Habitación de Crystal

por **Admin** Miér Mayo 18, 2011 9:46 am

Llegué a mi dormitorio con ganas de ponerme a llorar. Era debil, si. Había estado esperanzada con encontrar a mi antigua profesora, pero ella me negó todo. No lo podía creer, no me confiaba algo que me había dado cuenta, ¿es qué ella ya no me tenía en cuenta? Tal vez nunca había confiado en mi y siempre fue alguien que tenía que tener vigilada. No podía ser eso, nuestra relación era fuerte.

- ¿Qué pasa, Krys? ¿Por qué estás llorando?- Era Gold. ¿Por qué no me fijé si estaba presente? Ahora le tenía que explicar todo y yo me lo quería guardar para mi.

- Gold, ¿qué hacés aquí?- Le preugunte.

- Te estaba esperando, Krys, es que te veo algo extraña. No entiendo que es lo que te pasa.- Me dijo, un poco dudando en lo que iba a decirme, y también muy preocupado.

- No pasa nada, sólo que me agobía todo este asunto de los iniciados estas y sus poderes. Es complicado hacerse cargo de todo esto.

- No te veo rara por eso. Sino que he notado que la iniciada Yihassara esta ocupando mucho espacio en tu mente. ¿Es por la relación que ella parece tener con tu ex profesora Neferet?- Me sorprendió completamente, ¿Cómo se había enterado?

- ¿Cómo sabés eso?- Fue lo único que pude responderle por la sorpresa de saber que se había enterado.

- Krys, me lo dijo James Stark. ¿Cómo puede ser que no se lo hayas dicho a tu consorte? Además si lo que me dijo Stark, no podés estar en La Casa de la Noche. Neferet es mala y lo sabés. Ella no está muy contenta contigo por lo que paso en el pasado y debe querer vengarse...

- NO, ELLA ME QUIERE, NO VA A VENGARCE DE MI.- Me había puesto nerviosa, Gold había dicho un monton de cosas que podían ser ciertas pero yo no quería creerlas.

- Crystal, no podés confiar en Neferet, ¡además está usando una alumna! Te va a querer usar a ti y vas a caer porque la estimás mucho. Tenemos que irnos de esta Casa de la Noche.

- Una Alta Sacerdotisa no puede dejar su Casa de la Noche por más que la Oscuridad este invadiendo su lugar. Además, jamás voy a estar de su lado. Lo que pasa es que no entendes a mi Alta Sacerdotisa, ella sufrió mucho y esta confindida. El don que me concedió la Diosa es para que yo sepa que Neferet tiene un lado bueno, y que hay que devolverla al buen camino.

- Neferet no es una Alta Sacerdotisa, además ella es malvada. No va a cambiar nunca. Tu don no es para que la lleves al buen camino. Es para enfrentarla, no para compadecerla.

- Se nota que no entendes nada. Yo soy la que tiene el don y la que sabe la razón por la cual me lo concedió Nix.- Se lo dije calmadamente y salí de la habitación enfurecida con mi consorte y guerrero. El intento seguirme pero vio mis lágrimas y decidió quedarse. Entendió que necesitaba estar sola.

por **Admin** Mar Jul 05, 2011 7:45 pm

USO EL DOBLE POST PORQUE ESTO SUCEDE DESPUÉS DEL RITUAL DE LUNA LLENA DE JUNIO Y NO TIENE NADA QUE VER CON EL QUE ESTÁ ARRIBA.

El ritual de la Luna Llena había finalizado. Justo en ese momento me entristeci y decidí ir a mi dormitorio para descansar. Realmente el ritual me había cansado mucho, además sentía que algo no andaba bien. Tal vez me sentía asi por la no-muerta de Cari Redbird, porque realmente eso asustaba. O tal vez me sentía así por el posible contraataque de Calixta Stark y de Morgan. Pero estaba segura de que para eso faltaba. Los iba a tener que enfrentar, pero no ahora.

Llegue a mi dormitorio y estaba mi guerrero, Gold estaba sentado en mi cama. Intente sentirlo con la clarividencia, pero me arrepentí unos segundos antes de intentarlo.

- ¿Sucede algo, Gold? - Le pregunte tratando de ocultar mi molestía.

- Si, claro que pasa algo. Recien me acabo de enterar que te delataste vos misma delante de los alumnos. Que perdiste el control y defendiste de cierta manera a Neferet delante de Calixta Stark y Morgan.

- Mira, lo único que yo les dije a Calixta y a Morgan fue que debían andar con cuidado para que no les pase lo que les paso a Cari. Luego ellos empezaron a pensar que yo sabía algo que ellos no sabían. ¿Y cómo no voy a saber algo que ellos no sepan? Claro que tengo que saber cosas que los alumnos no sepan, además es parte de mi vida personal, cosa que a ellos no tiene porque importarles.

- Pero sucede mi Sacerdotisa, que esos chicos tienen los dones otorgados por Nyx justamente para enfrentar a Neferet.

- Y sucede, mi consorte, que la única que entiende a Neferet soy yo. Soy la única que vio su vida humana antes de que esta me aplique un bloqueo que no pienso romper. Yo entiendo como se siente Neferet, la comprendo. Pero esto no quiere decir que ete de su lado en esta guerra entra la Luz y la Oscuridad. Yo eligo la Luz, eligo a Nyx.

- Pero Krys, tus actos no reflejan eso. No estás haciendo nada por cambiar esta situación. Nada, absolutamente nada. Tendrías que hablar con los prodigios de nuestra Casa de la Noche, comentarles lo que sabes y armar un plan de acción.

- Por si no te diste cuenta, uno de los prodigios se combirtio en un iniciado rojo que en cualquier momento le drenará la sangre a cualquiera.

- Pues consigue una sacerdotisa roja que la sepa guiar. James Stark no sabe como controlarla, se le van las cosas de la mano. Contacta con Stevie Rae Jonhson, la primera vampira roja.

- ¡¿Qué?! Me estas cargando.

- Mi sacerdotisa, si no haces estas cosas hablaré con el Alto Consejo Vampírico. Se te esta llendo todo de las manos. Soy tu guerrero, no voy a dejar que la pases mal. Si lo mejor es que nos vallamos de esta Casa de la Noche para que Neferet no te afecte lo hare. Después de todo no estas haciendo nada, sólo estás logrando que te odien.

Sus palabras fueron muy hiriente y comparables con un baldaso de agua fría. ¡Quería que nos fueramos de esta Casa de la Noche! ¡Estaba loco! Además quería que contactara con Stevie Rae Johnson, la primera roja. Jamás había hablado con ella. Pero tal vez funcione para ayudar a Cari. Aunque ella tenía a su mentor, el segundo vampiro rojo. Pero a decir verdad, no era lo mismo que una Sacerdotisa que paso lo mismo que ella, que un vampiro rojo que para el colmo era también su novio. ¿Pero iba a querer venir Stevie Rae? ¿Qué iba a hacer ella una vez que supiera lo de Neferet? Era ovbio que se lo diría todo al Alto Consejo Vampírico. ¿O se iba a ir de esta Casa de la Noche una vez que la pusiera al tanto de lo que estaba pasando? No podía contarle a alguien que no conocía lo que en realidad estaba pasando. Ella estuvo en la Casa de la Noche de Tulsa cuando yo estaba alejada de ahí, haciendo mi vida y dejando a Neferet. Sabía que Neferet tramaba algo, pero yo ma había ido y no había advertido nada a nadie. Aunque por supuesto nadie sabia ni sospechaba nada de mi. Hasta ahora, que Calixta y Morgan habían empezado a sospechar despues de un descuido mio.

- Me estás cargando, ¿verdad? Llamar a una desconocida o irnos de esta Casa de la Noche y al mismo tiempo notificarle estas irregularidades al Consejo. - Le dije mientras transpiraba de los nervios y me empezaba a sentir realmente mal.

- Pues si, Krys. No quiero que te pase nada porque... - Me introduje en su mente. Lo vi escuchando la conversacion de Calixta y Morgan en el que Morgan quería enfrentarme. ¿Realmente pensaba que iba a poder conmigo?

- ¿Por qué no me dijiste en un principio lo de la charlita de esos dos iniciados?- Le dije perdiendo el control.

- No te lo dije porque se muy bien como funcionan tus dones, además no encontré el momento opotuno para decirtelo.- Me dijo pausada y tranquilamente.

- No puede querer hacer eso, yo no estoy del lado de Neferet. Lo único que quiero es encargarme de esto yo sola.- Le dije, mientras me sentaba a su lado llorando.

- Pero Krys, por como estás llevando las cosas, en verdad parece que estás del lado de Neferet.- Me dijo mirándome a los ojos muy seriamente. Me sorprendió. ¿Es que el también pensaba que yo estaba con Neferet? ¿Después de tanto tiempo, él pensaba eso de mi?

- No puedo creer... - No pude continuar con la frase ya que me estaba llenando de angustía y mis ojos se estaban cubriendo de lágrimas

- Krys... - Había empezado a decir Gold mientras yo me levantaba para ir a cualquier lado que sea donde no este él. Lo miré con un odio tremendo. ¿Cómo se atrevía a no dejarme salir? El sintió algo de miedo por mi mirada, pero siguió fuerte en su posición.

- Me quiero ir. Salí de en medio. - Le pedí, mientras planeaba usar el Espíritu, ¿pero estaba bien usar el don que me concedió Nyx para atacar a mi consorte? No, no estaba bien, por eso no lo hice. - Salí, por favor. - Le volví a pedir

- Pero tenemos que hablar...

- Pero yo no quiero. - Le dije. Al final cedió y pude salir de mi dormitorio, ¿pero puede ser que no podía estar en paz ni en mi dormitorio?

Entonces empece a caminar y me fui al despacho, ahi tal vez encuentre la tranquilidad.

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