volví a encontrar una rosa junto a la ventana…esto empezaba a preocuparme.
Llegué demasiado temprano al colegio, la ansiedad me estaba haciendo mal…tomé aire y me senté en un banco a esperar mientras leía los apuntes de la clase.
-Buenos días- dijo alguien con una voz demasiado hermosa para ser verdad, levanté la vista de mi cuaderno y sonreí idiotamente.
-Hola…-
-Llegas temprano-
-Si, es que no miré la hora cuando salí de casa-
-Al parecer este fin de semana no te metiste en problemas-
-¿Cómo sabes?-
-Solo…supongo- “supongo”…eso no era una respuesta, aquí pasaba algo raro. Sandy, una de las chicas de su grupo se acercó a nosotros… ¡dios que era linda!, sus ojos eran de color celeste tanto que parecían de cristal y llevaba el cabello negro, liso y corto.
-Hola- dijo amistosamente y quedé petrificada, no podía creer que estuviera saludándome ya que hasta hacía unos días creí que quería matarme.
-Hola…-dije tímidamente
-Ella es Sandy…mi hermana- dijo Daniel
-Dan…tenemos que entrar- le dijo ella
-Si, vamos- dijo él, se despidieron con la mano y se alejaron.
Entré al salón, me ubiqué atrás, cerca de Daniel; el profesor apagó las luces para ver una película, ya en la mitad me había dado sueño, se trataba del renacimiento y mostraba toda clase de pinturas y obras de arte.
En un momento miré disimuladamente a Daniel, él levantó la vista al mismo tiempo e hizo rodar con una gran facilidad un pequeño papel por la mesa hasta mis manos, lo quedé mirando sorprendida hasta que me hizo seña para que lo leyera. Decía en letra clara y muy prolija “¿puedo llevarte a tu casa hoy?”, mis mejillas quedaron de color morado, no lograba entender como un chico como él estaba interesado en llevarme a casa; lo miré y asentí con la cabeza.
Cuando terminó la última clase, salí con los chicos, miré hacia el estacionamiento, Daniel estaba recostado contra so hermoso auto…no podía ser tan perfecto.
-Chicos…ya me voy- dije
-¿No te vas caminando conmigo?- dijo Sara
-He…no, hoy no, hasta mañana- dije y me dirigí hacia donde se encontraba él, me di vuelta y miré hacia atrás, los chicos me miraban confundidos sin entender nada.
-¿Lista?- me dijo
-Creo…- me abrió la puerta del auto y luego subió él
-Tus amigos son muy interesantes- dijo
-¿Por qué?- miré hacia donde estaban, no dejaban de observar sorprendidos.
-Creo que les resulta muy extraño verte conmigo-
-Debe ser porque ustedes nunca hablan con chicos del colegio- pasaron unos minutos de viaje. –Bien… ¿por qué tanto interés en traerme a casa?-
-Puedo dejar de hacerlo si querés-
-¡No!- dije de inmediato y me avergoncé de mi respuesta, él sonrió. –no parezco agradarle mucho a tus…hermanos- dije, no sabía si el término “hermanos” era el adecuado.
-Solo hacen lo que creen mejor-
-¿Me vas a explicar qué pasa? Porque no entiendo nada, ¿están planeando asesinarme o algo así?- dije, sonrió
-No nada de eso, solo…creo que sos una persona muy interesante-
-¿Soy una especie de conejillo de indias o algo de eso, entonces?-
-Siento más de lo que podría sentir si fueras mi experimento o un conejillo- mi corazón comenzó a latir rápido por lo que había dicho.
-Lo siento, pero no te sigo…- dije
-Hace mucho tiempo…esperaba encontrar y sentir, lo que sentí cuando te vi- esto no dejaba de sorprenderme, pensé que era una broma o algo de eso.- te habrás dado cuenta de que mi familia es un poco…bueno…como ustedes dicen…extraña-
-He escuchado varias historias…-
-¿Cómo cuales?-
-Solo…estupideces-
-Cuéntame alguna-
-Me da vergüenza- dije mirando hacia abajo
-Por favor…no voy a reírme-
-Bueno…me dijeron…que ustedes...resulta tonto, lo siento…algo así como que ustedes tenían poderes- dije sintiéndome una idiota.
-¿Qué es lo que crees vos?-
-No lo sé…no se si eso sea posible- no me respondió, pasó un rato de incómodo silencio al menos para mi porque él parecía muy tranquilo.
-¿Te gustaron las rosas?- lo miré sorprendida
-¿Cómo…? ¿fuiste vos?- dije sin saber que decir ni cómo formular las preguntas
-Si…pensé que te gustarían, no estaba seguro si era el tipo de flor que te agradaba, pero de todas formas me arriesgué- ya…el se preocupaba por el tipo de flor que podía gustarme mientras yo trataba de entender cómo había logrado dejar las flores ahí.
-Es que no entiendo… ¿cómo llegaron ahí?- dije
-Las puse yo-
-Sabes a lo que me refiero- dije comenzando a molestarme por la escasez de respuestas.
-Digamos que…tengo ciertas habilidades- dijo sonriendo, intenté que la atracción insoportable que sentía hacia él no me impidiera cuestionarlo.
-¿Qué cosas…puedes hacer?- dije tratando de asimilar toda la información
-¿De verdad no te importa que pueda hacer cierto tipo de cosas, que sea…?- dijo sin terminar la frase
-No me importa lo que seas-
-¿Ni aunque eso implicara que pudiera matarte?-
-No lo harías y de todas formas no te tengo miedo-
-Vaya…si que eres extraña, deberías tener miedo-
-Me salvaste una vez y te preocupa que no me gusten las rosas, ¿por qué debería tenerte miedo?- él sonrió
-Quizá este sábado podríamos dar un paseo, si no tienes planes- no podía creer que me estuviera invitando a salir.
-Claro…me gustaría-
-Bien…estos días no vas a verme en el colegio, tengo cosas que hacer- una sensación de vacío inundó mi cuerpo de solo pensar en no verlo. –El sábado paso a recogerte a las… ¿8?-
-¿De la mañana?-
-Si… ¿preferirías que sea por la tarde?-
-¡No!...a esa hora está bien- dije, y luego bajé del auto y entré a casa.
Me dirigí a mi habitación, tenía mucho en qué pensar, miré las tres rosas que estaban en un jarrón, jamás un chico se había molestado en regalarme algo, y de repente aparecía un ser sobrenatural y irresistiblemente hermoso que dejaba rosas en mi ventana…fuera lo que fuera, estaba segura de que no era malo.
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por LEONELG88 Lun Ago 08, 2011 10:40 pm

Realmente es interesante. Te felicito.
LEONELG88
LEONELG88
Prefecto
Prefecto

Mensajes : 395
Puntos de experiencia : 529
Reputación : 10
Fecha de inscripción : 26/06/2011
Edad : 35
Localización : argentina

Hoja de personaje
Nombre: Santiago Bladez
Pareja: -
Don: Fortaleza

http://www.myspace.com/leonelg88

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Mar Ago 09, 2011 8:18 pm

Muchas gracias! me alegra que te parezca interesante Smile
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Vie Ago 12, 2011 1:03 pm

CAPITULO 3

Los días siguientes se me hicieron interminables, me encontraba demasiado ansiosa porque llegara el sábado y vacía en el colegio porque él no estaba. Sara me había hecho mil preguntas sobre él y tuve que decirle que solo se había ofrecido a llevarme a casa porque necesitaba hablar con mi abuelo por unos arreglos en su coche.
Por fin había llegado el viernes por la noche, me sentía nerviosa, tome un baño de agua caliente y me acosté para intentar dormir algo.
Cuando abrí los ojos el sol brillaba afuera, el reloj marcaba las 7 de la mañana de modo que tenía una hora para prepararme; decidí usar unos jeans claros, una remera blanca y una campera de color marrón porque a pesar de que había sol hacía mucho frío. Supuse que Daniel no llegaría exactamente a las 8 debido a que la mayoría de los hombres eran impuntuales, pero al abrir la puerta de casa para mi sorpresa ya estaba esperándome en su auto.
-Buenos días- me dijo
-Hola… ¿a dónde vamos?- dije mientras ponía en marcha el coche.
-A la pradera, ¿te gusta?-
-Si… ¿una especie de picnic?-
-Algo así- dijo sonriendo.-Estos días fueron eternos- dijo y sentí cosquillas en el estómago.
-Si que lo fueron- conversamos sobre el clima y cosas corrientes durante el viaje, en un momento tomó un camino de tierra rodeado de espesos árboles y malezas y detuvo el auto cuando se terminó la calle.
-Bueno, hay que caminar un poco ahora- dijo
-De acuerdo- Bajamos y caminamos entre los árboles, hasta llegar a una hermosa pradera rodeada de montañas que se observaban a los lejos y también podía escucharse correr un río cerca de ahí.
-Esto es…hermoso- dije mirando alrededor
-Me alegra que te guste el lugar- Nos sentamos en el piso a conversar
-¿Vas a contarme de qué se trata tu vida?- le dije
-¿Qué quieres saber?-
-Algo de lo que haces- me observó durante unos segundos.
-Cierra tus ojos…- lo miré confundida y luego lo hice. –Ahora imagina algo que te gustaría ver aquí en la pradera- pensé unos segundos y me imaginé flores de todo tipo, colocó su mano sobre a mía, era tan cálida que me hizo estremecer.
-Ahora abre los ojos…- lo hice y quedé impactada al ver la pradera llena de flores todas las que había imaginado, era demasiado hermoso para ser real.
-¡Dios mío!, ¿cómo lo hiciste?- dije totalmente sorprendida, sonrió
-Solo…puedo hacerlo-
-¿De dónde vienes Daniel?- le pregunté, moría de ganas de saber sobre su vida.
-Es una historia larga…-
-Tengo tiempo- dije acomodándome para escucharlo.
-Hace muchos años, Alfred…mi padre adoptivo y su esposa Cecilia, me encontraron en Australia…tenía 12 años, estaba asustado, no entendía qué me pasaba, me había molestado con un compañero en el colegio y no se cómo prendí fuego toda la recepción, por surte no había nadie dentro y no hubo que lamentar nada…-
-¿Con qué la prendiste fuego?- lo interrumpí
-…Solo lo pensé y de un momento a otro todo estaba en llamas, mis padres creyeron que había planeado hacerlo y no sabían qué hacer conmigo, decidieron que lo mejor era mandarme a un lugar…internarme…para que me ayudaran especialistas, así que me escapé, anduve en las calles durante días sin saber qué hacer, no tenía dinero ni comida, y justo cuando me estaba dando por vencido…Alfred me encontró en un callejón de la ciudad, intenté escaparme nuevamente ,pero me dijo que todo iba a salir bien, así que me llevaron a su casa, Sandy ya estaba con ellos y bueno…todos estos años hemos estado preparándonos, nos ayudaron a manejar nuestros…poderes para no hacerle daño a nadie y para que ellos no nos controlen a nosotros y para que pudiéramos usarlos si alguien necesitaba ayuda. Tratamos de mantener nuestra organización en secreto, porque… ¿te imaginas qué pasaría si las personas se enteraran de nosotros? Sería una locura, así que tratamos de mantenernos alejados de los humanos…por así decirlo para que no nos genere problemas-
-Vaya…eso es…increíble, ¿hay más cómo ustedes?- dije sin salir del asombro
-Si, hay muchos más y viven en secreto al igual que nosotros, pero no todos son buenos Less, a algunos no les importa matar personas ni usarlas para experimentar sus poderes, se suponía que no debías saber nada, que yo tendría que haberme alejado de vos…luche por no acercarme porque sabía que esto supondría un peligro para vos y no quiero que nada te pase…pero no pude evitarlo-
-No quiero que te alejes de mí…- confesé
-Yo tampoco quiero hacerlo- Conversamos durante horas, le conté sobre mi monótona vida, el motivo por el cual vivía con mis abuelos, me hizo mil preguntas, entre ellas si había tenido novio a lo que contesté con vergüenza que no.
-¿Qué te pareció interesante en mi?- le pregunté. –es que no entiendo…sos tan…hermoso… ¿cómo…? ¿Por qué yo?- dije tratando de formular las frases ya que era demasiado mala para eso.
-Puedo leer tu corazón, puedo sentir tus sentimientos cuando son demasiado fuertes y cada vez que te cruzabas conmigo lo sentía…eres una persona extremadamente maravillosa para mi, nunca había sentido nada igual- sus palabras hacían que mi corazón latiera a toda prisa era hermoso lo que me decía.
-¿Puedo hacerte una pregunta?- le dije
-La que quieras-
-¿Has entrado en mi habitación?-
-Bueno…un par de veces, me gusta observarte mientras duermes- casi muero de la vergüenza sobre todo cuando recordé que mi pijama estaba lleno de agujeros y muy viejo. – Lo siento si te molestó la próxima pediré permiso-
-Gracias, me gustaría saber más sobre ti…-
-Hay tiempo, ya te lo mostraré, ahora va a ser mejor que regresemos porque se está haciendo tarde-
-Está bien… ¿vas a dejar todas estas flores aquí?- sonrió y con solo un movimiento con su mano las hizo desaparecer, no dejaba de asombrarme. Nos fuimos en su auto.
-¿Tienes ganas de salir corriendo con todo lo que te conté?- me dijo
-No, todo lo contrario…me agrada mucho estar contigo-, sonrió y me observó durante unos segundos. -¿Qué pasa?- dije
-Hay sensaciones que todavía no puedo controlar…nunca estuve con alguien…normal, y tampoco quiero lastimarte así que…tomémoslo con calma, ¿si?-
-Claro, sin problemas- supuse que se refería a que no iba a besarme, pero no me importaba, me bastaba solo con estar a su lado, llegamos a casa…
-Paso a recogerte el lunes para ir al colegio-
-Muy bien, hasta pronto- dije y baje del coche. Todo lo que estaba sucediendo era realmente increíble, sabía que estaba enamorada de él y cada segundo que pasaba quería estar a su lado. Los abuelos prepararon la cena y me senté con ellos en la mesa.
-Less… ¿dónde has estado?- dijo la abuela
-Salí de paseo con un amigo-
-¿Alguno de los muchachos con los que fuiste a la playa?- preguntó el abuelo
-He…no-
-Entonces, ¿con quién, querida?-
-Daniel…Douball- dije tímidamente, ambos me miraron
-¿Son novios?- dijo la abuela
-no…solo amigos- no dijeron nada pero tampoco pareció molestarles.
Esa noche pasó muy lenta, no dejaba de pensar en él y en todo lo que había sucedido.

Finalmente llegó el lunes, me levanté con una enorme sonrisa de esas que solo aparecen cuando una persona está enamorada, desayuné a toda prisa y ni bien salí Daniel ya me estaba esperando.
-Buenos días, ¿lista para irnos?- dijo
-Claro- Condujo hasta el colegio, me dispuse a sacarme el cinturón de seguridad pero se trabó… ¡que torpe era!, Daniel se inclinó sobre mi para ayudarme, comencé a respirar rápidamente cuando su rostro quedó a centímetros del mío, nos miramos unos segundos, comenzó a faltarme el aire, su respiración era demasiado cálida para mi piel y eso me dificultaba la entrada de aire, se dio cuenta y se alejó rápidamente.
-Lo siento mucho- me dijo
-No te preocupes, no hay problema…- dije, cuando bajamos todos los chicos del colegio nos miraban mientras caminábamos juntos por el parque, estaban asombrados y no dejaban de cuchichear entre ellos.
En clase de literatura me senté junto a Daniel, el profesor puso una película y apagó las luces del salón, parecía que esta semana solo haríamos eso. Moría de ganas de tomarle la mano pero no me animaba, no tuve que esperar mucho ya que él lo hizo, su piel era caliente…demasiado caliente, pero muy agradable, lo miré…
-Lo siento… ¿te quema?- me dijo bajito
-No…solo es caliente… ¿por qué?- pregunté
-Antes no podía tocar a nadie sin quemarlo, es difícil controlarlo pero estoy intentándolo- dijo
La próxima clase no la tenía con él, eso me molestaba, pero al menos tenía tiempo para dar algunas explicaciones a mis amigos antes de que se enojaran, Sara se sentó a mi lado.
-¿Así que estas saliendo con Daniel?- dijo
-Algo así…- dije tímidamente
-Pero… ¿vamos a seguir siendo amigas?, digo…porque ellos son un poco raros-
-¡Claro que si!, ¿quieres que el sábado vayamos al cine?- dije para que no se sintiera desplazada, sus ojos se iluminaron
-Genial- dijo, Ben escuchó la conversación y se dio vuelta al final de la clase
-¿Puedo ir yo también?, hay una película que hace tiempo quiero ver- dijo
-¡Claro!- dije sonriendo
-¿Cine?- dijo German acercándose, bueno parecía que la salida iba a ser de muchas personas, hasta Clara y Loreley se sumaron.
Cuando salí de clases, Daniel me esperaba en el pasillo, caminé rápidamente, quería pasar la mayor cantidad de tiempo posible con él.
-Así que cine…-dijo sonriendo
-Es de mala educación escuchar conversaciones de otros- le dije en tono de broma, sonrió
-No pude evitarlo-
-¿Vas a venir, verdad?- dije
-Prefiero…que pases tiempo con tus amigos, y ya sabes que nos mantenemos a cierta distancia- era verdad, aunque hubiese preferido estar con él.
-Ya que el sábado no vamos a vernos…- sus piré nerviosa. –Me preguntaba si tal vez podrías visitarme un ratito antes de dormir- mis intenciones eran buenas, ya que se me hacían insoportables los días sin él, me miró con sus hermosos ojos.
-Está bien… a mi tampoco me gusta estar lejos de ti- dijo
Nos sentamos en la cafetería a almorzar, los hermanos de Daniel estaban sentados en otra mesa, Sandy me dirigió una sonrisa a la que respondí de igual manera; Jean y Susan conversaban sin prestar atención alrededor, pero Rebecca…me miraba como si quisiera comerme viva. Bajé la vista, y Daniel se dio cuenta del motivo.
-No te preocupes, ella solo piensa que esto es peligroso, no logra entender por qué tuve que fijarme en ti- lo miré
-Siento que tengas problemas por mí-
-Less, es mi elección y yo quiero estar a tu lado- cada vez me enamoraba más de él, sus ojos hacían que me perdiera y cada vez que lo miraba sentía que no había nada mas a mi alrededor que él y yo.
-Quizá el domingo quieras conocer a mi familia- quedé petrificada ante la idea.
-Y… ¿si no les agrado como a Rebecca?-
-¿Es eso lo que te preocupa?- dijo sonriendo
-Bueno…si- dije
-Están al tanto y van a quererte, Less- Me provocaba nervios no agradarles, me sentía “nada” entre seres con poderes maravillosos y yo apenas podía mantener el equilibrio mientras caminaba, no era nada entre ellos.

Así pasó la semana, Daniel me esperaba todas las mañanas para ir al colegio, en el tiempo libre conversábamos mucho, realmente era agradable estar junto a él; en cuanto al contacto físico solo nos tomábamos de la mano de vez en cuando, ya que me cuidaba para no hacerme daño pero a mi me bastaba con caminar a su lado. Poco a poco se estaba convirtiendo en mi necesidad, mi mente era incapaz de procesar la vida sin él, no importaba nada…aunque el precio fuera mi propia muerte.
El sábado llegó, luego de almorzar con mis abuelos me preparé para la tarde de cine con los chicos, Ben estacionó en casa a las 6 de la tarde, me subí y saludé a todos.
-Estas muy linda hoy, Less- me dijo German y mis mejillas quedaron rojas, no estaba acostumbrada a que los chicos me dijeran cosas así.
-Compórtate si no quieres que Dan te quiebre el cuello- le respondió Ben riendo
-¿Y cómo besa?- me dijo Loreley… ¡¿Qué cómo besa?!...¿cómo se supone que iba a responder eso?, tendría que decirle “no puede, teme prenderme fuego”, esto era demasiado frustrante.
-Él…no es de esos- dije y traté de que bastara
-OK…parece que sabe respetar a una mujer, aunque no me molestaría que no lo hiciera- dijo Clara, sentí el leve deseo de hacerle tragar la botella de Coca cola que estaba tomando.
Llegamos al cine, nos ubicamos en la gran sala para ver la película “X Men”…que ironía!, me daba risa de solo pensarlo, Loreley estaba sentada a mi lado.
-Me dijeron que los Douball son peligrosos- me dijo bajito, la miré
-Eso no es verdad, solo son estupideces- dije un poco molesta y recordando las palabras del abuelo.
-Me lo dijo mi abuelo, él es un indio, vive con gran parte de mi familia en las afueras de la ciudad en una pequeña aldea ya que no se adaptan demasiado a la vida urbana, y no se llevan bien con los Douball, me advirtió sobre ellos- Decidí no responderle, no creía que fueran malos sino todo lo contrario a parte si nadie sabía de ellos no entendía por qué el abuelo de Loreley diría una cosa así, quizá solo habían tenido algún desacuerdo y por eso no se llevaban bien.
Cuando llegué a casa estaba un poco nerviosa, solo esperaba que Daniel no olvidara nuestra “cita” y que viniera a verme. Luego de saludar a los abuelos me fui a mi habitación, esta vez elegí un pijama que estuviera en buenas condiciones y no la remera con agujeros, la ansiedad comenzó a invadir mi cuerpo, me recosté a leer “Romeo y Julieta” mientras esperaba… ¿a qué hora vendría?, el reloj marcaba las diez treinta de la noche, ¿y si lo había olvidado?..Esperé, cuando el reloj marcó las once comencé a preocuparme, quizá ya no quería verme porque se había dado cuenta de lo poco que era a su lado…siempre había pensado con ese dramatismo, me odiaba.
Mis pensamientos negativos se vieron interrumpidos cuando sentí un ruido en la ventana, salté de la cama y me acerqué…ahí estaba él, vestido de negro y con sus hermosos ojos azules que resaltaban entre todo. Abrí la ventana pero me di cuenta de que era una idiotez hacerlo ya que tenía rejas y era pequeña, imposible pasar por ella, Daniel sonrió antes mi acción.
-Déjame un espacio- me dijo, de inmediato me corrí hacia atrás, y esperé…atravesó la pared como un fantasma, sin siquiera un rasguño…increíble y sorprendente.
-Disculpa la demora, tuve un pequeño inconveniente-
-No, no te preocupes- dije tratando de comportarme normal, me senté en la cama y él a mi lado.
-¿Cómo estuvo la película?- me dijo
-Sobrenatural- dije en broma. -¿cómo estuvo tu día?-
-Sobrenatural también. Dijo riendo- fue un día de práctica con mis hermanos-
-¿Dónde lo hacen?-
-A unos cuántos Km. de aquí- continuamos conversando durante un largo rato, tenía el defecto de ser demasiado curiosa así que pregunté todo lo que pude.
-Bueno, ya se está haciendo tarde…-
-¿Ya te vas?- dije angustiada
-Mañana paso a recogerte a las 11- es verdad…conocería a su familia. Nos miramos unos segundos, aunque moría por besarlo debía contenerme, pasó su calida mano por mi mejilla y cerré los ojos, su rostro estaba muy cerca del mío y podía sentir el calor de su respiración… ¡solo bésame Daniel!
-Es mejor…que me vaya- dijo
-De acuerdo- dije, y dejé que se fuera.
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Vie Ago 19, 2011 12:24 pm

CAPITULO 4

Por la mañana me levanté a las 9 para tener tiempo y no correr para todos lados.
-Voy a salir abuela- dije peinándome
-¿A dónde?-
-He…con Daniel- dije y sonrió
-Parece que te gusta ese chico-
-Así es- dije y me fui a vestir, me puse unos jeans y una remera negra, debería estar presentable si quería dar una buena primera impresión; Dan pasó a buscarme en su auto.
-Te noto un poco nerviosa- me dijo sonriendo
-…Bastante-
-Tranquila, todo va a salir bien- dijo tomándome la mano, su calidez hizo que me sintiera mejor. Tomamos un camino de piedras con solo árboles a nuestro alrededor, me preguntaba si su casa estaría muy lejos.
Tardamos alrededor de veinte minutos en llegar, la casa era una belleza total, tenía al menos tres pisos y se encontraba rodeada por el bosque. Bajamos del auto y caminamos hacia la entrada, iba tomada de su mano y comenzaba a sentirme sofocada debido a la ansiedad. Entramos en una sala con grandes sillones de color blanco, una alfombra negra sobre la cual había una pequeña mesa de cristal…seguro era cristal verdadero; las paredes eran blancas y el cortinado color crema, detrás había una escalera caracol que parecía dar al primer piso y por todos lados grandes cuadros con pinturas de diferentes épocas.
Aparecieron por una de las puertas que daba a otra sala, Alfred, un hombre de unos cuarenta años, cabello rubio, ojos del mismo azul profundo que los de Daniel y vestía una pantalón marrón y un buzo de hilo a cuadros; Cecilia iba tomada de su brazo, parecía mucho más joven de lo que era, su cabello era rubio y le llegaba a los hombros, vestía un pantalón color celeste y un saquito que le hacía juego, sus ojos brillaban y tenían un extraño color verdoso, me sentí chiquita, ¿cómo era posible que fuesen tan hermosos?, se acercaron con una sonrisa en sus rostros.
-Bienvenida Less- me dijo Alfred
-Gracias…- dije tímidamente, Cecilia me dedicó una amplia sonrisa
-Nos alegra tenerte aquí- me dijo
-Bueno, ¿se quedan a almorzar, verdad?- nos dijo Alfred
-Claro- dijo Daniel; en ese momento apareció Sandy con una hermosa solera blanca, me miró sonriente
-¡Less!- dijo mientras me daba un beso en la mejilla haciéndome sentir una electricidad muy extraña., luego aparecieron Jean y Susan, ambos me miraron unos segundos, Jean fue el primero en hablar, era un chico grande, alto y muy atractivo.
-Hola, bueno espero te sientas cómoda aquí- me dijo, me sentí muy bien cuando vi que no me odiaban.
-Si, por supuesto, gracias- dije
-Estamos a disposición para lo que necesites- dijo Susan, ella era más seria que Sandy pero no menos agradable. Miré hacia la puerta, Rebecca estaba recostada al marco de la misma y me observaba con muy mala cara, esa chica era hermosa, su cabello negro como le carbón le llegaba hasta la cintura; luego de unos segundo se dio media vuelta y se fue.
-Dale tiempo…- me dijo Alfred
-Ya va a entenderlo- dijo Cecilia.
Pasamos al comedor, donde se encontraba una larga mesa de madera repleta de comida y una decoración que colmaba mis expectativas.
-Esto es…parece una obra de arte- dije sin salir del asombro
-Gracias, me tomo toda la mañana prepararla- dijo Cecilia sonriendo complacida; luego de sentarnos, también Rebecca lo hizo pero en la otra punta de la mesa lo más alejada posible de mi, todo era silencio.
-Bueno, actuemos normal antes de que Less se vaya corriendo- dijo Daniel y de inmediato empezaron a conversar del clima y del colegio, Dan tenía tomada mi mano, Alfred nos observó y luego sonrió.
-Parece que lo estas controlando muy bien- le dijo a Daniel
-Así es…-dijo él
-Creo que Dan ya te contó que antes no podía tocar a ningún…ninguna persona normal- me dijo Alfred
-Si, me lo dijo… ¿pasa igual…con ustedes?- pregunté
-No, con nosotros no pasa lo mismo, es solo con…personas- dijo Cecilia, les costaba bastante definirse y distinguirse de las personas.
-De todas formas tengan cuidado, no queremos que nadie resulte lastimado- dijo Jean
-A mi me alcanza con esto- le dije mostrando nuestras manos juntas, él sonrió. Luego de un rato un salero pasó volando por la mesa junto a mí en dirección a Rebecca.
-¡Rebecca!, dijimos que nada de poderes por hoy- le dijo molesto Alfred, ella lo miró enojada y no dijo nada. Luego del almuerzo, Daniel me llevó a conocer un poco su casa, después de un largo recorrido, subimos por las escaleras caracol y caminamos por un largo pasillo hasta llegar a una puerta de madera; la habitación de Daniel era amplia, tenía grandes ventanales por donde entraba la luz del sol y con una hermosa vista al bosque. Había una cama grande con mantas negras y almohadones de color blanco, de las paredes colgaban algunas pinturas abstractas que supuse valían millones, miré hacia uno de los rincones dónde se encontraba un sofá de cuero negro acompañado de una alfombra del mismo color, nunca había visto un lugar tan bien decorado.
-…Lo decoró cecilia- dijo
-Es genial- dije mirando alrededor. Se estaba haciendo tarde y debía volver antes de que los abuelos se preocuparan, me despedí de todos menos de Rebecca porque no estaba y nos fuimos caminando por el bosque de la mano.
-Espero que hayas pasado bien- me dijo
-Si, pase genial, tu familia me trató muy bien-
-Me alegra mucho que te hayas sentido cómoda- Luego de un rato llegamos a casa en su coche.
-Mañana nos vemos- me dijo
-Claro…falta mucho para mañana- dije triste, él sonrió y pasó su mano caliente por mi mejilla.
-¿Puedo…acercarme más?- le dije, quería saber que se sentía tenerlo cerca y a parte me moría por estar junto a él, aunque el calor me quemara no me importaba. No respondió, solo tomó aire y lo aguantó, así que me acerqué a él, el calor era abrazador pero muy agradable, sabía que él hacía un esfuerzo enorme para no dañarme con nada y tenía una de sus manos apretando el volante. El olor de su piel era dulce y perfecto, pasé mi mano por su rostro suave y cerró los ojos, mi temperatura era muy baja al lado de la suya.
-Creo…que es mejor que te alejes- me dijo dulcemente y le obedecí
-Lo siento- dije, respiró profundo.
-Ya voy a poder manejarlo mejor…dame tiempo-
-No quiero que te esfuerces por mí-
-haría cualquier cosa por ti- me dijo y me dejó sin palabras, jamás comprendería como alguien como él podía quererme a mi…yo era insignificante a su lado. Entré a casa
-¿Less?- preguntó la abuela
- Si, soy yo- dije dirigiéndome a la cocina, la abuela preparaba la cena
-¿Cómo te fue?-
-Bien, gracias- dije, el teléfono, atendí. –Hola…-
-¿Less?-
-Si, ella habla-
-Soy Loreley-
-¡Ha!, hola, ¿cómo estas?- dije un poco sorprendida por la llamada
-Bien…me gustaría invitarte a la aldea para que conozcas a mis primos y a mi abuelo, ¿quieres acompañarme después de clases?-
-He…si, me parece muy buena idea, hasta mañana entonces-
-buenas noches- dijo y colgó. Por lo general hablaba mucho más con Sara, pero Loreley siempre había intentado acercarse a nosotras, parecía una chica simpática, sus ojos color miel brillaban siempre tras su piel color cobrizo ya que su descendencia era india, sería interesante conocer sobre sus orígenes y su historia.

Esa noche me costó dormirme .extrañaba a Dan, en mi mente daba vueltas todo lo que había pasado en el día, en su amable familia, en la cara de odio de Rebecca, en cuánto deseaba estar cerca de él…sentía tantas cosas que no podría describirlas. Poco a poco me fui quedando dormida y cuando volví a abrir los ojos los rayos de luz ya entraban por la ventana, me levanté de la cama un poco dormida y con los ojos entrecerrados.
-¡Haaaa!- grité cuando me di cuenta de que Daniel estaba sentado en la mecedora de mi habitación riéndose.
-Siento haberte asustado- dijo tratando de contener la risa, seguramente se reía de mi deplorable estado…despeinada, cara de dormida, en conclusión estaba hecha un cavernícola.
-¿Qué haces aquí?- dije tratando de abrir los ojos…mientras él permanecía perfecto como de costumbre.
-Vine a verte, hoy no voy a clases- lo miré con tristeza
-¿Por qué?-
-Parece que en el norte, hay gente haciendo cosas que no están bien y vamos a tratar de poner orden-
-¿Qué cosas?- dije sentándome en la cama
- Te conté que no todos eran como nosotros, hay quienes utilizan sus poderes para hacer daño por diversos motivos, existe un ser muy poderoso que se encarga de hacer bastante daño y no le interesa a quien se lo haga-
-¿No es peligroso?-
- No te preocupes, él mantiene su distancia mientras nosotros hagamos lo mismo, de todas maneras no creo que sea el problema, por lo que pudimos investigar se trata de alguien que no conoce las reglas y hay que enseñárselas-
-¿Cuánto tiempo vas a ausentarte?...digo…parece un viaje largo- se rió
-He…tenemos cierta velocidad- lo miré sorprendida
-¿Qué?, ¿a parte de todo pueden colar?-
-No…solo correr a bastante velocidad y a escasos centímetros del suelo- dijo y sonrió
-Bueno… ¿entonces, cuando vuelvo a verte?-
-El martes ya estoy de regreso para ir al colegio-
-Es mucho tiempo pero sobreviviré, hoy por la tarde voy a ir a la aldea- su sonrisa desapareció y me miró serio
-¿La aldea de los indios “yanhon”?-
-Supongo que es esa, es donde vive la familia de Loreley-
-Es un poco peligroso que vayas ahí-
-¿Por qué?-
-Bueno, no les agradamos mucho y ellos a nosotros tampoco…creen que tenemos relación con el ser oscuro del que te hablé, ellos basan su creencia en la oscuridad también, solo ten cuidado, no bebas ni comas nada de lo que puedan ofrecerte y no creas en sus historias-
-¿Es todo extraño o yo he vivido durante mucho tiempo en una burbuja?- dije frustrada
-Las cosas están muy bien escondidas Less y así deben permanecer para el bien de todos…ya tengo que irme-
-De acuerdo- dije levantándome, se acercó y me tomó las manos
-Voy a extrañarte- me dijo con su dulce voz
- Y yo a ti- dije, luego desapareció a través de la pared.

Esa mañana en el colegio transcurrió muy lenta, sabía que la razón era la ausencia de Daniel, sus hermanos tampoco estaban por lo que no encontraba nada familiar a lo que aferrarme. Luego de la última hora nos fuimos con Loreley en su auto hacia la aldea.
-Hoy no vi a Daniel en el colegio- dijo para entablar conversación
-Tenía cosas que hacer- dije
-Resulta tan extraño verlo con alguien, hace años solo estaba con sus hermanos, aunque no entiendo muy bien si Rebecca es su hermana…- dijo confundida
-¿Por qué?- dije curiosa.-digo…son todos adoptados, es decir, que hermanos de sangre no son-
-Bueno, cuando llegaron al colegio Rebecca no se desprendía de Daniel, siempre estaba a su lado- ¿sería ese el motivo por el cual me odiaba Rebecca…celos?, ¿celos de mi?, me dio risa solo pensarlo, ella era hermosa jamás habría comparación conmigo.
Al llegar a la salida del pueblo, tomamos una calle de piedras muy angosta, a lo lejos podía observarse pequeñas casitas y niños corriendo; Loreley estacionó en la entrada de la aldea, donde un anciano de cabello gris salió a recibirnos.
-¡Hola abuelo!- dijo Loreley. –Te presento a mi amiga Lesslie- el anciano me observó por unos segundos con una extraña expresión en su rostro para luego decir algo en un idioma que no entendí.
-Bienvenida, estas protegida en este lugar- me dijo, ¿protegida de qué?, sonreí amablemente a pesar de no entender nada. Entramos en la pequeña casa y nos sentamos alrededor de una vieja mesa de madera, las paredes estaban casi cayéndose, pero a nadie parecía molestarle eso. Pasado un rato entraron dos chicos, altos, con un físico enorme que intuí se debía a que el trabajo en la aldea no debía ser tarea sencilla; ambos tenían facciones de indio y brillantes ojos negros, eran muy parecidos a diferencia de que uno era más alto que el otro.
-Less, ellos son mis primos, Esteban y Kayl-
-Mucho gusto- dije
-Igualmente-dijeron, se ofrecieron a mostrarnos la aldea así que caminamos por el lugar, Kayl era el más alto y al parecer muy agradable.
-Ella es novia de Daniel- le dijo Loreley a sus primos, ¿era necesario?
-¿Quién?, ¿Daniel Douball?- dijo él
-El mismo- contestó ella, me miró por unos segundos
-No sabía que esos “chupaenergías” andaban con humanos- dijo Esteban, me molestó mucho su comentario, ¿acaso ellos también lo sabían?
-No le hagas caso, solo cuídate- me dijo Kayl al ver mi expresión, ¿por qué creían que eran malos?, esto me desquiciaba.
-No tengo nada de que cuidarme- dije un poco molesta
-Quizá el abuelo pueda explicarte mejor la situación- me dijo Loreley, volvimos a la pequeña casa donde se encontraba el anciano.
-¿Qué necesitan jóvenes?- nos dijo
-Less está saliendo con uno de los Douball- le dijo Loreley, ya comenzaba a sentirme discriminada
-Lo sé- dijo él. - es su decisión- continuó e hizo seña para que salieran todos de la casa, nos quedamos solos.
-No creo que haya nada peligroso- dije defendiéndome
-Hace muchos años…aquí todo era tranquilo, tengo 95 años y he vivido en la aldea toda mi vida, cuando la familia Douball apareció hace ya 5 años comenzaron los problemas…sus chicos solía molestar a los muchachos de nuestra aldea-
-Ellos no hacen esas cosas, ¿cómo está seguro de que no fueron otras personas?- lo interrumpí
-Bueno…son los únicos que cuentan con…ciertas habilidades y no respetan nuestra paz, los ancianos de nuestra tribu a través de sus rituales descubrieron que existe cierta oscuridad sobre nuestra aldea y los únicos que estaban cerca siempre eran ellos- estaba segura de que lo que había sucedido se debía a los seres malos de los cuales Daniel me había hablado, me ponía de muy mal humor que los culparan a ellos.
-Quizá deberías tener más cuidado pequeña, no queremos a ninguna persona lastimada, son seres muy poderoso que utilizan su belleza entre otras cosas para atraer a las personas, porque si logran matarlos pueden tomar sus energías para volverse mucho más fuertes, esa es su forma de vida- no respondí no creía en sus palabras y esas historias realmente me estaban asustando. –Puedo ver que tu amor es más fuerte que tu razonamiento, así que voy a darte algo…- dijo parándose y dirigiéndose a una estantería de madera muy gastada, tomó algo pequeño y se acercó a mi poniéndolo en mis manos, lo miré…era una especie de pluma tallada en madera con unas pequeñas piedritas brillantes de color rojo y negro, era un colgante.
-¿Qué es esto?- dije
-Póntelo y no te lo saques, es solo para protegerte de las malas energías- me dijo con una mirada muy extraña, de todas formas me lo puse n colgante no iba a hacerme nada. Se estaba haciendo tarde de modo que nos fuimos.
-¿Te sientes bien?- me preguntó Loreley
-Si…solo cansada- dije bostezando, había sido un largo día y solo necesitaba dormir. Llegamos a casa.
-Bueno, espero verte mañana en el colegio- me dijo, ¿por qué razón no iría?, esto era bastante extraño.
-Claro, ahí nos vemos, gracias por todo- dije y me bajé, los abuelos miraban TV.
-¿Cómo estuvo el paseo?- dijo la abuela
-Muy bien, estoy cansada, voy a dormir- dije
-Buenas noches- dijeron.
La verdad estaba agotada, eso contribuyó a que a penas toqué la almohada me dormí.
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por andreazoey14 Dom Ago 21, 2011 4:17 am

Me parece muy interesante la historia , le encuentro un parecido a Crepusculo pero en un contexto diferente .La verdad si me gusta es como si leyera otro saga .. Razz
Bueno entonces te animo a que sigas subiendo los capítulos para poder saber como continua .
saludos y felicitaciones escribes muy bien!!
andreazoey14
andreazoey14
Alumno de Cuarto
Alumno de Cuarto

Mensajes : 315
Puntos de experiencia : 393
Reputación : 9
Fecha de inscripción : 04/06/2011
Edad : 27
Localización : Perú-Lima

Hoja de personaje
Nombre: Andreina Stanley
Pareja: -
Don: Empatía

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Dom Ago 21, 2011 12:36 pm

jejej Siiii yo al principio comenté que escribí esta novela luego de leer la saga crepúsuclo y tomé muchas ideas de la misma para hacerla, solo que no se trata de vampiros XD me alegro te guste!!! Gracias!
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por andreazoey14 Dom Ago 21, 2011 6:58 pm

De nada Very Happy .
Bueno solo es la verdad ,ah es bueno que lo hayas especificado al principio del parecido a Crepusculo .
Támbien acabo de leer el registro de fichas y me he dado cuenta de que subiras un capi por semana como si fuera una serie.. Razz .
Entonces estare atenta los viernes . Very Happy
andreazoey14
andreazoey14
Alumno de Cuarto
Alumno de Cuarto

Mensajes : 315
Puntos de experiencia : 393
Reputación : 9
Fecha de inscripción : 04/06/2011
Edad : 27
Localización : Perú-Lima

Hoja de personaje
Nombre: Andreina Stanley
Pareja: -
Don: Empatía

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Vie Ago 26, 2011 3:02 pm

CAPITULO 5

En mi sueño me encontraba en un gran bosque corriendo, de pronto llegaba a un acantilado, no se qué era lo que me perseguía pero estaba tan asustada que salté al vacío, caía y en el momento de tocar el agua me desperté de un salto… ¡vaya pesadilla!

Eran las 7 de la mañana, me levanté y me dirigí al baño, me miré en el espejo, mi cabello era un nido de pájaros, estaba más pálida de lo normal, quizá estaba por engriparme debido al frío, estaba ansiosa por ver a Dan así que me apresuré a hacer todo y cuando salí de casa ya me esperaba en su auto.
-Hola- le dije
-Buenos días hermosa- me dijo sonriendo, cada vez que me hablaba sentía que iba a derretirme.
-¿Cómo estas?- dije, me miró unos segundos
-¿Te sientes bien?- dijo preocupado
-Si, ¿por qué?- dije acomodándome el cabello por las dudas.
-Te noto un poco pálida y tus ojeras están bastante grandes-
-Quizá esté por engriparme-dije, ¿tan fea estaba?, deseé tener otra cara.
-OK…abrígate para salir- dijo acariciándome el rostro
-Te he extrañado- redije
- Y yo a ti, el tiempo no pasaba-
-¿Se resolvieron los problemas?-
-Si, por suerte solo se trataba de dos muchachos que no entendían las reglas pero creo que ahora van a comportarse-
-Bueno, me alegro-
-¿Cómo te fue en tu paseo a la aldea?- suspiré
-Como me lo advertiste-
-¿Nadie te hizo daño, no?-
-No, solo historias extrañas, nada más- La primer clase la tuve con Sandy, me senté junto a la ventana entre Sara y Ben.
-¿Te sientes bien?- me dijo Sara, pero ¿qué les pasaba a todos?, ¿tan mal me veía?
-Si, estoy muy bien- dije sonriendo
-Este fin de semana es el cumpleaños de German- dijo Ben
-¿Vienes?- me preguntó Sara
-He…supongo que si-
-German va a ponerse muy triste si no vas- dijo Ben bromeando
La clase comenzó, al rato comenzó a dolerme la cabeza, sin duda estaba por engriparme. Loreley que estaba sentada en el otro extremo de la clase me miraba de manera extraña, la saludé con la mano pero solo me devolvió una sonrisa y bastante falsa por cierto. Todo era llevadero hasta que las letras de mi cuaderno comenzaron a moverse debido a mi mareo, levanté la mano.
-¿Si, Srta. Flesher?- dijo el profesor
-Creo que necesito salir, no me siento bien- dije tratando de enfocarlo
-Claro, ¿alguien puede acompañarla?- escuche varias voces ofreciéndose, entre ellas la de German, Sara y Ben
-Douball, vaya usted- Sandy me tomó suavemente del brazo para ayudarme a salir, me llevaba hasta la enfermería pero le pedí para sentarme unos segundos porque de lo contrario iba a caer desplomada.
-¿Qué te pasa?-me dijo
-No se, creo que es gripe- me observó con sus enormes ojos azules
-Estás muy pálida, dame un segundo que voy a llamar a Dan-
-¡No!, no hagas que se preocupe por una pavada- pero ya era demasiado tarde, lo llamo mentalmente y en menos de dos minutos ya estaba con nosotras.
-¿Qué te pasó?- dijo mirándome
-Tuvo un mareo en clase, no tiene muy buen aspecto- dijo Sandy
-Estoy bien- mentí, no podía ni caminar. Daniel me tomó en sus brazos, era la primera vez que lo hacía, el calos de su piel me ayudó a sentirme calentita ya que hacía mucho frío.
-Voy a llevarla a la enfermería- dijo
-Voy contigo- dijo Sandy
-No, ve a clases- dijo él
-Bueno…qué te mejores Less- dijo y se fue. La enfermera me revisó la garganta
-No parece ser gripe ni nada de eso, es mejor que vayas a tu casa y descanses, voy a hacerte un certificado para que puedas retirarte- me dijo ella. Daniel me llevó hasta la puerta Demi casa, la abuela lo miró extrañada
-¿Pasó algo?- dijo preocupada
-No…- dije
-Si, se sentía mal y la enfermera sugirió que volviera a casa y descansara- me interrumpió Daniel
-Bueno, gracias por acompañarla- dijo la abuela
-No es nada, buenas tardes- nos dijo a ambas y se fue.
Estuve toda la tarde acostada, la abuela me preguntaba de a ratos si me encontraba bien. Por la tardecita ya me sentía mejor, me levanté para ir al baño pero de pronto todo comenzó a dar vueltas y eso fue lo último que recuerdo.

Tenía los ojos cerrados, cerca, sentía el “tic tac” de un reloj y un sonido extraño que parecía ser una especie de aparato, escuchaba un murmullo que pronto pude oír con más nitidez.
-No sabemos qué tiene- era la voz de la abuela, parecía que hablaba por un celular. –Todavía no despertó, si…hace dos días- ¡¿qué?!, ¿dos días?, hice fuerza para abrir los ojos pero me costaba mucho, mi cuerpo parecía estar dormido; sentí el sonido de una puerta
-¿No ha despertado?- esa voz tan dulce…solo podía ser él.
-No…- dijo la abuela preocupada
-¿Por qué no va a descansar un poco?, está desde el martes aquí, yo me encargo al menos unas horas-
-¿Estás seguro?, es que no quiero dejarla sola-
-No se preocupe, vaya a descansar cualquier cosa yo le aviso- dijo él, sentí que la puerta se cerró y algo caliente tocó mi mano…abrí los ojos con toda la fuerza que encontré.
-¡Less!... ¿cómo te sientes?-
-¿Qué pasó?, ¿dónde estoy?-
-En el hospital, te desmayaste hace ya dos días-
-¿Por qué?-dije confundida
-No te preocupes, vas a estar bien- levanté mi mano para acariciar su rostro, cerró sus hermosos ojos y luego volvió a abrirlos mirándome.
-Me asusté mucho- me dijo
-Estoy aquí- le dije. -¿Qué es lo que tengo?- demoró en responderme
-No lo se, hermosa, pero ya voy a averiguarlo, y voy a estar a tu lado para cuidarte todo el tiempo.
-Gracias…- Por la tarde entró una enfermera con agujas que traté de no mirar si no quería sufrir un ataque de nervios; la abuela se encontraba a mi lado y también un doctor que sostenía una planilla, Dan esperaba recostado a la puerta.
-¿Cómo te sientes?- me dijo el doctor con una sonrisa pero con ojos preocupados.
-Cansada…-
-¿Te duele algo?-
-No…pero mi cabeza…siento como si me la apretaran, duele mucho- dije, Daniel me miró, tomó su celular y llamó a alguien.
-Bueno Lesslie, por ahora vas a permanecer aquí, hasta que tengamos más información sobre tu estado- dijo el doctor
-Genial…hospital, no existe otro lugar mejor- dije bromeando.
Pasó un rato, no tenía mucha idea del tiempo, la puerta se abrió y Alfred se acercó a mí.
-Buenos días- le dijo a la abuela
-Sr. Douball…-
-Voy a hacerme cargo de Less- le dijo
-¿A si?- dijo la abuela, parecía estar más aliviada, Alfred era uno de los mejores médicos de la ciudad.
-Si, no se preocupe- Daniel me guiñó un ojo y Salió con la abuela. –Bueno Less, lamento encontrarnos en este lugar- dijo, yo sonreí, comenzó a examinarme.
-¿Duele aquí?- dijo apretando los ganglios de mi garganta
-No…solo la cabeza- me miró unos segundos inspeccionándome
-La verdad es que tu aspecto ha desmejorado mucho…voy a probar algo…-
-Si, adelante- dije, puso su mano en mi frente, a diferencia de Dan su temperatura era normal, cerró los ojos por unos segundos y luego los abrió con gesto de preocupación.
-¿Qué pasa?- dije nerviosa
-¿Estuviste solo con Dan estos días?-
-Si, ¿por qué?-
-Dame un momento que debo hablar con él- dijo y salió de la habitación antes de que pudiera decirle algo, ¿qué rayos pasaba?, ya me estaba asustando, ¿y si no podía acercarme a Daniel por algo?, ¡ni loca!, no me importaba morirme, no soportaría estar lejos de él, cualquier cosa menos eso.
Pude observar que Alfred discutía con otro médico afuera, Daniel entró.
-¿Qué está pasando Daniel?- dije histérica
-Nada, tranquila, va a estar todo bien-
-¿Bien?, ¡no entiendo nada!- dije casi gritando
-Confía en mí…-dijo mirándome a los ojos, respiré profundo para tranquilizarme, Alfred entró.
-Bien Less, te vas a tu casa-
-¿He?, pero no se qué es lo que tengo- ya me estaba por dar un ataque
-Mañana por la mañana, Dan va a llevarte a casa, hay cosas que no se pueden solucionar aquí, solo confía en nosotros, nadie va a hacerte daño- dijo Alfred.
-Solo sobre mi cadáver alguien va a hacerte daño- dijo Daniel. No entendía nada, me llevaron a casa, no tenía fuerzas ni para caminar así que Daniel me llevó en brazos hasta mi cama, se despidió y salió, podía escuchar la conversación que tenía con la abuela afuera.
-¿Va a estar bien?- dijo ella preocupada
-Se lo juro por mi vida- le contestó él
-Gracias por todo, dale mis agradecimientos a tu padre-
-Lo haré, buenas noches-

Logré dormirme enseguida, me sentía totalmente sin fuerzas, no se cuántas horas pasaron, ni si me dormí un rato largo o no, todo era demasiado confuso, sentía movimientos a mi alrededor, pero no podía abrir los ojos.
-Voy a llevarla- dijo Dan
-Por favor, llamen a casa en cuanto tengan noticias- dijo la abuela
-Si, por cualquier cosa- dijo el abuelo angustiado
-No se preocupen, vamos a cuidarla- esa era otra voz… ¿Jane? Alguien me levantó en brazos, no se si volví a dormirme…creo que estaba soñando, nuevamente me encontraba en el acantilado, pero esta vez llevaba mi mano a mi cuello y tocaba algo…era la pluma que me habían dado en la aldea, quizá eso tenía que ver con lo que me estaba pasando, ¡tenía que avisarle a Daniel!, pero ni siquiera podía moverme. Esta vez otras voces interrumpieron mis sueños.
-Hay que hacer algo- dijo Cecilia
-Si, pero ¿qué?- dijo Susan
-Esto te pasa por involucrarte con personas de las que tienes que mantenerte alejado, sabía que iba a traernos problemas- dijo Rebecca enojada
-¡Ya cállate, Rebecca!- dijo Daniel en un tono más alto de lo normal, hice el mayor esfuerzo y abrí los ojos, Dan se acercó de inmediato.
-Less…-
-Tengo…-no podía ni siquiera hablar y necesitaba decírselo, odiaba esto.
-Tranquila, no te esfuerces- dijo Alfred, ¡tenían que escucharme!, use todas mis fuerzas y moví la mano hasta mi cuello. -¿qué pasa Less?- dijo Alfred
-¿Qué tienes en el cuello?- dijo Daniel, ¡por fin se daba cuenta!, Alfred sacó la pluma de mi cuello y la observó un rato.
-¡Maldición!- dijo muy alto
-¿Qué…?- dijo Cecilia
-Less estuvo de visita en la aldea de esos indios mugrientos el lunes pasado- dijo Daniel con mucha rabia.
-Aquí tenemos el problema, se lo pusieron con un único objetivo- dijo Alfred
-No puedo creerlo…indios pulgosos- dijo Sandy
-Bueno, pero ahora que se lo quitaste va a ponerse mejor, ¿no?- dijo Susan
-No…este objeto cumplió su misión, si no hacemos algo pronto…- no terminó la frase y a pesar de que tenía el cuerpo dormido un escalo frío recorrió mi espalda.
-Voy a matarlos, no va a quedar ni uno solo vivo, les voy a prender fuego la aldea- dijo Dan furiosos y yéndose, Alfred lo tomó del brazo
-Ni se te ocurra, nosotros no somos asesinos, hay que ocuparse de algo más importante ahora- le dijo severamente
-Necesito dar una vuelta- dijo y se fue, Cecilia miró preocupada a Alfred
-No va a hacer nada, lo sé- dijo Alfred para tranquilizarla
-Lo…siento mucho- logré decir
-No es tu culpa, cariño- me dijo Cecilia
-Si, es su culpa- dijo Rebecca
-¡Ya es suficiente Rebecca!- le gritó Alfred, ella se dio media vuelta y se fue.
-No le hagas caso Less- me dijo Susan preocupada
-Bueno…tu nivel de energía es prácticamente nulo gracias a esa maldita pluma, ya nos ocuparemos de eso luego, ahora el objetivo central es…recuperarte…Sandy- dijo mirándola
-¿Si?-dijo ella
- En principio necesito tu colaboración…utiliza la mayor concentración para poder pasarle energía a Less…es difícil, pero vamos a intentarlo-
-Voy a hacer todo lo que pueda Less- me dijo dulcemente sentándose a mi lado, nos encontrábamos en la habitación de Daniel. Me tomó la mano y cerró los ojos, todos miraban expectantes, Susan estaba sentada en el sofá con Jean y Alfred a los pies de la cama con Cecilia. Luego de unos minutos Sandy abrió los ojos.
-Lo siento…no puedo- dijo frustrada
-¿Qué pasa?- dijo Alfred
- Sabes que para pasar energía necesito encontrar un punto de conexión y no la hay, ella está demasiado débil, no puedo llegar a su mente- Alfred se agarró la cabeza.
-¡Llama a Daniel ya!- le gritó a Rebecca que había vuelto a pararse en la puerta, ella salió sin decir nada, a los pocos minutos Daniel estaba en la habitación, me sentía culpable por haber tomado ese estúpido objeto.
-¿Qué tengo que hacer?- dijo Dan
-Eres la única opción que tenemos, sé que te cuesta controlar tu poder, pero eres el único que puede salvarla- dijo Alfred
-De acuerdo, ya sé que debo hacer… ¿me dejan solo con ella?- dijo, todos dejaron la habitación.
-Estaremos en el living por cualquier cosa- dijo Alfred y se fue. Daniel se acercó a y me miró a los ojos.
-Voy a hacer hasta lo imposible para que estés bien…si algo te pasara sencillamente no podría vivir- se me cayeron un par de légrimas, no soportaba pensar que algo pudiera pasarle, lo peor era que no tenía fuerzas para decírselo, para hacerle saber que lo amaba con toda mi alma y que me perdonara por ser tan tonta. Tomó mis manos.
-Solo…quédate tranquila, no voy a hacerte daño, espero que funcione- dijo, luego cerró sus ojos, sentía el calor de sus manos…mucho más calientes de lo que eran, aunque me quemaban traté de soportar el dolor, pasaron varios minutos…comencé a sentir una extraña electricidad en todo el cuerpo, como millones de agujas pequeñitas pinchándome, sentía que las manos se me prendían fuego, pero iba a dar todo mi esfuerzo, apreté los ojos y aguanté el intenso dolor.
De pronto sentí mucho sueño…no se cómo me quedé dormida. Volví a despertarme con murmullos de fondo, pero esta vez me sentía con fuerza y fui capaz de abrir los ojos.
-Less, ¡despertaste!- dijo Alfred acercándose
-¿Dónde…está Dan?- ¡y podía hablar!
-Bueno…mucho mejor, ya puedes hablar- dijo Jean sonriendo
-Estoy aquí, Less- me dijo, levanté la cabeza y lo miré, estaba sentado en el sofá y muy pálido.
-¿Estás bien?- le dije
-Si, no te preocupes-
-Solo está cansado, fue un trabajo duro, ya va a reponerse- dijo Alfred, miré mis manos, estaban vendadas.
-¿Tan malo fue?- dije
-No, nada grave, en unos días tus manos van a estar bien- dijo Cecilia
-Lo siento mucho, Less- dijo Daniel triste
-Salvaste me vida, no tienes por qué pedir perdón- le dije
-Avisamos a tus abuelos que estas recuperándote, mañana ya puedes regresar a tu casa-dijo Sandy. Me dejaron descansar y salieron de la habitación, creo haber dormido un par de horas ya que cuando desperté afuera estaba oscuro, las ventanas estaban abiertas y escuché a Daniel hablar con Rebecca.
-Vas a meterte en problemas- dijo ella
-Estoy cansado de que me digas eso, yo quiero estar con ella-
-Dan, hay mil mujeres como nosotros, ¿por qué ella?-
-Ya te lo he explicado, la quiero a ella-
-¿Más de lo que me quieres a mí?- dijo ella
-Eres mi hermana, siempre te he querido, no tiene nada que ver con lo que siento por ella-
-Ni siquiera puedes tocarla Daniel, ¿de verdad crees que va a soportar toda su vida así?, en algún momento y como toda mujer va a necesitar más y no solo que le tomes la mano, ¿qué vas a hacer entonces?, va a lastimarte cuando se de cuenta de que va a sentirse mucho más completa con un hombre como ella…humano-
-Si, puede que tengas razón, pero a este ese momento voy a quedarme a su lado-
-No estas pensando, esto es cualquier cosa- dijo ella, yo tenía ganas de matarla, ella no se imaginaba todo lo que yo sentía por Daniel, no quería una vida sin él. Al rato, Dan entró en la habitación y me dio una taza con café.
-Hola, hermosa- dijo sentándose a mi lado
-Tardaste en venir-
-Estaba hablando con mi padre-
Bien, hace un rato te escuché hablando con Rebecca- su rostro se volvió serio
-Siento que hayas escuchado-
-Ahora necesito que me escuches a mí-
-Bien…-
-Nada de lo que dijo Rebecca va a pasar, yo no puedo vivir sin vos, no me importa que jamás en la vida puedas besarme, soy feliz simplemente con tenerte a mi lado…-
-Less, yo no estoy seguro de poder darte todo lo que necesites, quizá ahora no lo pienses, pero si en algún momento aparece una persona que pueda brindarte todo lo que quieras, yo voy a entenderlo, jamás voy a impedir que seas feliz-
-Yo soy feliz a tu lado, y me hace mal pensar que por ser…humana no puedas hacer nada de lo que quieres- dije a punto de llorar
- Yo no necesito nada- dijo secándome una lágrima que había escapado de mis ojos
-Entonces yo tampoco, y tema terminado- dije, él sonrió
-Como usted diga señorita-
-¿Cuáles son los planes para esta noche?- dije
-¿Qué quieres hacer?-
-No se…podríamos conversar-
-Me parece buena idea-dijo estuvimos largo rato hablando de todo, yo aprovechaba para preguntar de todo.
-¿Por qué no quemas a los que son como vos?-
-Porque si voy a tocarlos pueden neutralizar mis poderes-
-Me gustaría poder hacerlo- dije triste. –Pero si me cargaste en brazos puedes abrazarme, ¿no?- no sabía si estaba pidiéndole demasiado, no quería presionarlo.
-Si, supongo que puedo- Se acercó más a mí, de inmediato mi corazón se aceleró, merodeó con sus brazos con el mayor cuidado posible, ya comenzaba a sentir el calor en mi cuerpo, no sabía si abrazarlo también o si eso empeoraría las cosas.
-¿Puedo…?- dije haciéndole seña con mis brazos
-Si…- Puse mis manos en su espalda y apoyé la cabeza en su pecho, era enorme la sensación de paz que me daba estar cerca de él, mi corazón seguía latiendo rápido, mientras que sus latidos eran mucho más lentos que los de una persona normal…era simplemente maravilloso. Comencé a sentir más calor cuando moví mis manos en su espalda y se apartó suavemente.
-Estoy tratando…-dijo
-Lo sé, gracias por eso-
A la mañana siguiente ya pude levantarme.
-Voy a llevarla a su casa- dijo Daniel
-Gracias a todos por lo que hicieron por mi- dije
-Eres como de la familia- dijo Alfred
-Vamos a cuidarte siempre- dijo Cecilia
-Si, y no aceptes más porquerías- dijo Jean riendo
-No lo haré- dije
-Cuídate, mañana nos vemos en el colegio- dijo Susan, Sandy se acercó y me abrazó fuerte.
-Me alegra que te encuentres bien- me dijo, me había encariñado muco con ella, era una chica realmente dulce. Nos fuimos en el auto.
-¿Por qué hicieron eso en la aldea?-dije, Daniel apretó el volante con fuerza
- De verdad me encantaría arrancarles la cabeza…eres una persona con mucha energía, a esos malditos les sirve eso, sobre todo si la energía es tomada de una persona que tiene sentimientos puros, son como sanguijuelas, pero esto no termina aquí, voy a tenerte muy bien vigilada, es claro el interés que tiene en ti, y no va a darse por vencidos así de simple- asome daba mucho miedo
-El anciano me dijo que era al contrario…-
-Te describió la forma de trabajar que tiene ellos, pensó que de esa manera te pondría en contra nuestra y buscarías refugio ahí, lejos de nosotros y sería mucho más fácil…terminar con tu vida, malditos brujos-
Llegamos a casa, se despidió y se marchó.
-¿Qué te pasó en las manos?- dijo la abuela preocupada.
-He…fue por el suero que tuvieron que ponerme- mentí.
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por andreazoey14 Sáb Ago 27, 2011 1:20 am

La historia se pone cada vez más interesante y la pareja de Dan y Less me gusta mucho hacen bastante química se podria decir y támbien me gustan porque estan muy enamorados .
Continuaré leyendo los capis que la historia ya me atrapó.
saludos! Razz
andreazoey14
andreazoey14
Alumno de Cuarto
Alumno de Cuarto

Mensajes : 315
Puntos de experiencia : 393
Reputación : 9
Fecha de inscripción : 04/06/2011
Edad : 27
Localización : Perú-Lima

Hoja de personaje
Nombre: Andreina Stanley
Pareja: -
Don: Empatía

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Miér Ago 31, 2011 7:27 pm

jajaja Bueno me alegra te guste! seguiré subiendo los capitulos como siempre, y lo que me sucedió es que como cada vez que hago alguna historia termino enamorándome platonicamente del personaje, en este caso de Dan jajaj Gracias por tu comentario!
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por andreazoey14 Miér Ago 31, 2011 7:34 pm

Very Happy Si eso támbien me pasa a mí siempre que leo un libro o una saga me termino enamorando del personaje principal debe ser tanto que leo de él hasta me lo imagino es muy gracioso .
Además como describes a Dan cualquiera se enamora .
Razz
andreazoey14
andreazoey14
Alumno de Cuarto
Alumno de Cuarto

Mensajes : 315
Puntos de experiencia : 393
Reputación : 9
Fecha de inscripción : 04/06/2011
Edad : 27
Localización : Perú-Lima

Hoja de personaje
Nombre: Andreina Stanley
Pareja: -
Don: Empatía

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Vie Sep 02, 2011 1:09 pm

CAPITULO 6

A la mañana siguiente ya me sentía con la fuerza necesaria para ir al colegio, así que me levanté y me senté a desayunar.
-¿Cómo te sientes hoy?- preguntó el abuelo.
-Mucho mejor-
-Estas un poco pálida todavía… ¿vas a ir al colegio?- dijo la abuela.
-Si, prefiero no perder más clases, cualquier cosa le pido a Dan que me traiga-
-¿Ustedes…son novios?- dijo el abuelo.
-Si…- dije
-Perece un buen muchacho- dijo él.
-Te cuidó mucho mientras estuviste enferma- dijo la abuela.
-Lo sé- dije sonriendo.
Luego de desayunar salí, Daniel me esperaba en su auto.
-¿Te sientes bien hoy?- me dijo.
-Si, no pienso estar acostada ni un solo día más- dije sonriendo.
-Bien…vamos entonces- dijo y puso en marcha el auto. –El sábado nos vamos de paseo- dijo.
-¿A sí?, ¿a dónde?-
-A una especie de expedición por el bosque del este-
-¡Genial!, aunque soy un poco lenta caminando-
-Eso no importa- dijo. Llegamos al colegio.
-Creo que tus amigos tiene varias preguntas- dijo Dan riendo. Sara, Ben y German me esperaban al costado del estacionamiento, me acerqué a ellos, Dan se fue a clases.
-¡Less!, ¿estás bien?- dijo Sara preocupada.
-Si…gracias-
-No nos dejaron entrar al hospital- dijo German.
-Es que tenía una infección…glandular- se me estaba dando bien esto de mentir.
-¿Qué te pasó en las manos?- dijo Ben.
-Por el suero…- dije.
-Que suerte que ya estés bien, te hemos extrañado- dijo Sara. Loreley pasó caminando a nuestro lado, con la vista baja y no dijo nada.
-No sé qué le pasa- dijo Sara observándola.
-Si, le dijimos que estabas internada y ni siquiera nos respondió- dijo Ben.
No veía la hora de que la clase terminara para ver a Daniel, me estaba acostumbrando a pasar mucho tiempo a su lado. A penas sonó el timbre para la hora del almuerzo, salí disparada por la puerta, él me esperaba recostado contra la pared…era tan hermoso, podría entender por qué las chicas pasaban por su lado y quedaban mirándolo mientras soltaban risitas tontas. Pero él no apartó la vista de mí hasta que llegué a donde estaba.
-¿Vamos a comer?- me dijo.
-Si…- me tomó la mano mientras caminábamos por el pasillo vacío ya que todos estaban en la cafetería. Nos encontramos con Loreley frente a nosotros, Daniel se colocó delante de mí en una postura protectora.
-¿Qué quieres?- le dijo.
-Quiero hablar con Less- dijo ella.
-Ni lo sueñes, y va a ser mejor que te vayas porque no tienes idea lo que soy capaz de hacer-
-Yo…yo no sabía, siento mucho lo que ha pasado Less- dijo angustiada.
-No te acerques…y dale un mensaje a esos indios malditos, diles que si no se calman la guerra va a empezar- nunca había escuchado tanta ira en él, temí que la prendiera fuego, por suerte ella se fue.
-Parecía angustiada, Dan- le dije.
-No…solo es un truco, no te dejes llevar por eso, tienes que ser más atenta- me dijo.
-¿Lo está fingiendo?-
-Hazme caso, yo no voy a dejar que nada te pase, y por favor mantente alejada de ella-
Durante el almuerzo nos sentamos con sus hermanos, Rebecca permaneció en un extremo de la mesa sin decir palabra alguna, ella me odiaba.
-Les he mandado un mensaje a nuestros amigos- le dijo Dan a Jean.
-Genial- dijo él.
-¿Creen que traigan mas personas?- dijo Susan.
-Con seguridad si, van a querer proteger a Loreley- dijo Dan y comencé a ponerme nerviosa.
-Less…quédate tranquila, todo está bien- me dijo Sandy.
-¿Bien?, están hablando de guerras y de indios y…- no podía seguir hablando.
-No es necesario que eso pase, si ellos intentaran hacerte daño nuevamente, solo vamos a estar preparados para protegerte- dijo Susan.
-Creo que la estamos asustando- dijo Jean. –tu solo mantén la calma, nada va a pasar- me dijo, como si eso fuera fácil, me encontraba rodeada de indios brujos y una familia con poderes…muy gracioso.
Daniel me llevó a casa en el auto.
-Por la mañana paso a recogerte temprano- dijo.
-Bien…-
-¿Sigues nerviosa?-
-Solo un poco- dije, me tomó las manos.
-Lamento haberte asustado, somos pacíficos, no nos gusta la violencia tratamos de evitarla siempre, no te preocupes-
-Ya lo sé-
-Duerme bien, mañana nos vemos-

Entré a casa y me senté a conversar con la abuela.
-Mañana me voy de expedición- le dije.
-¿Con Daniel?-
-Claro-
-Less…no sé si has hablado este tema con tu madre en algún momento…me refiero al hecho de que tienes novio yeso puede implicar muchas cosas…- ¡hay no!, ya veía venir eso.
-He…abuela, no es como piensas-
-Yo conozco a los jóvenes de ahora, sé que son apurados y parecen tener muchas hormonas alteradas…- mis mejillas comenzaron a quedar de color violeta.
-Daniel no es así, él me respeta-
-Es decir que… ¿nada de eso?-
-¡No!, y tampoco está en mis planes aún-
-Bueno, estoy más tranquila entonces-
-bien…- dije.
Me fui a dormir temprano, no quería tener aspecto de zombi al otro día, bastante mal me había visto Daniel como para hacerlo pasar por eso otra vez.

Cuando desperté por la mañana el sol brillaba afuera, iba a ser un lindo día aunque un poco frío. Me puse un pantalón negro, botas…porque sería más fácil para caminar por el medio del bosque y un rompe vientos color gris, me sujeté el cabello y tomé mi bolsito de colgar.
Como de costumbre Dan ya estaba en su coche esperándome y claro que hermoso como siempre.
-¡Buenos días!- dijo sonriente. –Estás…muy linda- me dijo y quedé de color morado, me daba mucha vergüenza que alguien tan hermoso me dijera cosas así. Nos alejamos unos Km. Del pueblo, los bosques se extendían a ambos lados de la carretera y eran verdaderamente hermosos, a lo lejos y entre los árboles se veía el océano, era un paisaje maravilloso.
Al llegar, bajamos del auto y comenzamos a caminar entre los espesos árboles hasta llegar a un lugar lleno de rocas.
-¿Te encuentras cansada?-
-Un poco… ¿piensas seguir caminando?- dije, él sonrió.
-No…aquí está bien-dijo, nos sentamos a conversar.
-¿Sabes?, antes de conocerte mi vida no tenía sentido, el tiempo libre lo utilizaba para estudiar o practicar, pero me sentía vacío…y te conocí…tu rehaces sentir vivo- le tomé la mano.
-¿Es porque siempre me meto en problemas?- dije, sonrió.
-No…a tu lado siento que tengo un motivo para existir, es difícil ser como somos, a veces hasta frustrante, me gustaría ser normal-
-Me gustas así…- continuamos conversando durante un largo rato.
-¿Y tu madre?- me preguntó… ¡maldición!, era un tema complicado.
-He…ella…decidió hacer su vida- dije.
-Lamento haber preguntado, no quería que te pusieras mal-
-No…no importa, supongo que ella está bien así y me alegro por eso- dije. Se paró y me hizo seña para que lo siguiera, caminamos entre los árboles hasta llegar a una pequeña cascada que se encontraba entre las rocas y el agua que caía formaba un hermoso lago.
Me acerqué con cuidado a él rodeándole la cintura con mis brazos, él hizo lo mismo y colocó sus manos en mi espalda, el calor de su piel resultaba muy agradable sobre todo por el frío que estaba haciendo. Levanté la cabeza y quedamos a escasos centímetros mirándonos, sabía que era peligroso pero no podía contener mis impulsos.
-Te amo…- le dije.
-Y yo a ti- respondió. –Quédate muy quieta…no te muevas- no entendí pero hice lo que me pidió, me tomó el rostro entre sus manos y se acercó más a mi apoyando suavemente sus labios en los míos, eso provocó que mi corazón se acelerará mucho, las manos comenzaron a transpirarme, sus labios eran calientes pero demasiado dulces, tanto que me hubiera gustado detener el tiempo, el beso duró escasos segundos porque luego se apartó de mi rápidamente, sus piró y trató de controlarse antes de terminar prendiendo fuego todo le bosque.
-¿Te encuentras bien?- dije cuando fui capaz de hablar.
-Solo…dame un momento- dijo cerrando los ojos por unos segundos, luego me miró. –Ya está-
-No tendrías que haberlo hecho…digo yo quería…pero no me gusta que te esfuerces tanto por mi-
-Quería hacerlo, Less- dijo y sonrió
Pasamos el resto de la tarde conversando, cuando el sol comenzó a ocultarse en el horizonte fue tiempo de regresar.
Cuando llegué a casa, la abuela leía un libro sentada en su mecedora y el abuelo miraba las noticias en la TV.
-Ha legado una tarjeta del colegio- me dijo la abuela.
-¿De qué es?- dije.
-El próximo viernes se realiza la fiesta de invierno, nos invitan a una cena y a un baile- No era muy fanática de las fiestas pero la primer pregunta que vino a mi mente fue… ¿irían la familia Douball?
-Quizá mañana por la tarde podrías ir al centro en busca de un vestido- me dijo la abuela, ¿vestido? ¡no!, ¿no se podía ir de jeans?, me imaginé a Sandy, Susan y Rebecca perfectamente vestidas y yo…eso no iba a encajar de ninguna manera, debería comprar algo con lo que pasara desapercibida.
-¿Quieres que te lleve?- se ofreció mi abuelo.
-He…no te preocupes, voy a invitar a Sara, seguro que también necesita un vestido-
-Bien, llévate la camioneta- me dijo.
-Claro, gracias abuelo-

El día siguiente transcurrió lento y tranquilo, sobre todo por la compañía de Daniel. En clase de español le hablé de mis planes a Sara quien aceptó encantada. Al terminar la última clase, Dan se acercó a mi.
-Mañana debo faltar a clases…problemas en el norte de nuevo- lo miré triste.
-De acuerdo…-
-Cuídate por favor, si llega a pasar algo voy a estar en menos de diez minutos a tu lado, ¿si?-
-Bien, solo voy a ir al centro-
-OK, le pedí a Sandy que mañana pasara por ti para venir al colegio-
-¿No le molesta hacer de niñera?- dije bromeando.
-No lo creo-
-De acuerdo, quédate tranquilo, voy a cuidarme- dije sonriendo, me observó unos segundos.
-Me gusta muco tu sonrisa-
-Basta…voy a ponerme morada delante de las personas- dije avergonzada, me besó la mano y se alejó.
Nos dirigíamos al centro en la vieja camioneta del abuelo, quedaba a unos Km. de ahí.
-¡Me fascinan las salidas de chicas!- dijo Sara emocionada.
-Mmm.....…-
-¿Cómo están tus manos?-
-Bien, mañana ya puedo quitarme las vendas-
-Genial, he…estoy pensando en comprarme un vestido color rojo, ¿qué te parece?-
-Me parece bien, yo quiero uno negro-
-¿Negro?, ¿no es muy…apagado?-
-Justamente, no me gusta llamar la atención- Sara se rió.
-Con Daniel a tu lado te aseguro que llamas la atención y mucho- sonreí, era verdad y yo tanto que me preocupaba por un vestido negro.
-¿Cómo van las cosas con Ben?-
-Bueno…no lo sé, salimos y todo pero…ni siquiera me ha besado- dijo algo triste.
Llegamos al centro, era pequeño, unas cuantas calles cubiertas de comercios con una plaza en el medio donde se encontraban algunos niños jugando. Estacioné donde Sara me indicó y nos dirigimos a una gran tienda repleta de ropa formal.
Los vestidos queme probaba no degustaban, eran demasiado abiertos o tenían colores muy llamativos, ¡que desastre!
-¿Qué te parece éste?- preguntó Sara saliendo del probador con un vestido largo de color rojo.
-Es muy…rojo- dije y nos reímos.
-¡Claro!, y yo lo quiero- dijo contenta.
No encontré ningún vestido queme gustara, ya decidiría qué hacer, me quedaba tiempo hasta el viernes.
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Vie Sep 09, 2011 12:24 pm

CAPITULO 7

A la mañana siguiente, me encontré con un auto rojo y demasiado llamativo esperándome…el auto de Sandy quien me miraba con una enorme sonrisa.
-¡Hola, Less!- dijo con le entusiasmo que la caracterizaba.
-Hola…-
-Entiendo que tuviste problemas con tu vestido…- dijo, la miré confundida.
-¿Cómo…? ¿Has estado dentro de mi mente?- dije ya que esas cosas no volverían a resultarme extrañas nunca más.
-Solo un poquito, quería saber si todo iba bien- dijo sonriente, suspiré.
-Bueno, no encontré algo…discreto- dije frustrada, ella tomó una caja de la parte trasera del auto y me la dio.
-Quizá este te guste- Abrí la caja y dentro había un vestido negro muy hermoso, había acertado.
-¿Por qué has gastado dinero en mi?, jamás voy a poder pagarte este vestido-
-Es un regalo, Less, ¿te gusta?-
-Es…hermoso Sandy, pero me siento mal, no tengo nada que regalarte-
-No necesito nada, basta con que te guste-
-Gracias- Últimamente estaba encariñándome mucho con Sandy, pero… ¿quién no se encariñaría con ella?, aunque me sentí desencajada en su perfecta familia, era muy agradable sentir que yo les importaba.
-Mañana regresa Dan, ¿no?- dije.
-No creo que puedan, se fueron Alfred, Jean y Rebecca, las cosas no son muy sencillas en ese lugar, las personas con las que estan tratando de dialogar no quieren colaborar, así que han decidido pedir ayuda a Anton-
-¿Quién es Anton?- dije.
-Es…el que mantiene el orden entre los de nuestra…especie por así decirlo, junto con su organización se encargan de proteger la vida de las personas, han estado en guerra durante siglos con Ernest…creo que Dan te ha hablado de él, es un ser muy oscuro y malvado…-
-disculpa… ¿has dicho “durante siglos”?- dije confundida.
-Si… ¿por qué?-
-Siglos, ¿no se mueren nunca?- dije aunque me pareció una idiotez.
-No Less, ninguno de nosotros morimos- ¡¿qué?! Esa información no la tenía.
-¿Cómo…?- pregunté más confundida que antes.
-Legamos a determinada edad y nos mantenemos ahí…por siglos…nuestros años no transcurren como los de ustedes, claro que existen formas de matarnos, pero solo uno de los nuestros puede hacerlo-
-Pero… ¿envejecen?-
-Si claro, solo que pueden pasar siglos para eso, somos nosotros que después de años de práctica podemos decidir cuanto tiempo queremos permaneces en una edad…a veces es complicado porque debemos pasar desapercibidos, y eso no ayuda, por eso nos mudamos bastante seguido-
-¿qué…edad tienes?- pregunté con un poco de temor.
-18 años- dijo sonriendo.
-¿Hace cuanto…?-
-Bueno…hace prácticamente un siglo- Sentí que comenzaba a marearme, respiré hondo. –Se necesita una buena preparación para controlar lo de los años, por eso cuando Alfred nos encontró y no teníamos dominio de nuestros poderes, crecíamos más o menos con normalidad-
-Esto es…- dije sin saber que acotar.
-¿Dan no te lo contó?-
-No…-
-Quizá no quería confundirte más, va a matarme cuando se entere que te lo dije- dijo arrepentida.
-Creo que me debe una buena explicación-

Esa semana transcurrió muy lenta, sobre todo porque Daniel no estaba, en el colegio almorzaba algunos días con Sandy y Susan, y otros con mis amigos.
El jueves por la noche me costó conciliar el sueño, extrañaba a Daniel, quería verlo. Volví a soñar con el acantilado y en cuanto caía al agua me desperté de un salto.
-¡Maldición!- dije bajito.
-¿Estás bien?- dijo Dan que estaba sentado en la mecedora.
-¡Dan!- dije contenta, se acercó sentándose a mi lado.
-Te extrañaba y decidí…visitarte un ratito-
-¿Cómo les fue?- dije.
-Ya hay quienes se están encargando del asunto, así que…los días con Sandy fueron muy productivos-
-¿Te molestaste con ella?, no lo hizo para hacer mal-
-Lo sé, solo pensó que lo sabías-
-¿por qué no me lo habías contado?-
-No creí que fuese necesario- dijo restándole importancia.
-¿A no?, yo creo que era MUY necesario- dije un poco molesta. –En unos cuantos años llovió a tener 50 y vos…22, ¡genial!, no era necesario- él sonrió.
-Less, ahora tu estas en mi vida, y pienso cumplir cada año como los cumples-
-¿Renunciarás a tu juventud eterna solo por mí?- dije aunque todavía me parecía un poco extraño el asunto, me sentí en una película mágica.
-Eres lo más importante en mi vida, sin ti nada tendría sentido-
-¿Puedo preguntarte algo?-
-Si…-
-¿Hace cuánto tiempo tienes 22 años?-
-Hace…mucho-
-¿Cuánto?- insistí.
-Unos…100 años-
-Vaya…increíble-
-Estaba esperándote- dijo sonriendo, me besó la frente y luego se marchó.

Ese día no había clases, por la noche iría a la fiesta con mis abuelos y Dan con su familia. Me pasé todo el día caminando por la casa para que el tiempo se hiciera más corto y a demás, tenía unos nervios horribles.
Cuando la noche llegó, tomé un baño y me puse el vestido, me llegaba a las rodillas hasta ahí todo iba bien, pero tenía un gran escote, el cuál no había visto…esto iba a costarle muy caro a Sandy.
Nos fuimos a las 9 de la noche. El colegio estaba lleno de luces, la fiesta se realizaba en el club que se encontraba detrás, ya habían muchos autos estacionados, por suerte Dan no había llegado porque hubiera muerto de vergüenza así tenía que entrar por la puerta del club con todos esos seres hermosos observándome…de ningún modo, prefería quedarme afuera.
El interior del club se encontraba lleno de familias ubicadas en las diferentes mesas repletas de comida, había una música suave de fondo y la luz era de un color tenue, estaba todo muy bien decorado. Distinguí a Sara con su llamativo vestido rojo y Ben que conversaba alegremente con ella, llevaba puesto un traje negro y el cabello aplastado, los saludé con la mano a ellos y a Clara que estaba ya ubicada en una mesa con su familia entre los cuales habían unos 3 niños que supuse serían sus hermanos.
Nos sentamos, al rato miré hacia la puerta, ya que muchas miradas se dirigían ahí mientras cuchichiaban bajitos…claro, no podían ser otros. Alfred llevaba puesto un lujoso traje color gris, a su lado y tomándolo del brazo venía Cecilia con un vestido color dorado en el que lucía espectacularmente hermosa. Detrás caminaba Susan luciendo n vestido color azul, con la espalda al descubierto dejando ver su hermosa piel color marfil y el cabello rubio rizado, iba tomada de la mano de Jean quien vestía un traje negro.
Más atrás caminaba Sandy con una blusa color blanco con un gran escote y una pollera que terminaba en pico pasando las rodillas, color violeta, ¿por qué a todos les quedaba perfecta la ropa?, a mi no me pasaba eso, daba envidia solo mirarlos. Luego lo vi a él…más hermoso que nunca, llevaba puesto un pantalón negro y una camisa blanca que lo hacían ver totalmente irresistible a los ojos de cualquier chica, me miró guiñándome un ojo y sentí que me derretía. A su lado Rebecca, en cuanto la vi me sentí pequeña e insignificante, llevaba un vestido blanco corto que le quedaba maravilloso, su largo cabello negro caía en su espalda, ella era conciente de su hermosura, jamás habría comparación conmigo ni con nadie. Se ubicaron en una mesa a unos cuantos metros de la nuestra.
No veía la hora de salir y estar cerca de él, miré alrededor y detecté ala familia de Loreley, ella y sus primos Kayl y Esteban me observaban de una manera extraña queme provocaba temor, pasé mi vista a Daniel quien también los estaba mirando, y me hizo seña para que saliera un momento.
-Ya regreso- les dije a los abuelos y salí al jardín, a los minutos Dan se acercó.
-Buenas noches…- me dijo.
-Dan…-
-Estás realmente hermosa- dijo y sentí de inmediato calor en las mejillas.
-Gracias- dije tímidamente.
-Sandy tiene buen gusto- dijo sonriendo, le devolví la sonrisa con mucha vergüenza y luego me acordé de lo principal.
-He…están…-
-No tengas miedo, si se acercan los prendo fuego- dijo.
-No creo que esa sea la solución- dije enojada.
-No vas a hacerte nada si estamos nosotros contigo- dijo para tranquilizarme.
Regresé con los abuelos, luego de la cena las personas comenzaron a dirigirse a la pista de baile, la música que sonaba era lenta y muy agradable. Susan bailaba con Jean, y lo hacían de maravilla, Rebecca invitó a bailar a Dan, los celos invadieron cada parte de mi mente, sobre todo cuando se acercó más a él ya que la música así lo requería.
Sara, Ben y German se acercaron a mi mesa.
-¡Vamos a bailar, Less!- dijo Sara tirándome del brazo, no sabía bailar muy bien pero estaban muy entusiasmados y no quise decepcionarlos, claro que tuve que bailar con German porque Sara lo hizo con Ben su “amor imposible”, por surte Germano tampoco sabía bailar por lo cual nos balanceamos discretamente de un lado a otro para no pasar vergüenza, aunque me sentía una completa idiota.
-Estás muy linda- me dijo y sonreí para no ser descortés.
-Gracias- Comenzaba a sentirme incómoda, conocía las intenciones de German conmigo y solo deseé que la música terminara de una buena vez, de todas formas no lo necesité, ya que mi ángel salvador se acercó.
-¿Me permites bailar con mi novia?- le dijo a German amablemente.
-Claro…- dijo son mucho entusiasmo y se acercó a Clara para seguir bailando.
-Quiero dejar en claro que soy muy mala bailando- dije antes de tener que disculparme si lo pisaba, él sonrió.
-Solo sígueme- dijo y me tomó la cintura acercándome a él, mi corazón parecía salir del pecho de tan rápido que latía, su calor estremecía todo mi cuerpo. Bailamos un rato, tenía sus manos en mi espalda y yo en sus hombros, tenía los ojos más hermosos que había visto en mi vida, moría de amor por él.
-Ya no te cuesta tanto acercarte- le dije.
-Hago mucho esfuerzo cuando estoy cerca de ti-
-Lamento que tengas que hacerlo por mí-
-Mereces esto y mucho más…aunque no pueda dártelo-
-Con esto basta…- dije.
Luego de bailar, me dirigí al baño que se encontraba al otro lado del jardín fuera del club. Escuché un ruido detrás de mi, me voltee pero no había nadie, la sensación de miedo recorrió mi cuerpo, antes de entrar al baño volví a escuchar un ruido, me giré rápidamente.
-Lo siento, no quería asustarte-me dijo Esteban, comencé a temblar de miedo y por más que quise disimularlo no pude.
-¿Qué…qué pasa?- dije lo más calmada que pude, detrás de él aparecieron tres chicos más, indios también, di un paso atrás.
-¿Dónde están tus amiguitos?-dijo uno de ellos sonriendo, me estaba por dar un ataque de nervios.
-¿Me buscabas?- dijo Daniel parándose delante de mí, la cabeza estaba por explotarme, tenía miedo, pero sobre todo de que algo malo repasara a él, si eso era lo que tenían planeado, entonces que hicieran lo que quisieran conmigo, pero a él no iban a tocarlo.
-¿Ha venido solo?- le dijo Esteban sonriendo desafiantemente.
-No…no está solo- dijo Alfred que se ubicó delante de Daniel, Cecilia a su lado, Jean cubriéndome en un costado, Sandy en el otro y Susan detrás, le tomé la mano con mucha fuerza a Daniel.
Frente a nosotros aparecieron Loreley, Kayl y el maldito anciano que casi me mata, quién se ubicó en el centro del grupo.
-Alfred, al fin volvemos a vernos- le dijo el anciano sonriendo.
-Voy a pedirte que te alejes de mi familia-
-No me interesa tu familia…la quiero a ella- dijo mirándome y casi muero del susto que tenía.
-Eso no va a ser posible, ella es parte de nuestra familia- dijo Alfred muy serio.
-Alfred querido…es solo una humana, va a ser rápido, prometo que no va a dolerle nada, ustedes no tiene nada que perder y yo…consigo lo que quiero, estamos a mano- Daniel se movió hacia delante pero Jean lo tomó del brazo.
-Sabes que somos pacíficos, no pongas las cosas difíciles, porque si debemos recurrir a la violencia lo haremos- dijo Alfred.
-Puedo matarla con solo mover una mano en cualquier momento- dijo el anciano y comencé a marearme del pánico.
-No si estamos nosotros- dijo Rebecca.
-¡Rebecca!...tanto tiempo…uno de los miembros más poderosos de la familia, que lindo volver a verte- dijo el anciano de manera irónica, así que ella era una de las que más poderes tenía, ¿qué más le faltaba?
-¡Ya basta!, manténganse en sus asuntos- dijo Alfred enojado.
-No se si eso sea posible…ella es…- dijo el anciano mirándome. –lo que he buscado por mucho tiempo, tiene tanta energía que no puedo dejar de pensar en cómo sería nuestro poder si nos entregara su vida, sería tan fuerte mi poder que quizá igualaría el de Ernest…claramente esta chica no a pasado muy bien en su vida, creo que debido a la falta de amor, ¿no es así Less?- me dijo, en ese momento en mi mente aparecieron imágenes de mi madre, momentos horribles en los cuales me había dado cuenta de que yo no le importaba en absoluto a ella, mi padre nos había abandonado cuando yo todavía no había nacido, así que tuve que soportar maltratos de mi madre y de sus diferentes novios durante toda mi vida, no soporté el dolor que me estaba causando y me largué a llorar.
-¡Basta!, ¿qué le estás haciendo?- dijo Daniel desesperado.
-Tranquilo, solo fue un pequeño recuerdo que hice que viera sobre su vida- dijo sonriendo. –bien…no van a ceder, supongo que todo está dicho…nosotros vamos por lo que queremos, así que solo me resta decirles que se cuiden- dijo y se alejó con los indios que lo acompañaban.
-Malditos sean esos indios-dijo Jean.
-Hay que hacer algo-dijo Sandy.
-Nada va a pasarle a Less- dijo Alfred. Esta situación me estaba matando, traté de tranquilizarme mientras ellos me aseguraban que iban a cuidarme, volvimos a la fiesta para que nadie sospechara lo que acababa de ocurrir.
Me acerqué a Rebecca antes de entrar.
-He…solo quería darte las gracias, aunque no lo hayas hecho por mi- dije un poco cohibida.
-Es verdad…no fue por vos, fue por Daniel-
-Lamento no agradarte-
-Voy a dejarte las cosas en claro y espero que esta conversación no salga de aquí, yo no estoy para hacerte favores, y voy a luchar por Daniel, él no es para ti y cada vez que se sienta frustrado por no poder darte lo que quiere, voy a estar a su lado para consolarlo, y cuando al final se de cuenta de que no están hechos para estar juntos…también voy a estar a su lado, cómo hace siglos, y créeme que eso es una ventaja-
-Si así lo quieres…que tengas suerte- dije y me fui antes de que me diera un ataque, estaba totalmente alterada, ¿cómo se suponía que iba a competir con ella?, era perfecta siempre me ganaría, me hubiera gustado ser uno de ellos para no sentirme tan chiquita e indefensa.
La fiesta estaba casi terminando, era media noche.
-¿Estas bien?- me dijo Dan.
-Solo estoy cansada- mentí.
-Bueno, va a ser mejor que descanses, mañana te visito un rato y de paso estudiamos para el examen del lunes-
-¡El examen!, con todas estas cosas me había olvidado por completo, genial…estoy frita con matemáticas-
-Puedo ayudarte- dijo.
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por andreazoey14 Sáb Sep 10, 2011 12:57 am

Esta historia cada vez mas interesante y con más suspenso .
Que una ya quiere saber lo que pasará . Además hay varios personaje nuevos .
Me gusta el giro que esta tomando tu historia que ya esta mostrando personalidad y se esta diferenciando de las demás historias .
Aunque claro siempre fue diferente solo que ahora si ya la veo bastante mas original
Saludos!! Razz
andreazoey14
andreazoey14
Alumno de Cuarto
Alumno de Cuarto

Mensajes : 315
Puntos de experiencia : 393
Reputación : 9
Fecha de inscripción : 04/06/2011
Edad : 27
Localización : Perú-Lima

Hoja de personaje
Nombre: Andreina Stanley
Pareja: -
Don: Empatía

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Vie Sep 16, 2011 12:06 pm

CAPITULO 8

Esa noche tuve pesadillas con indios que me perseguían y Rebecca riéndose de mí al ver que no podía defenderme.
Me desperté y me alegré de que solo fueran pesadillas. Cerca de las dos de la tarde golpearon la puerta, corrí a atender, el día estaba lluvioso, Dan estaba recostado contra la pared con el cabello mojado y sonriendo.
Saludó a los abuelos, y nos instalamos en una pequeña habitación donde había una mesa con sillas junto a una biblioteca de madera, me senté frustrada.
-No entiendo nada- dije molesta, él sonrió.
-A ver…- dijo y sentó a mi lado, tan cerca que podía sentir el calor de su piel, comenzó a explicarme pero no entendía nada me desconcentraba tenerlo cerca, lo miraba a él en vez de mirar el cuaderno.
-No estas escuchando, ¿verdad?- dijo mirándome.
-Lo siento…-
-Quizá mañana puedas ir a casa para que Sandy te lo explique, es experta en esto-
-Eso sería…genial- dije mirándolo más cerca, tocó mi mejilla con su mano y mi respiración comenzó a acelerarse, bajé mi vista a sus labios…eran perfectos, debía controlar mis impulsos para no besarlo y eso era muy difícil, su respiración quemaba mi piel, entones apoyo sus labios en los míos y sentí que el mundo entero se paralizaba, coloqué mis brazos alrededor de su cuello, no quería separarme de su boca, esos escasos segundo fueron eternos para mi, se apartó suavemente.
-Qué difícil se está haciendo esto-me dijo.
-Perdón…-
-No me pidas perdón, después de todo son normales los besos entre novios-
-Si, pero sé que es difícil para vos y no quiero presionarte, soy muy impulsiva lo lamento-
-Si que lo eres- dijo sonriendo. –Por ahora no he prendido fuego nada, puedo manejarlo con ciertos límites- eso quería decir que no iba a ser el último beso…me puse feliz.

A la mañana siguiente me levanté temprano para ir a la casa de Dan y que Sandy me explicara matemáticas, como a ella no se me ocurriría besarla seguro algo podría entender.
Cuando llegamos a la enorme casa, Alfred y Cecilia leían las noticias en el living.
-Less, que bueno verte- dijo Cecilia saludándome, Sandy apareció detrás con un montón de libros en sus brazos.
-Bueno, estudiemos- dijo sonriendo. Subimos al segundo piso, la habitación de Sandy era color verde manzana, tenía grandes almohadones tirados en todo el piso, nos ubicamos en una mesa con dos sillas junto a un gran ventanal con vista al bosque.
-Dan me ha contado que tienes problemas de concentración- dijo y me reí.
-Cuando se encuentra cerca de mi- dije
-Bueno…espero que entiendes conmigo, me padre…el verdadero, era matemático, así que me tocó crecer entre números- dijo sonriendo.
Estudiamos durante horas, Sandy explicaba muy bien por lo que me era fácil seguirla y entenderla. De momentos conversábamos.
-¿Cómo te encontraron Alfred y Cecilia?- pregunté.
-Bueno, cuando tenía 10 años sentí…en realidad escuché una voz en mi mente indicándome un lugar al que debía ir, sin entender mucho me dirigí a ese sitio, donde me esperaba Ernest para que me uniera a su organización, decía que yo era muy importante, ya que podía controlar las emociones de las personas, si deseaba que alguien estuviera enojado bastaba con pensarlo, fue una ventaja porque cuando mis padres discutían podía calmarlos, la cuestión fue que hubo algo en los ojos de Ernest que me decía que no era bueno, así que no quise unirme a él, me dijo que si no lo hacía iba a matarme, fue ahí cuando aparecieron Alfred y Cecilia, trataron de llegar a un acuerdo con él y lograron que desistiera de su idea, Alfred se ofreció a ayudarme para manejar mi poder, ya que muchas veces no podía controlarlo, así que aquí estoy…- dijo sonriendo. Todas las historias de esa familia me resultaban sorprendentes, y también podía ver el amor que tenían Alfred y Cecilia por todos ellos.
-¿Por qué no podías controlar tu poder?- dije.
-Muchas veces pasaba que estaba de mal humor y enojada y hacía que todas las personas que estaban a mi alrededor estuvieran de la misma forma, y debido a eso habían muchas peleas y violencia cerca de mi- alguien tocó a la puerta.
-Adelante…- dijo ella, era Dan.
-He…deberías darle un respiro, hace horas están estudiando, temo que explote su cerebro o algo de eso- dijo riendo.
-De acuerdo alumna…puede salir- me dijo sonriendo.
Salí con Daniel a dar una caminata por el bosque.
-Hay algo que quiero enseñarte- dijo sonriendo.
-Bueno…- dije, nos adentramos más en el bosque, los rayos de luz entraban entre los árboles creando un paisaje de cuentos. Paramos debajo de uno de los rayitos de sol y me miró unos segundos.
-¿Y bien…?- dije.
-Cierra tus ojos- dijo y lo hice, sentí sus manos en mi cintura y luego sus labios sobre los míos abriéndolos suavemente para besarme, el corazón se disparó a mil latidos y las piernas comenzaron a aflojarse, sus labios eran perfectos y dulces, esta vez duró un poco más de lo normal, luego se apartó de mi, tardé unos segundo es abrir los ojos, todavía tenía la hermosa sensación de sus labios besando los míos, cuando logré mirarlo, él sonreía.
-¿Cómo…estás…?- dije tratando de armar la frase correctamente.
-¿Te lastimé?- dijo preocupado por mi reacción.
-No…solo estoy un poco sorprendida por tu beso, no me lo esperaba-
-¿No te gustó?- yo sonreí.
-Yo creo que esto va a convertirse en una adicción para mi- dije tratando de respirar normal. -¿Cómo lo lograste?-
-Práctica de autocontrol- dijo sonriendo. Miré entre los árboles y vi a Rebecca con cara de enojo, seguro había visto todo.
-¿Qué sucede?- dijo Dan mirando hacia el mismo lugar que yo, ella lo miró y luego se fue muy rápido.
-Ella me odia- dije.
-No te odia, solo…le cuesta aceptarlo-
Por la tardecita Dan me llevó a casa en su auto.
-Mañana paso por ti- dijo.
-De acuerdo- dije y me acerqué a él, no iba a desperdiciar ni un solo momento a su lado.
-No abuses…estas subestimando mi autocontrol- me dijo sonriendo.
-¿Uno pequeño? …¿por favor?- dije en tono de súplica, se acercó y me dio un beso muy cortito pero hermoso.
-Hasta mañana, Less- me dijo.
-Hasta mañana- dije y salí del auto.

La mañana siguiente transcurrió normal, gracias a Sandy me fue bien en el examen de matemáticas, Daniel tuvo que marcharse antes de que terminara la clase porque debía arreglar algunos asuntos, así que esa tarde me fui caminando a casa.
-¡Lesslie!- gritaron detrás, me di vuelta mientras el miedo se apoderaba de mi…era Kayl, se acercó a mi.
-Hola- dijo.
-¿Qué quieres?- dije bajito por el miedo que tenía.
-No voy a hacerte daño, estoy fuera del lío, solo quería decirte que te cuides y no andes sola, ellos…están esperando el momento para atacar-
-¿Atacar?- dije horrorizada.
-No les importa la guerra, te quieren a ti, algunos de los aliados de Ernest están con ellos-
-¿Por qué estás diciéndome esto?-
-Porque no estoy a favor de lo que hacen y mi abuelo está obsesionado con quitarte la…con tu energía- las piernas comenzaron a temblarme, no sabía si correr o llorar. –Si puedes irte, vete lo más lejos posible- Me fui corriendo a casa, traté de contener mis lágrimas para que los abuelo no se dieran cuenta de nada.
-Estás agitada, ¿pasa algo?- dijo la abuela preocupada.
-No…solo estoy cansada, fue un día complicado…abuelo- dije mirándolo.
-¿Si?- dijo él.
-¿Me prestas la camioneta?, es que se me olvidó un libro en la casa de Daniel-
-¿No es muy tarde para salir?- dijo él.
-Es importante- dije en tono de súplica.
-Bueno, pero ve con cuidado-
-Gracias- dije y salí disparada por la puerta, debía avisarles a todos lo que estaba sucediendo, no quería que ninguno de ellos saliera lastimado por mi culpa. Conducía a toda velocidad por la ruta, tenía lágrimas a punto de salir de mis ojos, verdaderamente me sentía culpable por todo esto.
Al llegar toque a la puerta, Cecilia me atendió con cara de sorpresa.
-Less…- dijo algo asombrada.
-Lamento venir tan tarde…tengo que hablarles-
-¿Qué pasa?, me estoy preocupando- dijo haciéndome pasar, Daniel bajó las escaleras a toda velocidad.
-¿Qué sucedió?, ¿te han hecho algo?- dijo examinándome; nos sentamos en el living, tomé de la mano a Dan y les conté lo que había sucedido, todos parecían preocupados.
-Ernest mandó a algunos de los suyos- dijo Alfred serio.
-Todo esto es mi culpa- dije a punto de llorar.
-¡No!- dijo Dan severamente.
-Cariño, si ellos te hubieran encontrado y no estuvieras con nosotros, te hubieran matado, así que no tienes la culpa- dijo Susan.
-Ustedes tenían una vida tranquila y tuve que aparecer yo…me siento tan mal, jamás tendría que haberme fijado…- no pude seguir hablando, porque los ojos de Dan mostraban un sufrimiento que jamás había visto en él.
-¿Eso importo para ti?- dijo parándose, había herido sus sentimientos, me sentía el peor animal del mundo, él daba todo por mí y yo ante un problema solo deseaba no haberlo conocido, pero no era eso lo que había querido decir, solo me sentía culpable por obstaculizar sus vidas.
-Dan, sabes que no fue lo que quiso decir- dijo Sandy en mi defensa, él se fue.
-Solo está nervioso, se moriría si algo te pasara- me dijo Cecilia.
-Yo sabía que iba a pasar esto- dijo Rebecca mirándome muy mal.
-¡Ya basta Rebecca!, ¿no te has dado cuenta de que quieren matarla?, por favor ubícate- dijo Jean enojado, ella bajó la vista y no dijo nada más.
-Vamos a solucionar todo esto, no te preocupes- me dijo Alfred. Te tantas ganas de llorar, Daniel era todo en mi vida, y yo me encargaba de alejarlo como había alejado a mi madre…siempre alejaba a todos.
-Eso no es verdad- me dijo Sandy sentándose a mi lado.
-¿Puedes dejar de meterte en mi mente, por favor?- Sandy era la única capaz de leer mis pensamientos cuando éstos eran lo suficientemente fuertes y lamentablemente estos gritaban en mi mente.
-Lo siento- dijo apoyando su cabeza en mi hombro.
-¿Por qué no te quedas aquí?, ya es tarde y estarás más tranquila- me dijo Cecilia, ¿dormir?, eso era lo único que no podrías hacer.
-Si, creo que es buena idea- dijo Susan.
-Yo me encargo de telefonear a tus abuelos y les digo que estabas estudiando y se te hizo tarde- dijo Alfred.
-De acuerdo, gracias- dije.
-Por la mañana y más tranquilos habamos de los planes que debemos hacer- dijo Alfred y se dirigió al teléfono para hablar con mis abuelos, fue una conversación breve ya que no tuvieron problemas en que me quedara, luego de eso se despidieron y fueron a descansar.
-¿Dónde está Daniel?- le preguntó Sandy a Rebecca.
-Prendiendo fuego algunos árboles- dijo ella seria.
-bien, dile que traiga leña de paso- dijo Jean riendo.
-Muy gracioso- le dijo Susan molesta, al rato Jean y Susan se despidieron y también se fueron a dormir al igual que Rebecca.
-¿Por qué no vas a descansar?- le dije a Sandy.
-¡No!, no voy a dejarte sola-
-Me siento tan mal por todo esto- dije, ella me miró dulcemente.
-Nosotros te queremos Less, no estás sola…ya no- dijo y sonreí, estaba muy cansada pero no quería irme a dormir sin hablar con Dan antes. Al rato llegó y se apoyo en el marco de la puerta.
-He…los dejo solos- dijo Sandy, me guiñó un ojo y se fue. Miré a Dan con una mirada de arrepentimiento, se sentó a mi lado.
-Lamento haberme comportado así- me dijo.
-No…fue mi culpa, yo solo quise decir queme sentía mal por hacer que pasaras por esto-
-¿Cómo crees que me siento yo?, exponiéndote al peligro todo el tiempo no ofreciéndote una vida normal como mereces-
-No Dan, tu no entiendes…yo no puedo vivir sin ti- le dije sinceramente, él me tomó las manos.
-Voy a permanecer a tu lado hasta cuando tú decidas y siempre que no te haga daño-
-Entonces para toda la vida- dije
-Espero mañana no te importe faltar a clases- me dijo, deberíamos hacer planes y no era aconsejable que yo anduviese sola, de todas formas el próxima sábado comenzaban las vacaciones de invierno.
-No, claro que no importa-
-¿Tienes sueño?- dijo acariciando mi mejilla.
-Un poco…-
-Invitarte a mi habitación sería una indiscreción de mi parte así que…¿le aviso a Sandy para que puedas dormir con ella?-
-no, ella está descansando, ¿puedo dormir en el sofá?-
-¿no te resulta incómodo?- dijo
-En absoluto-
-Bien, entonces voy a quedarme aquí cuidándote, no quiero que estés sola-
-Pero vas a estar incómodo sentado ahí- dije.
-No importa, créeme…no necesito dormir mucho- dijo, me tapó con una manta y apoye la cabeza sobre una almohada que tenía en sus piernas, me sentía muy a gusto con él a mi lado, comenzó a acariciar mi cabello, quería disfrutar de sus caricias pero sus manos me llevaron directo al sueño profundo y sin pesadillas.

Abrí los ojos al sentir un pequeño murmullo a mi lado.
-¡Ha despertado!- dijo Sandy, tuve que esperar unos segundo para que mi mente procesara que no me encontraba en casa, Sandy me miraba sonriente.
-¿Dónde está…?-
-Con mis padres-dijo antes de que terminara la frase.
-¿Con quién hablabas antes de que me despertara?-
-Contigo-
-¿Le hablabas a una persona dormida?- dije confundida.
-si, lo hice mentalmente, que extraño, ¿pudiste oírme?-
-Quizá estaba soñando, es algo común en mí- mis sueños eran extraños así que no descartaba la posibilidad.
Me levanté, eran las 8 de la mañana, el baño principal de la casa era enorme y lujoso, me miré al espejo, tenía un aspecto horrible ojos pequeños por el sueño y el cabello cual nido de pájaros, por surte Daniel no me había visto de lo contrario lo hubiera espantado.
Me dirigí al comedor donde todos desayunaban.
-Buenos días- me dijo Alfred.
-Buenos días- dije y me senté al lado de Dan quien retomó la mano, el contacto con su piel era muy agradable.
-¿Cómo has dormido?- me preguntó Cecilia.
-Muy bien, gracias- dije
-¿Y vos Dan?, ¿Cómo dormiste?- le dijo Jean riendo.
-Ho…muy bien gracias…aunque creo que tú, mejor- le contestó bromeando.
-Chicos, por favor, contrólense-dijo Cecilia.
-Menos mal que las paredes no se derrumban- dijo Sandy y Susan quedó color rosa, aunque claro que a ella le quedaba perfecto ese color en las mejillas.
-¡Basta!, tenemos visita chicos, por favor…no todos aquí tienen siglos de vida- dijo Alfred serio. Rebecca se tapó la boca con la mano para no reírse, claro estaba que yo era la única pequeña e inocente en esa mesa, pero de todas formas me gustaba verlos reír.
-Tenemos temas serios de los cuales hablar-dijo Cecilia, todos quedaron serios de inmediato.
-Rebecca, ¿has podido ver algo?- le dijo Alfred.
-Si…solo un poco, bien, están organizando todo a la perfección, tenemos como desventaja que ellos cuentan con 6 de los aliados de Ernest-
-Pero ¿son recientes o tienen alguna experiencia?- preguntó Daniel.
-Dos de ellos cuentan con experiencia, el resto son recientes pero no por eso menos peligrosos, la ventaja es que no son capaces de controlar muy bien sus poderes- dijo ella.
-¿Por qué los indios cuentan con aliados de Ernest?- Dijo Susan. –Creí que no se llevaban bien-
-Porque tiene un objetivo en común…- dijo Rebecca mirándome. –Ellos…piensan compartirla- dijo y el estómago se me revolvió.
-¿Cuáles son los planes?- dijo Cecilia.
-Tienen pensado mandar unos cuantos durante la noche…no veo con exactitud el día, aunque ellos lo saben, son concientes deque vamos a protegerla pero a el Anicano no le importa si muere gente de su tribu…y en caso de que así sea…van a pedir más ayuda a Ernest- dijo Rebecca.
-Esto se va a poner feo- dijo Jean.
-¿Y si mato al anciano?- dijo Daniel, lo miré espantada.
-¿Quieres morir?, jamás podrías tu solo con él- le dijo Alfred.
-Malditos indios- dijo Jean.
-Contamos con la suerte de que en unos días comienzan las vacaciones, hay que llevarla lejos de aquí, si planeamos un viaje no levantaríamos sospechas- dijo Alfred.
-¿Y si quieren lastimar a mis abuelos?- dije.
-Ellos van a estar protegidos, no te preocupes por eso- me dijo Cecilia.
-¿Crees que planeen hacer algo antes de vacaciones?- le preguntó Alfred a Rebecca.
-No lo creo, están organizándose y no tiene idea de nuestros planes, solo esperan el menor descuido- dijo ella.
-El sábado será el viaje entonces…una sola cosa más…dan, no puedes ir con ella- dijo Alfred, apreté con más fuerza la mano de Daniel.
-¿Por qué?- dije él.
-Porque los van a seguir, suponen que ella estará donde tú estés- dijo Alfred.
-¿Qué vamos a hacer entonces?- preguntó preocupado.
-Less irá con Sandy y con Susan, a Rebecca la necesitamos aquí debido a sus visiones, Jean y Cecilia se encargaran de cuidar los alrededores de la casa de Less por los abuelos, mientras que tú y yo vamos a prepararnos para lo que viene, si las cosas llegaran a ponerse más difíciles vamos a tener que actuar todos juntos. En cuanto todo se tranquilice…porque de acabarse ni hablemos, Dan va con ustedes y esperan a que les avisemos para volver- dijo Alfred, todos estuvieron de acuerdo con el plan, la única horrorizada era yo.
-Todo va a salir bien- me dijo Cecilia, ¿y si no era así?, ¿y si alguno de ellos resultaba herido por mi culpa?, ¿y si era Daniel…? estaba a punto del colapso.
-Durante estos días hay que vigilar a Less todo el tiempo- dijo Alfred.
-Eso no va a ser problema- dijo Dan.
-Y hay que aumentar la frecuencia de las prácticas- continuó diciendo.
-¡Genial!...un poco de acción- dijo Jean.
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Vie Sep 23, 2011 11:26 am

CAPITULO 9

A la mañana siguiente Sandy pasó a buscarme para ir al colegio, la primer clase no la tenía con ella por lo cual me pidió permiso para vigilar mi mente en caso de que algo pasara, esta vez accedí sin ningún problema.
-¿Cómo has estado?- me preguntó Sara.
-Bien, gracias- dije tratando de sonar normal aunque los nervios consumían mi cuerpo.
-Faltan pocos días para las vacaciones, voy a visitar a mis primos en Londres, me regalaron el pasaje para que pudiera ir- dijo entusiasmada.
-Eso es genial Sara, toma muchas fotografías así después las veo-
-¡Claro que si!, y no te preocupes que vamos a mantenernos en contacto-
-Parece que la única que se queda en la ciudad es Loreley- comentó Ben, solo de escuchar su nombre me recorrió un escalofrío. –Le pregunté y respondió de una manera muy fría que no iba a hacer nada-
-Creo que está de muy mal humor- dijo Clara…en realidad el problema no era su mal humor, solo estaba organizando cómo matarme.
Luego de clases me dirigí al baño, para mi sorpresa Loreley entró detrás de mí.
-¿Nadie te acompaña hoy?- me dijo.
-¿Me permites pasar?- le dije tratando de salir pero me tomó del brazo empujándome hacia atrás.
-Nos estás complicando las cosas-
-Creí que eras mi amiga…- dije.
-Si…solo porque tu muerte va a beneficiarme a mí-dijo, ¿dónde estaba Sandy cuando la necesitaba?
-No van a salirse con la suya- dije.
-Eso quisieras- me respondió sonriendo morbosamente.
-Aléjate de ella o te aplasto la cabeza- dijo Sandy entrando en el baño, ella me miró unos segundo y luego se fue. –Lamento haber tardado, el profesor no paraba de hablar-
-No te preocupes…puedo arreglármelas con un indio solo- dije irónicamente, ella sonrió.
Fuimos a la cafetería a almorzar.
-¿A dónde vamos a ir?- pregunté bajito.
-Hacia el sur, a algún lugar donde no se les ocurra ir- todo esto me tenía muy mal, no dejaba de pensar en si algo salía mal.
-Creo que debes distraerte un poco- me dijo.
-Si, hablemos de otra cosa, cuéntame algo-
-¿Qué quieres saber?, pregunta…-
-He…Daniel, él… ¿ha estado con alguna chica…como ustedes?- aproveché para sacarme un par de dudas, y sabía que esa pregunta él no iba a respondérmela.
-He… ¿tengo permiso para contártelo?-
-No tiene que enterarse- dije tratando de sobornarla.
-De acuerdo, bueno, hay muchas chicas como nosotros interesadas en él, Daniel hace años tenía otro tipo de vida, no permanecía mucho tiempo en casa, tampoco sé mucho de sus historias, solo conozco una, estuvo con una chica, hija de una familia amiga, ella se llamaba Sharon, creo que las cosas no funcionaron porque luego se separaron y él continuó con su vida- me torturaba pensar que había estado con una chica como él, hermosa y seguro que muy poderosa, no entendía cómo se había fijado en mi…una simple mortal sin belleza ni poderes. –Less…nunca lo había visto tan enamorado como ahora, su vida en el pasado a pesar de estar con Sharon, era vacía, cuando él te conoció eso cambió- me dijo.
-Sigo pensando que soy demasiado poco para él-
-Sin embargo, él cree todo lo contrario, no estaría haciendo tanto esfuerzo para darte todo, no imaginas las noche que pasa sin dormir practicando el control de sus poderes para poder estar cerca de ti-

Al día siguiente Alfred y Cecilia fueron a casa para hablar con los abuelos de las “supuestas vacaciones”, conversaron largo rato, los abuelos parecían contentos por el viaje ya que ellos no podrían salir y no querían que permaneciera encerrada.
Así que el viernes por la mañana hice la maleta, en realidad era una mochila donde guardé algo de ropa, artículos de aseo y una campera por el frío, esa noche me quedaría en casa de Dan por precaución y el sábado por la mañana partiríamos. Los abuelos pensaban que nos iríamos a las playas del este a disfrutar del sol, solo por si los indios trataban de averiguar algo, Sandy pasó a recogerme y nos fuimos. En la enorme casa solo estábamos nostras ya que los demás se encontraban practicando.
-¿Dónde quieres dormir hoy?- me preguntó sonriente, traté de controlar mis pensamientos para que no los leyera y yo terminara muriendo de vergüenza.
-No lo sé, en cualquier lugar- en realidad estaba muerta de miedo por todo lo que podía ocurrir y seguro que lo último que haría era dormir, a la mañana nos iríamos y quizá era la última noche que vería a Dan, ni hablar de dormir.
-No hace falta que lea tu mente para saber lo que quieres- me dijo ella.
-Tengo miedo…y no quiero que él lo sepa, ya bastante tiene con todo esto-
-Él sabe que tienes miedo, primero: nada va a pasarnos y segundo: a ti tampoco va a ocurrirte nada-
-Gracias…-
-Y ahora…voy a dejar tu mochila en la habitación de Dan y ya regreso-
-Muy bien, ¿crees que le moleste?- dije.
-A ver…- dijo Sandy cerrando los ojos durante unos segundos, luego los abrió y sonrió. –No le molesta-
-De acuerdo- dije sonriendo. Me daba vergüenza que él pudiera pensar mal de que quisiera dormir en la misma habitación, después de todo él era de finales del siglo XIX y estábamos en el XXI.
Llegaron todos por la noche, Daniel se veía muy cansado, a penas lo vi me acerqué corriendo y lo abracé, me rodeó con sus cálidos brazos.
-Parece que lo has extrañado- dijo Jean riendo.
-Less, no alegra tenerte aquí- dijo Cecilia.
-Gracias…por todo- dije.
-Bueno chicos, mañana nos espera un largo día, traten de descansar- Dijo Alfred.
Luego de despedirnos de todos, subimos a la habitación, me senté en el sofá mientras Dan se bañaba. Hacía mucho frío, por la ventana podían observarse los árboles sacudidos violentamente por el viento y la lluvia, hacía demasiado frío para la época del año en la que nos encontrábamos.
Al rato Dan apareció con café y el cabello mojado, hermoso como de costumbre, se sentó a mi lado.
-Disculpa la demora- dijo.
-No es nada…-
-Estás preocupada- dijo, y no era una pregunta.
-No quiero estar lejos de ti-le dije.
-Solo son unos días y luego voy a buscarte, nada malo va a pasar, sería mejor que descanses-
No, quizá esta sea la última noche que…- dije sin poder terminar la frase.
-No digas eso, todo va a estar bien-
-De todas formas quiero aprovechar el tiempo contigo- dije, conversamos durante un rato, amaba escuchar su voz, mirarlo, estar a su lado. Poco a poco mis ojos comenzaron a cerrarse por más que quería mantenerlos abiertos.
-Ya Less…debes dormir un poco-
-No quiero…-
-No seas caprichosa- dijo sonriendo, me tomó en sus brazos y me llevó hasta la cama que por cierto estaba congelada lo cual me hizo temblar.
-¿Tienes frío?- me dijo.
-Mucho…no te preocupes…- dije tratando de dejar de temblar.
-Esta habitación tiene mucha ventilación…por mi temperatura-
-¿Por qué…no duermes a mi lado en ves de en el sofá?- le dije y solo esperaba que no sonara imprudente, pero se acostó a mi lado y me envolvió con sus brazos, me pegué a él y en un ratito el frío pasó.
-¿No hay peligro, no?- dije
-No…puedes dormir en paz, no tengo pensado prender fuego nada esta noche-
-Genial, porque es bueno dormir con una estufa- dije bromeando y se rió. Comencé a dormirme, era demasiado agradable estar entre sus brazos, así que esa noche fue muy tranquila y sin pesadillas a pesar de lo que se avecinaba.

-Less…- escuché y abrí los ojos, me encontré con ese rostro hermoso que tanto amaba.
-¿Ya te has levantado?- le dije.
-Si, ya son las 6- dijo, tenía calor, me destapé. -¿Dormiste bien?-
-Si, gracias-
-No es nada, dejo que te cambies, en media hora deben partir- dijo y salió de la habitación. Media hora…solo ese tiempo me quedaba para verlo, me vestí lo más rápido que pude y bajé, ya todos estaban prontos.
-Bueno Less, todo va a salir bien- dijo Cecilia abrazándome fuerte.
-Cuídense chicas- nos dijo Jean.
Miré a Daniel y traté de hacer lo posible para contener las lágrimas, se acercó a mí y tomó mi rostro entre sus cálidas manos besándome de una manera irresistible sin importar quiénes estaban alrededor, luego me abrazó y me habló al oído.
-Te amo mi vida-
-Y yo a ti, con toda mi alma- luego se alejó parándose al lado de Jean.
-Pensé que no se soltarían más- dijo Jean en broma, Rebecca se había alejado un poco más y miraba el piso.
-¿Nos vamos?- dijo Susan.
-Si…- dije. Nos subimos al auto y nos fuimos, Sandy manejaba, Susan a su lado y yo en asiento trasero, se me cayeron un par de lágrimas mientras nos alejábamos.
-¿Por qué no duermes un rato?, va a hacerte bien-me dijo Susan, tenía razón, el viaje iba a ser largo, así queme recosté en el asiento y me dormí.

Cuando abrí los ojos el sol ya estaba por ocultarse…parecía de tarde.
-¿Qué hora es?, ¿dónde estamos?- dije.
-Son las 6 del a tarde y en un rato llegamos al pueblo- dijo Susan, había dormido toda la tarde. El auto tomó un camino muy largo de tierra rodeado de árboles, a lo lejos se veían casitas y untar de edificios viejos, al acercarnos pude ver una pequeña plaza y varias personas que nos miraban de manera extraña.
Estacionamos en una pequeña calle, donde se encontraba una casa muy vieja con un cartel despintado que decía “Hotel”, parecía un pueblo fantasma.
-No es cinco estrellas, pero…- dijo Susan bajándose del auto. Alrededor del “hotel” habían pequeñas casitas y comercios viejos, algunos estaban abiertos y otros no. Entramos al lugar, había una especie de restaurante aunque se encontraba vacío, Sandy tocó un pequeño timbrecito que había sobre el mostrador de madera vieja y lleno de polvo; una mujer de unos sesenta años apareció.
-¿En qué puedo ayudarlas?-
-Bueno…queríamos una habitación- dijo Sandy sonriente.
-¿Están de paso por aquí?- preguntó la mujer curiosa.
-Si…solo hemos venido por unos días- dijo Susan.
-Bueno, tengo una habitación con tres camas…-dijo la mujer dándole la llave a Sandy.
-Gracias- dijo ella.
-Primer piso a la derecha, habitación numero 4- dijo y luego se fue, ¿qué otro piso podía ser?, el lugar solo contaba con eso. Subimos las gastadas escaleras de madera, la habitación era amplia aunque tenía polvo por todos lados, en unote sus extremos se encontraba el baño y del otro lado una ventana con vista al pueblo y a las montañas.
Me senté en la cama y las miré.
-¿Qué hacemos ahora?- dije.
-Esperar una llamada para ver cómo va todo- dijo Sandy.
Esa noche se hizo eterna, daba vueltas y vueltas en la cama sin poder dormir, solo quería que todo esto terminara rápido para tener a Dan a mi lado. Cuando por fin conseguí dormirme eran las cuatro de la mañana, tuve pesadillas horribles y me desperté sobresaltada.
-¿Te encuentras bien?- me dijo Susan, ya era de día y estaba levantada.
-Si… ¿dónde está Sandy?-
-Salió a buscar algo de comida- miré el reloj, marcaba las 9 de la mañana.
-¿Llamaron?-
-No, Rebecca piensa que hoy es el día- me senté y suspiré. –Tranquila Less, aquí no va a llegar y en casa todos saben defenderse-
Al rato volvió Sandy con comida, no tenía nada de hambre pero hice el esfuerzo y comí, el celular de Sandy sonó y salté de la cama.
-Hola...- dijo ella – Si, por aquí todo bien… ¿todo preparado?- dijo y esperó mientras hablaban del otro lado. –Si, aquí está...- dijo y me pasó el celular.
-Hola…-
-Less…- dijo Daniel y casi me largo a llorar.
-¿Cómo está todo ahí?- dije.
-Bien, todo está bien- me dijo al ver que yo trataba de aguantar las lágrimas. –En unos días vamos a estar juntos-
-De acuerdo…-
-Tengo que irme…te amo hermosa-
-Y yo a ti- dije y colgó.
La tarde transcurría lenta, Susan leía un libro y Sandy miraba la pequeña televisión en blanco y negro.
-Debería ir a llamar a mis abuelos para decirles que todo está bien- dije.
-Bueno, voy contigo- dijo Sandy.
-He…si no te molesta, prefiero estar un rato sola- dije, me sentía muy estresada, necesitaba tomar aire.
-De acuerdo, pero no te alejes mucho-
-No te preocupes Sandy y…gracias- Me puse la campera y tomé unas monedas párale teléfono.
En la calle hacía frío y prácticamente estaba desierto, no había nadie, caminé en busca de un teléfono hasta que al final di con uno al costado de lo que parecía ser una librería que permanecía cerrada. Marqué el número de casa y esperé.
-Hola…-
-¡Abuela!, soy yo-dije tratando de disimular todos mis nervios.
-¡Less!, ¿cómo estas?-
-Bien, aquí todos estamos muy bien- dije, ¡mentira!, la conversación fue corta, traté de que pareciera que todo estaba perfecto, les mandé besos y colgué.
No hacía ni una hora que había salido y ya hacía más frío que antes, me prendí la campera y comencé a caminar. Sentí ruidos detrás de mi, me giré pero no vi nada…esto comenzaba a preocuparme, así que me apresuré, el hotel estaba a unas calles de ahí.
Una figura apareció delante de mi…luego otra a su lado…y otra mas.
-Que grata sorpresa- me dijo Esteban, ¡no, rayos, maldición!!, nos habían encontrado, ahora no tenía ninguna posibilidad de escapar, Susan y Sandy no podrían solas contratados ellos, di un paso hacia atrás aunque sabía que eso no cambiaría mi destino.
-No fue sencillo rastrearte, pero…durante nuestro recorrido pudimos sentir tu energía, de lo contrario hubiera sido casi imposible encontrarte- dijo sonriendo. Pensé en la posibilidad de salir corriendo, pero sería en vano y las piernas me temblaban demasiado para lograrlo.
Esteben se acercó a mi y me tomó del brazo.
-Este asunto sería tan fácil si te matara ahora mismo…pero el abuelo quiere darse el lujo de hacerlo personalmente- dijo, intenté zafarme usando todas mis fuerzas, pero fue imposible.
-¡Suéltame!-grité con todas mis fuerzas.
-Va a ser mejor que no aparezcan tus amiguitas o las matamos a ellas también- me dijo y cerré mi boca, podían lastimarlas y eso no me lo perdonaría nunca…quizá era mejor que las cosas terminaran así, antes de poner a tantas personas que quería en peligro.
Me llevaban casi volando por las montañas, lo único que veía alrededor eran árboles y el oscuro cielo, me dejaron caer contra uno de los árboles, cerré los ojos, no quería ver nada, solo quería que fuera todo rápido.
-Nos volvemos a encontrar…- levanté la cabeza y ahí estaba el maldito anciano mirándome con satisfacción. –Hagamos esto corto..- dijo haciéndole seña a Esteban quién se acercó a mi sacando una navaja de su bolsillo y recorto la palma de la mano, seme caían las lágrimas de dolor, los malditos indios parecían disfrutarlo; luego me tomó del brazo y me levantó del piso.
-Esteban…más sangre, por favor- le dijo el anciano con ojos diabólicos, otro indio se acercó y me pasó la navaja por las muñecas, el dolor comenzó a invadir mi mente, estaba a punto de desmayarme y verdaderamente quería que pasara para no tener que soportar el dolor que sentía.
Luego de no se cuánto tiempo el anciano se acercó a mi y colocó su mano en mi frente, sentí que iba a explotar mi cabeza, era como si mil personas la presionaran con todas sus fuerzas…ya está…este era el final, me dejé llevar cuando la oscuridad comenzó a reinar en mi mente y en mis ojos, ¿era posible soñar aún estando muerta?...quizá el anciano todavía estaba sacándome las últimas gotas de energía que me quedaban, quizá por eso sentía que me cuerpo se movía, ¿es que no pensaba darme un respiro?, ¡quería que me matara de una vez!
-Less… ¡no!, ¡vuelve!- alguien me gritaba desde muy lejos, aunque a mí alrededor estaba todo oscuro.
-¡Has algo!, ¡no puede morir!- escuché decir a alguien… ¿estaba viva?, todo era tan confuso, de pronto sentí mucho dolor en las manos, ¡dolían mucho!...eso me hizo abrir los ojos, todo era borroso pero poco a poco comencé a distinguir rostros sobre mi…Alfred, Sandy, Dan…
-Hay que sacarla de aquí- dijo Alfred, Daniel me tomó en sus brazos, tenía el cuerpo adormecido pero aún así sentí el calor del contacto cónsul piel, luego de eso no se si me dormí o me desmayé.
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Vie Sep 30, 2011 12:14 pm

CAPITULO 10

Cuando volví a abrir los ojos me encontraba en una amplia habitación, con cortinas de seda blanca en las ventanas, un sofá del mismo color, TV y muchas cosas más, me miré las manos, las tenía vendadas pero al menos pude sentarme en la cama.
En el otro extremo de la habitación Sandy dormía sobre un sofá cómodamente, me dio pena despertarla pero quería saber qué había pasado.
-Sandy…- dije, ella abrió los ojos y me miró.
-¡Estás despierta!- dijo sonriendo y se acercó a mi dándome un calido abrazo. -¿Cómo te sientes?-
-Confundida… ¿qué pasó? , ¿Están todos bien?-
-Si Less, todos estamos bien, la que se llevó la peor parte fuiste tu- dijo y un gran alivio recorrió mi cuerpo.
-Cuéntame lo que sucedió-
-Luego de que saliste, Alfred llamó y dijo que no dejáramos que salieras sola ya que los indios estaban realizando un rastreo para encontrarte porque sabían que te habíamos escondido, lograron encontrarte porque estabas sola y captaron tu energía, en cambio si estabas a nuestro lado hubiéramos podido esconderla. Los demás llegaron al rato y salimos a buscarte…-
-¿Y los indios?- pregunté.
-Ya nos encargamos de ellos, menos del anciano ya que logró escapar luego de que Daniel intentara terminar con él-
-¿Está suelto, aún?- dije con miedo.
-No va a volver a atacar por un largo tiempo, matamos a ocho de los suyos junto con los aliados de Ernest, por surte no debiste presenciar nada de eso, era un caos total, si hubiéramos llegado un minuto más tarde…- dijo pero no terminó la frase.
-Les debo la vida a todos ustedes…- Al rato los demás miembros de la familia se acercaron a saludarme y Daniel se quedó a mi lado abrazándome un largo rato.
-Creí que te había perdido…- me dijo.
-No soy tan frágil- dije bromeando.
-Si, lo eres, por eso tengo que cuidarte-
-Dan… ¿dónde estamos?-
-De vacaciones…en el este- dijo y lo miré sorprendida.
-¿Cómo llegamos hasta aquí?-
-A bastante velocidad…- dijo sonriendo.
Por la tarde ya me sentía lo suficientemente mejor como `para levantarme, Daniel entré en la habitación.
-¿Te sientes bien como para ir a cenar conmigo?- me dijo, mientras yo miraba el hermoso paisaje por la ventana, las playas se extendían a lo largo de la ciudad y se encontraban rodeadas de enormes acantilados, hacía mucho calor debido a la zona en la que nos encontrábamos.
-Si…pero ¿no es muy costoso este lugar?- dije, y de inmediato me di cuenta de que mi pregunta había sido muy tonta, ellos tenían mucha plata, y no era para menos viviendo tantos siglos.
-Eso no es problema- dijo él.
-No tengo nada que ponerme- dije mirando un camisón blanco que traía puesto, ya que mi ropa sucia y ensangrentada había sido quemada y la que traía en la mochila era de invierno, pero para mi suerte y como siempre Sandy, se había ocupado de mi vestuario, así que me puse unos jeans claros y una musculosa color blanco bastante escotada para mi gusto.
Susan y Jean también salieron a cenar a la ciudad, en cuanto Alfred, Cecilia, Sandy y Rebecca irían a visitar a unos viejos amigos que estaban instalados ahí.
Nos fuimos en el auto de Dan, estaba tan hermoso…lo recorrí con la vista, traía unos jeans color negros y una remera de mangas cortas blancas, su piel tenía un color perfecto, podría observarlo durante horas sin aburrirme.
La rambla se encontraba iluminada en toda su extensión por farolas, y muchas personas caminaban por ahí disfrutando del buen clima, todavía y a pesar de la hora se veían personas en el agua.
-La playa debe estar tibia- dije pensativa.
-Si, la temperatura a esta hora es de treinta grados- dijo, lo miré.
-¿No tienes calor?- pregunté pensando en su temperatura, él sonrió.
-Mi cuerpo regula la temperatura, no siento calor ni frío-
-Que suerte la tuya- le dije sonriendo y abrí un poco la ventana para que entrara aire porque me moría de calor, esta temperatura no tenía mucho que ver con la que soportaba todos los días en el pueblo que era fría.
Estacionó en un lujoso restaurante, como casi todos los de el lugar, me daba vergüenza entrar, él pasaría tranquilamente como una estrella de Holywood pero yo…sin palabras. Me tomó la mano y entramos, sabía que debía enfrentarme a la estresante situación de que la mayoría de las mujeres del lugar lo comieran con los ojos.
-Mesa para dos- le dijo a la recepcionista del lugar a la cual le faltaba tirarse encima de él debido a la forma en que lo miraba.
-Enseguida…- dijo y nos llevó hasta una mesa que se encontraba junto a una gran ventana con vista a la playa, la mesa estaba decorada muy bien, con una pequeña vela en el medio que resaltaba debido a que la luz del restaurante era tenue.
Otra mujer se acercó a tomar nuestro pedido.
-¿Puedo ayudarlo en algo?- le dijo e Dan… ¡estaba coqueteando con él!, quería matarla, pero al menos Daniel pidió la comida con una expresión seria. –Si llega a necesitar algo más no dude en llamarme- le dijo con voz seductora y la miré de muy mala manera, ella me hecho una ojeada como si yo fuera un florero y se marchó, miré a Dan que se reía.
-¿De qué te ríes?- dije molesta.
-Eres tan linda cuando te pones celosa-
-¿Te diste cuenta cómo te miró?, ella no tiene idea…pude sobrevivir a indios, una humana no va a hacerme nada- dije totalmente irritada, él me tomó la mano.
-Less, es solo una persona más…tú eres la única en mi vida- esas palabras y sus hermosos ojos se llevaron todo mi mal humor.
Luego de la cena volvíamos en el auto.
-¿Qué quieres hacer ahora?- me dijo y mi mente voló creando fantasías que tuve que interrumpir para responder.
-No lo sé-
-Aún te ves un poco cansada, volvamos al hotel y conversamos un rato antes de que te duermas-
-Genial- dije
-¿Te duelen mucho las manos?- me miré, una estaba vendada casi toda y la otra solo en la muñeca.
-Un poco…-
-¿Puedo preguntarte algo?- dijo.
-Si, adelante-
-¿A ti…te molesta que estemos en la misma habitación para dormir?- dijo y el calor subió a mis mejillas.
-No…claro que no, ¿tu…no quieres?- dije tratando de sonar normal aunque me moría de vergüenza.
-A mi me gusta estar cerca de ti todo el tiempo y después de todo el lo máximo que puedo ofrecerte-
-Genial, entonces- era difícil hablar con alguien tan conservador como él, nuestros siglos no eran los mismos y eso provocaba que me apasionara más por él, su forma de ser era perfecta, tan protector, tan respetuoso, no existían hombres como él.
Cuando llegamos al hotel, me puse el pijama y me senté en la cama, él estaba en el sofá.
-¿De qué te gustaría hablar?- dijo.
-Bueno…Sandy, me contó algo...- comencé, él se agarro la cabeza.
-Ya lo veía venir…- dijo. –Sandy tiene la boca muy grande-
-¿La querías…como a mí?- pregunté mirando la sábana y temiendo su respuesta.
-Nunca quise a nadie como a ti, ella fue solo…una forma de soportar la soledad que tenía- dijo, me dirigía al sofá y me senté a su lado, me envolvió con sus cálidos brazos de inmediato, toqué su rostro con mi mano.
-Eres tan hermoso…- le dije, acercó sus labios a los míos.
-Si no te alejas, no puedo…- dijo pero no le di tiempo a terminar la frase porque comencé a besarlo, entrelazó sus dedos en mi cabello acercándome más a él, jamás me había besado de esa manera, sentí cosas que nunca había sentido y fue el primer momento en que me di cuenta de lo que sucedía…lo deseaba, con el cuerpo y con el alma aunque sabía que eso tendría sus consecuencias. Pasé mi lengua por sus labios para ver que sentía al contacto cálido de su boca, mi respiración estaba demasiado acelerada y en cualquier momento él se alejaría de mi así que quería aprovechar cada segundo, su lengua tocó suavemente la mía y sentía que el corazón iba a salirse de mi pecho, en ese momento se alejó de mi y cerró sus ojos, esperé unos segundo a la vez que trataba de respirar normalmente.
-¿Te encuentras bien?- le dije, abrió los ojos.
-Realmente eres una criatura muy peligrosa- dijo sonriendo.
-Lo siento, prometo portarme bien- dije aunque no tenía ganas de hacerlo, me pregunté qué pensaría Rebecca de esto.
Dormí en la cama y él en el sofá, es noche tuve un sueño hermoso, estaba con Daniel, dentro del agua en la playa y ninguno de los dos traía ropa, eso bastó para que mis hormonas se descontrolaran y me desperté con la cara de Sandy observándome…nada parecido al sueño.
-¿Qué…?- le dije a Sandy confundida.
-¡Hola Less!-
-¿Siempre eres así de molesta?- le dije sonriendo.
-Estaba esperando a que despertaras, hoy vamos a tener una tarde de chicas ya que mañana nos volvemos- lo único queme faltaba…tarde de chicas.
-Genial…- dije sin ganas y para que sonara así.
-Me pregunto… ¿qué estabas soñando?- ¡no!, que vergüenza.
-¿Por qué?, ¿qué dije?-
-Bueno…dijiste “Daniel” muchas veces y…-
-¡Te prohíbo que te metas en mi mente!- la interrumpí.
-OK…- dijo riendo, Daniel entró, Sandy lo miró y luego a mi, en ese momento quise ser tragada por la tierra o que apareciera una dragón y me comiera.
-¿Qué pasa?- le preguntó Dan a Sandy.
-¡Nada!- grité, ambos me miraron, Sandy se rió.
-Creo que está haciendo mucho calor en esta ciudad- dijo ella y casi la mato, Dan la miró confundido.
-Hoy nos vamos de compras- dije para cambiar de tema.
-Bien…quería avisarles que el desayuno está listo- dijo él.

Me levanté y fuimos a desayunar.
-¡Buenos días!- dijo Alfred, me senté, hoy me sentía muy bien.
-¿Cómo se encuentra la familia Creik?- preguntó Dan.
-Muy bien…tienen un nuevo hijo, tiene 20 años y es encantador- dijo Cecilia.
-Sería buena idea llevar a Less a visitar algunos museos- dijo Alfred.
-¡Primero las compras!- dijo Sandy. –Susan, Rebecca, ¿nos acompañan?-
-Si, claro- dijo Susan, Sandy miró a Rebecca.
-He…-dijo ella.
-¡Vamos Rebecca!, no seas tan antisocial- le dijo Jean, era claro que no quería estar cerca de mi, miró enojada a su hermano.
-Está bien- dijo de mal humor.
-¿Qué hicieron anoche?- nos preguntó Cecilia y casi me ahogo con un pedazo de tostada que estaba comiendo, Daniel me levantó los brazos. -¿Estas bien?- me dijo Cecilia.
-Si, si, lo siento- dije, Jean trataba de no reírse y yo rogaba que no lo hiciera.
-Fuimos a cenar en un restaurante de la rambla- dijo Dan.
-¡Que bien!, ¿nada más?- dijo Cecilia y sentí que el mundo se me venía encima, Jean no aguantó y comenzó a reírse, Sandy lo siguió atrás y yo no sabía dónde esconderme, ¿por qué tenía que hacer esas preguntas?, Susan le pegó en el brazo a Jean para que se callara.
-¿Me perdí de algo?- dijo Cecilia confundida.
-Dormimos después…Cecilia- dijo Daniel sonriendo.
-¡Y que bien durmió Less!- dijo Sandy, ¡no!, sabía que estaba buscando el momento para decirlo, me dieron ganas de matarla, mi color era morado fuerte.
-Chicos, contrólense que a Less le va a dar un ataque- dijo Alfred.
Luego de desayunar me acerqué a Dan para despedirme antes de irnos de compras.
-Lamento que mis hermanos te hagan pasar por estas situaciones incómodas- dijo.
-No pasa nada-
-Que tengas linda tarde- dijo.
Nos fuimos en el auto de Sandy quien subió la música a un nivel a penas soportable para mis oídos.
-Estaba pensando…- dijo Sandy. – Hablé con Edmund para que viniera a vivir con nosotros-
-¿He?- dijo Susan, Edmund era el hijo de la familia que habían visitado.
-¡Yo sabía!- dijo Rebecca riendo, cuando lo hacía no parecía una persona tan amarga, claro que su perfecta sonrisa era irresistible para cualquiera.
-Es que…nos gustamos, ¿Creen que Alfred tenga algún problema en conservarlo?- dijo Sandy.
-No es una mascota, Sandy- dijo Susan riendo.
El paisaje era hermoso, el centro estaba rodeado de comercios, Sandy conducía a toda velocidad mientras cantaba en un perfecto tono la canción que pasaban en la radio. Mi mente se encontraba fantaseando por lugares lejanos, lugares donde solo nos encontrábamos Daniel y yo, cada día me enamoraba más de él y dentro de mí crecía ese sentimiento de deseo que tan difícil de controlar se me hacía.
La tarde pasaba lentamente, el calor era sofocante mientras paseábamos por las galerías, las compras a las que se refería Sandy incluían paquetes y paquetes. Me senté a mirar por la ventana mientras se probaban ropa.
-Quizá deberías probarte algo- me dijo Sandy.
-No gracias…y ni se te ocurra gastar plata en mi-
-bueno…vas a necesitar algo para esta noche-
-¿por qué?- dije.
-Alfred quiere llevarte al museo que contiene las piezas más caras de la ciudad… ¿de verdad quieres ir de jeans?- ¡rayos!, Sandy era muy peligrosa cuando quería.
-De acuerdo…- dije sin ganas.
-Tengo que estar perfecta…va a ir Edmund- dijo Sandy emocionada, como si ya no fuese perfecta.
-Las obras son todas del siglo XIX…las favoritas de Dan- dijo Susan sonriendo.
-¿Conoces algo del siglo XIX?- me dijo Rebecca para molestarme.
-No tuve el placer de nacer en ese tiempo- le respondí.
-Claro que no- dijo ella, que molesto era saber que ella sabía todo, que era mucho más hermosa, que tenía poderes…yo era una piedra a su lado.
Por la tarde volvimos, Sandy me había comprado una vestido estilo solera color blanco que llegaba a las rodillas y tenía gran parte de la espalda al descubierto…odiaba que me hiciera vestir de esa forma, y cada vez que me negaba a hacerlo me convencía diciéndome que a Dan iba a gustarle y no me quedaba otra opción que acceder.
Cuando salí del baño con el vestido ya puesto, Sandy me esperaba en la habitación, llevaba puesto un vestido negro ajustado a su figura que le quedaba perfecto.
-¿Cómo me veo?- dijo dando una vuelta.
-Como siempre, perfecta- le dije, ella sonrió. Nos dirigimos al living donde estaban todos, Daniel me miró y sonrió.
-¡Edmund!- dijo emocionada Sandy y se acercó a él saludándolo, era un chico alto, cabello castaño y ojos verdes, parecía un modelo de los que se ven en TV.
-Edmund…quiero presentarte a Lesslie- dijo Alfred tomándome del brazo, el chico me miró con una extraña expresión, como si no entendiera qué hacía yo ahí.
-Pero ella es…humana- dijo y un escalofrío recorrió mi cuerpo.
-Ella es mi novia y ya- dijo Dan acercándose.
-Ha…bien…en ese caso, mucho gusto- dijo sonriendo, al parecer no le molestaba y por suerte, ya que tenía bastantes problemas con el rechazo de Rebecca como para sumarle otro.

Nos fuimos, al llegar miré sorprendida el lugar, ¿museo?, más bien parecía un palacio en blanco, con grandes jardines alrededor. El estacionamiento estaba repleto de autos lujosos y muchas personas vestidas elegantemente iban entrando. Entramos, el lugar era hermoso, lleno de pinturas y obras de arte de todo tipo, lleno de colores, jamás había estado en un lugar así.
-¿Quieres recorrer el lugar?- me dijo Daniel.
-Claro, me encantaría- dije. A medida que caminábamos Daniel iba explicándome la historia de cada una de las obras, sabía mucho, uçy eso lo hacía más especial de lo normal.
Subimos por una escalera caracol y entramos en un pasillo con obras colgadas a cada lado de la pared, había pocas personas ahí ya que la mayoría se encontraban en la planta baja donde el artista daba un discurso. Paramos frente a una pintura, donde había un grupo de hombres muy antiguos.
-Año 1720… ¿ves ese hombre de ahí?- dijo señalando con un dedo, observé con cuidado.
-¿Alfred?- dije sorprendida.
-Así es…un congreso de médico en Australia-
-¡Dios mío!...tiene tantos años- dije perdida en la pintura. Continuamos el recorrido y nos detuvimos frente a una obra con mujeres a medio vestir.
-Siglo XIX…arte erótico- el cuadro hizo que me sonrojara, ¡¿qué rayos me estaba sucediendo?! El calor estaba afectándome seriamente.
-¿Permitían que las pintara…casi desnudas?- dije.
-No se consideraba indiscreto, solo era arte…bien podría haberte pintado sin ningún pensamiento perturbador- dijo colocando su cálida mano en mi espalda que estaba al descubierto, sentí cosquillas en mi estómago y traté de controlarme para respirar bien.
-Seguro hubieras conseguido algo mejor para pintar que a mi- dije sonriendo, deslizó su mano hasta mi cintura y sentí que iba a derretirme.
-No lo creo- dijo, el calor comenzó a invadir mi mente y me imposibilitaba pensar con claridad, Sandy apareció con Edmund del otro lado del pasillo.
-¡Chicos!- dijo alegremente.
-¿Cómo va el paseo?- le dijo Dan.
-muy bien…Less…te noto un poco nerviosa- me dijo, luego miró el cuadro y volvió a mirarme. -¿Qué estas diciéndole a esta pobre chica?- le dijo a Dan riendo.
-Nada solo mostrándole las obras- respondió el riendo.

Esa noche ni bien apoyé la cabeza en la almohada me dormí. En mi sueño me encontraba en un denso bosque, detrás de mi un indio corría y yo trataba de escapar de él, de pronto me encontraba en un pequeño prado…ahí se encontraba Dan sonriéndome, y en cuanto me acercaba para abrazarlo él comenzaba a alejarse…yo le gritaba pero no escuchaba.
-Less...- abrí los ojos sobresaltada y muy angustiada, lo abracé fuerte.
–Solo fue un sueño, tranquila- me dijo limpiando las lágrimas que caían de mis ojos, aunque solo había sido un sueño, la sensación de perderlo me resultaba insoportable. -¿Estás bien?-
-Si…- dije limpiándome las lágrimas. -¿Qué hora es?-
-Las dos de la mañana- lo miré unos segundo y luego me acerqué besándolo, al principió parecía confundido por mi reacción pero luego me tomó el rostro mientras nos besábamos, luego de unos segundos se alejó.
-Lo siento…-dije.
-Lamento no poder seguir besándote- dijo, se quedó junto a mi acariciando mi cabello hasta que volví a dormirme.

Cuando abrí los ojos ya era de día, Sandy estaba sentada junto a mi.
-Buenos días- dijo casi gritando, ¿es que cada vez que me despertara ella iba a estar ahí?
-Hola…- dije aún dormida.
-En un rato nos vamos- dijo, la verdad no quería regresar, me hubiera gustado quedarme a vivir ahí con Daniel para siempre.
Alfred iba a sacarme las vendas.
-Es mejor que no llegues a tu casa con esto- dijo
-¿Van a intentar…matarme de nuevo?- pregunté, me miró con sus ojos azules y profundos.
-No creo que debas preocuparte por eso ahora, si planean algo, lo sabremos con anticipación-
-De acuerdo…- estaba dudando si preguntar algo o no hacerlo.
-¿Qué es lo que te preocupa Less?-
-Bueno…solo quiero una opinión, ¿crees que Dan está bien a mi lado?- él sonrió.
-Yo creo que él es muy feliz, siempre y cuando no se dañen de ninguna manera- Cuando me quitó las vendas me miré las manos, tenía una cicatriz en la palma de una y otra más pequeña en la muñeca, traté de no mirarlas mucho ya que me recordaba el dolor y todo lo que había pasado haciendo que mi estómago doliera.
El viaje de regreso se hizo más largo ahora que los nervios ya no consumían mi mente y ya que por el momento no habían indios que me persiguieran. Edmund iba con nosotros, parecía estar muy bien al lado de Sandy.

lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Dom Oct 09, 2011 3:31 pm

CAPITULO 11

Los días comenzaron a pasar, el colegio estaba en sus últimos meses, pasaba todo el tiempo que podía con Daniel, hacíamos excursiones los fines de semana, mi amor por él crecía cada vez más, se había convertid en una necesidad para mi vida, sabía que no quería existir sin él, lo amaba hasta el punto de dar todo por él.
Rebecca me miraba muy mal cada vez que visitábamos a la familia, pero últimamente ya no me importaba, después de todo no era mi culpa que Dan prefiriera esta conmigo. En el colegio los chicos ya no nos observaban tanto por estar juntos, eso me dejaba más tranquila, por otra parte, Loreley me observaba todo el tiempo con odio ya que los Douball habían matado a 8 de sus primos para salvarme, pero mantenía su distancia y trataba de estar lo más lejos posible de mi como la extensión de la clase lo permitiera.
Faltaba un mes para las vacaciones, y para los exámenes, por lo cual debería estudiar, ya que mi capacidad no erala misma que la de Dan y sus hermanos y sumado a todo eso faltaban dos semanas ara mi cumpleaños…odiaba cumplir años, le había dicho a Dan que no tenía que adelantar su vida por mi pero que si decidía hacerlo esperar hasta que yo cumpliera por lo menos veinte años.
Era viernes, estábamos en clase de español, me senté junto a Sara, tenía que prestarles un poco de atención a mis amigos antes de queme odiaran.
-Estoy ofendida…pasas más tiempo con ellos- dijo Sara enojada.
-Eres mi amiga también, ¿quieres que hagamos algo este fin de semana?- dije tratando de arreglar la situación, ella me miró unos segundos y luego sonrió.
-De acuerdo, tenemos planes con los chicos de ir a una fiesta en el centro-
-He… ¿fiesta?-
-Si, la organiza el hermano de Ben, es dueño de un club, va a haber música, comida, gente, ¡será divertido!- Era imposible que Dan se metiera en un lugar de esos, así que tendría que ir sola.
-Bueno…- dije poco convencida.
Luego del colegio Daniel me llevaba a casa.
-He…mañana voy a salir con mis amigos- dije.
-Me parece bien, ¿cine?- dijo sonriendo.
-No…en realidad es una fiesta en el centro- me miró serio, ya sabía que iba a pasar esto.
-¿Qué tipo de fiesta?-
-No lo sé, la organiza e hermano de Ben-
-¿No es un poco peligroso que vayas sola a esos lugares?-
-No voy sola…y como sé que no vas a ir conmigo…- dije con la esperanza de que si fuera.
-Sabes que no voy a esos lugares- dijo, suspiré.
-Lo sé, ya le prometí a Sara que iría, los estoy dejando un poco de lado y parecen resentidos- no me respondió, solo esperaba que no estuviera enojado. -¿No quieres que vaya?- dije cuando me di cuenta de que no iba a hablar.
-Solo me preocupa que te metas en problemas y yo no esté para defenderte-
-Prometo tener cuidado con todo… ¿por favor?- dije con cara suplicante y acercándome más a él.
-Es imperdonable que me sobornes de esta manera- dijo, sonreí. –de acuerdo, pero voy a darte un móvil y quiero que me avises antes cualquier problema por mínimo que sea, ¿puedes prometerme eso?-
-De acuerdo, y ya que mañana no voy a verte… ¿puedes venir un ratito hoy antes de que me duerma?-
-si…puedo, nos vemos a la noche- dijo, me despedí y bajé del auto.

Por la noche luego de cenar, me di un baño y me acosté a esperar que Dan llegara, a las 11 apareció en mi habitación y se sentó a mi lado.
-Te ve un poco cansado- le dije tocando con mis dedos las ojeras que tenía debajo de los ojos.
-Estuve practicando con mis hermanos en el bosque toda la tarde- dijo, conversamos un largo rato acerca de sus practicas.
-¿Qué…?- dijo levantando un poquito mi remera. -¿Qué es esto?- dijo mirando el pequeño tatuaje que tenía en la cadera de una mariquita.
-Ha…es un tatuaje que me hice hace mucho tiempo ya- pasó su calida mano por el y sentí que iba a derretirme ahí mismo.
-Es…muy interesante- dijo.
-¿Te gusta?- le pregunté tratando de que mi respiración no se acelerara.
-Si, mucho- dijo pasando su mano suavemente por mi piel, el corazón comenzó a latir de prisa, retiró su mano y me miró.
-¿Qué le pasa a tu corazón?- dijo sonriendo. No esperé más y me acerqué besándolo, mis impulsos se volvían incontrolables cuando lo tenía cerca; me rodeó con sus cálidos brazos mientras nos besábamos, pero luego de un ratito se alejó.
-No puedo…temo lastimarte- dijo parándose, salí de mi cama y me acerqué a él.
-No puedo controlar lo que siento por ti- dije, me miró durante unos segundos, y luego me colocó suavemente contra la ventana besándome nuevamente. Me acercó más a su cálido cuerpo y comencé a sentir que me faltaba el aire, pero mi boca se negaba a separarse de sus labios, el beso se volvió más intenso a los pocos segundos y mi cuerpo experimentó todo tipo de sensaciones, y como era de esperarme se alejó en cuanto no pudo controlarse.
-Lo siento Less, necesito salir- dijo.
-Pero…- no me dio tiempo ni siquiera a terminar la frase, y desapareció, me senté en la cama un poco aturdida por lo que había pasado, me sentía demasiado culpable por haberlo presionado de esa manera, ¡que egoísta me sentía!, solo pensaba en mis necesidades y él hacía lo imposible por darme todo sufriendo cada vez que no lo lograba…estaba dándole motivos a Rebecca para que fuera su consuelo y cuando todo llegara a su límite…él me dejaría, me estaba por dar un ataque de histeria con solo pensarlo.

Las cosas no mejoraron luego de eso, él estaba bastante…distante y frío, no sabía qué decirle pero él tampoco sacaba el tema, de esa manera transcurrió una semana más. El día de mi cumpleaños hubieron problemas en el norte, por lo que tuve que quedarme con mis abuelos y mis amigos me visitaron, pero no estaba de muy buen humos como para sonreír ni conversar, de todas maneras hice mi mejor esfuerzo. Sandy prometió que me compensaría, pero ese no era el problema…el problema era él, todo el tiempo que pasaba a mi lado se encontraba ausente…vacío.
El lunes por la tarde cuando volvíamos a casa no soporté más el silencio.
-¿Podemos hablar?- le dije.
-¿De qué?- dijo con una expresión seria, los nervios habían invadido mi cuerpo.
-¡¿Puedes estacionar el auto, Daniel?!- le grité a punto del ataque de nervios, estacionó el coche al costado de un camino rodeado de árboles, a tres cuadras de casa.
-¿Qué rayos te sucede?- le dije, él suspiró.
-…No creo que sea buna idea que sigamos juntos- dijo, traté de contener las lágrimas que asomaban en mis ojos.
-¿Qué?- dije sin entender nada.
-Lamento que todo haya llegado hasta este punto, yo…yo no tendría que haber dejado que entraras en mi vida, nosotros somos muy diferentes…y eso nunca va a cambiar- ¿cómo era capaz de decirme eso?
-¿Es porque te presioné para que me besaras?, ¡lo siento mucho! Juro nunca más volver a hacerlo- le dije desesperada.
-Less…tu necesitas mucho más de lo que yo puedo darte, lejos de mi no vas a estar nunca más en peligro, vas a poder realizar tu vida y encontrar…a otra personas…como eres tu- cada palabra que escuchaba estaba destruyendo mi corazón en mil pedacitos.
-¿Estas…dejándome?-
-…Creo que es lo mejor para los dos, las vacaciones ya comienzan, mi familia y yo nos vamos un tiempo y también será mejor porque todo se te olvidará rápido-
-¿Olvidarme?- dije confundida, ¿de qué hablaba? -¿ya no me quieres?-
-Quizá…me confundí con mis sentimientos hacia ti, lo siento mucho-
En ningún momento de la conversación me miró a los ojos…tal vez ya no me quería, me bajé del auto y me fui caminando, mi mente estaba en blanco y me dolía tanto el pecho que resultaba insoportable, solo deseaba que todo fuera una pesadilla y que terminara de una vez, ¿qué iba a hacer ahora?, él era todo en mi vida, y había decidido romper mis sueños en mil pedazos.

En ese momento mi vida dejó de tener sentido…
Pasaba las noches llorando y en el día haciendo las cosas de manera mecánica hasta el punto de sentirme una maquina programada para ir al colegio, estudiar, comer y todo lo demás. No hablaba con nadie y no me importaba hacerlo, ninguno de los Douball concurrió al colegio los últimos días y era mejor así…porque si llegaba a verlo mi mundo caería.
Mis abuelos estaban muy preocupados, sabían que mi relación con él había terminado pero ignoraban los motivos. Cuando llegaban los fines de semana me encerraba en la habitación y lloraba durante horas, mi vida era un completo desastre, no tenía corazón, solo un inmenso vacío totalmente imposible de llenar y que dolía insoportablemente. Por las noches y solo cuando lograba conciliar el sueño, las pesadillas me atormentaban y me despertaba llorando una y otra vez.



Pasó un mes…



Y luego otro…
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Vie Oct 14, 2011 12:21 pm

CAPITULO 12

Ese lunes, como de costumbres solo dormí un par de horas, me había prohibido terminantemente pensar en él, pero a pesar de eso, el dolor de mi “no corazón” no se disipaba con nada.
Todo mí alrededor parecía vacío y carente de sentido, me senté a desayunar, una de las cosas que debía hacer para no enfermarme.
-Less…- dijo la abuela, la miré tenía una expresión de preocupación en su rostro.
-¿Si?- dije, mis respuestas también eran algo que “debía hacer” y no que quisiera hacer, solo respondía cuando a lo lejos escuchaba el silencio que indicaba que ahí iba mi respuesta.
-Esto está preocupándome…tu actitud…es como si estuvieras muerta- dijo, y acertó porque así me sentía.
-Estoy bien-mentí.
-Necesitas rehacer tu vida, debes seguir adelante y poner fuerza de voluntad, tu abuelo y yo estamos muy angustiados con esta situación-
-Voy a intentarlo…- dije sin ganas. No me gustaba ver a mi única familia mal, ellos eran las personas que se preocupaban por mi y me querían, debía intentarlo al menos por ellos, aunque sabía que mi vida estaría vacía hasta el día de mi muerte…el cual esperaba con ansiedad.
Como estábamos en vacaciones, decidí pedirle la vieja camioneta al abuelo quién dudo antes de prestármela porque de seguro temía que quisiera suicidarme o algo así, pero luego accedió. Me dirigí a la casa de Sara, mi menté se encontraba la mayor parte del tiempo en blanco pero luche para que no fuera así. Estacioné frente a su casa y toqué a la puerta, en cuanto me vio me miró sorprendida.
-¡Less!...-
-¿Estas ocupada?- dije.
-No…adelante- dijo haciéndome entrar, nos acomodamos en su pequeña habitación.
-¿Cómo has estado?, hace tiempo no se nada de ti, y los últimos días de clases te veías…- dijo sin terminar la frase, era conciente de que mi estado mental y físico no eran los mejores en este tiempo.
-Si…estoy bien- mentí.

Durante los próximos días Sara pasaba mucho tiempo conmigo y sabía que el tema “Douball” estaba prohibido. Comencé a salir más con los chicos, íbamos a todos lados, aunque ni por un momento el dolor de mi pecho desaparecía ni las pesadillas que me torturaban durante las noches.
Era sábado por la mañana, Ben pasó a recogerme en la camioneta con todos los chicos ya que iríamos de paseo, y al menos los abuelos estaban más aliviados al ver que me esforzaba por continuar con mi patética vida.
Cuando subí a la camioneta me sorprendió ver a Kayl, pero él no era malo y me había ayudado en un momento que no quería recordar.
-Less…te presento a un viejo amigo- me dijo Ben señalando a Kayl.
-Hola- le dije, me guiñó un ojo de manera cómplice.
-Hoy hace un día hermoso para la playa- dijo Clara.
Nos instalamos bajo el perfecto sol junto a la playa, Kayl se sentó a mi lado.
-¿Cómo has estado?- me dijo.
-Bien… ¿tu?-
-Igual, me mude hace seis meses al centro del pueblo, no soportaba más vivir en la aldea, menos después de todo lo que sucedió…pero supongo que no quieres hablar de eso-
-La verdad…no- dije y pareció entenderlo.
Desde ese día en adelante la mayoría de las salidas que realizábamos eran también con él, sabía que no me encontraba bien sentimentalmente, así que trataba de hacer me reír todo el tiempo, por momentos creía no sentir el dolor en mi pecho y me parecía extraño…pero por las noches y en la soledad de la oscuridad de mi habitación volvía a atacar.
Ese sábado iríamos a una de las fiestas que realizaba el hermano de Ben en un club. Me levanté temprano y luego de desayunar alguien toco a la puerta.
-Kayl…- dije sorprendida.
-Less, pensé que como hace un día lindo te gustaría dar una paseo- dijo, y me sentí salvada, ya estaba aprontándome para mi torturosa y solitaria tarde encerrada en mi habitación, pero esto cambiaba mis planes y por primera vez en mucho tiempo sentía algo de emoción.
-Genial…- dije, tomé mi bolso, le dejé una nota a los abuelos que no se encontraban en casa y salí de la casa, quedé impactada al ver su vehículo…una moto…muy grande.
-¿Sabes conducir eso?- le dije.
-¡Claro que si!, ¿tienes miedo?- dijo sonriendo.
-No…-
Nos subimos y arrancó a toda velocidad por la ruta, sentía el viento golpeándome en el rostro, era una sensación maravillosa, la velocidad me hacía sentir adrenalina y el dolor desaparecía por completo.
Estacionamos en la playa y nos sentamos sobre unas rocas a conversar.
-¿Te dijeron algo en la aldea cuando te fuste?- le pregunté.
-Dijeron que era un traidor, pero eso no me interesa-
-¿Sabes si ellos …van a volver…- dije sin terminar la frase.
-Si intentaran algo deberían pasar sobe mi primero- dijo, sonreí.
-Gracias-
-Less, sé que estos meses no has pasado muy bien, solo quiero que sepas que estoy aquí para lo que necesites-
-Te agradezco de verdad, es bueno contar con una buen amigo como tu- dije
-Esta noche tenemos una fiesta- dijo.
-¿Vas a ir?- pregunté emocionada.
-Claro, ¿qué te hace pensar que voy a perderme algo así?- dijo riendo.
-Genial…-
Por la tarde volví a casa, tomé algo de ropa y la metí en una mochila, saludé a mis abuelos y salí disparada por la puerta, Kayl me llevó a la casa de Sara y luego se fue.
-Así que saliste con Kayl…- me dijo ella.
-Si-
-Le gustas-
-No, solo somos amigos-
-Por favor Less, no seas ingenua, ¿no te has dado cuenta la forma en que te mira?- Traté de hacer caso omiso a su comentario, esa noche me puse unos jeans claros y una musculosa color blanca, arriba la campera porque hacía mucho frío.
El club del hermano de Ben era enorme y estaba repleto de personas, música, luces, aunque no era fanática de las fiestas me agradaba estar ahí. Kayl me invitó a bailar.
-No se bailar muy bien- dije.
-Creo que la haces muy bien- dijo, mi cuerpo trataba de notar la diferencia…hasta que me di cuenta, la temperatura de Kayl era normal, como la mía, de inmediato traté de quitar esos recuerdos de mi mente y apoyé la cabeza en su hombro. Sara bailaba con Ban y Clara con German aunque él no parecía muy a gusto y me miraba de a ratos.
Luego de bailar algunas piezas salimos afuera.
-¿Estas divirtiéndote?- me dijo Kayl.
-Si…gracias- dije.
-He…yo quería decirte algo- dijo un poco nervioso.
-Dime… ¿pasa algo?-
-No es nada grave…yo…- no dejaba de dar vueltas y eso me estaba poniendo nerviosa a mí.
-Kayl… ¿qué es?- él se acercó y tomó mismazos.
-Es que…me gustas mucho-
-A mi también Kayl…- dije sin entender.
-Me refiero a que me gustas pero de otra forma- solté sus manos al darme cuanta de lo que quería decir.
-Kayl…yo…-
-Lo sé, sé que estas enamorada de otra personas que para no ser menos te ha lastimado mucho-
-Lo siento…yo te quiero, me has ayudado mucho, pero creo que mereces a alguien que pueda amarte- Quizá si lo hubiera conocido en otro momento estaría enamorada de él, era un chico apuesto, agradable, pero…mi corazón roto ya no iba a funcionar.
-Puedo esperar…el tiempo que sea- me dijo.
-No…no quiero que te ilusiones con nada, yo…jamás voy a volver a enamorarme-

Los días continuaron pasando, Kayl continuaba igual de amistoso conmigo aunque yo había dejado claras las cosas, y solo esperaba que hubiese entendido. Un mes largo pasó, los paseos continuaron y mi amistad con los chicos también.
Era domingo por la noche, en mi sueño Daniel se encontraba muy cerca de mi…podía sentir su respiración, mirar sus hermosos ojos y de repente simplemente desaparecía y me desperté agitada y llorando, esa noche me tuve un ataque de nervios, tiré y rompí todo lo que estaba a mi alcance en la habitación, la abuela trató de tranquilizarme, pero estaba totalmente desconsolada, a penas pasaba el aire por mis pulmones y el dolor era insoportable, los abuelos tuvieron que llamar al doctor alas dos de la mañana.
Me dieron un calmante con el que quedé somnolienta aunque podía escuchar las voces a mí alrededor.
-Ahora solo debe descansar, al parecer hace tiempo no duerme bien- decía el doctor.
-Es que ha pasado por muchas cosas…-
-No se preocupe, va a estar mejor-

Cuando abrí los ojos ya era de día, miré a mí alrededor, todo estaba arreglado. La abuela entró con una taza de café.
-¿Cómo te sientes?- me dijo.
-Cansada…siento muco lo de anoche- dije angustiada.
-Less, solo deseo que estés bien y sé que te has esforzado mucho-
Permanecí toda la tarde en la cama, recién al día siguiente me desperté temprano y me levanté, llame a Kayl quien en menos de media hora estaba en casa, eso me hizo sentir mejor.
-No desaparezcas más un día entero sin avisar- me dijo.
-Lo siento- dije sonriendo.
Hoy por la noche hay un concierto…Sara y Ben van a ir, ¿quieres venir?-
-No me siento muy bien Kayl-
-Ok…quizá en otro momento-
Esa tarde estaba sola, me encerré en mi habitación y no dejé de pensar en cosas que me dolían, ¡¿por qué todo era tan difícil?! Llore durante un largo rato hasta que decidí que mi vida no podía continuar así, yo estaba desconsolada y seguro que él…ni siquiera me recordaba. Tomé el teléfono y llame a Kayl.
-Hola…- dijo él.
-Soy Less…-
-¡Less!, ¿todo está bien?-
-Si, he… ¿ya tienes acompañante o la invitación sigue en pie?- dije, él rió.
-Paso por ti en una hora-
Esa noche el lugar donde se realizaba el concierto estaba repleto de personas, Sara y Ben nos esperaban en la entrada.
-Que bueno que hayas venido- me dijo Sara.
-Vamos a comprar las entradas- me dijo Kayl. Nos metimos entre la gente hasta llegar al puesto donde las vendían, quedé petrificada cuando vi a Loreley con otro chico acercarse a nosotros, Kayl se colocó delante de mi.
-Así que ahora sales con ella…traidor- le dijo Loreley.
-Lo que haga es mi problema y no el tuyo- dijo él.
-Por su culpa mataron a ocho de nuestros primos, incluyendo a Esteban-
-Ella no tiene la culpa, y si no se les hubiera ocurrido la maldita idea de…estarían vivos- dijo Kayl, ella me miró con odio.
-Juro que en cuanto pueda voy a matarte- me dijo.
-Sobre mi cadáver- dijo Kayl.
-No me importa por donde tenga que pasar- dijo y se fue, yo estaba al borde del ataque de nervios, Kayl me miró.
-Less…tranquila ya se fue- mi cuerpo temblaba y mi mente estaba a punto del colapso, las piernas no me respondían y comencé a marearme.
-¿Estas bien?- sentí las palabras lo lejos y de pronto mis ojos se cerraron.
Cuando los abrí me encontraba en brazos de Kayl, Sara me hacía aire con un folleto y Ben me miraba preocupado, estábamos en un banco junto al club, menos mal que mi desmayo solo había durado unos minutos.
-Es mejor que la lleve a casa-dijo Kayl.
-Si, es buena idea- dijo Sara.
-Que mejores Less- dijo Ben.
-Gracias chicos, diviértanse- dije, Kayl me ayudó a ponerme de pie y nos fuimos en la moto. Íbamos por la ruta cuando escuché un auto detrás de nosotros.
-¡Maldición!- dijo Kayl.
-¿Qué pasa?- dije alterada.
-Es Loreley otra vez-
-¿Qué hacemos?, ¿qué hacemos?- dije nerviosa, si lograban alcanzarnos seguro terminaban con mi vida, pero no quería que lastimaran a Kayl.
-Agárrate fuerte- me dijo y comenzó a acelerar.



Todo pasó muy rápido…
El auto nos alcanzó metiéndose delante de nosotros donde frenó, Kayl no pudo disminuir la velocidad y luego del golpe no sentí más nada, la oscuridad lo envolvió todo…



FIN POR AHORA Smile
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por LEONELG88 Dom Oct 16, 2011 7:53 am

MMM, final enigmatico.
LEONELG88
LEONELG88
Prefecto
Prefecto

Mensajes : 395
Puntos de experiencia : 529
Reputación : 10
Fecha de inscripción : 26/06/2011
Edad : 35
Localización : argentina

Hoja de personaje
Nombre: Santiago Bladez
Pareja: -
Don: Fortaleza

http://www.myspace.com/leonelg88

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por lali_f Mar Oct 18, 2011 5:12 pm

jajaj siii, tengo la otra parte, la segunda, pero aún debo pasarla a formato electrónico, en cuanto tenga tiempo voy a hacerlo!
lali_f
lali_f
Prefecta con Afinidad Agua
Prefecta con Afinidad Agua

Mensajes : 171
Puntos de experiencia : 297
Reputación : 14
Fecha de inscripción : 24/05/2011
Edad : 36
Localización : Uruguay

Hoja de personaje
Nombre: Sasha Flesher
Pareja: -
Don: Agua

Volver arriba Ir abajo

Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f) Empty Re: Fuego eterno: Te amaré por siempre (Lali_f)

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.