Conectarse
Tu panel de control
TU PERFIL Información Preferencias Firma Avatar |
RED SOCIAL Lista de amigos e ignorados Miembros del foro Grupos de usuarios |
MENSAJES PRIVADOS Mensajes recibidos Mensajes enviados |
TEMAS SUPERVISADOS Suscripciones |
Últimos temas
Los posteadores más activos del mes
No hay usuarios |
¿Quién está en línea?
En total hay 1 usuario en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 1 Invitado :: 1 Motor de búsquedaNinguno
El record de usuarios en línea fue de 54 durante el Lun Nov 13, 2023 9:40 am
Todos Son tuyos
2 participantes
Página 1 de 1.
Todos Son tuyos
Caminaba por las calles misma que toda su vida vio. No le parecia extraño nada de lo que aquel dia tenia por delante, la misma vida de peleas callejeras y vagancia. Josue tenia la idea adoptada de que su vida nunca seria importante o interesante desde ningun punto de vista puesto que siempre le habian dicho que era un bueno para nada. Ya se habia cambiado no menos de seis veces de colegio desde los doce años y ahora que se iba para los diesiocho no parecia que las cosas fueran a mejorar. El pagaba el precio de ser el hijo de una familia pobre y destrozada por tragedias personales, de esas que no necesariamente susitan el interesa general. Una madre muerta en un accidente, un padre enfermo e invalido y un grupo de hermanos que no se tenian ni un poco de estima. Josue estaba convencido de que al menos en su caso, los hermanos eran el mayor dolor para uno. El queria pensar en la epoca de vigor de su padre, en su madre viva que le daba esperanza y en el tiempo en que sus hermanos no eran enemigos. Todo eso parecia no haber existido jamas.
Pero, que se podia hacer? Cuando la nada es lo que nos queda no nos ponemos a hacer repetitivamente un recuento de lo que perdimos. Seria un ejercicio estupido y autodestructivo. Lo unico que ganamos es mas dolor agregado al que ya habia. Pero la vida continuaba su curso inexorablemente y nada detiene su cause. Es mas facil dejar los restos de lo destrozado y seguir por otro camino, aunque no sea el mejor ni el mas aliciente.
Josue empezo entonces una vida azarosa y delincuencial, en la que poco importaba el mañana. Empezo a rodearse de amistades poco aconsejables y se desligo de cualquier sentido de responsabilidad. Poco importaba tomar lo que no era de uno, meterse en un pleito por cualquier tribialidad, y poco importaban las consecuencias de lo que hiciera. Eso fue lo que la vida de abandono termino por lograr. Fue ese el triste y precario estado espiritual al que termino Josue, sin nada que le diera sentido a su vida.
Y asi caminaba el por las calles aquella fria tarde, sin nada que le preocupara realmente. Realmente no tenia el menor interes en nada y eso era bastante para el. No tenia por que darle importancia a nada en absoluto, y a el no le causaba ningun complejo auqel aspecto. Sin embargo tal vez solo trataba de encontrar algo que hacer con las infinitas horas que por lo general dedicaba a su vagancia, con la esperanza de que algo quiza surgiria. Fue entonces el primer dia que vio al indigente. Era algo olvidable y sin importancia para la mayaria... pero no para el. Aquel sujeto tenia un aspecto desastrozo, su ropa era un conjunto de harapos que a distancia olian mal. Tenia varias llagas en el rostro, era muy delgado y apenas caminaba ayudado de un palo. Lo que llamo la atencion de Josue era el alegre y dulce trato que aquel desdichado sujeto le prodigaba a sus perros. Lo seguian varios perros del vecindario, a los cuales el les daba el alimento que tenia en mano cada vez que podia. Pese a su miserable realidad aquel sujeto parecia tener encima algo de alegria, y el y sus perros irradiaban esa felicidad que solo un grupo de seres vivos que se tienen mutuamente pueden demostrar. Josue penso que aquel tropel de seres marginados tenian algo mas de alegria que la que el mismo tenia y aquello le hizo pensar que el mismo era un sujeto miserable. No se explicaba como llego hasta ahi.
-- Tiene una moneda don?--- le pregunto el indigente auqella tarde
-- No -- respondio secamente Josue, disponiendose a seguir su camino.
-- Entonces no le molesta si charlo un rato con usted? --- le dijo el viejo --- Es que ando aburrido contando las monedas que tengo.
Josue tuvo el instinto de decir "no" pero aquella tarde como muchas otras no tenia nada que hacer, y en esa ocacion en particular, el buscaba algo que le llamara la atencion.
-- Como se llama? -- pregunto el viejo.
-- Josue-- dijo el -- y Ud?
-- Me llamo Geriberto -- dijo el viejo -- Geriberto Calle, es un gusto conocerlo --- le dijo ofreciendole la mano.
Josue dudo un poco pero accedio a darle la mano al viejo. El sujeto tenia toda la fealdad que la vida callejera, le faltaban varios dientes y siempre tenia una expresion desfigurada y desprolija. Las manos las tenia muy callosas.
-- Era Ud obrero o que?-- pregunto Josue señalando los callos.
-- Ah bueno --- dijo Heriberto -- Es que desde los nueve años que me dedique a lustrar zapatos y llegando a los cincuenta uno ya tiene algun trajin ya vio. Lo que pasa es que el no tener oficio causa que uno tenga que desilacharse para ganarse la papa y el pan.
--Y todavia hace eso? --- pregunto Josue.
-- No, ahora la gente del barrio me ayuda, si no ve que estoy reventado? jeje -- rio el viejo -- Hay que ser rapido para ganar algo haciendo brillar calzado ajeno todo el dia.
Josue se quedo mirando el rostro alegre de aquel desgraciado. No podia entender como un ser que se hallaba en plena decadecia fisica y marginado a la mendicidad pudiera estar tan alegre y jovial. Como si no importara toda su desgracia y todo el acontecer miserable de su existencia. Se pregunto a si mismo si esa no seria su forma de aguantar las tragedias.
-- Y ud que hace de su vida? -- pregunto Heriberto.
-- Nada -- dijo Josue.
-- Ah -- le salio al viejo.
Se quedaron mirandose durante unos momentos.
-- Ud me recuerda a mi hijo -- Dijo al fin Heriberto.
-- A quien? -- dijo Josue sorprendido por el comentario.
-- A Rolando mi hijo -- dijo Heriberto -- Creo que tenia mas o menos la misma edad que Ud. El fallecio hace varios años, tenia unos 15 años entonces.
-- De que murio? -- pregunto Josue.
-- En una pelea en un bar, el otro gonorrea le saco un cuchillo y le dio en el pecho. -- fue la breve explicacion del viejo.
Josue estaba expentante a ver si el viejo demostraba algo de amargura, pero Heriberto parecia imperturbable. Parecia que solo estaba contando una anegdota mas de su vida. No era ni tragedia ni alegria, solo algo que paso.
-- Y su señora? -- Termino preguntando Josue.
-- Ella murio cuando nacio Rolando. -- respuesta corta y contundente del viejo.
Josue realmente no entendia ni pretendia entender el mutismo del sujeto. Heriberto parecia un ser que lejos de ser frio, cruel o despiadado como otros sujetos caidos en el olvido, demostraba bondad aun cuando contaba sus desgracias.
-- Y ud tiene familia? -- pregunto Heriberto.
-- Si -- dijo Josue -- Dos hermanos y mi padre.
-- Y que tal ellos? -- quizo saber el viejo.
Josue no supo que contestar en el momento, nunca se puso a sopesar el valor de sus familiares.
-- Con ellos nada -- termino por contestar.
-- Nada? -- repitio Heriberto en forma de pregunta.
-- Y a mi padre lo respeto, a los otros dos no me importa. -- contesto Josue.
Heriberto lo penso un poco como tratando de sopezar la respuesta de su interlocutor.
-- Y, cuando se muera alguno de ellos no le va a doler? -- Volvio a preguntar Heriberto.
-- Creo que no. -- dijo Josue.
-- Si tal vez -- dijo heriberto -- Es mejor no sentir dolor por los otros.
Josue quedo considerando la reflexion que Heriberto hacia. No se habia puesto a pensar en lo mucho que uno sufre por pensar en los demas y a la vez en lo cruel que resulta eso. Por que no pensar en los demas requiere ser cruel.
-- Tal vez -- siguio diciendo Heriberto -- no tendriamos que sentir pena por nuestra familia, por que si toda la humanidad es una sola, deberiamos sentir dolor por las familias de otros pues todos somos familia. Si hasta nuestra familia son enemigos, entonces nuestros enemigos son familia. Todos son nuestros.
-- Tal vez sea cierto -- considero Josue.
-- Tal vez -- repitio el viejo.
Josue se despidio del viejo y siguio su camino por callejuelas perdidas. No sintio pena por el viejo como antes. El ya era un sujeto con una actitud asumida hacia los dolores y tragedias de la vida. Quizas hasta Heriberto tenia mas libertad para opinar sobre los asuntos de otros pues el no tenia ninguna vocacion de influir en ellos, solo lo observaba desde su propia limitacion y tratando de entender como funciona el mundo que tantos males arrastra consigo. Tal vez sus hermanos serian enemigos y sus enemigos serian tambien sus hermanos. Tal vez no sentiria dolor por los otros, no por frialdad, sino por autopreservacion. Josue penso que eso es algo que las almas desdichadas tienen en comun. La necesidad de enfriar el calor para no ser quemados.
FIN
NOTA: este cuento es un homenaje al personaje conocido como "Heriberto de la calle" interpretado por el comediante, actor y periodista colombiano Jaime Garzon, asesinado en 1999.
Pero, que se podia hacer? Cuando la nada es lo que nos queda no nos ponemos a hacer repetitivamente un recuento de lo que perdimos. Seria un ejercicio estupido y autodestructivo. Lo unico que ganamos es mas dolor agregado al que ya habia. Pero la vida continuaba su curso inexorablemente y nada detiene su cause. Es mas facil dejar los restos de lo destrozado y seguir por otro camino, aunque no sea el mejor ni el mas aliciente.
Josue empezo entonces una vida azarosa y delincuencial, en la que poco importaba el mañana. Empezo a rodearse de amistades poco aconsejables y se desligo de cualquier sentido de responsabilidad. Poco importaba tomar lo que no era de uno, meterse en un pleito por cualquier tribialidad, y poco importaban las consecuencias de lo que hiciera. Eso fue lo que la vida de abandono termino por lograr. Fue ese el triste y precario estado espiritual al que termino Josue, sin nada que le diera sentido a su vida.
Y asi caminaba el por las calles aquella fria tarde, sin nada que le preocupara realmente. Realmente no tenia el menor interes en nada y eso era bastante para el. No tenia por que darle importancia a nada en absoluto, y a el no le causaba ningun complejo auqel aspecto. Sin embargo tal vez solo trataba de encontrar algo que hacer con las infinitas horas que por lo general dedicaba a su vagancia, con la esperanza de que algo quiza surgiria. Fue entonces el primer dia que vio al indigente. Era algo olvidable y sin importancia para la mayaria... pero no para el. Aquel sujeto tenia un aspecto desastrozo, su ropa era un conjunto de harapos que a distancia olian mal. Tenia varias llagas en el rostro, era muy delgado y apenas caminaba ayudado de un palo. Lo que llamo la atencion de Josue era el alegre y dulce trato que aquel desdichado sujeto le prodigaba a sus perros. Lo seguian varios perros del vecindario, a los cuales el les daba el alimento que tenia en mano cada vez que podia. Pese a su miserable realidad aquel sujeto parecia tener encima algo de alegria, y el y sus perros irradiaban esa felicidad que solo un grupo de seres vivos que se tienen mutuamente pueden demostrar. Josue penso que aquel tropel de seres marginados tenian algo mas de alegria que la que el mismo tenia y aquello le hizo pensar que el mismo era un sujeto miserable. No se explicaba como llego hasta ahi.
-- Tiene una moneda don?--- le pregunto el indigente auqella tarde
-- No -- respondio secamente Josue, disponiendose a seguir su camino.
-- Entonces no le molesta si charlo un rato con usted? --- le dijo el viejo --- Es que ando aburrido contando las monedas que tengo.
Josue tuvo el instinto de decir "no" pero aquella tarde como muchas otras no tenia nada que hacer, y en esa ocacion en particular, el buscaba algo que le llamara la atencion.
-- Como se llama? -- pregunto el viejo.
-- Josue-- dijo el -- y Ud?
-- Me llamo Geriberto -- dijo el viejo -- Geriberto Calle, es un gusto conocerlo --- le dijo ofreciendole la mano.
Josue dudo un poco pero accedio a darle la mano al viejo. El sujeto tenia toda la fealdad que la vida callejera, le faltaban varios dientes y siempre tenia una expresion desfigurada y desprolija. Las manos las tenia muy callosas.
-- Era Ud obrero o que?-- pregunto Josue señalando los callos.
-- Ah bueno --- dijo Heriberto -- Es que desde los nueve años que me dedique a lustrar zapatos y llegando a los cincuenta uno ya tiene algun trajin ya vio. Lo que pasa es que el no tener oficio causa que uno tenga que desilacharse para ganarse la papa y el pan.
--Y todavia hace eso? --- pregunto Josue.
-- No, ahora la gente del barrio me ayuda, si no ve que estoy reventado? jeje -- rio el viejo -- Hay que ser rapido para ganar algo haciendo brillar calzado ajeno todo el dia.
Josue se quedo mirando el rostro alegre de aquel desgraciado. No podia entender como un ser que se hallaba en plena decadecia fisica y marginado a la mendicidad pudiera estar tan alegre y jovial. Como si no importara toda su desgracia y todo el acontecer miserable de su existencia. Se pregunto a si mismo si esa no seria su forma de aguantar las tragedias.
-- Y ud que hace de su vida? -- pregunto Heriberto.
-- Nada -- dijo Josue.
-- Ah -- le salio al viejo.
Se quedaron mirandose durante unos momentos.
-- Ud me recuerda a mi hijo -- Dijo al fin Heriberto.
-- A quien? -- dijo Josue sorprendido por el comentario.
-- A Rolando mi hijo -- dijo Heriberto -- Creo que tenia mas o menos la misma edad que Ud. El fallecio hace varios años, tenia unos 15 años entonces.
-- De que murio? -- pregunto Josue.
-- En una pelea en un bar, el otro gonorrea le saco un cuchillo y le dio en el pecho. -- fue la breve explicacion del viejo.
Josue estaba expentante a ver si el viejo demostraba algo de amargura, pero Heriberto parecia imperturbable. Parecia que solo estaba contando una anegdota mas de su vida. No era ni tragedia ni alegria, solo algo que paso.
-- Y su señora? -- Termino preguntando Josue.
-- Ella murio cuando nacio Rolando. -- respuesta corta y contundente del viejo.
Josue realmente no entendia ni pretendia entender el mutismo del sujeto. Heriberto parecia un ser que lejos de ser frio, cruel o despiadado como otros sujetos caidos en el olvido, demostraba bondad aun cuando contaba sus desgracias.
-- Y ud tiene familia? -- pregunto Heriberto.
-- Si -- dijo Josue -- Dos hermanos y mi padre.
-- Y que tal ellos? -- quizo saber el viejo.
Josue no supo que contestar en el momento, nunca se puso a sopesar el valor de sus familiares.
-- Con ellos nada -- termino por contestar.
-- Nada? -- repitio Heriberto en forma de pregunta.
-- Y a mi padre lo respeto, a los otros dos no me importa. -- contesto Josue.
Heriberto lo penso un poco como tratando de sopezar la respuesta de su interlocutor.
-- Y, cuando se muera alguno de ellos no le va a doler? -- Volvio a preguntar Heriberto.
-- Creo que no. -- dijo Josue.
-- Si tal vez -- dijo heriberto -- Es mejor no sentir dolor por los otros.
Josue quedo considerando la reflexion que Heriberto hacia. No se habia puesto a pensar en lo mucho que uno sufre por pensar en los demas y a la vez en lo cruel que resulta eso. Por que no pensar en los demas requiere ser cruel.
-- Tal vez -- siguio diciendo Heriberto -- no tendriamos que sentir pena por nuestra familia, por que si toda la humanidad es una sola, deberiamos sentir dolor por las familias de otros pues todos somos familia. Si hasta nuestra familia son enemigos, entonces nuestros enemigos son familia. Todos son nuestros.
-- Tal vez sea cierto -- considero Josue.
-- Tal vez -- repitio el viejo.
Josue se despidio del viejo y siguio su camino por callejuelas perdidas. No sintio pena por el viejo como antes. El ya era un sujeto con una actitud asumida hacia los dolores y tragedias de la vida. Quizas hasta Heriberto tenia mas libertad para opinar sobre los asuntos de otros pues el no tenia ninguna vocacion de influir en ellos, solo lo observaba desde su propia limitacion y tratando de entender como funciona el mundo que tantos males arrastra consigo. Tal vez sus hermanos serian enemigos y sus enemigos serian tambien sus hermanos. Tal vez no sentiria dolor por los otros, no por frialdad, sino por autopreservacion. Josue penso que eso es algo que las almas desdichadas tienen en comun. La necesidad de enfriar el calor para no ser quemados.
FIN
NOTA: este cuento es un homenaje al personaje conocido como "Heriberto de la calle" interpretado por el comediante, actor y periodista colombiano Jaime Garzon, asesinado en 1999.
Re: Todos Son tuyos
Felicidades Len, esta muy bien la historia, y mas me convio por que lo hiciste para alguien eso fue hermoso, te felicito, gracias por tus aportaciones. [justify]
DIANE L.- Alumno de Quinto
- Mensajes : 495
Puntos de experiencia : 554
Reputación : 6
Fecha de inscripción : 17/03/2012
Edad : 25
Localización : Veracruz
Hoja de personaje
Nombre: Julieta Parik
Pareja: -
Don: Atmoquinesis
Re: Todos Son tuyos
Si eso es muy bueno, felicidades Len, Te puedo decir Len?, cuando dibujo o hago algo tengo que estar inspirada por que sino no lo hago o lo hago todo mal, pero bueno no se tú, pero te felicito.
DIANE L.- Alumno de Quinto
- Mensajes : 495
Puntos de experiencia : 554
Reputación : 6
Fecha de inscripción : 17/03/2012
Edad : 25
Localización : Veracruz
Hoja de personaje
Nombre: Julieta Parik
Pareja: -
Don: Atmoquinesis
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|
Lun Ene 18, 2016 3:11 am por LEONELG88
» cual es su personaje preferido???
Mar Ago 26, 2014 3:09 am por *Adriane*
» Fifty Shades of Grey!
Sáb Jun 07, 2014 11:39 pm por **April Lubally**
» TRILOGÍA PÍDEME LO QUE QUIERAS
Sáb Jun 07, 2014 11:38 pm por **April Lubally**
» Que series ves actualmente ?
Sáb Jun 07, 2014 11:34 pm por **April Lubally**
» Saga Rachel Morgan
Jue Mayo 08, 2014 4:39 pm por faryela
» Plans For The Future~
Mar Mayo 06, 2014 12:12 am por LEONELG88
» Video juegos :)
Miér Abr 16, 2014 1:14 pm por DIANE L.
» Usuarios Nuevos
Vie Ene 31, 2014 8:02 pm por **April Lubally**